Por: Winston Manrique Sabogal22/04/2011
"Y al leer, el corazón vuelve a latir: ¡Tierra a la vista!", Manuel Rivas
Hay tanta clase de lectores como clase de libros. Y no creo que haya mejores o peores lectores siempre y cuando la obra en cuestión resulte placentera, como dijo Borges "sólo se puede leer por placer".
Placer...
Otra cosa es la manera como hay que leer un libro, si tal cosa existiera; algo así como las virtudes o mandamientos a la hora de leer, por utilizar una palabra acorde a estos días de Semana Santa, es decir los puntos o aspectos esenciales en la lectura. Este es el tema de hoy en la serie El arte de escribir y de leer, después de haber abordado la creacón literaria, el libro como objeto y la devoción por la lectura.
"Leer bien es participar en una reciprocidad responsable con el libro que se lee, es embarcarse en un intercambio total", afirma George Steiner.
Placer... Reciprocidad...
Cuando leí lo de Steiner se me vino a la cabeza una idea y una imagen más corriente: Leer es como bailar con alguien. Leer con placer es como bailar con ritmo y alegría, sincronizados; dos que son uno. Al principio empiezas suave con tu pareja, tanteando, si no la conoces, y un poco más confiado y suelto si ya has bailado antes con ella; luego, dejas que el ritmo de la música entre en ti y te vaya llevando solo por la pista cambiando de paso, llevando el paso, y ajustándolo institivamente al tipo de música que suena. Con un libro que sirva de pareja es igual, las palabras que van formando una tras otra la historia o tema a contar marcan el paso y uno lo que debe hacer es tratar de cogerlo, descubrir el swin, y dejarse llevar. Cuando ya se conoce al autor la lectura fluye sola, entusiasta. Claro está que no hace falta comprometerse con la pareja o el libro para toda la vida, lo importante es saber bailar y estar dispuesto a disfrutar con la música.
Placer... Reciprocidad... Entrega... Instinto...
Majaderías aparte, Virginia Woolf entra en la pista para dejar ciertas cosas claras: "En realidad, el único consejo que una persona puede dar a otra en lo referente a leer es que no siga consejo alguno, que sólo siga sus propios instintos, que sólo use su propia razón, que llegue a sus propias conclusiones. Sentado lo anterior, me considero en libertad para expresar unas cuantas ideas y sugerencias, por cuanto me consta que no permitiréis que estas ideas y sugerencias limiten una independencia que es la más importante cualidad que el lector puede poseer. A fin de cuentas , ¿qué reglas cabe aplicar a los libros?. (...). Dar entrada a autoridades, por muy togadas que sean, en nuestras bibliotecas y dejar que nos digan cómo debemos leer, qué debemos leer, qué valor debemos dar a lo que leemos, es destruir el espíritu de libertad que es la vida de estos santuarios. En todas las demás esferas del vivir, nos pueden atar mediante leyes y convenciones, pero en esta, no".
Placer... Reciprocidad... Entrega... Instinto... Independencia... Libertad... Gusto...
Es verdad. Una regla o mandamiento clave es seguir nuestro gusto o nuestro instinto lector. Da igual lo que dia quien sea, no se trata de quedar bien con nadie, sobre toda ahora que hay tantos libros de moda, o supuestos libros de obligada lectrua, al margen de su calidad, y que pareciera que si no los leemos estamos fuera de órbita. ¡Pues no!
La siguiente regla está en el espacio que crea la lectura, en la intimidad instransferible que proporciona, como lo recuerda Alberto Manguel, un día cuando era niño y su padre entró en la biblioteca: "Durante un momento me aterró la idea de que se fijara en lo que estaba leyendo, pero luego me di cuenta de que nadie -ni siquiera mi padre, sentado a muy pocos pasos- podía entrar en el espacio de mi lectura, de que nadie estaba en condiciones de descubrir lo que, lúbricamente, el libro que tenía entre manos me estaba contando y que nada, excepto mi propia voluntad, permitiría que otros se entrasen. Aquel pequeño milagro era un milagro silencioso, que solo yo conocía. (...) Disfruté de intimidad no solo para leer, sino también para decidir lo que leía, a la hora de elegir mis lecturas en librerías".
Placer... Reciprocidad... Entrega... Instinto... Independencia... Libertad... Gusto... Autonomía, Intimidad...
La siguiente regla, se me ocurre, está en lo que escribió Marcel Proust en En busca del tiempo perdido: "Mientras leía, desplegaba simultáneamente mi conciencia, y que iban de las aspiraciones más profundas escondidas dentro de mí hasta la visión totalmente exterior del horizonte que tenía ante mis ojos desde el fondo del jardín, lo más inmediato, lo más íntimo que había en mí, la palanca siempre en movimiento que gobernaba todo lo demás, era mi creencia en la riqueza filosófica, en la belleza del libro que leía, y mi deseo de apropiármelas, fuera cual fuese el libro".
Placer... Reciprocidad... Entrega... Instinto... Independencia... Libertad... Gusto... Autonomía, Intimidad... Querer... Belleza...
Al fin y al cabo, como dijera André Maurois, "El arte de leer es, en gran parte, el arte de volver a encontrar la vida en los libros y, gracias a ellos, de comprenderla mejor".
Placer... Reciprocidad... Entrega... Instinto... Independencia... Libertad... Gusto... Autonomía, Intimidad... Querer... Belleza... Comprensión... Vivir...
Vivir es la clave. Da igual por qué o para qué se lee, aunque, contrario a una creencia muy popular "la lectura no da sabiduría al hombre, según William Somerset Maugham, "le da únicamente conocimientos". Ahí aparece otro mandamiento, que luego da origen a otro, según Nélida Piñón: "Cuanto más se lee, más difícil es que te manipulen".
Placer... Reciprocidad... Entrega... Instinto... Independencia... Libertad... Gusto... Autonomía, Intimidad... Querer... Belleza... Comprensión... Vivir... Aprender...
"No se debería leer más que lo slibros que nos pican y nos muerden", recomendaba Franz Kafka, porque "si el libro que leemos no nos despierta con un puñetazo en el cráneo, ¿para qué leerlo?".
Y Giovanni Papini también nos muestra otro mandamiento u otra virtud de la lectura: "Cuando era joven leía casi siempre para aprender; hoy, a veces, leo para olvidar". ¡Sí! También. La vida...
Placer... Reciprocidad... Entrega... Instinto... Independencia... Libertad... Gusto... Autonomía, Intimidad... Querer... Belleza... Comprensión... Vivir... Aprender... Olvidar...
¿Cuál es para ti una virtud o mandamiento a la hora de leer?
Imagen: La lectora, de Renoir.
MAÑANA, Día del Libro: Pregunta homanaje al libro y al lector
DÍA DEL LIBRO 2011. El arte de escribir y de leer:
Devoción por la lectura (21 de abril)
El culto al libro como objeto. (20 de abril)
El sagrado arte de escribir. (19 de abril)
DÍA DEL LIBRO 2010.
Secretos de la literatura (serie)
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Biblioteca oral de los lectores de Papeles perdidos
comentarios 22
Publicado por: EL DE ABAJO ABAJO 22/04/2011
Ay, Zita, pues tendrás que volver a la primaria, aunque sólo sea a aprender a escribir un poquito mejor. Es 'iba', preciosa. IVA es el Impuesto sobre el Valor Añadido.