Por: Babelia Mundial de Fútbol21/06/2010
RAFAEL GUMUCIO sigue a la selección de Chile
¿En qué idioma común se insultaran Suizos y Chilenos? Porque empujándose al borde de la línea, amenazándose en toda las caídas, reconciliándose después del teatro, parecían entenderse a la perfección. El inglés de los chilenos no creo que sea demasiado bueno. ¿Italiano los que juegan en Italia? ¿Tienen su propio idioma los futbolistas? ¿Los iguala las patadas en la infancia, el hambre, la orfandad y luego los millones y los camarines? ¿En que lengua sanciona el árbitro, en esta caso un árabe que quiso impúdicamente ser protagonista del partido? ¿Qué se gritan los jugadores en la cancha? ¿Que pasa cuando nadie los enfoca? ¿Se aburrirán en algún momento, se les ocurre a veces pensar en otra cosa que el partido, la cancha infinita que tienen que volver a correr?
Y el miedo, pienso, el miedo tan visible en ese partido que fue pura tensión, pura defensa, imprecisión, pelea de hombre a hombre. Este partido que jugó justamente con el límite mismo de la adrenalina de ambos equipos. Suiza con diez hombres, chile disparando a ciegas contra un muro infinitos de defensores blancos. El tiempo que de pronto quedaba atrapado en si mismo, incapaz de salir de los intentos chilenos, de la ferocidad suiza. Una neutralidad salvaje, un notorio derroche de talento (en el caso chileno sobre todo) que sólo Gary Medel, el defensa chilena, lograba desenredar, correr, pararse, seguir, no pensar en los minutos transcurridos, en los minutos faltantes, en las ocasiones perdidas.
Gary Medel que vi mil veces en ese partido lograr el milagro de convertir la prosa, la pelota en tu propia cancha, los minutos muertos de partido, la simple administración de la pelota, en verso. Cada pase como una rima, versos de los que se podía contar los pies, endecasílabos, alejandrino, haikus, el ritmo del intercambio, hasta el remate que fallo una y cien veces hasta que quedo impreso, marcado, hecho. La buena poesía, como las mejores jugadas que antes de tener forma tienen que tener fondo, juego en el fondo, desde el fondo, una idea, una paciencia, una tranquilidad, una ferocidad que Gary Medel conoce de nacimiento, que lleva marcada en su cara mestiza que muerde con solo mirar. Gary Medel experto en encontrar en la raíz de cualquier verso posible, la prosa anterior. Alquimista que convierte las frases informativas, las simples exclamación, el formulario, la carta, el informe para una academia en una línea frágil, en una frase que se puntúa a si misma, que empieza a rimar, que se convierte en geometría, que termina en temblor. ¿En que lengua común hablan los futbolista? En esa, en la peligrosa alquimia que convierte la brutalidad en sutileza, la incapacidad de decir tres frases seguidas en un verso con toda las de la ley que se estira sobre el pasto a media sintético del estadio de Port Elizabeth.
*Rafael Gumucio es chileno. Autor de “La Deuda”.
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Publicado por: Daniela 21/06/2010
QUE SABES TÚ DE FÚTBOL MEDIOCRE VENDE PATRIA