Por: Winston Manrique Sabogal01/02/2011
¿Crees que Internet y las tecnologías digitales están influyendo o van a influir en la novela como género literario? ¿Cómo crees que será la novela del futuro? ¿Qué pasará con el libro? Estos son los temas de esta segunda jornada del especial Babelia 1.001. Ágora cultural-virtual, del 31 de enero al 4 de febrero. El escritor Eduardo Mendoza (Barcelona, 1943) abre el debate en un vídeo con Rosa Mora, en la sección Derivas literarias. Para el autor de títulos como La verdad sobre el caso Savolta, Una comedia ligera y Riña de gatos. Madrid 1936 (Premio Planeta 2010) "es el peor momento para hablar del futuro de la novela" porque por un lado están los asuntos económicos y herramientas digitales y la manera en que todo esto puede influir en la creación como tal; y, por otro, está el contenido de la novela como género en sí mismo. "No sé que se producirá, ni si se podrá llamar novela", reflexiona Mendoza.
Sobre estos aspectos y otros en torno a este género literario también hablarán hoy Rosa Montero en el Cibertaller literario (de 16 a 18 horas), y el mexicano Yuri Herrera en el chat a las 20 horas.
¿Qué opinas tú de esta revolución digital y creativa? ¿Cambiará mucho la novela? ¿Y los hábitos de lectura?
comentarios 7
Publicado por: marcusmoucho 01/02/2011
creo que hay un aspecto, que considero importante, a la hora de hablar, de los hábitos de lectura, de la novela, respecto a la era digital, y que es el siguiente: creo que no prestamos la debida atención al caudal de información y creatividad que se mueve en la red, que no analizamos qué es lo que está pasando con las redes sociales, con el abanico de tendencias, ni con la forma en que unos y otros, desde distintas edades proyectan, sus inclinaciones e intereses, y el porqué y para que los usan, ya que es tal el caudal de opiniones, que cierto es, que una mayoría refleja, una gran debilidad, poca exigencia, y lo que es peor, un exceso de frivolidad, despreciando en muchos casos, el arte de escribir y de contar, que aporte algo más, que el mero hecho de opinar o colgar sus textos, libros, comentarios y demás, sin valorar que la historia de la literatura lleva siendo tejida desde hace algo más que cuatro días; y ello crea una gran confución a la hora de valorar, la obra bien hecha, más allá de darse a conocer. Cierto es que hablando de los autores conocidos, hay también un deficit, una falla, porque están ahí, desde sus obras, haciéndose valer, pero que parten de una ventaja, frente a los que no se conocen ni han publicado, ni tienen posibilidades de hacerlo, con cierta seriedad.
No es fácil predecir que va a pasar, pero lo que está asomando, es un interrogante, frente a los escritores consolidados, aquellos que saben hacer su trabajo y conocen su oficio, y afrecen una lectura honda y rigurosa de lo que cuentan, atrayendo a posibles lectores, por su calidad, dependiendo a quién se dirigen.
Personalmente veo que es un interrogante todavía, porque estamos en pañales, a pesar de lo andado, y las ventajas y apoyos para unos, no significa que lo que escriben afinen respecto al tiempo que vivimos, y nos aporten, lo que la gran literatura ha ofrecido siempre: un inmenso placer, aparte de los dividendos que genere a las editoriales y a sus autores. Mas insisto, hay un analfabetismo manifiesto y una falta de conocimiento enorme, y mucho trabaj que hacer, desde el enfoque a la enseñanza, a los colegios e instituciones, a las bibliotecas, que faciliten a través de la red, conocer y estar mejor informados y preparados para esta nueva y compleja era, que se mueve a través de la red, comenzando por los más jóvenes, saber de sus gustos, de como atraerles a la lectura, fomentar el gusto por el arte de leer, y por adentrarse en la belleza de la escritura, con la mayor libertad y facilidad, sin que la búsqueda del negocio lastre, la posiblidad de seguir disfrutando del libro, ya sea en papel o en digital, porque el tiempo es imparable, y hay que mirar hacia adelante, y documentarse con los que están a la altura de enseñarnos y deleitarnos con su humildad y capacidad para la creación.