Jugando con fuego

Por: | 16 de junio de 2014

María del Pozo (Amnistía Internacional), Jordi Armadans (FundiPau), José Luis García Ortega (Greenpeace España), Consuelo López-Zuriaga Hernández-Gil (Oxfam Intermón), Alberto Estévez, coordinador del Informe

Carro combate
Carro de combate Leopard (Foto: Agencia EFE)

En una semana que, en términos de atención mediática, estará marcada por la ceremonia de proclamación del Rey Felipe VI, el Parlamento español va a hacer un importante ejercicio de control del Ejecutivo, que quizá no tenga tanto eco informativo. Hoy por la tarde, la Comisión de Defensa del Congreso examinará las exportaciones de armas españolas en 2013. Tras la sesión de control, los Grupos deberán acordar una serie de recomendaciones para un dictamen no vinculante. Este ejercicio de control parlamentario es resultado de los esfuerzos de las ONG que, hace ya veinte años, iniciamos una campaña que, bajo el lema de “Hay Secretos que Matan”, buscaba conseguir que el Gobierno dejara de considerar secretas las actas de las reuniones en que se autorizaban las exportaciones de armas en España. Aunque ese objetivo aún no lo hemos conseguido, sí logramos que el gobierno aprobase una Ley sobre las exportaciones de armas, la 53/2007, que supuso un importante avance en algunas cuestiones.

Un año más, Amnistía Internacional, FundiPau, Greenpeace y Oxfam Intermón elaboramos un “contrainforme” al informe oficial: «Jugando con fuego. España duplica sus ventas de armas, aumentándose el riesgo de estar relajando el control de las exportaciones». También publicamos un informe en el que analizamos el cumplimiento por parte del Gobierno de las recomendaciones de los dictámenes de la Comisión de Defensa entre 2008 y 2013.

En 2013, el Gobierno español autorizó exportaciones de material de defensa y de otro material antidisturbios y armas de caza y tiro deportivo por un valor de más de 4.785 millones €, una cifra que, solo en material de defensa, representó un aumento de más del 100% respecto a las autorizaciones de 2012. Las exportaciones de armas españolas realizadas en 2013 ascendieron a más de 4.000 millones €. Comparado con los datos de 2004, las exportaciones autorizadas se han multiplicado por diez. Estos datos hacen que España ocupe el séptimo puesto en el ranking mundial de exportadores de armas entre 2009 y 2013, con un 3% de la tarta global.

Más allá de consideraciones sobre política exterior y económica, nos preguntamos si, como resultado de la decidida política de promoción de las exportaciones de armas, no se están relajando los controles. Nuestra conclusión es que sí, porque los números cantan: de las 1.608 licencias de material de defensa tramitadas solo 11 fueron denegadas, menos del 0,7 por ciento.

Según el SIPRI, las importaciones de armas de los Estados árabes del Golfo Pérsico crecieron un 23% entre 2004–08 y 2009–13, y representaron el 52% de las importaciones de Oriente Próximo. El gasto militar en Oriente Próximo aumentó un 4% en 2013, llegando a los 150.000 millones de dólares estimados. En relación con los países importadores de armas españolas, destaca, por ejemplo, que el gasto de Arabia Saudí aumentó un 14% hasta los 67.000 millones de dólares, a causa posiblemente de las tensiones con Irán pero también del interés en mantener unas fuerzas de seguridad fuertes y leales para prevenir potenciales protestas como las que se produjeron en la Primavera Árabe. Arabia Saudí es el quinto principal importador mundial de grandes armas en 2009–13. Eso no es óbice para el gobierno esté intentando venderle a este país 250 carros de combate Leopard.

El objetivo del Gobierno de apoyar la industria armamentística para exportar más armas se ha plasmado en medidas de liberalización y una intensa agenda internacional del ministro y otras autoridades para abrir y consolidar nuevos mercados. Un ejemplo de esta actividad son los viajes realizados en abril y mayo de 2014 a Oriente Próximo para vender carros de combate, fragatas y aviones militares a países comoArabia Saudí, Kuwait, Omán y Bahréin. Esta política de apoyo a la exportación de armas nos suscita gran preocupación y pone en riesgo los controles existentes sobre la venta de armas, además de afectar a la contribución española a la militarización de determinadas zonas como Oriente Próximo o la promoción de una política exterior que fomente el desarrollo humano, la paz y la seguridad colectivas.

Además de estas, en las operaciones de 2013 se mantienen algunas tendencias y elementos preocupantes. Se autorizaron o realizaron operaciones cuyo material exportado pueda ser usado para cometer o facilitar graves violaciones de derechos humanos. Veamos algunos ejemplos: la venta de aviones de transporte, la munición de artillería y obuses a Colombia, la donación de cartuchos lacrimógenos para la policía de Egipto en 2013 o las exportaciones de armas de caza y tiro deportivo a Ghana, un país ubicado en una zona de fuerte inestabilidad, con varios países de su entorno en situación de conflicto o postconflicto como Costa de Marfil, Mali, Mauritania y Libia. La propia Comisión Nacional sobre Armas Ligeras de Ghana está en alerta roja para evitar que el país se convierta en el destino y punto de tránsito de armas de fuego.

Las ONG hemos identificado una lista de operaciones sobre las cuales se necesita mayor información, como la venta de material de defensa a las fuerzas armadas de Bahréin por valor de 35,5 millones de Euros; las exportaciones de material de defensa a las fuerzas armadas de Catar y las medidas adoptadas para evitar un posible riesgo de desvío a otros países, la exportación de armas de caza y tiro deportivo y cartuchos a Honduras, pese a tener la tasa de homicidios por 100.000 habitantes en 2012 más alta de América Central; la autorización de una licencia de exportación de material antidisturbios a Libia por valor de casi 7 millones de euros, o la donación de cartuchos y botes lacrimógenos a la policía de Túnez y la exportación de material antidisturbios por valor de casi 4,9 millones de euros.

A mayor de número de operaciones, mayor es el riesgo de que armas españolas se puedan utilizar para cometer atrocidades. Hemos alertado al Gobierno y al Parlamento del riesgo de con que la política del Gobierno se estén relajando los controles y se lleven a cabo operaciones cuando existe un riesgo claro de que el material exportado se use para cometer o facilitar violaciones graves de los derechos humanos. También hemos hecho una serie de recomendaciones detalladas para corregir esta situación, porque estamos jugando con (armas de) fuego y podemos quemarnos.

¿Se quitará el Gobierno la venda de los ojos o tendremos que lamentarnos de que armas «marca España» se acaben usando para cometer atrocidades?

Hay 1 Comentarios

Solo se necesita una catástrofe mundial, para que la gente se dé cuenta de lo cínicos que somos.

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Paz, en construcción

Sobre el blog

Un espacio de reflexión y debate sobre la necesidad de generar condiciones de paz en un mundo azotado por la violencia y la injusticia. El blog será coral, nutrido por colaboraciones de varias personas vinculadas a los centros de investigación, ONG y movimientos sociales por la paz de todo el Estado. También contará con alguna colaboración puntual de voces internacionales.

Sobre los autores

Jordi Armadans Jordi Armadans Politólogo, periodista y analista en temas de seguridad, conflictos, militarismo, desarme y cultura de paz. Director FundiPau (Fundació per la Pau), miembro de la Campaña Armas Bajo Control y miembro de la Junta Directiva de AIPAZ.

Jordi CalvoJordi Calvo Economista, analista e investigador sobre economía de defensa, militarismo, paz y desarme. Investigador del Centro Delàs de Estudios por la Paz (Justícia i Pau) y miembro de la Junta Directiva de la Federació Catalana d’ONG y del International Peace Bureau (IPB).

Josep Maria RoyoJosep Maria Royo Politólogo, analista e investigador sobre conflictos y construcción de paz de la Escola de Cultura de Pau de la UAB. Miembro de la Junta Directiva de la Federació Catalana d’ONG.

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