Paz, en construcción

Sobre el blog

Un espacio de reflexión y debate sobre la necesidad de generar condiciones de paz en un mundo azotado por la violencia y la injusticia. El blog será coral, nutrido por colaboraciones de varias personas vinculadas a los centros de investigación, ONG y movimientos sociales por la paz de todo el Estado. También contará con alguna colaboración puntual de voces internacionales.

Sobre los autores

Jordi Armadans Jordi Armadans Politólogo, periodista y analista en temas de seguridad, conflictos, militarismo, desarme y cultura de paz. Director FundiPau (Fundació per la Pau), miembro de la Campaña Armas Bajo Control y miembro de la Junta Directiva de AIPAZ.

Jordi CalvoJordi Calvo Economista, analista e investigador sobre economía de defensa, militarismo, paz y desarme. Investigador del Centro Delàs de Estudios por la Paz (Justícia i Pau) y miembro de la Junta Directiva de la Federació Catalana d’ONG y del International Peace Bureau (IPB).

Josep Maria RoyoJosep Maria Royo Politólogo, analista e investigador sobre conflictos y construcción de paz de la Escola de Cultura de Pau de la UAB. Miembro de la Junta Directiva de la Federació Catalana d’ONG.

¿Funciones de seguridad pública para las empresas de la privada?

Por: | 29 de mayo de 2014

Leticia Armendáriz, investigadora de NOVACT

SEG PRIVADA 1

Foto: Agencia EFE

En virtud de la Orden INT/704/2013, se estableció el 21 de mayo como el Día de la Seguridad Privada en España. A la vista del carácter legitimador que esta celebración supone para la industria, cabe no perder de vista los cambios legislativos en la regulación de este sector que se han producido en el último año. Un viraje hacia la privatización de la seguridad privada en España, con sus riesgos y controversias.

El próximo 5 de junio entrará en vigor la nueva ley de seguridad privada. Una reforma de la regulación anterior, en vigor desde 1992, que introduce cambios sustanciales. Entre otros, ahora los vigilantes privados podrán realizar funciones hasta ahora reservadas a las fuerzas de seguridad públicas y estarán habilitados para actuar en más espacios, todo ello bajo el paraguas de la coordinación y complementariedad de la seguridad pública, en lugar de la subordinación y subsidiariedad que regía hasta el momento.

Seguir leyendo »

De Rwanda a RCA: 20 años de paz liberal en África

Por: | 23 de mayo de 2014

Montse Santolino, periodista especializada en Comunicación para la Paz y el Cambio Social

 

Cumbre UE-África - aniversario del genocidio en Rwanda – vía libre a la misión de paz en República Centroafricana. Todo en apenas semana y media. No puede ser casualidad.

Escuece pensar que después de 50 misiones internacionales en 18 países africanos, desde el 2000, los titulares tipo “África se desangra en otra guerra tribal” no se acaban nunca, y las razones urgentes para “pacificar” el continente, tampoco. ¿Cómo es que aparece siempre el dinero para “operaciones militares de paz” y para formar policías y fuerzas de seguridad, y se estanca la Ayuda Oficial al Desarrollo? ¿Por qué al mismo sistema que tiene por bandera debilitar Estados, le molesta tanto que los débiles Estados africanos lo sean?

Una puede llevar años creyendo que la imagen simplista y estereotipada sobre el continente es una de las maneras más efectivas de mantener el poder sobre él. Una puede estar prácticamente segura de que los países occidentales son responsables de casi todos los conflictos africanos y que, dejándolos pudrirse, acaban por parecer imprescindibles para solucionarlos (siempre y cuando haya recursos estratégicos que proteger) pero… ¿cómo negarse a aceptar cualquier tipo de intervención con el recuerdo aún vivo de lo que pudo haberse hecho y no se hizo en Rwanda, y con la ONU haciendo llamamientos dramáticos sobre decapitaciones de niños y canibalismo en RCA?

Seguir leyendo »

Enseñanzas del conflicto sobre el programa nuclear de Irán

Por: | 15 de mayo de 2014

Xavier Bohigas, investigador del Centro Delàs de Estudios por la Paz

  PlantaenriquecimientouranioIran

                                            Planta de enriquecimiento de uranio en Irán - EFE

El pasado noviembre se anunció que EEUU, Rusia, Francia, Gran Bretaña y Alemania (el llamado G5+1, que incluyen los cinco estados permanentes en el Consejo de Seguridad de la ONU más Alemania) llegaban a un acuerdo con Irán sobre el programa nuclear iraní. El acuerdo se centraba en dos puntos. El primero consistía en acordar un plan fiable con el cual Irán pudiese demostrar la naturaleza pacífica de su programa nuclear y, el segundo trataba de los mecanismos para levantar las sanciones impuestas sobre Irán. En febrero de este año se han iniciado las negociaciones entre Irán y el G5+1 para concretar las acciones que se deben realizar por ambas partes para conseguir los dos objetivos citados. Se ha fijado un periodo de seis meses para conseguirlos.

El proceso para alcanzar los acuerdos será difícil, y no estará exento de grandes tensiones. Además de superar un largo periodo de desconfianzas, intereses contrapuestos y acusaciones mutuas hay que añadir la presión de terceros. Así, Israel y parte de los congresistas de EEUU muestran una oposición frontal a estas negociaciones. Arabia Saudí se muestra recelosa de un acuerdo pacífico entre el G5+1 e Irán, pues podría fortalecer el papel dominante de Irán en la zona. Los opositores a las negociaciones piden el cese completo de las operaciones de enriquecimiento de uranio por parte de Irán. Esta posición sólo puede llevar al fracaso tal y como ha venido sucediendo en los últimos años.

Seguir leyendo »

El dilema de los minerales de conflicto

Por: | 09 de mayo de 2014

Mabel González Bustelo, periodista e investigadora en paz y seguridad

Minerals

                    Mineros congoleños (Reuters)

¿Contiene tu teléfono móvil, o tu consola, tántalo procedente de minas controladas por actores armados en el este de la RDC? Al comprarlo, ¿estás contribuyendo a financiar la violencia? Y si así fuera, ¿qué puedes hacer –tú y otros- para evitarlo?

La explotación ilegal de minerales valiosos en contextos de conflicto, y el uso de los beneficios para financiar actores armados y sostener la violencia, es un fenómeno reconocido desde hace años.

Los llamados “minerales de conflicto” son parte importante de los debates que, desde instituciones académicas, ONG y medios de comunicación, han analizado la importancia relativa de la codicia y/o los agravios como causas de la violencia y las guerras en el mundo actual. A la vez, tanto la ONU como otros organismos han tratado de abordar esta cuestión mediante medidas en dos grandes vías: por un lado la prevención y regulación y, por otro, medidas coercitivas para recuperar o establecer el control legítimo sobre estos sectores.

EE UU ha ido ahora más lejos. Y la empresa con base en Taiwán Siliconware Precision Industries Ltd (SPIL), fabricante de microprocesadores, se ha convertido en la primera en aplicar la ley de este país que impone medidas de transparencia y control a las compañías que operan con minerales que podrían proceder de zonas de conflicto armado, especialmente la región de los Grandes Lagos y el este de la RDC. Las demás, si no lo hacen antes de forma voluntaria, debe presentar sus informes el 2 de junio.

Seguir leyendo »

María Villellas, investigadora de la Escola de Cultura de Pau e integrante de WILPF

Red_pos_a global

En abril de 1915, un año después del inicio de la Iª Guerra Mundial, 1.136 mujeres procedentes de diferentes países europeos se reunieron en La Haya para expresar su rechazo al horror de la guerra que devastaba Europa en esos momentos. Ese encuentro fue el germen de la Liga Internacional de las Mujeres por la Paz y la Libertad (WILPF), que un siglo después sigue agrupando a mujeres de todo el mundo que trabajan por la paz, la desmilitarización y el desarme internacionales y que en 2015 celebrará su centenario con un lema, que entonces y también ahora sigue plenamente vigente, “El poder de las mujeres para parar la guerra”. Cien años después del inicio del que fue uno de los conflictos armados más graves de la historia de la humanidad, mujeres de todo el mundo siguen trabajando local e internacionalmente contra la violencia patriarcal de los conflictos armados, denunciando los vínculos tan estrechos que existen entre masculinidades dominantes y militarismo, y cómo la violencia contra las mujeres en los conflictos armados no es sino una ampliación de la violencia contra las mujeres que sucede en tiempos de paz. No puede entenderse la violencia contra las mujeres en la guerra sin tener presente que una de cada tres mujeres (el 35%, según las cifras de la Organización Mundial de la Salud referidas a 2013) en el mundo ha sido víctima de la violencia de género alguna vez en su vida.

El movimiento de las mujeres contra la guerra y por la paz surge estrechamente vinculado a la defensa de otros derechos de las mujeres como el del sufragio, y ha evolucionado en paralelo a las luchas feministas desde finales del siglo XIX hasta la actualidad. Las organizaciones de mujeres que trabajan por la paz han abrazado múltiples causas: el fin de los conflictos armados y la búsqueda de salidas negociadas a la violencia, el antimilitarismo, la abolición de las armas nucleares, la defensa del medio ambiente, la denuncia de la violencia sexual como arma de guerra, la denuncia de las desigualdades económicas, la discriminación y las injusticias sociales, entre otras muchas. La paz positiva, la paz cargada de múltiples significados y no la mera ausencia de violencia directa, unida a un cuestionamiento del patriarcado que la legitima, es el horizonte por el que trabajan.

Algunos avances importantes en el ámbito de la construcción de la paz han estado impulsados por organizaciones de mujeres, que de manera conjunta con otras organizaciones de la sociedad civil han promovido formas alternativas a la violencia para abordar los conflictos. Si bien las mujeres siempre han formado parte del movimiento por la paz internacional, de las organizaciones antimilitaristas y de oposición a la guerra, no es hasta la década de los noventa que se logra dar visibilidad a relatos diferentes de los conflictos armados en los que la experiencia de los hombres no sea presentada como universal. Es decir, la narrativa masculina de los conflictos armados que invisibiliza a las mujeres comienza a erosionarse gracias a las alianzas que el movimiento internacional de las mujeres por la paz ha tejido, dando visibilidad al impacto específico que las guerras tienen en las mujeres de los países afectados por conflictos armados. Si, por ejemplo, la violencia sexual como arma de guerra ocupa actualmente un lugar importante en la agenda internacional sobre paz y seguridad es gracias al esfuerzo de las mujeres, que tras los terribles conflictos que asolaron los Balcanes y Rwanda durante los años noventa denunciaron internacionalmente como la violencia sexual había sido utilizada de manera sistemática y generalizada como un arma de guerra en estos contextos, lo que llevó a su inclusión en el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional. Se abrió así una puerta importante a su persecución y castigo.

Nomdenoia-tancnomdenoia

La participación es uno de los ejes fundamentales de la agenda de las mujeres, la paz y la seguridad. Sin la presencia activa y significativa de las mujeres en los espacios de toma de decisiones, se perpetúa la visión estereotipada y nada representativa de la realidad de las mujeres como víctimas pasivas de la violencia y la acción de los actores armados. Las mujeres no sólo han denunciado los efectos de los conflictos armados sobre ellas mismas y sobre la población en general, sino que han puesto sobre la mesa innumerables propuestas para construir una paz sostenible, inclusiva, duradera y transformadora. Sin embargo siguen continuamente excluidas de las negociaciones de paz formales y de otros esfuerzos de construcción de paz.

Las mujeres que a principios del siglo XX alzaron su voz contra la barbarie de la guerra quisieron construir una paz que fuera mucho más que la mera ausencia de violencia, hasta el punto de hacer impensable la guerra. Un siglo después, con algunos logros importantes en el camino, mujeres de todo el mundo continúan desafiando el patriarcado para que la guerra y la violencia lleguen efectivamente a serlo y solo formen parte de nuestra memoria.

El País

EDICIONES EL PAIS, S.L. - Miguel Yuste 40 – 28037 – Madrid [España] | Aviso Legal