Versión macro del guantazo a 'progres'

Por: | 05 de junio de 2013

En una reciente entrada en su blog, el economista Brad DeLong interpreta el ataque de Ken Rogoff a Keynes de mi último post como un guantazo a los progres estratégico destinado a preparar a sus lectores para el mensaje del dinero fácil y del perdón de la deuda que va a lanzar a continuación. 

Puede que sea eso, o quizás solo sea una ira personal hacia algunos progres (y sus preocupaciones por los costes humanos de la austeridad). Pero en cualquier caso, la duda es si se trata de una estrategia eficaz. Yo no creo que lo sea.   

En los últimos años, la forma habitual de atacar a los progres en temas macroeconómicos ha sido el artículo a favor del estímulo o contrario a la austeridad que se inicia con varios párrafos sobre los peligros de los déficits presupuestarios a largo plazo y la importancia de una estrategia sobre la deuda a medio plazo – a menudo con una condena concreta de aquellos que niegan la importancia de eso – seguido de una discusión sobre las razones por las que el recorte del gasto ahora mismo es una idea muy mala.  

Y he visto la respuesta: los centristas, que son los supuestos lectores, leen los tres primeros párrafos y dicen, “¡Sí, los progres están totalmente equivocados!”, y nunca llegan a la parte que dice, de hecho, que los progres llevan razón en lo importante.  

Hasta cierto punto, se trata del hecho de que los progres, en efecto, han tenido razón, en líneas generales, en los temas macroeconómicos, al igual que tenían razón en lo relativo a la guerra de Irak. Pero también se trata del mensaje periodístico: si hay un argumento que quieres expresar, deberías siempre, siempre, colocarlo justo delante y deberías pasar a las salvedades después. El lector paciente que leerá tu ataque preventivo a los progres hasta llegar a los temas importantes es un mito, igual que el del centrista razonable al que se puede convencer con un ataque a los progres en primer lugar.      

© 2013 The New York Times
Traducción de News Clips.

Hay 5 Comentarios

En el anterior artículo Krugman desarma el maniqueo que se había fabricado Ken Rogoff y en éste que tal artículo consistiera, según afirma Brad DeLong, en un guantazo estratégico a los progres.

Tanto como el debate sobre si la reducción del déficit y la deuda la deben pagar los acreedores o los deudores es de agradecer la elegante ironía con que se produce. Gracias Sr. Krugman

Argumento ad baculum, infalibilidad más allá del Excel, quitemos a Nueva Zelanda del cálculo para que nos cuadre: ¡y qué sesgada la crítica sobre el sesgo...!
http://enjuaguesdesofia.blogspot.com

Históricamente, la dualidad entre los países excedentarios y los países deficitarios de la zona euro es la consecuencia del hecho de que Alemania tuvo, desde el principio en el 1999, la posibilidad de poder integrar a los países del Este en su espacio productivo, por medio de la subcontratación. Por lo tanto la hinterlandizacion -la trastierrizacion- de esos países.
Luego, no hay que olvidar, los países periféricos recibieron entre el 1986 y el 2006, pingües subsidios. Los cuales perduraron hasta el 2007, debido a los atrasos acumulados. Ademas, el 2008 es el año en que a la crisis de los subprime, se conjuga la gran contracción del segundo semestre del 2008.
En España, a la época prodigiosa le ha sucedido la época del gran trastorno. De este desastre, solo se puede salir, en poco tiempo, recuperando la soberanía monetaria. Evitando de esa manera la hinterlandizacion y la consolidación del IV Reich.

Este señor cada día me gusta menos, está todo el día con sus discusiones con sus acérrimos enemigos los liberales... ya huele, un poco de categoría

Mejor se preocupara de lo que está por venir...

Crash en bolsa japonesa
http://www.warrantsyquinielas.com/2013/05/crash-en-bolsa-japonesa-23052013.html
la historia se repite, y se repite, hasta que al final pete USA en una de éstas
Entonces las hostias van a venir de todos lados...

Desde luego es un uso perfecto de la retórica. Pero sin duda refleja también su esquema mental al respecto. Primero. Un recurso a la autoridad con uno o dos estudios que se basan en relaciones estadísticas sin confirmar con conclusiones contundentes la relación causa-efecto. Segundo, dado que esos estudios provienen de la autoridad (Ipse dixit, Magister dixit) pues son la base para afirmar esa necesidad de austeridad compulsiva al comienzo de su discurso. Pero finalmente queda por rematar la labor de adecuar la retórica a la evidencia. Son esos capítulos dónde esa austeridad se empieza a cuestionar restándose así un valor que no significa nada comparado con el que la establecen por esa falacia de autoridad. En fin. El esquema de un discurso apto para una petición de principio.

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Paul Krugman

Sobre el blog

La solución a la crisis económica pasa por la política. Paul Krugman, probablemente el economista más conocido del mundo, lo tiene claro. Desde su posición progresista –liberal, en Estados Unidos; de izquierdas, en Europa- prescribe su receta.

Sobre el autor

Paul Krugman

Cuando recibió el premio Nobel en 2008, Paul Krugman (Albany, Estados Unidos, 1957) ya llevaba casi una década escribiendo columnas en el New York Times. Da clases de Economía y Política Internacional en la Universidad de Princeton, antes lo ha hecho en la de Yale, donde se graduó, en la de Stanford y en el MIT.

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