Por: Winston Manrique Sabogal02/08/2011
"Por la noche volvió a llover. Se estuvo oyendo el borbotar del agua durante largo rato; luego se ha de haber dormido, porque cuando despertó sólo se oía una llovizna callada. Los vidrios de la ventana estaban opacos, y del otro lado las gotas resbalaban en hilos gruesos como de lágrimas. 'Miraba caer las gotas iluminadas por los relámpagos, y cada vez que respiraba suspiraba, y cada vez que pensaba, pensaba en ti, Susana'.
La lluvia se convertía en brisa. Oyó: 'El perdón de los pecados y la resurrección de la carne. Amén'. Eso era acá adentro, donde las mujeres rezaban el final del rosario. Se levantaban; encerraban los pájaros; atrancaban la puerta; apagaban la luz.
Sólo quedaba la luz de la noche, el siseo de la lluvia como un murmullo de grillos...
-¿Por qué no has venido a rezar el rosario? Estamos en el novenario de tu abuelo.
Allí estaba su madre en el umbral de la puerta, con una vela en la mano. Su sombra descorrida hacia el techo, larga, desdoblada. Y las vigas del techo la devolvían en pedazos, despedazada.
-Me siento triste -dijo.
Entonces ella se dio vuelta. Apagó la llama de la vela. Cerro la puerta y abrió sus sollozos, que se siguieron oyendo confundidos con la lluvia.
El reloj de la iglesia dio las horas, una tras otra, unas tras otra, como si se hubiera encogido el tiempo".
La cadencia, el tempo y el ensanche del horizonte literario del castellano de Juan Rulfo (México, 1917-1986) queda probado en Pedro Páramo. Una novela corta publicada en 1955), que junto a sus cuentos de El llano en llamas, fueron suficientes para convertirle en uno de los grandes autores del español del siglo XX y uno de los más influyentes y admirados por los escritores latinoamericanos desde los años cincuenta. En las historias de Rulfo el verano es perpetuo. Porque Comala, su territorio de ficción, está "sobre las brasas de la tierra, en la mera boca del infierno". Así es que Rulfo nos hace sentir su calor y nos muestra sus tierras secas, sus vientos cargados de polvo, la lluvia como alivio, cómplice y sibilina, a veces. Un territorio donde el tiempo se arremansa. Aunque no se olvida del humor: "Muchos de los que allí se mueren, al llegar al infierno regresan por su cobija".
Con sus historias, Juan Rulfo bendijo la convivencia natural de los mundos reales, los creídos, los míticos e inventados como consuelo. Y esta novela transcurre en "ese tiempo de la canícula, cuando el aire de agosto sopla caliente, envenenado por el olor podrido de las saponarias". El libro cuenta la manera en que un hombre va a Comala en busca de su padre, de Pedro Páramo, de su rastro, de lo que hay o queda de él. Y viaja con las palabras de su madre zumbándole al oído: "No vayas a pedirle nada. Exígele lo nuestro. Lo que estuvo obligado a darme y nunca me dio... El olvido en que nos tuvo, mhijo, cóbraselo caro".
Hacia la mitad de la novela, la lluvia del verano perpetuo vuelve, o sigue: "Al amanecer, gruesas gotas de lluvia cayeron sobre la tierra. Sonaban huecas al estamparse en el polvo blando y suelto de los surcos. Un pájaro burlón cruzó a ras del suelo y gimió imitando el quejido de un niño; más allá se le oyó dar un gemido como de cansancio, y todavía más lejos, por donde comenzaba a abrirse el horizonte, soltó un hipo y luego una risotada, para volver a gemir después.
Fulgor Sedano sintió el olor de la tierra y se asomó a ver cómo la lluvia desfloraba los surcos. Sus ojos pequeños se alegraron. Dio hasta tres bocanadas de aquel sabor y sonrió hasta enseñar los dientes.
(...) El agua apretó su lluvia hasta que allá, por donde comenzaba a amanecer, se cerró el cielo y pareció que la oscuridad, que ya se iba regresaba".
Y así sigue este verano sin tiempo en la mítica Comala, refrescado por lluvias que lo único que hacen es espantar el calor y recordar que están bajo su condena. ¿Qué opinas de la obra de Juan Rulfo? ¿conocecs Comala? Asómate.
Imagen: Desierto de Baja California (México), de Luis Asín.
PD: Algunos de los libros citados por ustedes en el post-prólogo de El verano literario de tu vida protagonizarán, con sus propios comentarios, esta serie la próxima semana: del 8 al 12 de agosto.
PUEDES LEER AQUÍ LA SERIE VERANOS LITERARIOS:
1- Marchitar y florecer en los dominios de El Gatopardo
Prólogo: El verano literario de tu vida
comentarios 24
Publicado por: peter Bryan 02/08/2011
, coshino qlocomo el pico tu wea hermano