El pasado verano la revista Slate.com anunció recortes de personal. La noticia, publicada inmediatamente en numerosos medios, no fue la mala racha de una de las primeras publicaciones que nacieron en la red en los años 90. Todos los titulares llevaban el nombre de Jack Shaffer. Slate dejaba ir a un fundador, una de sus firmas más prestigiosas, su columnista y crítico de prensa.
“Si Jack Shafer puede perder su trabajo, el resto de nosotros deberíamos empezar a sacar brillo al currículum”, dijo entonces David Carr, el crítico de medios de comunicación para The New York Times. A pocos preocupó entonces que Shaffer quedara en el paro, sobre todo cuando afirmó que tenía “algunas ofertas”. Pero muchos menos imaginaron su destino: la agencia Reuters.
¿Qué hace una agencia contratando firmas de opinión? Reuters, la agencia tradicional de noticias que nació en Londres en 1851 es también el medio de comunicación más grande del mundo, con más de 3.000 periodistas. Según Jim Impoco, subdirector de la edición digital, esa es la “huella global” de la agencia. Una pisada con el doble del presupuesto que el Times y con un una capacidad de producción similar a la del principal diario norteamericano combinado con The Wall Street Journal y Financial Times.
Impoco recuerda al director de la sección editorial de la agencia, Steve Adler, defendiendo que si Reuters puede ser el medio más grande del mundo, por qué no puede ser también el mejor. Aquellas palabras resonaron entre el director ejecutivo y los nuevos dueños de la organización, y apostaron por crecer aún más. La compra por parte de Thompson llegaba con 1.000 millones de dólares (unos 714 millones de euros) para desarrollar contenido en forma de noticias, reportajes, análisis, vídeos, audios y fotografías.
“En este momento el nombre de agencia de noticias ya no nos sirve, es un error. Somos una compañía que publica contenido multimedia”, dice Impoco. Mientras el resto de publicaciones y grandes medios recortaban presupuestos o se quedaban atascados entre el fatalismo de la crisis y el no saber qué hacer para salir de ellas, Reuters invertía en contenido. Y mientras The New York Times o The Wall Street Journal dejaban escapar a algunas de sus grandes firmas, Reuters les abría la puerta “como cualquier otro medio de comunicación”.
Sin embargo, puede que la sección que más aleje en este momento a Reuters de su personalidad original es la de opinión, basada en blogs. Reuters ha contratado a Ryan McCarthy, primer editor de la sección de negocios de Huffington Post, los dos premios Pulitzer David Rodhe y David Cay Johnston, el editor de opinión de Fortune Paul Smalera, el ex Secretario del Tesoro y presidente de Harvard Larry Summers y el periodista Anthony DeRosa. Sigue así los pasos de The New York Times, que relanzó este verano su sección de opinión “Week in Review” y Bloomberg News, el servicio de información económica que también ha completado su plantilla con reconocidos columnistas.