Por: Carlos Galilea25/04/2011
El pianista y compositor Chucho Valdés y la cantante Omara Portuondo (fotografía de Johann Sauty)
Para su primer disco juntos decidieron no ensayar: Omara Portuondo y Chucho Valdés no querían quemar las ideas que pudieran surgir. Desafíos, producido por el español Manuel Domínguez, se grabó los días 29 y 30 de enero de 1997 en La Habana. Catorce años después, cantante y pianista han vuelto a reunirse en un estudio para grabar las canciones de Omara & Chucho. La idea de retomar aquella conversación musical habría surgido cuando Chucho acompañó a Omara en uno de los cortes de Gracias, el último disco de la cubana.
Omara Portuondo –ella considera a Chucho un segundo hijo tras su Ariel- y Chucho Valdés –él lleva más de cuarenta años echándole a ella el piropo de que es la cantante más completa de la historia de la música cubana- se conocen desde los tiempos en que Bebo Valdés dirigía la orquesta del cabaret Tropicana. Omara tenía 18 años cuando debutó en 1948 como bailarina de Tropicana: era una de Las Mulatas de Fuego. Y en Tropicana vio por primera vez al hijo mayor de Bebo porque su padre lo llevó a un ensayo siendo Chucho un niño. En 1952, ya cantante profesional en el cuarteto de Orlando de la Rosa, Omara Portuondo se unió a su hermana mayor Haydée, Elena Burke y Moraima Secada, bajo la dirección de la pianista Aida Diestro, en un fantástico grupo vocal: el Cuarteto D’ Aida. Mientras, en el hogar de los Valdés, en las afueras de La Habana, el que un día iba a liderar al revolucionario grupo Irakere, empezaba a aprender los secretos del piano. Su primer recuerdo es Bebo enseñándole una melodía. Bebo Valdés era un arreglista muy valorado y por el domicilio familiar pasaban Lecuona, Miguelito Valdés, Beny Moré, Celia Cruz... En el conservatorio Chucho tocaba piezas de Satie, Debussy o Ravel y, en casa, escuchaba a Bud Powell, Thelonius Monk o Charlie Parker.
En Omara & Chucho estos dos gigantes comparten boleros como Por nuestra cobardía, de José Antonio Méndez, o Noche cubana, de César Portillo de la Luz. Con el piano pasando de Rachmaninov a María Grever y de Beethoven a Julio Gutiérrez. Los dos sólos salvo por la presencia de la nieta de Omara, Rossio, haciendo coros en Huesito, y la trompeta de Wynton Marsalis en Esta tarde vi llover.
A Chucho, que ha tenido ocasión de acompañar a Charles Aznavour, Concha Buika, Diego 'El Cigala', Silvio Rodríguez o Pablo Milanés, le enseñó Bebo que el pianista acompañante es como un sastre: “Tienes que ser versátil y tener el oído bien abierto. Hay cantantes a los que tú les puedes complicar la armonía y cambiar cualquier cosa, como Omara, y hay otros que tú tienes que hacerles siempre lo mismo porque si no se confunden”. “¿Tú viste a Bola de Nieve alguna vez?”, pregunta Chucho, “pues Omara está cantando y está diciendo. Yo toqué muchísimas menos notas y dije muchísimas más cosas y ella dijo más que lo que cantó”. La gira para presentar el disco comienza el 5 de mayo en el Auditori del Prat del Roure, Escaldes-Engordany (Andorra) y el 12 de julio estarán en Cartagena –único concierto previsto en España- para el festival La Mar de Músicas.
comentarios 4
Publicado por: MARINA 25/04/2011
Tuve el honor de ver el documental "BUENA VISTA SOCIAL CLUB" pero aun no ha llegado a mis manos ese disco galardon de la musica cubana, tradicional y nativa en todos sus sentidos, la he de bailar en mis practicas de salsa y en ese entramado de rituales corporales he sentido hasta la ultima gota de melodia.
sin duda el trabajo del director Wim Wenders, ensendieron un interes por la musica cubana tradicional y latinoamericana en general, seguramente OMARA Y CHUCHO sabran honrar el buen aire del buena vista a sus compañeros desde el paraiso: Compay Segundo, Rubén González e Ibrahim Ferrer.
Ahora me veo en el descaro de piratear la danza de la isla, porque de otra manera no podria obtenerla, recomiendo a los aficionados por la buena musica, para los danzantes para los artistas en general, tomar un poco de buen ardiente un coiba y escucharlos, hace bien a los sentidos.