El otoño pasado, cuando estaba en marcha la primera oleada de ataques especulativos contra el sistema del euro, me fijé la peculiar situación de Dinamarca como refugio seguro, ya que podía tomar dinero prestado a tipos mucho más bajos que otros países del euro aparentemente comparables como Finlandia, aun cuando la moneda de Dinamarca está vinculada al euro.
Sostuve que esto reflejaba la flexibilidad adicional que Dinamarca consigue gracias a que posee su propia moneda. Aun cuando no tiene ninguna intención de emitir dinero para financiar el Gobierno, el hecho de que pueda hacerlo en caso de problemas de liquidez parece tener mucho valor.
La primera oleada de ataques remitió después de que el Banco Central Europeo empezase a prestar grandes sumas a los bancos con la deuda soberana como garantía, una forma indirecta de comprar la deuda en sí. Esto concedió al euro unos siete meses de margen,que los dirigentes europeos malgastaron. Y ahora estamos de nuevo en crisis; y la situación de Dinamarca como refugio seguro es todavía más acentuada. ¿Hasta qué punto? ¡Actualmente, los tipos de interés nominal son negativos! El banco central cobra a las entidades privadas un 0,2% por mantener los depósitos, y el tipo de interés de la deuda del Estado a dos años es del -0,23%.
La primera pregunta que hay que formularse en este caso es por qué no todo el mundo acumula grandes cantidades de moneda para conseguir al menos un rendimiento cero. Supongo que la respuesta radica en los costes de almacenamiento (el precio por alquilar una sala para guardar todos esos billetes, además de que, imagino, existe el riesgo de que los ratones se los coman o algo así). Esos costes no pueden ser muy elevados, pero supongo que son suficientes para hacer que un pequeño rendimiento negativo sea posible.
La otra pregunta es por qué los rendimientos daneses son incluso más bajos que los alemanes. Dudo que alguien piense realmente que Alemania podría afrontar un problema de liquidez (cualquier situación en la que pudiera suceder eso probablemente implicaría que el euro ha desaparecido y que Alemania tiene su propia moneda una vez más).
Pero tal vez no; puede que también haya cierta preocupación por el hecho de que Alemania tenga que soltar un montón de dinero para salvar el euro.
En cualquier caso, lo que está pasando en Dinamarca es un indicio de lo grave que es la crisis del euro (tan grave, que la gente está dispuesta a pagar para que le guarden el dinero en algún otro sitio).
© 2012 New York Times
Traducción de News Clips