Papeles Perdidos

Veranos literarios / 13

El secreto de El amante de Lady Chatterley, de Lawrence

Por: Winston Manrique Sabogal17/08/2011

LadyChatterleSylviaKristel
"-¿Quieres subir? -dijo Mellors-. Hay una vela.

Hizo un gesto vivo con la cabeza para indicar la vela que ardía sobre la mesa. Ella cogió, obedientemente, y él contempló la curva llena de sus caderas al subir los primeros escalones.

Fue una noche de pasión sensual, en la que ella se sintió un poco asustada y casi renuente, traspasada de nuevo por los penetrantes estremecimientos de la sensualidad distintos y más agudos y terribles que los de la ternura, y en ese instante, más deseables. Aunque un poco asustada, le dejó hacer, la desnudó hasta lo más profundo haciendo de ella una mujer distinta. No era amor, verdaderamente. No era voluptuosidad. Era una sensualidad aguda, y abrasadora como el fuego, que hacía arder el alma como una tea. (...)

-¿Es hora de levantarse? -dijo ella.

-Son las seis y media.

-Descorre las cortinas, ¿quieres?

El sol brillaba ya por encima de las tiernas hojas verdes de la mañana, y el bosque se alzaba azulenco y fresco en la proximidad. Connie se sentó en la cama, y miró soñolienta por la ventana abuhardillada, juntándose los pechos con los brazos desnudos. Él se vistió. Ella medio soñaba con la vida, con una vida junto a él: una vida tan solo".

Es lo que quería Connie, Lady Chatterley, y finalmente lo iba a lograr aquel verano, después de cuatro meses de haber empezado el dichoso y doloroso cambio de su vida, cuando una mañana gris de febrero fue a dejar un recado a la casa del guardabosque de Wragby y lo vio bañándose con una palangana en el jardín en medio del silencio. Una escena que significó el comienzo de su descubrimiento personal, la salvación de sí misma. Con esa historia titulada El amante de Lady Chatterley (publicada en 1928 en Florencia, Italia, porque en Reino Unido sólo fue hasta 1960), D. H. Lawrence (Inglaterra, 1885-1930) creó una novela que, más allá de sus espléndidas escenas de erostismo y censurada por "obscena", reivindica el derecho de la mujer a la igualdad en el placer, el deseo y la pasión sexual y amorosa como parte de su realización como individuo. Lawrence desplegó en esta historia un duelo entre las costumbres, la razón, la voluntad y los deseos, entre las formas antagónicas del ver el mundo: vitalismo e intelectualismo.

Aquel día del primer encuentro en invierno, Mellors no la vio y no supo lo que la esposa de Clifford contempló: "Había sido una visión singular: la había golpeado de pleno. Vio los pesados pantalones delizándose sobre los puros, blancos y delicados flancos en los que se insinuaban los huesos, y la invadió un sentimiento de soledad, de criatura compleamente sola. Era la blanca, perfecta, solitaria desnudez de una criatura que vive sola, interiormente sola. Y aparte de eso, poseía la belleza de una criatura pura. No la sustancia de la belleza, ni siquiera el cuerpo de la belleza, sino una palidez, la cálida y blanca llama de una vida sola que se revela en unos contornos palpables: ¡El cuerpo!".

En aquel momento el drama en Lady Chatterley ya se venía incubando, y aquella visión, aquel encuentro con Mellors, fue solo el acelarador, el atajo hacia el encuentro consigo misma. Cuatro meses después, ya entrado el estío, Lady Chatterley vivía otromundo. Aquella primera mañana con Mellors, en su casita, el verano se abría para ella como el comienzo de una nueva vida. "Connie se puso la prenda desgarrada, y se quedó mirando soñolienta por la ventana. La ventana estaba abierta, entraba el aire matinal. (...) Abajo, le oyó encender el fuego, sacar agua con la bomba y salir por la puerta de atrás. Poco a poco le llegó el olor del tocino frito, y finalmente subió él con una enorme bandeja que apenas cabía por la puerta. Puso la bandeja sobre la mesa y sirvió el té.

Él comió en silencio, pensando que el tiempo pasaba rápidamente. Esto hizo que lo recordara ella también.

-¡Oh, cómo me gustaría quedarme aquí contigo, y que Wragby estuviera a un millón de millas! Es de Wragby de lo que huyo, en realidad. Tú lo sabes, ¿verdad?

-¡Sí!".

Algunas dudas los esperan. Pero al final la libertad y la igualdad triunfan. Una historia de infidelidad entre personas de diferentes clases sociales escrita en el periodo de entreguerras del siglo XX y adelantada a su tiempo vislumbrando a una mujer moderna y contemporánea nuestra, en la que D. H. Lawrence plantea un tratado sobre la atracción, el deseo, la sexualidad, el matrimonio, las relaciones; en suma, sobre los cambios que despiertan o provocan los hombres y las mujeres mutuamente y los derroteros que estos pueden tomar acordes a la razón, la voluntad o el impulso, el instinto. El amante de Lady Chatterley, más allá de tópicos eróticos, es una defensa del amor, la ternura y el miedo a lo que se siente por el otro. Un novela que para mí tiene tanto de buen contenido narrativo como filosófico y sociológico. Porque Connie Chattlerley lo que busca, lo que verdaderamente desea, como hija de una sociedad, es que alguien le quite el corsé de ideas y prejuicios, y, como escribe Lawrence,  "la salve de sí misma".

El amante de lady Chatterley, de D. H. Lawrence (traducción de Francisco Torres Oliver para editorial Alianza)

Imagen. Sylvia Kristel, en un fotograma de El amante de Lady Chatterley (dirigida por Just Jaeckin, en 1981)

 

VERANOS LITERARIOS 2011 (aquí la serie 2010 y 2011):

12- El placer de Las amistades peligrosas, de De Laclos

11- Una noche de juego mágico en Rayuela, de Cortázar

10- Huéspedes de lujo en Retorno a Brideshead, de Waugh

9- Visita el País de Nunca Jamás con Peter Pan, de Barrie

8- El vuelo luminoso de Tokio blues, de Murakami

7- Revivir ante la belleza en La muerte en Venecia, de Mann

 6- Bajo las estrellas y la alegría de El camino, de Delibes

5- El verano delator de Ana Karenina, de Tolstói

4- El esplendor de la felicidad en Memorias de Adriano, de Yourcenar

3- En la campiña de Orgullo y prejuicio, de Austen

2- El calor sin tiempo en la Comala de Pedro Páramo, de Rulfo

1- Marchitar y florecer en los dominios de El Gatopardo, de Lampedusa

Prólogo: El verano literario de tu vida

comentarios 9

9 Comentarios

Publicado por: wholesale jerseys 17/08/2011

He had 1,040 yards passing, with nine touchdowns and four interceptions in his first four starts. In Fitzpatrick's past four, he has 890 yards, six TDs with six interceptions and a lost fumble."At times, me in particular, I've been a little bit more careless than I probably need to be," Fitzpatrick said. "And that's something that I'll address and look at, move forward and try to eliminate."One thing, Fitzpatrick's sure of is the faith he has in himself and the offense's ability to bounce back."We don't like the losses that have come.

Publicado por: Mario 17/08/2011

Hola. No la veo demodé como doce Ferran Blasco: en lo que va de año, 48 mujeres han muerto a manos de sus maridos. El 80% del mundo está en la prehistoria. Para muchos hombres de hoy, follar con su pareja o con una prostituta es lo mismo. Por esto y muchas otras cosas creo que lo que expone esa novela será demodé con suerte, en el siglo 41.
Saludos
Mario

Publicado por: El de abajo abajo 17/08/2011

No es jerga. Es dialecto de Yorkshire.

Publicado por: MARIQUIÑA 17/08/2011

Hola. Yo no capto una narrativa para adolescentes. Tan solo la abordé una vez, pero no consideraría una pérdida de tiempo el volver a hacerlo. El típico autor que considero ligado a una etapa de la vida y que pierde fuelle a medida que avanza el reloj biológico es Herman Hesse. Hoy sus obras me parecen casi ridículas. De El amante de lady C me quedé, por supuesto, con la “salvaje“ (por desenfrenada y natural, chocando con las represiones, pudores, talcos y emplastos de la época) historia de amor, salta demasiado a la vista como para obviarla; pero lo que más me llegó, el mensaje que mejor absorbí, fue el del confeti de clases sociales que se dan cita en el libro. Ya no sólo por llevar al tálamo (destartalado, por cierto; detalle que también tiene su aquel) a la aristócrata y al bruto, también porque Lawrence sacó a la luz todos los “defectos“ y las miserias físicas (más o menos conocidas por todos) y morales (las supuestas y las reales) de cada una de ellas. No se limitó a criticar a la clase más expuesta sino que les dio brasa a todas ellas. Para mí este es el punto más interesante de la novela. Hay para todos. Y esta intromisión hasta la cocina es lo que le llevó a ser vapuleado e ignorado. Si a ello le añadimos determinado léxico de jerga nada recomendable, ya tiene todas las papeletas para que lo embutan en una camisa de fuerza. Lo de siempre, HIPOCRESÍA. Me gusta esta novela, Winston, me has sorprendido gratamente.

Publicado por: Ferrán Blasco 17/08/2011

Con todo el respeto a las opiniones divergentes a la mía, que son las que veo, la novela de Lawrence es de esas obras que considero que hay que leer en la adolescencia y luego dejar tranquilitas. El valor que tiene para mí es histórico y con el paso de los años lo que ha quedado es una narración algo morosa y sim demasiadas profundidades psicológicas. Como no me hice caso y la revisité hace unos años este es el sabor que me dejó en su segunda lectura.
Saludos y viva la literatura.

Publicado por: selma 17/08/2011

Gracias Wiston por esa "serie de libros demodés" que me han hecho disfrutar tanto y recordar tantos buenos momentos de lectura.

Publicado por: miguel 17/08/2011

The Banned
Books exhibition

In the exhibition Lady Chatterley’s Lover is
represented by several different editions, the earliest
an unexpurgated French printing from 1929, as part of a large section on Sex curated by John Nicklen.

The exhibition’s section on Religious
Censorship reaches back to the 16th century, with
one particularly striking and unique item taking
centre stage. The Library’s copy of Republicas del
Mundo, written by Jerónimo Roman y Zamora and
published in 1575, was once suppressed on grounds
of heresy by the Spanish Inquisition and subjected to
severe mutilation

Publicado por: Paz 17/08/2011

Lo que supuso para las mujeres de los 60 acceder a esta publicación "prohibida" se refleja muy bien en la estupenda Mad men:
http://youtu.be/HIVB2dem7ZU

Publicado por: El de abajo abajo 17/08/2011

Me pregunto si también Lady Chatterley's Lover sufrirá la denigración por parte de los lectores (¿o debería decir de ciertas lectoras?) de Papeles Perdidos, y se lanzarán acusaciones de anacronismo de forma gratuita e infundada.

El crimen que jamás se le perdonó a Lawrence fue el utilizar la palabra 'cunt' en boca del guardabosques. 'Thou'rt good cunt', le dice a Connie después de satisfacerle el deseo sexual que un esposo que no la desea no le da ni le dará (aparte de su discapacidad). Un sacrilegio en la Inglaterra puritana, usar la palabrita. Incluso hoy en día los periódicos se niegan a imprimirla, no solamente en las islas británicas, sino en los EE.UU. y en Australia, por citar dos casos bien conocidos.
Es otra palabra más. Lo contrario lo hacen los nacional-católicos españolitos: recuerdo a más de un beato que profanaba el nombre de su virgen, e incluso a curas diciendo '¡coño!.

Spain is SO different.

Los comentarios de esta entrada están cerrados.

BABELIA

Sobre este Blog

Papeles perdidos es un cajón de sastre de la cultura y la creación, elaborado por el equipo que hace cada semana Babelia, la revista cultural de EL PAÍS. Es el blog literario de este periódico que busca acercar el universo del libro a sus lectores. Como dijo alguien sobre la cerveza de botella y la de barril, "lo mismo, nomás que diferente".

El País

EDICIONES EL PAIS, S.L. - Miguel Yuste 40 – 28037 – Madrid [España] | Aviso Legal