Prisión de Abu Ghraib, en Irak (Foto: Reuters)
Pasada la tristeza y el impacto por los brutales atentados de París, han aparecido numerosas reflexiones, sobre las causas del terrorismo yihadista, las consecuencias sobre la política internacional y las políticas para hacerle frente.
Pese a que se considera que no se debe legislar a golpe de impacto emocional, menos de una semana después de los ataques, en Francia, Gran Bretaña, España, etcétera. ya se habla de hacer reformas legislativas para ser eficaces en la lucha antiterrorista. Y, ante algunas propuestas aparecidas, se ha reabierto el debate sobre si una política más orientada a la seguridad puede conllevar recortes en el ámbito de los derechos humanos y el espacio de libertades. Un debate interesante, y necesario, para evaluar la calidad de los sistemas democráticos.
Sin embargo, me doy cuenta que muchos de los que defienden incrementar la seguridad por encima de la libertad y una parte importante de los que defienden preservar la libertad frente a la seguridad terminan por coincidir en la premisa de que los dos conceptos son imposibles de conciliar. Entre los primeros, se destaca que a fin de evitar situaciones como las vividas en París hay que resignarse a perder espacios de libertad. Que, para garantizarnos la seguridad, el Estado debe tener capacidad para, por ejemplo, intervenir nuestras comunicaciones, adoptar decisiones más expeditivas o ser menos estricto en el cumplimiento de la ley. De alguna manera, vienen a decir: no seamos ingenuos, si queremos estar seguros hay que ser menos exigente con los derechos humanos.
En la segunda visión abunda la reflexión sobre cómo, con la excusa de la seguridad, se cercenan derechos y libertades y se suele indicar que los Estados aprovechan estas oportunidades para incrementar su control sobre la ciudadanía, no siempre para buenas causas. Y algunos terminan por decir algo así como: prefiero renunciar a algo de seguridad para preservar el espacio de democracia, libertad y derechos humanos que hemos conseguido.
Comparto este análisis crítico, pero con un matiz muy importante.
Muchas de las medidas que postulan dar prioridad a la seguridad por encima de la libertad, está claro que cercenan la libertad pero no está nada claro que garanticen la seguridad.
Los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York, fueron un punto de inflexión brutal para virar hacia una política más ‘securitaria’ y militarizada. La guerra de Afganistán, la guerra de Irak, la imposición de políticas unilaterales a escala global, etcétera. todo se hizo de forma rápida y sin poca oposición interna y global, tras el impacto emocional por los brutales atentados sufridos.
Se consideró que había demasiados espacios de libertad que habían sido aprovechados por los terroristas. Se concluyó que hacían falta más armas y más mano dura y menos espacios libres de control. A partir de ahí, un auténtico vendaval de nuevas políticas y decisiones compartían la misma premisa: si queremos ser efectivos en seguridad, no hay que andarse con tantos remilgos, no podemos vernos limitados por los mecanismos jurídicos que ofrecen garantías jurídicas y hay que ser expeditivos y directos.
¿Ha servido de algo?
Hace escasas semanas un demoledor informe del Senado norteamericano destapaba la guerra sucia de la era Bush, los abusos y las prácticas irregulares realizadas en la lucha contra el terrorismo, los engaños de los responsables de esas políticas a la Casa Blanca y el Congreso y, finalmente, la ineficacia de muchas de esas prácticas.
Pero ya hacía mucho tiempo que desde el movimiento por la paz y de derechos humanos se denunciaban esas prácticas y ya hacía mucho tiempo que reportajes, crónicas y análisis cuestionaban la principal justificación de esas políticas de limitación de las libertades y vulneración de los derechos humanos: no conseguían reducir el terrorismo. Al contrario, lo alimentaban.
Detenciones arbitrarias, torturas, secuestros, prisiones ilegales, asesinatos selectivos, etc. todo eso terminó por ser habitual en la política ‘antiterrorista’ norteamericana, con el beneplácito y participación de muchos otros países. Buzzy Krongard, que era número tres de la CIA en 2001, dijo que los que ganarían la guerra contra el terror ‘serían sobretodo fuerzas que ustedes desconocen mediante acciones que ustedes no verán y con métodos que tal vez prefieran ignorar’. Una manera diplomática de decir que se entró en un túnel del terror.
Pero muchas de esas prácticas que infringían las normas estatales e internacionales y vulneraban los derechos humanos, crearon un caldo de cultivo de rechazo por parte de muchos iraquíes, afganos, yemenís, etc. que, en muchos casos, pasaron a engrosar las células terroristas existentes.
Después de un exhaustivo estudio de esas prácticas y sus consecuencias, el periodista Jeremy Scahill, señalaba a propósito de Irak que: “estaba cada vez más envuelto en las llamas de múltiples insurgencias que habían sido propiciadas en gran medida por la invasión y la ocupación estadounidenses, por los abusos y las torturas a los prisioneros” (Guerras sucias, Paidós, Barcelona, 2013 o documental).
Podemos decir que hay que alertar, en clave ética, de la vulneración de los derechos humanos que puede implicar una nueva ola de ‘lucha contra el terrorismo’. Pero hay que ser muy claros: en términos de obtención de seguridad, debilitar los derechos humanos es también algo profundamente contraproducente. Y no hablamos de teoría sino de una dura experiencia.
Hay 6 Comentarios
Cambian los verbos continuamente, la semantica se enreda y la linguistica pasa a ser un tema de atencion. "Terrorismo" a suplantado a "partisanos", "contractors" a suplantado a "mercenarios", "oficial de seguridad" a suplantado a "policia" y asi sucesivamente, porque el "mercado libre" (para los pocos) se hace cargo de todo aquello que pueda ser comercializado y rentable,donde estamos donde vamos, que funcion desarrollamos los ciudadanos de a pie en este laberinto llamado "sociedad"?
Publicado por: manuel jimenez | 18/01/2015 10:40:42
Para creer en ciertos "slogans" es necesariamente obtener un requisito indespensable; Ignorar la Historia !!
"derechos" nos dicen ciertos sabios, que es una palabra abstracta que no prueba nada !!
Tienen razon? Quien despoja a los ciudadanos de sus "derechos" ? Quien tiene esa potestad de otorgar "derechos" ? Nacemos libres o esclavos ? Nos esclavizamos o por el contrario nos esclavizan?
Publicado por: manuel jimenez | 18/01/2015 10:30:33
¿ingenuidad o sensatez? os habéis fijado en la gente de nuestro mundo, cómo reaccionarían ante actos barbaries?, para hacer la guerra hay que estar preparado y para soportarla también, aunque nunca se debe estar lo suficiente, pero después de tantos años de paz y proclamación de derechos humanos y libertades ¿se puede cambiar todo de un plumazo, darle la vuelta, creéis que estamos preparados para eso? sólo hay que darse una vuelta por ahí para darse cuenta de que es imposible, los jóvenes son jóvenes y piensan en un futuro de desarrollo personal y no en tirar bombas o en recibirlas, ni se lo plantean, y de eso se están aprovechando, de lo que ellos consideran la debilidad de la población civil, para asustar y causar terror, quizás también podría ser conveniente que ellos sintieran el mismo miedo, quizás cercano, ya que se piensan tan lejos de todo, insufribles, protegidos todos sus seres queridos, que no los de los demás, que esos no importan, son simples peones en un tablero de ajedrez, para ser eliminados en las primeras jugadas, por manos audaces y expertas en la guerra.
Publicado por: susi | 17/01/2015 16:51:37
Lo que no acabo de entender viendo la foto, si las celdas son tan herméticas como se ven en la imagen ¿ qué hace ese militar por ahí que parece que lleva un chaleco antibalas? ¿en serio hay que ir asi? ¿es necesario?
Publicado por: katy | 15/01/2015 13:03:50
Derechos humanos siempre derechos humanos, ¿ de qué sirve tanta efectividad si se transforma en terrorismo, si perjudica en vez de beneficiar?
Publicado por: eli | 15/01/2015 9:53:52
Mientras sigamos preguntandonos cosas así, lamentablemente es porque no hemos aprendido nada de la historia. Si, hacemos cacharritos de ultimísima generación y seguimos en las cavernas.Creo que ni con armas, ni con legislaciones a cada paso se soluciona nada. Existe la educación, la cultura y otras cosas que pasaron de moda, casi antes de aplicarlas. Seguimos pidiendo el "carné" al mismo sospechoso todos los días, y nunca al del traje y el maletín con pasaporte a Suiza, que es el que manda en esto.
Publicado por: Carlos Martinez | 15/01/2015 8:54:28