Papeles Perdidos

Veranos literarios / 14

Acompañar en sus lecturas a Proust

Por: Winston Manrique Sabogal20/08/2010

ProustleyendoZola
"Mientras la fregona -haciendo resplandecer involuntariamente la superioridad de Françoise, igual que el Error vuelve más clamoroso, por contraste, el triunfo de la Verdad- servía un café que, según mamá, era simple agua caliente, y subía luego a nuestros cuartos el agua caliente que apenas estaba tibia, yo me había echado sobre mi cama con un libro en la mano, en mi habitación que, temblando, protegía su frescor transparente y frágil del sol de la tarde tras sus persianas casi cerradas donde, sin embargo, un reflejo de día había encontrado modo de filtrar sus alas amarillas y permanecía inmóvil entre la madera y el cristal, en un rincón, como una mariposa que se hubiera posado. Apenas había suficiente claridad para leer, y la sensación del esplendor de la luz sólo me llegaba gracias a los golpes que en la calle de la Cure daba Camus contra unas cajas polvorientas pero, resonando en la atmósfera sonora propia de los días calurosos, parecían hacer volar allá lejos unos astros escarlatas". (...)

Prosutsentadovertical He ahí a Marcel Proust convirtiendo su vida en arte. Esta vez durante una de sus largas estancias estivales en Combray; de donde salió este En busca del tiempo perdidoProust (Francia, 1871-1922) desplegó en palabras el teatro de la vida con un sinnúmero de situaciones y personajes que entran y salen de su casa y de su vida y de la vida; mientras él se empeña en combatir lo corriente, incluso en los días más calurosos. Sigue allí, retratando el adiós de una época y la manera impercentible e inevitable como llega otra. Como un río que baja impetuoso y de repente se topa con otro más soberbio que lo absorbe en una sola corriente primero revoltosa y luego mansa. Pero hoy he preferido detenerme en este Veranos literarios en el cuándo, cómo y dónde leía quien habría de cambiar la literatura del siglo XX. Dejemos a un lado los recuerdos, evocaciones, cotilleos, reflexiones, descripciones y estéticas sobre las que tanto se habla de este clásico de Proust y asomémonos en su mundo más literario, porque donde realmente vivía era en esas páginas de libros ajenos y en las que luego escribía. Ahí sigue, en su habitación en penumbra, protegiéndose de un sol rabioso, con  un libro en las manos. No esperemos más y veamos qué hace:

"Aquel oscuro frescor de mi cuarto era al pleno sol de la calle lo que la sombra al rayo, es decir tan luminosa como él, y ofrecía a mi imaginación el espectáculo total del verano, del que mis sentidos, si hubiese salido a pasear, sólo habría podido disfrutar de modo fragmentario; y de esta manera se acomodaba bien a mi reposo que (gracias a las aventuras narradas en mis libros, capaces de estremecerlo) soportaba, como el reposo de una mano inmóvil en medio de una corriente de agua, el choque y la animación de un torrente de actividad.

Proustlamansion Pero la abuela, incluso si el tiempo demasiado caluroso se había estropeado, si había sobrevivido una tormenta o simplemente un chaparrón, venía a suplicarme que saliera. Y no queriendo renunciar a mi lectura, iba por lo menos a proseguirla en el jardín, bajo el castaño, en una pequeña garita de esparto y tela en cuyo fondo me sentaba y me creía oculto a los ojos de las personas que pudieran venir a visitar a mis padres.

¿Y no era también mi pensamiento una especie de nido en cuyo fondo me sentía sumido, incluso para mirar lo que estaba ocurriendo fuera? Cuando veía un objeto exterior, la conciencia de verlo permanecía entre yo y él, lo ribeteaba con una fina orla espiritual que me impedía tocar nunca directamente su materia; se volatilizaba en cierto modo antes de que yo entrase en contacto con ella, como un cuerpo incandescente, si se le acerca un objeto mojado, no toca su humedad porque siempre va precedido de una zona de evaporación. Era en aquella especie de pantalla esmaltada de diferentes estados, que mientras leía,  desplegaba simultáneamente mi conciencia , y que iban de las aspiraciones más profundas escondidas dentro de mí hacia la visión totalmente exterior del horizonte que tenía ante mis ojos desde el fondo del jardín, lo más inmediato, lo más íntimo que había en mí, la palanca siempre en movimiento que gobernaba todo lo demás, era mi creencia en la riqueza filosófica, en la belleza del libro que leía, y mi deseo de apropiármelas, fuera cual fuese el libro. (...)

Después de esta creencia central que, durante mi lectura, ejecutaba incesantes movimientos de dentro afuera hacia el descubrimiento de la verdad, venían las emociones que en mí provocaba la acción en que tomaba parte, porque aquellas tardes contenían más acontecimientos dramáticos de los que suelen ocurrir en toda una vida. Eran los acontecimientos que estaban pasando en el libro que estaba leyendo."

A la busca del tiempo perdido. Por la parte de Swan y A la sombra de las muchachas en flor. Marcel Proust. Edición de Mauro Armiño.

Imágenes: Detalle de Emily Zola leyendo (Manet), fotografía de Proust y La mansión (Manet).

Lee aquí todos los Veranos literarios.

comentarios 25

25 Comentarios

Publicado por: miosotis 20/08/2010

«Por el camino de Swann», publicada por Alianza Editorial y traducida por Pedro Salinas, fue la primera novela que leí de Marcel Proust y me fascinó. Después leí las seis novelas siguientes de «En busca del tiempo perdido», publicadas por la misma editorial: «A la sombra de las muchachas en flor», traducida por Pedro Salinas, así como las traducidas por Consuelo Berges «Sodoma y Gomorra», «La prisionera», La fugitiva», y «El tiempo recobrado». Todas me gustaron mucho, pero no tanto como esa primera novela que fue mi despertar al universo de Proust. No he leído los originales en francés y no puedo opinar sobre la fidelidad de las traducciones, pero sí puedo decir que la lectura de esas novelas me produjo un gran goce. Pocas veces he experimentado esto leyendo literatura, sobre todo la actual. Recomiendo su lectura como un gran placer y no una obligación.

Publicado por: Beatriz 20/08/2010

Grande Proust

Publicado por: replica jewelry 20/08/2010

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Publicado por: Alejandra 20/08/2010

MAGISTRAL...
Proust es uno de los grandes.
Al leerlo en voz alta, era como si mi voz cantara.

Publicado por: victor 20/08/2010

Excelente artículo.El cuadro es de Monet y no es la mansión de Proust.
He pasado mi vida leyendo a Proust y nunca deja de deleitarme.Recomiendo
el libro Proust Enamorado.

Publicado por: Ricardo GONZALEZ 20/08/2010

HOLA, MUY BUENO, SIEMPRE LA LECTURA PARA ENTENDER...
http://lacomunidad.elpais.com/maxyjunin/

Publicado por: Myriam 20/08/2010

Leí los siete tomos de Proust publcados por la editorial Losada de Buenos Aires.La traducción de los seis primeros es de Estela Canto y me pareció muy buena.El último fue traducido por Graciela Isnardi, pues ya la Sra. Canto había fallecido,e igualmente buena.Aclaro que no soy una experta en traducciones .

Publicado por: calderon 20/08/2010

Proust es el mejor escritor de todos los tiempos. Para comprender la verdadera importancia de su obra, recomiendo leer Deceit, Desire and the Novel, de Rene Girard. Yo lei la traduccion de Alianza Editorial. Sin haber hecho comparaciones exhaustivas, puedo decir que traducir los nombres propios (Francisca, Albertina...) ya da que pensar sobre la calidad de la misma.

Publicado por: Plumín 20/08/2010

Pues sí. Escritor es el que escribe algo, sea lo que sea, y lo lees y dices: "Ésto es verdad, y hubiera podido escribirlo yo".

Publicado por: anavarven 20/08/2010

Acompañar a Proust en sus lecturas.... y en la música, le fascina ba la música, cuando dice en creo que en muchachas en flor, ponme a DEbussy , diciendo no, o cuando dice que Shopenhauer decía hay que releer, y creyeron que era el título de la obra ... brutalmente bello es su expresión quieta de Lizts o Beetov... no sé e simpresionante lo que cuenta d ela música... ok!
belo!

eso de las traducciones ( que me fascinan, me irradian en la mente como el oleaje de otro en pre-esencia de la original, pro que sino no entiendo hablar de buenas o malas traducciones si no se ha leído la origian, l entiendo que peuden decir que está mal escrito en el idoma que la leen, pero ... no sé... a mí me fascina leer lo mismo en otra lengua para saber como impera el sujeto que traduce, suejto es su necesidad de poner corsé al autor, cuando Melville y hay tantas verisones según las traduccciones... lees una y parece un escrito escolar para sentir un cuento en alta mar, leees otra y peinss ah! el traductor intenta decir , no... esto es algo serio.. bueno.. y así vas descubriendo la mente de quien sin poderlo piensa.
m
El tiemo recobrado sí, en el tomo .. según la editorial, eso después de Sodoma y Gomorra y como no... después de Italia.. el tiempo recobrado es el golpe mortal para vivir la sensación de contar que sentías imrpeso en la leatad de romper... eso me fascina... de Proust, pero é mucho más el final. de esas obraas.
Cuando leí la antología de Pedro salinas que hizo Cortázar, me pregunté por qué Cortazar elige para termianr el poema de la meurte y no lo eligen otros que han hecho la antología de poemas de Pedro Salinas... así es como ves al otro autor, bruatl de bello

brutal de bello a mí me encanta Word... w... es algo a´si como un Joyce tranquilo en su montaña de nieve para deshacerla a su antojo como la vida, muy bello pues

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