Martín Caparrós

PamplinasMundial 34. Final del juego

Por: | 14 de julio de 2014

Es tan difícil escribir ahora. Difícil y triste y necesariamente injusto escribir después de la derrota. Digamos: si Higuaín o Palacio o Messi hubieran ajustado el tiro cuando quedaron solos, quizás habría que hablar de la heroica resistencia y el aprovechamiento de las tan pocas ocasiones, de los errores del contrario. O si el árbitro hubiera cobrado aquel penal. Entonces, todo habría sido tan distinto: tan parecido a los deseos.

Pero no era probable. La Argentina, en los últimos partidos, jugó a deshacer: consiguió que todos sus contrarios parecieran mucho peores, esperándolos, mordiéndolos, y le fue bien. Supongamos que, para completar el esquema, los corredores solitarios de adelante tenían que sacar conejos de galeras que no estaban usando: hacer magia, no fútbol, y magia no pudieron. El Mago, estos últimos partidos, fue solo un gran jugador: con eso no alcanzaba. La Argentina de Sabella quiso ser un equipo en su propio campo y un milagro en el campo contrario: era posible, pero no sucedió.

Mientras tanto, Alemania intentaba jugar. No fue extraordinario, no fue arrollador –porque si algo supo la Argentina, queda dicho, fue degradar a sus contrarios. Pero jugó, jugó, buscó, buscó.

El partido fue parejo en ocasiones, desparejísimo en el juego. La Argentina no tuvo la pelota casi nunca, porque no estaba armada para tenerla y dependía del pelotazo afortunado. Pero cuando uno acepta que el contrario venga y venga, la posibilidad de que por fin la meta es alta –y sucedió.

Nunca sabremos si la Argentina podría haber intentado otro tipo de juego. Quizás ésta era la única opción y, si es así, este equipo consiguió todo lo que podía, llegó a su límite –y su límite era éste.

Sería bueno estar convencido de eso: que esto era lo que podían. No lo creíamos un mes atrás; ahora quizás hay que creerlo. Quién lo sabe. Lo cierto es que, contado desde ahora, hoy pasó lo que tenía que pasar –aunque podría no haber pasado. Ese segundo fatal en que la confusión te llena, la desazón te copa; ese segundo fatal en que una pelota llega adonde no tenía que llegar –y te deshace. Y entonces todo cambia y entonces las palabras se hacen vanas, injustas, posteriores. Tristes.

Y un final tan final que te deja colgado de una sola esperanza: que haya sido un error, que el partido –el verdadero partido– esté por empezar.

Hay 50 Comentarios

De tristes nada de nada. Segundos en un mundial, es un gran honor para cualquier selección. Felicitar a los chicos y hasta la próxima. Por otra parte, bonito artículo.

Casualidad nomás: en el obelisco barras bravas de Chacarita (Barrionuevo), Independiente (Moyano), Nueva Chicago (Ritondo).

hoy cfk, x fin, pudo oficiar de Su.

ha vueltp el peronismo a los orígenes: Alemania es lo mejor q hay.: "debería entrenar al equipo los 8 años que lleva Low ajustando jugadas." es una cabal síntesis de q Alemania tiene una planificación, un Modelo (nacional), un Proyecto (Nacional).
8 años de continuidad para ganar lastimosamente a una Arg sin di maría y con agüero y el pipa a media máquina.
Parece comentaristas del Indec, ¿cuántas veces en 8 años se juntaron los alemanes para jugar juntos?. Lo mismo q los args, en las fechas Fifa.
Además, el fútbol es "la dinámica de lo impensado".

La pretendida iluminación literaria y filosófica, aplicada a la pelota es una pelotudez, valga la redundancia, parafraseando a otro "...lo que sucede es futbol ¡idiota!

¡Bambiiii!... teléfono... de parte de dorio, y baroneee...

......

...la ...

...la censura ...

...la censura no ...

...la censura no existe...

¿Y si le preguntan a ese senador socio y cómplice (menem, o algo así), cómo hacer volar una ciudad 'para despistar'? No hay de que... faltaba más.

Lamento que Argentina haya perdido Martín. Pero quiero felicitarte por tu forma de asumir la derrota, ni pareces argentino. Me gusta mucho leerte cuando escribes sobre futbol y a veces no sé si me gusta más el fut jugado o el fut escrito. Y para terminar te felicito por ser compatriota de Messi, solo que ahora no se merecía el reconocimiento que le regalaron ayer. Un abrazo desde la media cancha.

Pucha!... me perdí a nuestra Nerona terminando de incendiar a los gladiadores

...tuyo, tero. Siempre 'se comen' el final... 'dentro tuyo'.

primo bruto
si a ingrid le parece que las tenes grandes, en realidad es porque no advirtio que vos - la tenes adentro...

Usted sabe don, que el partido está siempre por comenzar para los argentinos. Desde siempre, como un eterno círculo borgeano. Gracias, por su reflexion. Aquí le dejo la de un remisero... elmundialdeunviejoremisero.blogspot.com.ar/2014/07/argentina-los-premios-y-las.html

Sí, santiagosky, gran fracaso de Cristina. Ja. Hay cada boludo. Otro que terminó sus tristes días trolleando

Después de como Alemania arrasó a Brasil creo que Sabella eligió la estrategia adecuada, y estuvo muy cerca de ganarlo. Para jugar un partido más abierto debería entrenar al equipo los 8 años que lleva Low ajustando jugadas.

Fijate la calidad de tus comentaristas y te daras cuenta en lo que te has convertido, en un facho recalcitrante. Das mucha pena vos y lo que te comentan,

ahora q culminó el programa de zurda, debemos celebrar las palabras con q maradona intentó esclarecernos en todos y todas los programas:"eeeeeeeeeeeeeeeeeeeee
eeeeeeeeeeeeeeeeeeee
eeeeeeeeeeeeeeeeeeee"

67 rocho tuvo q cambiar de planes y la Viuda sin la fiesta videlogaltieriperonista en la Plaza.
La mafia del PJ la jubiló y se lo hizo saber en el Obelisco.
¡pobre arquitecta con sus estatuas de juguete!

Decepcionante. Finalmente, Caparros se revela como otro patriotero

Ver a Colombia en la semifinal y tal vez la final hubiera sido un superespectáculo y algo sanísimo para el fútbol. Pero claro, eso no lo podía consentir la FIFA, Brasil debía estar ahí por decreto, aunque fuera para hacer el más espantoso de los ridículos frente a alemanes y holandeses. La MAFIFA y el cobarde e impresentable de Velasco Carballo se cargaron lo que pudo ser una de las semifinales más bonitas y apasionantes de la historia de los mundiales para tener que soportar en su lugar a la guardia pretoriana de Scolari con su concepción de fútbol marcial. Hail Blatter.... ojalá que disfrutaras con el espectáculo al que nos castigaste. Los colombianos nunca lo olvidarán.

Qué triste vivir al pedo y terminar los días como un mero troll. R.I.P.

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Sobre el autor

Martín Caparrós (Buenos Aires, 1957) es escritor y periodista, premios Planeta, Herralde, Rey de España. Su libro más reciente es la novela Comí.

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