Por: EL PAÍS28/01/2012
Javier Moreno, director de EL PAÍS (izq) y Jaime Abello, director de la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano. Foto de Kaveh Kazemi
Twittcam con Javier Moreno director del diario EL PAÍS, por invitación de la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano en Cartagena de Indias (Colombia), donde se realiza estos días la séptima edición del Hay Festival.
Por Marcel Ventura
10:55 – El director de El País, Javier Moreno, llega a la sede de la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano, en una casa colonial dentro de la ciudad amurallada de Cartagena de Indias, donde participará a las 11 en un twittcamp. “En estos tiempos de cambios en el periodismo, queremos pensar en los grandes temas de la profesión”, dice Jaime Abello, director de la Fundación.
11:00 – Gabriel García Márquez fundó la FNPI hace 16 años, por eso la casa está llena de fotos con el Premio Nobel colombiano bailando y sonriendo. Él quiso que el periodismo se pensara desde una perspectiva afectiva, crítica y con foco en los profesionales más jóvenes. Instalar la sede en Cartagena de Indias era una decisión inevitable.
11:10 – Entre Madrid y Cartagena de Indias las escalas y los retrasos pueden hacer que el viaje dure casi 24 horas. Javier Moreno llegó ayer en la madrugada, el jet lag causó estragos, pero la videocharla por twittcam comienza a tiempo: “Sería impensable imaginar la cobertura que hemos hecho de Wikileaks y las revoluciones árabes sin la existencia de las redes sociales, pero al mismo tiempo sería impensable que hubiéramos logrado entender la esencia de lo que ha ocurrido sin el ejercicio de los periodistas profesionales.”
11:23 – Las primeras preguntas de la videocharla están notoriamente preocupadas por el futuro del periodismo, estructural y formalmente. Moreno reconoce los peligros y ve a las redes sociales como una suma de nuevas tecnologías que han hecho aparecer a los lectores, antiguamente casi anónimos: “Las tecnologías están socavando el modelo de negocios tradicional de las empresas y eso, en efecto, pone en riesgo al periodismo. A veces lamento recordar que el buen periodismo es caro. Y lo es porque es intensivo en la mano de obra.”
11:35 - Wikileaks se convierte en el tema de la charla, seguramente porque en él confluyen los cambios del periodismo, la diplomacia y las tecnologías de la información. Moreno cree que esa visión puede ser exagerada: “Lo más emocionante de los cables de Wikileaks se parece a lo que sentías antes de Internet cuando tenías una exclusiva y te acostabas sabiendo que al día siguiente tu pequeño mundo iba a descubrir algo nuevo. Multiplica eso por un millón gracias a Internet… Eso sentí yo cuando traje entre la ropa, desde Londres, el disco que (Julian) Assange nos había dado. (…) Mucha gente piensa que nosotros publicamos solo lo que Wikileaks nos dio y no trabajamos. Quiero insistir que ellos nos dieron una especie de container electrónico y lo que hicimos fue producto de un trabajo muy intenso de 40 periodistas que se encerraron durante 15 días en la sede de El País en Madrid. Eso fue lo fundamental.”
11:46 – Javier Moreno recuerda que El País “ha apostado por la cultura desde su fundación” y que en el periódico han escrito los grandes autores iberoamericanos. Además, “la multiplicación del espacio gracias a Internet aumenta las plataformas para el debate de las ideas”. Una vocación global que tiene su reflejo en la sala de redacción del diario: “En el manual de estilo dice que no debemos usar la palabra nuestro porque se trata de una referencia sin referente. El País no es solo español ni lo escriben solo españoles.”
11:59 – ¿Se está deteriorando el periodismo o la democracia? Moreno cree que el verdadero deterioro está en las empresas mediáticas, “no en el oficio en sí (…) Periodismo y democracia son dos construcciones que se inventaron casi al mismo tiempo y no podemos reconocer a la una sin la otra.”
La videocharla termina con un llamado al sentido común: “¿Cómo hemos de hacer para adaptar nuestro oficio sin vender el alma al diablo?” Moreno cree que las nuevas tecnologías pueden causar deterioros en las sociedades democráticas y en ese sentido siempre habrá espacio para un oficio periodístico capaz de analizarse y cambiar. Aunque la charla termina, pueden ver el video en diferido a través de la web de la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano: www.fnpi.org.
12:04 – Me preguntan a través de Twitter a qué hora es el evento Ideas para un mundo en transición, con Carlos Fuentes, Javier Moreno y Alejandro Santos, director de la revista colombiana Semana. Bien, la cita es en el Teatro Heredia a las 15:30, hora local, y ahí estaremos reporteando en tiempo real.
Si les interesa algún otro evento, mi usuario es @marcelventura. Cartagena de Indias es pequeña y Hernando y yo caminamos rápido, así que estamos atentos a sus sugerencias.
¿Cómo narrar un crimen?
Por Hernando Flórez
11.00 horas Hoy no habrá recetas, nadie recitará un decálogo. Los escritores Claudia Piñeiro, Santiago Gamboa, Mario Mendoza y Juan David Correa, intentarán responder una pregunta resuelta en la literatura misma. Todos reconocerán la influencia de Édgar Allan Poe. Lo hicieron. Claudia Piñeiro fue la primera. “Leí a Poe y Agatha en la adolescencia. Luego vino Chandler que me marcó cuenta un crimen y cuenta una sociedad”, lo dijo con ese tono cantado de los argentinos.
La charla llevaba más de cinco minutos y seguían entrando espectadores. En el escenario, los invitados hablando y escuchándose bajo la pantalla omnipresente en cada escenario del Hay Festival; en la entrada, se quejan: “¡Uy!, qué frío tan horrendo”, es una de las doñas que se ve en cada esquina del dentro de Cartagena: blusa y pantalón en tela, gafas recogidas sobre la cabeza, bolso colgado al hombro. Parece un disfraz pero no lo es.
En una especie de ponencia breve, Mario Mendoza y Santiago Gamboa dieron una cátedra.
“El crimen es una forma de comunicación que me interesa. La gente tiene que decir algo y lo comunica de una manera brutal. Me interesa cuando hay una opresión del establecimiento sobre ese personaje, no dar una moraleja”, Mario Mendoza.
“En los crímenes de Poe no hay violencia. Son un poco filosóficos, por eso requiere de personajes como Auguste Dupin (Detective de sus historias). Luego la novela negra deja de tener una mirada filosófica que resuelve un enigma, y pasa a una mirada sociológica que describe los barrios periféricos. En los setenta, el crimen se cuenta también desde una mirada sociológica pero con cierta militancia política. Es una historia donde contar un crimen equivale a contar una verdad”, Santiago Gamboa.
Juan David Correa cerró el encuentro: “Gracias a los tres. Ahora…”, señaló con la mano al público y sobrevino la primera pregunta. Una cuarta parte de los asistentes salió del auditorio. La mujer que tenía la palabra, continuó preguntando en un innegable acento cartagenero.
comentarios 1
Publicado por: Parker Fountain Pens 28/01/2012
uguste Dupin (Detective de sus historias). Luego la novela negra deja de tene