Por: Virginia Collera03/09/2012
Alfred Hitchcok, leyendo el libro The world of birds. Fuente: mysteryreadersinc.blogspot.com
Llega el mes de septiembre y, con él, la rentrée literaria otoñal. Las librerías se llenan de novedades y las páginas de los diarios de recomendaciones para no perderse entre la avalancha editorial. Cierto: hay muchos libros y muy diversos, pero ¿y qué hay de los lectores? ¿Somos todos iguales? Claro que no. Por eso en The Atlantic han elaborado una clasificación de las especies más comunes: el promiscuo, el cascarrabias, el ocupado, el somnoliento... Quienes estén en la categoría del anti-lector ya habrán dejado de leer -hasta los blogs les parecen largos-, pero quizás les gustaría saber que en The Guardian habla el señor Cincuenta sombras, es decir, el marido de E.L. James, y en Le Figaro enumeran los libros sobre las mujeres del presidente François Hollande.
ESTADOS UNIDOS
He aquí la guía de diagnóstico que han elaborado en The Atlantic para ayudarnos a descubrir el tipo de lector que llevamos dentro:
El lector promiscuo: empieza un libro y no duda en abandonarlo por otro. Así es su dieta lectora. No puede evitarlo. Le gusta demasiado leer y no sabe decir que no.
El lector cascarrabias: voraz a la par que exigente. Nunca deja un libro a la mitad aunque no le guste nada y opine que el autor no sabe juntar dos frases seguidas con sentido. Suele lanzar el libro contra la pared.
El lector cronológico: lento y constante. Se compra un libro, lo lee y vuelve a la librería a por otro. Es la antítesis del lector promiscuo. Sólo abandona un libro sin terminar de leerlo si tiene una razón de peso y ni con esas se libra de los remordimientos de conciencia.
El lector aniquilador: siente pasión por los libros, los lleva a todas partes y, por eso, toda su biblioteca está formada por libros con las hojas sueltas, las cubiertas rotas y las páginas amarillentes. Quiere tanto a sus libros que ni se da cuenta de que les hace daño.
El lector ocupado I: amante de los libros, entra a una librería y no puede evitar comprar varios ejemplares. Luego llega a casa y los coloca en una estantería o en la mesita de noche como si fueran una obra de arte. Pero está muy ocupado y tarda meses, años incluso, en abrir los libros y leerlos. Cuando lo hace, lamenta haber tardado tanto en leer esa maravillosa pieza literaria.
El lector ocupado II: no le gusta leer, compra los libros para presumir.
El librófilo: más que leer, le gustan los libros. Los viejos, por su olor, sus arrugas y sus páginas amarillentas, y los nuevos, por su olor, su frescura y su disponibilidad.
El anti-lector: nunca lee libros porque son demasiado largos.
El espíritu libre: dícese de un adulto que lee literatura para jóvenes o de un niño que lee libros para adultos. Antaño esto era causa de sonrojo, pero ya no. La sociedad ha aceptado a estos espíritus libres que nunca han hecho caso de las estrictas categorías del mercado editorial.
El multi-tarea: lee varios libros a la vez, confunde tramas y personajes, pero siempre los termina.
El lector somnoliento: sólo tiene tiempo de leer cuando acaba el día, en la cama. Está comodísimo y el libro es fantástico, pero no consigue mantener los ojos abiertos y se despierta a las tres de la mañana para cerrar el libro y apagar la luz. (vía The Atlantic)
Según el periodista Farhad Manjoo, es cuestión de tiempo -meses o años- que Amazon empiece a regalar el lector Kindle (la versión más sencilla, que ahora cuesta 99 euros en España). ¿Por qué? "Su objetivo a largo plazo es ganar dinero vendiendo contenido y artículos de todo tipo, no sus propios aparatos". Está comprobado que Kindle y otros dispositivos de lectura han modificado los hábitos de compra de los lectores, que tienden a leer más y, por lo tanto, a comprar más. Y hablando de aparatos de lectura, según un estudio del Rensselaer Polytechnic Institute's Lighting Research Center, las pantallas retroiluminadas pueden causar insomnio. (vía Slate y Jacket Copy)
MÉXICO
Atentos porque hoy se falla el Premio FIL de Literatura, que ya han ganado autores como Fernando Vallejo (el año pasado), Nicanor Parra, Tomás Segovia, Nélida Piñón o Carlos Monsiváis. En la edición de 2012, que arrancará el próximo 24 de noviembre en Guadalajara, el país invitado es Chile.
ARGENTINA
Ricardo Piglia es profesor en las universidades de Princeton y Buenos Aires, y durante el mes de septiembre, concretamente los sábados a las 20:30, también lo será para todos los telespectadores del Canal 7, que se ha aliado con la biblioteca nacional argentina para producir el ciclo Escenas de la novela argentina. Como cuentan en Infonews, "Los cuatro capítulos no son un programa de libros –que los hay y
buenos– sino algo muy original: Piglia cuenta, narra, relata, respira
con la escena elegida y a partir de ella permite abrir la cabeza en
muchas direcciones". (vía Eñe e Infonews)
ESPAÑA
Los lectores, del tipo que sean, seguro que necesitan un mapa para orientarse entre los libros del otoño: aquí tienen el de las novedades de narrativa en español y aquí el de las novedades de narrativa extranjera, que adelantó ayer Winston Manrique en las páginas de la sección de Cultura. Mañana, aquí en Papeles Perdidos, encontrarán el mapa de las novedades más destacadas de poesía, ensayo y memorias y biografías.
También mañana estará en Barcelona la francesa Delphine de Vigan, que presentará Nada se opone a la noche (Anagrama). Los lectores impacientes pueden leer aquí las primeras páginas de esta "espléndida y sobrecogedora crónica de familiar".
FRANCIA
Las mujeres del presidente François Hollande son también protagonistas de la rentrée literaria francesa: cuatro libros analizan a Valerie Trierweiler, su pareja actual, y a Ségolène Royal, la anterior y madre de sus cuatro hijos. La Favorite (Fayard) es una carta abierta del periodista y escritor Laurent Greilsamer a la primera dama, que ocupó todas las entradas de un diario presidencial que inició el pasado 6 de mayo -día de la elección de Hollande- y cerró a medios de julio para escribir este libro a la "peligrosa" Trierweiler. Por su parte, Entre deux feux (Grasset) de las periodistas Anna Cabana y Anne Rosencher es un compendio -muy bien documentado, al parecer- de "los golpes bajos, las rivalidades, los estados de ánimo" de Royal y Trierweiler. Estos dos títulos ya están en librerías y pronto les seguirán L'ex (Éditions du Moment) y Valérie Trierweiler, le cœur du pouvoir (Éditions du Moment). (vía Le Figaro)
REINO UNIDO
Niall Leonard, marido de E.L. James, autora del fenómeno editorial titulado Cincuenta sombras, escribe en The Guardian para promocionar su primer libro, Crusher -una novela negra, nada de porno para mamás- y para aclarar alguna que otra cosa: no, no le tiene envidia a su mujer, que ha superado en ventas a Dan Brown y Stieg Larsson; sí, él estuvo a su lado durante el proceso de escritura de la trilogía, pero se limitó a colocar las comas en su sitio y a eliminar las elipsis, su mujer no aceptó ninguna de sus sugerencias argumentales; sí, entró en pánico cuando su mujer le dijo que abandonaba su trabajo para dedicarse exclusivamente a escribir; no, su vida no ha cambiado tanto y ambos siguen trabajando, aunque ahora pueden permitirse ser lo que siempre habían querido ser: escritores. "Maguire, ese escritorzuelo viejo y cínico [el protagonista de su libro], farfullaría que mi novela está recibiendo cobertura mediática porque soy el señor de E.L. James. Bueno, claro que sí. Pero, como la mayoría de los novelistas, no voy a renunciar a la publicidad. No soy masoquista. Y eso es todo lo que voy a decir sobre nuestra vida sexual". (vía The Guardian)
NORUEGA
Kopinor,
agencia de gestión de derechos de autor, y la biblioteca nacional han anunciado
que los lectores noruegos (y sólo los noruegos, que serán identificados por su dirección IP) podrán acceder a 250.000 obras literarias en
la web Bokhylla.no. Ya están
disponibles 50.000 y pronto se ampliará el catálogo. Los libros que no sean de
dominio público sólo podrán leerse online –nada de descargas– y los autores y editores
recibirán la compensación que les corresponda. (vía The Literary Saloon)
ISRAEL
En 1857 Herman Melville viajó a Jerusalén en busca de consuelo: años atrás había publicado Moby Dick y no había sido precisamente un éxito. Estaba deprimido y Jerusalén era un lugar "más cercano a Dios que Nueva York o Massachussets". Pero la ciudad no cumplió sus expectativas: el escritor no encontró ningún bálsamo espiritual, sólo polvo y piedras. (vía Tablet)
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Publicado por: dfactual.com 03/09/2012
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