Por: EL PAÍS16/09/2013
Tóibín es finalista al Booker con su última novela, cuyo audiolibro cuenta con la voz de Meryl Streep.
Por SERGIO RODRÍGUEZ PRIETO
Mientras la censura vuelve a Rusia para “proteger” a sus niños de la homosexualidad, el escritor de moda en Estados Unidos prosigue su deriva moralista con una traducción muy personal del temible Karl Kraus, aunque en literatura pocas técnicas tienen un efecto moral más impactante que la mera exposición de hechos y personas que, de tan reales, parecen de otro mundo, como demostró Juan Rulfo hace sesenta años con la primera edición de El llano en llamas. En las siguientes líneas presentamos nuestro recorrido habitual por algunos acontecimientos relevantes de la semana en el mundo del libro:
RUSIA
Con la última
ola de homofobia llegando a extremos tan alarmantes como la reciente propuesta de ley para retirar a los gays la custodia de sus
hijos, sólo era
cuestión de tiempo que la censura pasase a la ofensiva y empezase a retirar libros de las estanterías. Para mostrar el tono que está cobrando el debate
basta el título, demagógico donde los haya, de este artículo aparecido en el entrañable Pravda. Pero no se queden en el título; lean el texto
porque no tiene desperdicio, en línea con el anuncio incrustado en mitad del
artículo ofreciendo citas con bellezas rusas. Irrisorio si no fuera porque la
Duma aprobó el pasado mes de junio una ley contra la “propaganda” gay que prohíbe cualquier forma de reivindicación
pública de los derechos de los homosexuales, atizando así un resentimiento muy
extendido entre la población que el propio Putin está empleando a su favor. No es casual que sus asesores cultiven con tanto
esmero su imagen de machote publicando cada verano fotografías en las que protagoniza algún tipo de hazaña deportiva de
alto riesgo. Será porque en Rusia “las cosas son más complicadas de lo que
parecen”, como dice –y demuestra- repetidas veces el escritor francés de origen
ruso Emmanuel Carrère en su biografía novelada del escritor underground y
fundador del partido nacional-bolchevique, Edvard Limónov, una guía magnífica para adentrarse en las
contradicciones de la Rusia postcomunista de la mano de un protagonista repulsivo y fascinante a partes iguales.
REINO UNIDO, FRANCIA Y ALEMANIA
Empiezan a hacerse públicas las listas de candidatos a los
principales premios en Reino Unido, Alemania y Francia. Entre los 13 títulos
seleccionados para competir por el Man
Booker Prize de este año
figuran las nuevas novelas de Jhumpa Lahiri (The Lowland) o Colm Tóibin (The
Testament of Mary), (cuyo audiolibro es narrado por Meryl Streep) los nombres más conocidos en una lista que abarca 6
nacionalidades y que, según los miembros del jurado, es la más diversa en los 45 años que lleva convocándose el premio (y en cuya
lista de laureados figuran tantos nombres ilustres que parece un manual de
literatura contemporánea en lengua inglesa: J.M. Coetzee, Nadine Gordimer, John
Berger, Margaret Atwood, John Banville o Ian McEwan).
En Alemania, tres de los seis autores seleccionados para la lista corta del Deutscher-buchpreis, cuyo ganador será anunciado al comienzo de la Feria de Frankfurt (la primera semana de octubre), tienen obra traducida al castellano: Reinhard Jirgl, Terézia Mora y Clemens Meyer, que según Der Spiegel parte como favorito. En Francia, donde la opinión sobre la “mejor” novela publicada es raras veces unánime, los disconformes con el próximo veredicto del Goncourt tienen el premio Renaudot, que se falla el mismo día, y si no el Fémina, o el Décembre, o incluso el Flora, que toma el nombre del café donde fue fundado hace ya casi diez años por Frédéric Beigbeder y su banda de acólitos y que tiene como objetivo dar a conocer voces alternativas que todavía no han entrado en el circuito comercial. Nótese que todos estos premios se conceden a libros publicados y no a “manuscritos rigurosamente inéditos”, una costumbre cada vez más restringida al ámbito de la literatura en castellano que no es precisamente saludable ni para el mercado, ni para la nueva creación, ni –a veces injustamente– para la reputación de los galardonados.
ESPAÑA
Los nórdicos siguen barriendo en novela
negra: el islandés Arnaldur Indridason
acaba de ganar el VII premio RBA con una obra titulada El pasaje
de las sombras y el noruego Jo Nesbo viene esta semana a Madrid para hablar de
su nueva novela El muñeco de nieve (también en RBA). Con Herejes
(Tusquets) Leonardo Padura, otro
veterano del género pero en su vertiente tropical, vuelve a poner a su
investigador Mario Conde tras la pista de un Rembrandt que conecta La
Habana
con el Holocausto. Otro tipo de trama, más íntima y directa, es la que
presenta la poeta y narradora colombiana Piedad Bonnett con Lo que no tiene nombre (Alfaguara), un testimonio en el
que narra el suicidio de su hijo
esquizofrénico. El libro y su autora llegan a España precedidos de un importante éxito
de crítica en Colombia desde que se publicó
el pasado mes de marzo. Por España también pasará el escritor paquistaní
afincado en Londres Nadeem Aslam promocionando su novela El jardinero ciego (Mondadori), donde aborda las consecuencias del 11 S desde la
perspectiva de una familia paquistaní. Y para cerrar, el próximo miércoles se
pone a la venta El mar interior (Ático de los Libros), el nuevo libro de ensayo de
Philip Hoare, un autor que se dio a conocer con su ensayo sobre el mundo de los
cetáceos Leviatán o la ballena (publicado también en Atico de
los Libros).
ESTADOS UNIDOS
En octubre
llega a las librerías estadounidenses El Proyecto Kraus, una traducción de tres ensayos de Karl Kraus que
Jonathan Franzen aprovecha para intercalar a modo de notas todo tipo de reflexiones sobre la literatura y la actualidad. Para hacerse una idea de lo que Franzen se trae
entre manos, el número de otoño de
The Paris Review ofrece tres de
las notas a pie de página que conforman el libro y ponen la opinión del
traductor en pie de igualdad con las observaciones del autor traducido. A
primera vista, una especie de híbrido entre la traducción y el dietario, la
clase de capricho que los editores le permiten a un autor cuando ya ha dado, como es el caso, resultados más que solventes en
la novela, el ensayo y el relato autobiográfico.
MÉXICO
Este miércoles se cumplen 60 años de la publicación de El llano en llamas, la colección de relatos con que
Juan Rulfo revolucionó la cuentística en castellano. Para celebrarlo, la Universidad Autónoma de México organiza una serie de coloquios que
culminarán con la instauración de una cátedra en honor del escritor. Por su
parte, el suplemento cultural del diario El Universal, Confabulario, dedicaba este domingo un número especial al autor méxicano más traducido y
leído en el extranjero.
ARGENTINA Y CHILE
La semana que viene comienza el Festival Internacional de Literatura de Buenos Aires (FILBA), una cita que va gananado
peso con cada convocatoria y que en esta edición se celebrará de forma paralela en
Argentina y Chile (del 25 de septiembre al 2 de octubre). Entre los invitados
internacionales: Tobías Wolff (EEUU) Delphine De Vigan (Francia), Carsten
Jensen (Dinamarca) o Evelio Rosero y Pilar Quintana (Colombia, país invitado de la edición). La
propuesta, que trata de reforzar los vínculos entre países vecinos y no siempre
bien avenidos, representa un paso importante para la proyección internacional
del castellano como un patrimonio que no sólo debemos defender entre todos
(como la RAE viene haciendo de un tiempo a esta parte, contando cada vez más
con las “otras” Academias) sino que también requiere de una estrategia
colectiva para su posicionamiento en el mercado global del libro. Después de todo, ya ninguna
literatura nacional se sostiene sin apoyarse en otros pilares del castellano.
Por poner un ejemplo, ¿qué habría sido de la literatura española de posguerra
sin la editorial argentina Losada, que acaba de
cumplir 75 años?
comentarios 4
Publicado por: zocalo 16/09/2013
Hay libros que no duran las 60 semanas, y a veces ni los 60 días en la memoria de la gente. El llano en llamas parecer que llegó para quedarse y esos libros se llaman clásicos. Y si además recordamos Pedro Páramo pues no está nada mal porque es otro libro para siempre. No es bajo el puntaje para un autor de solo dos libros. Ningún otro en México puede calificar como Rulfo en las grandes ligas de la literatura.