Martín Caparrós

PamplinasMundial 12. La gran promesa

Por: | 22 de junio de 2014

Ahora solo falta que jueguen al fútbol. Seguramente llegará el momento: creemos que llegará. Esto promete.

La Argentina es un país con suerte que no sabe aprovechar su suerte. Nos caen los dones, se nos caen. Tenemos esas pampas: a principios del siglo XX nos hicieron ricos; nos pasamos el siglo despilfarrando esa riqueza sin crear otras fuentes. A principios del siglo XXI, las mismas pampas –ampliadas por la soja– volvieron a derramar sus frutos: seguimos sin usarlos para hacer un país. En los ochentas Maradona fue la carne: lo pudimos aprovechar un campeonato. En los dos mil Messi es la soja; todavía no supimos. Pero está claro que esa riqueza está, debería enriquecernos: la Argentina siempre fue una promesa esplendorosa –nunca dejó de ser una promesa.

Nadie duda de que este equipo debería ser un gran equipo. Por ahora, es la rara red que rodea al héroe adormilado. Si el joven Messi mostraba algo especialmente sorprendente es que era Messi todo el tiempo. Ahora lo es por estallidos aislados, infrecuentes: no alcanza. (Cuando terminó el partido me puse a ver videos suyos: si aquel pibe jugara todo sería tan fácil. El que está ahora tiene el mismo manejo de la pelota, un tercio de la velocidad, un cuarto del empuje.)

A su alrededor brilla la dificultad argentina para cualquier tarea de equipo. Y los problemas técnicos de jugadores que suelen tener la mejor técnica: Gago, Higuaín, Agüero, Di María estaban peleados con la bola, huía de sus zapatos. Supimos fallar en los controles antidoping; ahora, más modestos, fallamos en los de la pelota. El conjunto tampoco funcionaba: nadie lo conducía. Se amontonaban jugadores; ante un contrario replegado no corrían al claro, no aceleraban, no cambiaban de ritmo; intentaban entrar por el centro lleno de piernas o echaban centros a un área cargada de iraníes –y falta de argentinos.

El partido, sin embargo, fue muy útil: les sirvió a los próximos rivales de Argentina para entender cómo anularla. El truco es darle el campo, obligarla a jugar un juego de armazón y paciencia para el que no se preparó. Hay un debate casi filosófico: los que creen que cuando vengan los contrarios serios los argentinos van a poder hacer su juego; los que creen que cuando vengan no van a dar la talla.

Nada permite anticiparlo. Por ahora seguimos dependiendo de los arrestos del muchacho: le alcanza con despertar de pronto, legañoso, itifálico. Nos sigue salvando, a la argentina, el héroe individual: suerte, el monocultivo. Así nos va: la promesa de siempre.

Hay 44 Comentarios

Sr periodista: No se sorprenda de nada con este DT (Sabella). No hay un equipo sino dos. Atrás (al fondo), en general convocaron jugadores que de 0 a 10, son 6 (seis). Sólo por el hecho que fueron jugadores de Estudiantes. Así, a último momento, el señor DT desafectó a Banega, quien tenía 12 (doce) partidos jugados con este grupo. Y convocó en su lugar a Pérez (un 4 de copas) quien sólo había jugado unos minutos en la Selección.
El caso de Gago, quien venía un tiempo inactivo en Boca. Y el colmo fué no convocar a Scocco, que si bien estaba en el banco en Brasil, es un 9 (nueve) muy habilidoso. Yo no sé si R. Palacio era el indicado a convocar. En fin, todos opinamos y tenemos nuestras preferencias.
En uno de los artículos anteriores, ud refiere que los argentinos van poco a ver a sus equipos. Por lo que observo NO ES ASI. Yo tengo platea y la cancha en cada fecha se llena. Y la concurrencia es cada vez más heterogénea. Pues en Argentina sólo concurre el público local (no el visitante).
Leo aquí posts de lectores y NOTO UNA TREMENDA IGNORANCIA EN LO QUE RESPECTA ESTRICTAMENTE A LO DEPORTIVO, referido al fútbol.

Martín, fuiste un gran periodista y escritor. Pero esta nota es tan berreta que no merece ni estar publicada en un blogspot. Querete un poco.

Sigue un poco el discursito que yo escucho desde que fui al colegio: Argentina, un país tan grande, tan rico, que tiene todo para ser el mejor, y no lo es. No solo que no lo es sino que es un desastre. De eso va "Argentina es un país con suerte que no sabe aprovechar su suerte." Eso es lo que siempre nos hicieron creer, y no es nada nuevo. La verdad, como está el mundo, dudo que tener recursos naturales en abundancia sea garantía de properidad (veamos la desgracia de los países petreleros, por ejemplo) . Así que la verdad dudo mucho que tengamos tanto para ser los mejores. Igual con el futbol. Tenemos a Messi, si, y ponele Di María. Pero España tiene mejor equipo, y mirá como está, ya eliminado del mundial. Así que no nos creamos ese discursito del fracaso argentino. No sé si alguna vez estuvimos condenados al éxito total. Hay que asumir que no existe un mundo ideal, y Caparrós nunca lo asumió.

¡¡¡Diooos!!! Me da vergüenza ajena que un argentino escriba semejante idioteces. ¿Lo han contratado como venganza a la expropiación de YPF o algo así? Sudamérica y Argentina ha dado grandes escritores, y los sigue habiendo. O bien podrían haber puesto a alguien entendido. ¿Un periodista deportivo, técnico o jugador no se les ocurrió por casualidad? No entiendo entonces porque contratan de columnista a alguien que aquí se gana la vida cortando el pasto casa por casa. A propósito, cuando lo vean, avísenle que la enredadera del fondo ya esta coposa y que tenia que venir la otra semana a recortarla. Y lo peor que le pague por adelantado, así que no se haga el chanta y que venga a laburar y que no este perdiendo el tiempo escribiendo estas tonterías.

Claro, Santiago.
Sobran habladores al pedo; hay como 30 millones y ninguno es técnico ni sabe relacionar un pie con una pelota.

" posible penal," sí, y nuestros políticos son "posibles corruptos", jajajajaja

aldo de la v, pontífice de "otro día de maravillosas notis":
"descendió sobre la Argentina el convencimiento de que Irán es un equipo de cuarta al cual llenaríamos de goles".
es q Irán ES un equipo de cuarta. Pero equipo al fin.
En cambio el enfermero del Dr Bilardo, cerebro de la Selección Nac&Pop de la tvp, pensó q llamando a los 4 fantásticos ¿Cómo 4, messi, agü, di maría, ¿dónde está Carlitos?), listo, podía meter a sus amigotes en el arco y la defensa.
¿Equipo?. concepto menottista y apátrida.
UN EQUIPO DE CUARTA SUPERÓ A UN NO EQUIPO EXCEPTO X LA GENIALIDAD AGÓNICA DE 1 CRACK.

interneteando tiene el nivel mental de horacito gonzález:
"no podemos exportar la inflación, ellos sí"
la infl interanual en Usa es del 1,4%
Pero el peronismo traduce 1,4 por 44,4.------
"ni podemos vivir de deudas" pobrecito, si la Arg no se endeuda no hay dólar barato y si no hay dólar barato no puede ir todos los años a Miami.
Se me planta 1q lagrimón.

Argentina, que ya está entre los 16 mejores, tendrá una lucha difícil, ardua, partido a partido. Es una lucha que puede entenderse con la historia pero también en cada situación: cómo está el equipo, sus jugadores, cómo se para el rival, cómo juega, cuán fantásticos están hoy los fantásticos.
Hacé un ejercicio difícil, ponete por un minuto en el lugar de Irán. Los tipos deben estar protestando todavía por el posible penal, pero más aún porque después de haberlos derrotado Argentina también pretende tener el monopolio de la tristeza. Si tenés al mejor del mundo y sos el que más insultos proferís, ¿pensás dejarle algo a los demás?
-Alejandro Grimson.


El mundial y nosotros: contra el monopolio de la tristeza
Dado que estamos clasificados, es un buen momento para pensar algunas cosas. El partido contra Irán muestra errores de cálculo. Nuestros, de los que miramos e interpretamos los partidos. De los que estábamos ilusionados y presenciamos la impotencia.
El problema más grosero es que nosotros –sí, los argentinos- seguimos cada Mundial para tratar de confirmar que somos fabulosos. Ya hemos recogido uno y otro “mentís”. Frente a las derrotas nos convertimos para nosotros mismos en algo despreciable. Los peores del planeta.
El segundo problema es escoger al fútbol para formular una pregunta que el fútbol no puede responder. El fútbol, nunca, ni cuando ganás ni cuando perdés, te dice quién sos. Sólo te dice cómo estás.
Estar y ser no son lo mismo. Si no, preguntale a Irán. Antes del partido descendió sobre la Argentina el convencimiento de que Irán es un equipo de cuarta al cual llenaríamos de goles. Era la consecuencia de la idea de que nuestra zona era un paseo. Pero... Primero, equipos de cuarta no llegan a los mundiales muy habitualmente. Segundo, Irán jugó mejor que lo que los argentinos preveíamos y se paró del modo que más podía complicar a “los cuatro fantásticos”.
Estar y ser tampoco son lo mismo para los fantásticos. Hay argentinos que han criticado a Messi hasta el hartazgo. Es tan obvio que ayer no hizo un gran partido como que hizo una hazaña. Hay que aprender a leer juntas cosas contradictorias y no, como sucederá, que una va a terminar tapando la otra. Cualquiera persona que mira fútbol no sólo para los mundiales sabe que en un partido como el de ayer el primer gol es lo más difícil. Pero como Irán no existe, nosotros somos calamitosos y comienza el harakiri nacional.
¿Y si mirás el torneo? Hay otras “potencias” que no están bien, algunas ya están haciendo las valijas ¿Podemos dejar un poco de tristeza para los españoles e ingleses? ¿Podemos ceder unas páginas de crítica despiadada para italianos o alemanes o brasileños?
Ayer presencié otra competencia: la de los tuits envenados contra el equipo argentino, enviados por todos potenciales DT que nos sacarían campeones del mundo, sobre todo si además pudieras entrar a jugar ellos mismos clonados por once. Toda una metáfora de cómo entienden algunos palabras como “juego en equipo”. Me resultó un poco patético. Digo “un poco” porque si de aquí en más no nos llega a ir perfecto todavía hay mucha vergüenza ajena para sentir. Alquilaremos balcones para ver el torno de quién tiene el veneno más largo.
Argentina ha ocupado puestos cambiantes en el ránking de la FIFA, pero más entre los ocho mejores que entre los cuatro últimamente. Eso no implica un pronóstico, porque si no terminás haciéndole doping a Costa Rica. Sospechás de lo que te sorprende. Ganamos las eliminatorias, pero también costó. ¿O alguien se olvidó de que no fue fácil y de que no jugó Brasil?
Argentina, que ya

Un compendio de lugares comunes... No basta con escribir: hay que pensar. No basta con pensar; hay que tener información para pensar... No basta con ver relaciones bobas entre cosas importantes... No basta con vivir de un sueldo de periodista. No basta, finalmente, con parecerlo: hay que serlo.

Me causan gracia los que hablan de los argentinos en tercera persona.

A los argentinos los hacés mirar en un espejo y rompen el espejo. Siempre fue así. Si el periodista hubiera loado lo inloable sería el mejor periodista del mundo. "Así les va ", frase de vieja con batón.

Che, Capa, si le exigís a Messi que haga genialidades todo el tiempo sería justo que también te exigieras a vos dar un pasito más allá de la mediocridad general cada vez que escribís acá. Y no, por el contrario.

Cuanta arrogancia, cuanta soberbia, gente por favor...

el fracaso de un periodista se advierte cuando sus lectores, ya saben lo que van a encontrar al leer sus articulos: martin, no se cansa de confirmarlo

el fracaso de un periodista se advierte cuando sus lectores, ya saben lo que van a encontrar al leer sus articulos: martin, no se cansa de confirmarlo

el fracaso de un periodista se advierte cuando sus lectores, ya saben lo que van a encontrar al leer sus articulos: martin, no se cansa de confirmarlo

Jo. No había leído el artículo (no me interesa el mundial en lo más mínimo).
De nuevo el discurso "los argentinos somos y por eso no hacemos" como si hubiera un país en el mundo desvinculado de las demás naciones. Como si hubiera un "sueño americano" que los argentinos no cumplimos porque somos algo malo.
Lo cierto es que todos los países bailan al ritmo de las impresoras de la FED. Punto. Nosotros no podemos exportar la inflación, ellos sí, ni podemos vivir de deudas, pero ellos sí. Y parece que caímos lejos del sector de los "aliados" (momentáneos).
Pero no se puede escribir una columna diaria sin recurrir al "los argentinos somos y por eso no hacemos".

Argentina no es un equipo, o, al menos, no actúa como tal. Messi no puede ganar solo. Una cosa de meter uno de sus fabulosos goles en el último minuto y otra ganar y jugar bien. Ya sé que los resultadistas dirán: lo importante es ganar. Y me pregunto para qué sirvió que ganáramos dos mundiales, ¿mejoró Argentina por eso?. NO. Otra cosa, que no quieren o no pueden ver: Messi no ha sido el mismo desde la larga lesión que tuvo en Barcelona, no volvió a ser el mismo. Como dice Caparrós, falta "la prueba del algodón", jugar con un equipo de verdad -hoy Holanda, Francia o Alemania, incluso Costa Rica- en la que veremos si Argentina reacciona y se muestra como "debería ser" o cae estrepitosamente. La suerte no acompaña toda la vida, ni siquiera a Messi.

Francamente, un compendio de lugares comunes. Solo falto lo de granero del mundo. Este periodista opina sobre economía, sobre política y sobre fútbol con una liviandad que sorprende. Sobre economía olvida la existencia del latifundio y los carteles, sobre política olvida las relaciones de fuerza nacionales e internacionales y sobre fútbol no tiene idea.

Permite me discrepar,no tiene porque ser un gran equipo,el medio es un agujero negro,donde se cocina el juego,el lugar donde debe sobresalir la creación e imaginación hoy es limbo por el cual se arrastran nuestros futbolistas dando vergüenza ajena,el enano que precisa de una junta de analistas, debe bajar casi hasta nuestra área para buscar el balón,ante Irán (me sonrojo) parecíamos una cuadrilla de amigos intentando jugar en el parque,imagina Alemania,Chile y o Uruguay,estamos para el horno ,lo sabe un niño d cinco años.Saludos

Martín, evidentemente la gente a la que no le gustó la nota (o no le cae bien tu persona) es la que comenta en su mayoría.
Me pareció excelente. Debemos empezar a aprovechar nuestra riqueza, en el futbol pero sobre todo en armar un país del que estemos orgullosos.

Saludos, un gusto leerte.

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Sobre el autor

Martín Caparrós (Buenos Aires, 1957) es escritor y periodista, premios Planeta, Herralde, Rey de España. Su libro más reciente es la novela Comí.

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