Martín Caparrós

Sobre el autor

Martín Caparrós (Buenos Aires, 1957) es escritor y periodista, premios Planeta, Herralde, Rey de España. Su libro más reciente es la novela Comí.

¿Quién me mandó a meterme en esto?

Por: | 24 de junio de 2013

Ardilla-curiosa-2613Pero yo sobre todo lo que quisiera saber ahora es quién carajo me mandó a meterme en esto. Lo más cómodo sería decir que fue él, pero yo sé que no es tan fácil. En general, nada es tan fácil, aunque los demás crean que a mí todo me resulta fácil. Siempre creyeron eso de mí: que yo era linda, que yo era inteligente, que yo sabía acomodarme, que todo me resultó muy fácil. Y no saben el esfuerzo que le pongo, lo que laburo yo las cosas. Pero también por eso no le puedo echar la culpa a él: yo me lo busqué con toda conciencia, con todas mis fuerzas, la culpa es toda mía. Él me ayudó, claro, no sé qué hubiera sido de mí sin él, pero es cierto que a mí siempre me gustó mandar: desde chiquita me gustó mandar. El problema es que cuando una manda necesita rodearse de gente que esté a la altura, que no la decepcione. Y eso en este país de mierda es tan difícil.

Seguir leyendo »

La democracia encuestadora

Por: | 16 de junio de 2013

Depositphotos_9452233-Seamless-background-with-numbers
No lo entiendo ni lo quiero entender: revindico mi derecho a no entenderlo. Estos días, las tapas de los diarios están llenas de recursos, apelaciones y per saltum –o quien sabe per salti– que deberían definir si hay o no hay elección de consejeros magistrales, o algo así. Movidas que se suceden en oficinas siempre de otros, en mentes de otros, en letras de otros, en un terreno sustraído: en una autonomía casi perfecta. Dimes, diretes, direles en que no logro interesarme ni este poco. Es como si se fueran: como si fueran yéndose y uno los viera cada vez más lejos, más chiquitos.

El efecto no es nuevo, por supuesto, pero con la pelea por el poder judicial alcanzó nuevas cumbres. La reforma –y sus trámites– muestra a la política en el lugar en que nunca debería estar y está tan a menudo: lejísimos de cualquier comprensión general, un barro de triquiñuelas leguleyas.

Seguir leyendo »

Jugar

Por: | 09 de junio de 2013

1319291-casinoTodos lo conocimos de chiquitos:

–Má, ¿cuándo me puedo ir a jugar?

No hay verbo más asociado a la idea de niñez: jugar es, se supone, lo propio de los chicos. Los niños juegan y juegan y juegan, van de paseo, van a la escuela… –canturrean los filósofos contemporáneos.

O, si no, el juego es aquello que antaño era anatema y hogaño pulula por doquier, oh tempora. ¿Quién recuerda que nuestros mayores, cuando eran timberos, debían viajar a Mar del Plata si querían reventarse unas fichas o llamar a un delincuente si preferían perder a la quiniela? Ahora el juego está por todas partes: no hay pueblo sin bingo ni tarde sin sorteo, y los “grandes capitalistas del juego” –que era un lugar común para decir mafioso– son amigos de las presidentas.

Y además están los juegos de mesa y los juegos de living y los juegos de jardín y los juegos de la plaza y los juegos de palabras y los juegos de sociedad y los juegos de manos y los juegos peligrosos y los juegos de niños y los juegos eróticos –y sus jugadores que nadie llama jugadores, aunque quien sabe juguetones.

Seguir leyendo »

Dios en el puticlub

Por: | 03 de junio de 2013

Porno_cristianoHace unos días cerraron una rara institución rosarina. La Rosa era un cabarute muy canalla, un centro de la blasfemia mezclada con carne de mujer en venta, un espacio donde la obscenidad y el ateísmo se daban la mano –y no solo la mano– para hacerte pensar con todas las cabezas. 
Debía llevar años siendo ilegal, siendo ofensivo: no creo que su dueño, Juan Cabrera, haya pensado nunca en no ser ilegal u ofensivo. Pero ahora alguien decidió que había que cerrarlo, como el capitán francés en Casablanca de pronto descubre que en el café de Ricky se juega -después de ganar un par de fichas por noche durante meses, años.
Habrá sido, quizás, otra hazaña de ese cruce de dos palabras que no fueron hechas para juntarse -corrección y política- o de esas dos que que siempre vinieron de la mano -política y dinero- o de esas que siempre fueron una mano -política y religión, y más ahora que tenemos papa. 
Cuando recorrí parte de la Argentina para hacer El Interior estuve allí y lo celebré por escrito: hoy, en la caída, quiero recordarlo.

Seguir leyendo »

El País

EDICIONES EL PAIS, S.L. - Miguel Yuste 40 – 28037 – Madrid [España] | Aviso Legal