Veinte millones de historias tiene la metrópoli de Ciudad de México y otras cien el país entero. Como no podemos contarlas todas buscamos las más sorprendentes, las que explican la vida en una de las mayores ciudades del mundo y en un país donde, según André Breton, el surrealismo es costumbrismo.
Sobre los autores
Blog coral elaborado por la redacción de EL PAíS en México y coordinado por el corresponsal Luis Prados y Salvador Camarena.
Las paredes de la Ciudad de México se van a llenar de
retratos a partir de este viernes, y no se trata de ninguna megacampaña
publicitaria. Inside Out Project presume de ser una iniciativa global sin ánimo de lucro
que, con cientos de voluntarios, ha conseguido organizar un intercambio
de fotos en formato póster entre 28 ciudades de 16 países para “dar forma a la
galería más grande del mundo”. 4.000 retratos de niños, adultos y ancianos,
según los organizadores. A México han
llegado 500, que se distribuirán a la mitad entre el Distrito Federal y las
demás localidades participantes (León, Ciudad Juárez, Mérida y Campeche). Las
fotografías se están pegando estos días en los muros, pero el proyecto arranca
oficialmente este viernes, día Internacional de la Paz.
En Inside Out Project, una iniciativa de JR (artista
urbano francés ganador del TED Prize en 2011, que ha hecho intervenciones en las favelas de Río de Janeiro o el muro de Jerusalén), México tiene especial
protagonismo. Aquí, en Ciudad Juárez, nació la primera acción masiva, cuando
en 2011 mil ciudadanos ofrecieron sus retratos para que fueran colgados en la frontera
con EE UU y hablaran, de paso, del lado positivo de la ciudad. Además, es el país que más
ha participado (además de Juárez, Mérida, Campeche, León, Monterrey, Cancún,
Chihuahua y Ciudad de México) y el mensaje del proyecto (“¿Qué haces para
cambiar a México?”) pretende aportar esperanza mientras la sociedad mexicana se resiente de la desigualdad y de la violencia.
El polémico monumento Estela de Luz de la capital servirá el viernes a las 21.00 para proyectar los retratos. Durante este mes funcionará todos los días de 22 horas a medianoche y los fines de semana de medianoche hasta las dos de mañana. En Inside
Out Project DF también participa el Centro Cultural España, con retratos de
mujeres de su programa Medea Material, un proyecto para concienciar contra la
violencia de género.
Además de las ciudades mexicanas, en Inside Out Project
toman parte Madrid, Atenas, Londres, Aveiro (Portugal), Lima, Santiago de Chile,
Austin y Nueva York (EE UU), Bandung
(Indonesia), Brisbane, Cairns,
Melbourne, Sydney y Woodford (Australia), Casablanca (Marruecos), Provincia de
Hainan (China), Mulhouse (Francia), Nicosia (Chipre), Seúl (Corea del Sur), y
Etiopía.
La noche del 15 de septiembre México se convierte en una enorme fiesta
teñida de verde, blanco y rojo. Hace 202 años que el país inició su
camino a la independencia de los españoles y esta tradición que condensa
toda la mexicanidad. Te damos algunas claves para que no desentones si es
tu primera vez.
El mes patrio
La independencia de un país
es un hecho lo suficientemente importante como para que no baste un día o
una semana de celebración. En México, septiembre se ha declarado mes
patrio. Para crear ambiente las tiendas, bares, edificios oficiales y
plazas públicas se visten con adornos de la ‘tri’, la bandera tricolor.
En las calles de casi todas las ciudades pueden encontrarse puestos con
trompetas, collares y adornos varios para engalanarse en verde, blanco y
rojo. Los balcones de las casas lucen banderas en las que se lee ¡Viva
México! y los taxis llevan banderines. Todo es poco para mantener alto
el orgullo nacional de 120 millones de personas durante 30 días.
Miguel Hidalgo
Este
sacerdote no sabía las consecuencias que tendría la llamada a la
insurgencia que realizó un día de septiembre de 1810 en la localidad de
Dolores, en el Estado de Guanajuato. En el comienzo no se hablaba de
Independencia pero el levantamiento derivó en una guerra que supuso la
separación del país del imperio español. El acta de independencia de
México se firmó en 1821.
El retrato del cura Hidalgo, con sus
pobladas cejas y su particular combinación de calva y melena larga, está
grabado en la memoria de los mexicanos y estos días puede verse en
banderolas junto al resto de “los héroes que nos dieron patria”, como
dice el Grito actual. En él se recuerda a Hidalgo, José María Morelos,
Josefa Ortiz de Domínguez, Ignacio Allende, Juan Aldama y Mariano
Matamoros.Hidalgo lanzó su proclama en la mañana del día 16 de
septiembre pero no se sabe exactamente por qué - tal vez porque a una
celebración de esta magnitud le pega más la noche y los fuegos
artificiales - el Grito se pasó a la noche del 15. Para el 16 - el
verdadero día feriado - se guarda el desfile del Ejército.
Gachupines
Todo
acto épico necesita de un rival al que vencer. No podemos olvidar que
el objetivo era librarse de la autoridad virreinal así que sí, los
‘malos’ eran los españoles. El término gachupines es una expresión que
servía durante la época de la Revolución - y que aún puede escucharse en
México - para designar a los españoles con cierto tono peyorativo.
Algunos historiadores atribuyen las palabras “mueran los gachupines” a
Miguel Hidalgo aunque también hay otros estudiosos que aseguran que el
sacerdote acompañó el Grito de Dolores de un “‘¡Viva Fernando VII!,
¡viva América y muera el mal gobierno!” puesto que en esos momentos
España se encontraba bajo el control de Napoleón. Si estos días escuchas
gritos de “vamos por los gachupines” no te asustes, es parte de la
tradición.
Chiles en nogada de la Hostería de Santo Domingo
Chiles en nogada
Si los colores de la tricolor llegan a todos los puntos de la República, la comida no podía quedarse al margen. Hay un plato estrella para conmemorar la Independencia que junta el rojo, verde y blanco de la bandera mexicana: los chiles en nogada. El verde lo pone el chile poblano -que está relleno de carne y fruta- cubierto por una salsa blanca llamada nogada y que se prepara con nuez de Castilla. Todo decorado con perejil (verde) y granada (roja).
Los chiles en nogada son el platillo estrella del mes patrio y no pueden faltar en ninguna mesa el 15 de septiembre, puesto que la mayoría de los mexicanos tienen la tradición de celebrar una especie de merienda-cena con familiares y amigos antes de echarse a la calle para escuchar el Grito. En esas mesas seguro que también habrá pozole- una especie de sopa con maíz y carne -, frijoles y chancho (cerdo).
Hace
semanas que los restaurantes ofrecen chiles en nogada, un plato que
solo se prepara en estas fechas. Para aquellos que viajen a la capital
en otra época y no se los quieran perder, siempre quedará la Hostería de Santo Domingo
(calle Belisario Domínguez, 70-72. Colonia Centro) donde desde 1860 se
venden enormes chiles en nogada en cualquier momento del año.
Las
‘chelas’ (cervezas), el tequila y el mezcal se dan por descontados en
todas las celebraciones de estos días. Y el Omeprazol del día siguiente,
también.
Las 23.00 horas
A esa hora comienzan los
10 minutos más esperados del año. En una secuencia perfectamente
planificada, marcada por el protocolo y donde no hay lugar al ‘ahorita’
mexicano, los representantes de los distintos niveles del Gobierno -
jefes de las delegaciones, presidentes municipales, gobernadores de los
Estados y presidente de la República así como los embajadores en las
legaciones en el extranjero - se disponen a lanzar EL GRITO. El Zócalo
de Ciudad de México es el lugar más concurrido pero cualquier plaza vale
para montar la fiesta. En la representación entran en juego una
bandera, una campana y el himno nacional pero lo importante son esos
diez ‘vivas’ a los que los mexicanos responden como una letanía desde
cualquier punto del país:
¡Mexicanos!
¡Vivan los héroes que nos dieron patria!
¡Víva Hidalgo!
¡Viva Morelos!
¡Viva Josefa Ortiz de Domínguez!
¡Viva Allende!
¡Vivan Aldama y Matamoros!
¡Viva la independencia nacional!
¡Viva México! ¡Viva México! ¡Viva México!
Por
supuesto, nada tiene que ver este grito con el que lanzó Hidalgo hace
ya 202 años. A partir de este momento se acabó el protocolo y las guías
para sobrevivir al Grito dejan de ser útiles.
En la Ciudad de México llueve todo el verano. Tanto,
que de junio a septiembre se celebra la tarde en la que el cielo no se pone
negro en minutos para descargar sobre la ciudad una tormenta. El agua anega el
asfalto, inunda las calles y borbotea en los sumideros antes de desaparecer.
Llega tan rápido como se va, salvo en un puñado de casas de tejados de zinc,
los techos de las mil familias que ya viven de la lluvia.
Donde el DF ya no parece el DF y el asfalto se
transforma en una alfombra verde está Tecalipec, en la delegación de
Xochimilco. No hay una mujer en el poblado que no conozca a Daniel Vargas, mexicano
aunque con acento y aspecto yanqui. A Tecalipec, encaramado sobre un cerro, no
llega el suministro de agua, pero es el último lugar en el que Vargas y sus
socios han implantado su proyecto. Un sistema de captación y filtración de lluvia
que permite a las familias recolectar cada año el agua necesaria para
abastecerse durante seis meses.