Pensar sobre Economía

Sobre el blog

Un espacio para pensar con rigor y ánimo constructivo sobre las cosas que influyen en las relaciones económicas, las privadas y públicas, que interesan a las personas. Esas muchas cosas que además tienen un perfil ético con mucha influencia en el desarrollo de una sociedad.

Sobre el autor

Miguel Ángel García Díaz

: Responsable del Gabinete Económico Confederal de Comisiones Obreras y Profesor colaborador en la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid.

Archivo

junio 2013

Lun. Mar. Mie. Jue. Vie. Sáb. Dom.
          1 2
3 4 5 6 7 8 9
10 11 12 13 14 15 16
17 18 19 20 21 22 23
24 25 26 27 28 29 30

Dos demandas en política fiscal para mejorar las sombrías perspectivas

Por: | 27 de febrero de 2013

El Presidente del Gobierno acaba de anunciar que la sociedad española ha conseguido una muy importante reducción del déficit de sus cuentas públicas en 2012 (2,2 pp del PIB sobre el año anterior) hasta situar el saldo en el -6,7% del PIB. El resultado no tiene en cuenta, según la información disponible, la imputación adicional de 3,2 puntos del PIB correspondientes a las ayudas extraordinarias concedidas a las entidades bancarias que cabe interpretar, por lo menos para la Comisión Europea, como pérdidas irreversibles. Hay que prestar atención este dato porque conviene concoer el destino del dinero público pero en aras de cumplir con el saneamiento de las cuentas públicas obligado por la pertenencia a la Zona Euro, el dato importante es el primero porque reúne las operaciones habituales del sector público en un ejercicio, es decir, los ingresos y gastos públicos no considerados extraordinarios.

La simulación realizada por quien escribe este blog refleja que los ingresos pueden haber aumentado en 2012 alrededor de 9.600 millones de euros (2,5%) y los gastos haber sufrido una reducción de -15.314 millones de euros (-3,2%), a pesar de haber tenido que asumir los mayores gastos financieros generados por la deuda (más de 6.000 millones de euros). Cuando se disponga de datos oficiales detallados se podrá realizar una valoración correcta de la distribución del esfuerzo aunque inicialmente el peso de los ingresos totales sobre el PIB crece 1,3% y el del gasto se reduce el -0,9% del PIB (cosas del álgebra).

La noticia de haber reducido el elevado déficit público es buena, siempre y cuando no vayan a aparecer revisiones posteriores o no se haya diferido al año siguiente la contabilización de parte de las facturas. Digo que es buena porque aunque no creo que satisfaga a quienes perdieron su empleo; tampoco a quienes le recortaron el sueldo o a quienes han visto mermar su capacidad adquisitiva por el incremento del IVA, supone un paso importante para desacelerar el ritmo de endeudamiento colectivo (deuda pública equivalente al 86% del PIB) y para generar un poco de confianza en los inversores exteriores, de manera que se animen a comprar nuestra deuda (la pública y la privada).

Contada la noticia, los problemas siguen encima de la mesa. La economía española necesita muchas cosas para crecer y crear empleo. La primera, estabilidad institucional, pero ese no es asunto directo de mi negociado. En el terreno fiscal, me concentraré en dos cuestiones: una ampliación del calendario de saneamiento de sus finanzas públicas y una estrategia para acercar los ingresos públicos a ratios menos alejados de la media de la Zona Euro.

La ampliación hasta 2016 para cumplir el límite máximo de déficit abre a la política fiscal española la posibilidad de reducir el impacto negativo procíclico, hasta el punto de incidir en un mejor dato de actividad en 2013 (previsión del -1,5%). Un mayor plazo, no elimina los esfuerzos que debemos realizar pero sí los puede limitar; al igual que los limitaría y, mucho, disponer de una estrategia para aumentar los ingresos públicos sin incrementar los tipos de gravamen de los principales tributos.

En la hipótesis de disponer hasta 2016 para realizar el saneamiento de las cuentas públicas, el aumento anual de los ingresos públicos en una cuantía equivalente al 0,5% del PIB permitiría reducir el esfuerzo sobre el gasto en 2013, para mantener a partir de ese momento el nivel alcanzado incluyendo el previsible aumento en el gasto financiero). Puede sonar obvio, pero conviene recordar que a mayor recuperación de los ingresos, menos esfuerzo en recortes en el gasto hay que realizar, sin por ello olvidar la aplicación de medidas para la mejora de su eficiencia, entendida como la mayor capacidad de satisfacer las necesidades de los ciudadanos. Con  superiores ingresos, el escenario de esfuerzos para los españoles se mantendría pero en un grado muy inferior al recogido en el actual Programa de Convergencia.

Cuando un país tiene una diferencia de 7,5 puntos del PIB en sus ingresos públicos con los países con los que comparte proyecto de integración, moneda y la mayor proporción de sus transacciones comerciales, es necesario aplicar un drástico y contundente plan para reducir la brecha. Cuando ésto sucede, los tributos son similares a los países del entorno y no se dispone de una tasa de crecimiento de la actividad, la gente tiene que entender que se debe acabar el “con IVA o sin IVA” y la multitud de trucos para eludir las obligaciones fiscales por parte de colectivos que por otra parte, están perfectamente localizados pero las necesidades electorales de los diferentes partidos tienden a olvidar.

La política tiene que ponerse al frente de esta estrategia. Estoy seguro que una propuesta seria de aumentar los ingresos públicos será muy bien recibida por el resto de los países miembros del euro, con la consiguiente mejora en la credibilidad de la marca España, a la vez que más comprensión con nuestros problemas (bastante graves). Por el contrario, el anuncio realizado por el Ministro de Economía de una próxima rebaja de impuestos cuando se tiene un déficit del 6,7% del PIB y una solicitud de ampliar el periodo para reducir el déficit, les debe sonar a tomadura de pelo.

Malas prácticas y regulador bancario

Por: | 18 de febrero de 2013

Un amigo me contaba el otro día su preocupación por la falta de crédito que sufren los ciudadanos y las empresas españolas sin entender por qué habíamos llegado a esta penosa situación. También hablaba de la enorme cantidad de dinero que ha habido que poner en algunas cajas de ahorro para evitar su quiebra. Su preocupación era palpable aunque creo que no era consciente de lo ingente de la cantidad aportada por los ciudadanos españoles (supera los 67.000 millones de euros) y el perverso impacto sobre la actividad y el empleo.

Intenté explicarle las causas. El actual bloqueo de crédito es el efecto de una política poco prudente en la gestión del crédito durante buena parte de la última etapa expansiva, por lo menos a la vista de las grandes cifras. Un aumento de 1,5 billones del saldo vivo en préstamos en tan sólo 12 años (1996-2008) necesita de mucha dedicación. Acumular ese incremento de préstamos en tan poco tiempo (+105% del PIB) tiene mérito, bueno, más bien demérito, vistas las actuales consecuencias. Mas aún cuando la mayor parte del crédito concedido era hipotecario (+936.963 millones de euros) y una parte de los inmuebles relacionados con los créditos tiene ahora un valor inferior al consignado en el préstamo. Se escuchaba en la calle que las agencias de tasación de los inmuebles tenían relaciones muy cercanas con las entidades que concedían los créditos hasta superar con creces el valor adjudicado a la vivienda, para que así el banco o caja de ahorros pudiera cumplir con la obligación de no superar el préstamo el 80% de su valor teórico. También dicen que algunas entidades no miraban en exceso que la cuota a pagar no superara el 30% de los ingresos del beneficiario del crédito, o no examinaban con el suficiente detalle la calidad del balance de la promotora que solicitaba la financiación.

ScreenHunter_03 Feb. 18 20.59

La acumulación de préstamos hipotecarios concedidos con criterios laxos ha terminado por deteriorar el balance del sistema financiero, con el consiguiente efecto sobre el corte en el crédito, pero además en algunos casos, la mala gestión ha sido determinante para explicar una muy delicada salud que ha hecho necesaria la inyección millonaria de nuevo capital. Es el efecto de malas prácticas de gestores y del insuficiente control de los órganos de administración, pero además estuvo acompañada de un ineficaz cumplimiento de las tareas del regulador público, el Banco de España. Es cierto que los bancos españoles contaron con amplia financiación del exterior, pero le explico a mi amigo que se me hace difícil comprender cómo no le generó preocupación al regulador una tasa media anual de crecimiento del 17% en los medios de pago (en ese periodo hubo dos gobernadores, elegido cada uno por uno de los partidos mayoritarios). El Banco de España tenía capacidad para apagar la música y parar la fiesta, porque como le explico también a mi amigo, hay un regulador público porque los problemas del sistema financiero al final son un problema de todos, no solo porque la confianza es básica para su funcionamiento sino porque además, el sector público garantiza el dinero de los depositantes. En suma, tiene que cuidar que se trate con mimo ese dinero. Para qué si no, queremos un regulador público.

Le explico por último que todavía queda un poco de tiempo hasta que se recupere el equilibrio en los balances de las entidades financieras y con él, el comienzo de la normalización del crédito. Algo que por otra parte, no va a liberar a la sociedad española de la pesada carga de la deuda privada en un periodo largo de tiempo.  

Veo que el enfado de mi amigo va creciendo a medida que le voy contando todas estas cosas, y creo que comprendo su enfado.

Flexibilidad interna y negociación colectiva

Por: | 11 de febrero de 2013

La rápida y excesiva destrucción de empleo en España en los momentos recesivos del ciclo es un elemento de preocupación, al que se suma el hecho de no haber conseguido alcanzar el pleno empleo ni siquiera después de 14 años de intenso aumento de la actividad, como se ha demostrado durante la última etapa expansiva. Este comportamiento es motivo suficiente para la aparición de diferentes explicaciones sobre el funcionamiento de las relaciones laborales en España. Una de ellas gira sobre su excesiva rigidez, que justifica la elección de la destrucción de empleo frente a utilizar otras alternativas de ajuste. Los planteamientos manejados por los defensores de esta teoría son interesantes pero quisiera incorporar algunos argumentos y juicios complementarios.

Como cuestión previa, casi la mitad de la destrucción de empleo en lo que llevamos de crisis (2008-2012) está localizada en el sector de la construcción residencial (1,5 millones sobre 3,1 millones). Parece difícil pensar que ni siquiera el esfuerzo de aceptar una gran rebaja en el salario de los trabajadores afectados hubiera podido salvar el empleo situado en unas empresas muy pequeñas en las que literalmente ha desaparecido la actividad, entre otras cuestiones porque era fruto de una burbuja de precios imposible de sostener. Otra parte del empleo destruido se localizaba en actividades industriales estrechamente relacionadas con la construcción residencial, pero vamos a suponer que en éstas había alguna posibilidad de salvar una parte del empleo al reciclar su producción hacia otras actividades o mercados alternativos.

Seguir leyendo »

Ser como los que te rodean (en lo bueno)

Por: | 07 de febrero de 2013

Las personas nos podemos proponer ser los mejores en alguna actividad, ya sea por ambición o, simplemente por el placer de asumir un reto y demostrarte que eres capaz de hacer algo. Los incentivos, al igual que las ilusiones, forman parte de una condición humana que, desgraciadamente, también contiene características menos favorables. Los incentivos individuales pueden y deberían coincidir con otros compartidos con las personas que nos rodean e, incluso con los de otros territorios, en especial, si compartes con ellos algunas cuestiones importantes. España forma parte de un proyecto de integración regional, la Unión Europea y, además dentro de ella, de un grupo más selectivo y quiero creer más avanzado, el de países que utilizan el euro como moneda de intercambio comercial y financiero con el resto del mundo. Esta decisión implica ventajas y también obligaciones. Las primeras fueron perceptibles en los 14 años de bonanza económica que se agotaron en el 2 trimestre de 2008 y, las segundas, sin embargo, son más evidentes en este tiempo de severa crisis que castiga a la sociedad española. Ambas, las evntajas y las obligaciones, siguen plenamente vigentes.

Esta reflexión sobre compartir cosas e ideas, da mucho juego porque abarca ámbitos diversos que se pueden analizar desde distintas perspectivas. La complejidad es una característica de las relaciones sociales y económicas. Por eso hoy quiero concentrarme en el sistema fiscal analizado desde una perspectiva macro. El cumplimiento del calendario de saneamiento de las cuentas públicas marcado por el Eurogrupo es un tema de máxima actualidad en los foros especializados, pero también en la calle, porque en última instancia la presencia del sector público en las sociedades europeas es un elemento habitual que afecta a la vida cotidiana de millones de personas. Tampoco voy a parar mi atención en cuestionar el grado de exigencia del actual calendario (déficit máximo del 3% del PIB en 2014 aunque a nivel informal se considere casi concedida la ampliación en un año); quiero describir tan sólo la dimensión del sistema fiscal español.

La información disponible en el momento de escribir esta entrada apunta que el gasto de las Administraciones Públicas españolas en 2012 será inferior en 6,5 puntos del PIB al de la media de los países de Zona Euro. El sector público español no gasta más que la media de nuestros socios más directos; otra cosa es si gasta de forma correcta, lo que en la jerga de economistas se define como eficiencia, en cuanto al uso de los factores productivos disponibles, y equidad en cuanto a la capacidad para distribuir los esfuerzos y los beneficios entre la población y los territorios de acuerdo a los criterios elegidos.

Seguir leyendo »

Saludo de inicio

Por: | 03 de febrero de 2013

Soy nuevo en este espacio.

Inicio la andadura de escribir un blog de acceso público, agradeciendo al diario El País la oportunidad que me ofrece de comunicar mi opinión en este medio. La tarea de exponer ante la opinión pública tus pensamientos no es fácil, pero aún así, la considero un reto y un privilegio que espero aprovechar como se merece. 

En estos malos y feos tiempos en los que está sumida la sociedad española, espero aportar ideas y argumentos para debatir sobre las relaciones económicas con el propósito de ayudar a mejorar. Se trata de aunar voluntades para superar la crisis que nos asola, de manera que triunfe el potencial de convivencia de las personas sobre ese otro perfil, el destructivo que, desafortunadamente, también nos adorna.

Finalizo transmitiendo mi consideración y sincero respeto a los lectores, de los que espero aprender con sus comentarios y sugerencias para enriquecer mi conocimiento.

El País

EDICIONES EL PAIS, S.L. - Miguel Yuste 40 – 28037 – Madrid [España] | Aviso Legal