Por: Fietta Jarque16/07/2010
Una de las cosas que hacen del cine antiguo un espectáculo inagotable es el vestuario de las mujeres de los años 20 a los 60. Las ricas siempre lo han tenido fácil, pero las de clase media, aún en tiempos de guerra o de penurias, también se las ingeniaban para lucir modelos que, en muchos casos, siguen pareciendo audaces en nuestra época de homogenización de grandes almacenes. Se cosía en casa, en talleres artesanales y hasta las grandes firmas se enorgullecían del detalle bien terminado, de la originalidad del diseño. La edad de oro de la Alta Costura, una exposición que se acaba de inaugurar en el Museo del Traje de Madrid (hasta el 28 de noviembre), reúne una selección de piezas del momento de esplendor de la moda española, entre 1920 y 1980, pertnecientes a la colección Antoni de Montpalau .
En los salones de Barcelona y Madrid antes de la Guerra Civil, los diseños más célebres provenían de El Dique Flotante y Pedro Rodríguez. Después de la contienda, ambos impulsaron la creación de la Cooperativa de Alta Costura para impulsar la moda española. Desde luego, con el apoyo del régimen. Los "cinco grandes" de ese periodo fueron los citados, junto a Manuel Pertegaz, Asunción Bastida (foto superior) y Santa Eulalia. Esta cooperativa que funcionó hasta los años 80 contó también con las firmas de Carmen Mir, Pedro Rovira, Rosser, Herrera y Ollero, Rosina y Vargas Ochagavía y Elio Bernhayer. Punto aparte merece la trayectoria internacional de Cristóbal Balenciaga.
La exposición reúne trajes de novia, de fiesta, de calle, abrigos, sombreros y zapatos que trazan una sucinta historia de la moda española a lo largo de 60 años. La muestra inicia su recorrido con un vestido de la francesa Jeanne Lanvin, de los años 20, porque esta diseñadora tuvo sede en Barcelona durante más de una década, donde ella misma se inició en la Alta Costura para llegar luego a convertirse en una auténtica referencia para el medio. Destacan también piezas históricas de Pedro Rodríguez, Balenciaga y Santa Eulalia. El comisario de la exposición es el crítico de arte Josep Casmartina i Parassols, fundador de la colección Montpalau en colaboración con Anna M. Casanovas. Una colección que conserva más de 1.700 prendas textiles desde el siglo XVI al XXI. La mención inicial al cine no es casual. Según cuenta Casamartina, algunos de estos diseñadores iban a ver las películas con lápiz y papel, para inspirarse en los modelos. Otros, a la salida de misa. Coolhunters avant la lettre.
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