Steven Levitt, en su nuevo libro Think Like a Freak [Piensa como un friki], que ha escrito con Stephen Dubner, cree que fue muy listo al decirle al primer ministro británico, David Cameron, que debería desmantelar el Servicio Nacional de Salud y dejar que la magia del mercado se ocupase de la atención sanitaria. Curiosamente, a Cameron esto no le impresionó.
Creo que aquí intervienen diferentes factores. Una es un efecto propio de Levitt, o quizá de la frikinomía: la creencia de que un tipo listo puede meterse alegremente en cualquier materia y de que sus precipitadas afirmaciones son tan válidas como las de los expertos. Recuerden que en su último libro, Superfreakonomics, Levitt lo hizo con el clima, y ofrecía opiniones tan brillantes como la afirmación de que como los paneles solares son negros (aunque, en realidad, no lo son), absorben el calor y agravan el calentamiento de la Tierra.