Por: Winston Manrique Sabogal09/04/2011
"Tony Durán era un aventurero y un jugador profesional y vio la oportunidad de ganar la apuesta máxima cuando tropezó con las hermanas Belladona. Fue un ménage aà trois que escandalizó al pueblo y ocupó la tención general durante meses. siempre aprecía con una de ellas en el restaurante del Hotel Plaza pero nadie podía saber cuál era la que estaba con él porque...".
Así empieza Blanco nocturno (Anagrama), la novela con la cual Ricardo Piglia acaba de obtener el Premio de la Crítica en España, en la modalidad de narrativa. El premio de Poesía fue para la cordobesa Juana Castro por Cartas de enero. Yo estoy encantado de que este premio haya recaído en el autor argentino, porque además de que me gusta mucho, es, sin duda, uno de los escritores contemporáneos en español más relevantes y prestigiosos. Y porque cada día lo lee más gente con novelas como Respiración artificial o Plata quemada y ensayos como El laboratorio del escritor y El último lector.
A continuación encontrarás todos los artículos de y sobre el autor argentino publicados en Babelia y EL PAÍS en el último año. Para empezar, el reportaje con declaraciones del escritor publicado hoy en la sección de Cultura del diario, tras haberse anunciado el premio. Sólo me restar dar las gracias a Piglia por los buenos momentos que nos regala con sus libros y sus diarios, cada mes en Babelia. ¿No les parece?
Los lectores de Babelia pudieron leer las opiniones de Piglia (Adrogué, Buenos Aires, 1940) y el proceso de Blanco nocturno en la entrevista, de Leila Guerriero, que publicó esta revista literaria de EL PAÍS, el 4 de septiembre del año pasado. Cinco días después, esos mismos lectores charlaron con él a través de un Encuentro digital, dentro del Ciclo Babelia, que organiza cada miércoles el suplemento con algunos de los autores destacados del momento. En diciembre, en el especial de Los libros del año de Babelia, dicha novela fue elegida como el tercer mejor libro, en una encuesta con 55 críticos, solo detrás de Verano, de J. M. Coetzee, y Poesía reunida, de W. B. Yeats. Es decir que Blanco nocturno se convirtió en el mejor libro en español de 2010.
La relación de Ricardo Piglia con los lectores de Babelia y EL PAÍS se ha intensificado y regularizado desde enero pasado. A partir de entonces, el autor argentino publica en exclusiva en el suplemento cultural, y una vez al mes, una pieza literaria de sus míticos y esperados diarios que ha titulado Notas en un diario. Hasta ahora van tres: Notas en un diario, 3 (12 de marzo 2011), El consejo de Tolstói; Notas en un diario 2 (12 de febrero), El perro ciego; Notas en un diario 1 (15 de enero 2011), Un detective privado. La próxima entrega será este 23 de abril, Día del Libro.
Los motivos y claves de estos diarios de Piglia (pubicados en enero en este blog) puedes leerlos en este enlace que corresponde a un artículo que publiqué en Papeles perdidos, la víspera de que comenzara su colaboración con Babelia, y donde se dan pistas sobre el origen de su vida como escritor:
"Empecé a escribir un diario a fines de 1957 y todavía lo sigo escribiendo. Muchas cosas cambiaron desde entonces, pero me mantengo fiel a esa manía. Por supuesto, no hay nada más ridículo que la pretensión de registrar la propia vida. Uno se convierte automáticamente en un clown. Sin embargo estoy convencido de que si no hubiera empezado una tarde a escribirlo jamás habría escrito otra cosa..."
Blanco nocturno, es una historia que empieza como una novela policíaca, de la que él tanto sabe, pero que poco a poco deriva en algo más familiar, personal, íntimo. Y que en un momento dado dice el narrador: "Él no entendía por qué querían escuchar la historia de mi vida, que era igual a la historia de la vida de cualquiera, había dicho. 'No son tantas las diferencias, hablando en plata -decía Durán-, lo único que cambia son los enemigos".
Y a veces también los amigos, como en el caso de Ricardo Piglia, que parece tener más cada día. Como decía al comienzo de esta entrada, sólo me resta darle las gracias por los buenos momentos que nos regala con sus libros y sus diarios. ¿No les parece? ¡Felicidades!
Imagen: Ricardo Piglia en un café de París, foto de Daniel Mordzinski.
comentarios 1
Publicado por: Antonio 09/04/2011
Alguien tiene que poner coto a la censura galopante que se está posesionando de los foros de este diario, pues se sigue ejerciendo, si cabe con más saña, contra los que, como yo, se han enfrentado a los administradores que la ejercen, denunciando sus maniobras. Esta queja se está convirtiendo en un clamor en los últimos tiempos. Mi motivo para exponerla en este espacio, y en otros de similar hechura, es porque son los únicos en los que puedo plasmar una protesta que, de otra manera, resulta imposible: cualquier queja ante los censores es tan inútil como las súplicas ante El Guardían de la Ley. Y esto es lamentable. La administración –censura férrea muchas veces- de los foros, se lleva a cabo de una manera arbitraria. No tengo nada contra este sitio. Mi comunicado no va dirigido contra él ni su autor. Es una llamada de atención allí donde el mensaje puede ser escuchado, y esta, entre otras, es una buena plataforma. No pretendo interferir en su discurso. Mírenlo como una octavilla dejada caer en su estancias, o como una pintada en sus paredes.