Por: Babelia Mundial de Fútbol30/06/2010
DOMINGO VILLAR sigue a la selección española
Llegué al Mundial con un recuerdo tan dulce de la Eurocopa que no me resignaba a perderlo. No fue sólo ganar lo que me hizo feliz, sino la manera de alcanzar la victoria. Así, al comenzar el campeonato me senté frente al televisor con la ilusión de rencontrarme con aquel mismo estilo…, y ya en la primera fase, partido a partido, me desengañé.
No la habían llevado al quirófano para inflarla de bótox y silicona, pero no era la España que había deslumbrado por igual a espectadores y rivales. Y eso era algo que me tenía rumiando. Me parecía una excentricidad –y una osadía– el haber cambiado algo cuando funcionaba tan bien, y sólo el hecho de que fuera Del Bosque el hombre al timón me mantenía expectante.
Vicente del Bosque me cae bien aunque desde mi llegada a Madrid vea el fútbol a la orilla del Manzanares. En realidad, no sé si habrá alguien a quien le resulte antipático ese tipo tranquilo que se aparta de los focos en los momentos de gloria.
A mí, al margen de timideces, me conquistó el día en que Florentino lo puso de patitas en la calle tras ganar una liga. Y es que un constructor metido a tipo honrado siempre me tendrá enfrente, ya se vista de flamenca o de presidente del Madrid.
El caso es que esta tarde abrí el vino y la lata de espárragos un tanto abatido al comprobar que el equipo era distinto del que habría deseado ver. Yo suspiraba por Cesc en lugar de cualquier otro (ni aun ganando me explico la ausencia del tipo que este año ha marcado 25 tantos y ha dado 18 pases de gol). Y al descanso estaba verde por ver correr a Villa, máximo goleador del mundial, pegado a una banda como si fuese Garrincha.
Pero, claro, Villa metió un gol y yo me olvidé de mis prejuicios y me dediqué a brindar y a gritar, que es lo mío. Los pocos vecinos que presumían de que en el quinto vivía un escritor se habrán llevado esta tarde un buen chasco. Desde hoy saben que en realidad aquí hay un hooligan. Y a mucha honra. Me he quitado la careta. Con el gol de Villa berreé como si me hubieran clavado una punta oxidada en un pie. Y qué bien se queda uno cuando sale del armario.
Del Bosque decidió algo distinto a la que yo pensaba. Chapeau. Por algo él se gana la vida entrenando equipos de fútbol y yo me las tengo que apañar juntando letras en casa. Desde el gol fuimos la España Induráin, y ya no sé si los portugueses no atacaron porque no pudieron o por miedo a recibir más goles, pero se diría que perdieron por incomparecencia. Como Cristiano Ronaldo, que debió de pasarse el segundo tiempo en el gimnasio haciendo abdominales, porque en mi tele no estaba.
En fin, da igual si el equipo es o no el que yo había esperado. Además, qué carallo, esto es un Mundial. Habrá que tratar de ganarlo. Es mejor jugando bien y hoy lo han hecho. A su manera, que ya es la mía. La de todos. La de la una nueva ilusión.
Han estado como el vino y los espárragos de la lata: cojonudos. Lástima que ahora me duela tanto la cabeza. No vuelvo a beber…, ni en el desayuno.
* DOMINGO VILLAR (Vigo, 1971) es escritor. Su último libro es "La playa de los ahogados" (Ediciones Siruela, 2009).
comentarios 37
Publicado por: Gonzalo 30/06/2010
No es para tanto Angelina, de ser así Paraguay tuviese 10 mundiales en los bolsillos. Todos tienen coraje y por algo que combatir, lo demás viene por añadidura. El partido más disparejo de estos cuartos de final es el de España y Paraguay, la ventaja es muy grande para España con relación a los demas partidos a disputar o disputados yá. Hol. vs. Brasil (ambos con mucho nivel), Uruguay vs. Ghana (igual cualquiera de los dos puede ganar), Alemania vs. Argentina (otro partido dificil cualquiera de los dos puede ganar) y Esp. vs. Paraguay (el nivel de España es muy superior a Paraguay por más cojones que tengan), que pierda España, habría que ver pero es muy dificil. España va más facil que todos los demás. Espero que no vaya a jugar como le jugó a Suiza.