Marilyn Monroe en el baño (Foto: Cordon Press).
Se dice que los antiguos babilonios (estamos hablando de 2.800 años antes de Cristo) fueron los primeros en desarrollar jabón, mezclando grasas y cenizas.Los egipcios (1.500 A.C.) combinaban aceites animales y vegetales con sales alcalinas para producir una sustancia jabonosa (por mucho que Cleopatra, 1.400 años después, prefiriera la leche de burra). Plinio el Viejo escribió que los fenicios (600 A.C.) lo producían con sebo de cabra y cenizas de madera. Y en el imperio romano, aunque no fueran muy aficionados a los baños, disponían de pastillas para lavarse.
Valga esta breve lección de historia para demostrar que la pastilla de jabón no es, en ningún caso, un producto de última generación. Muy al contrario, apela a lo más tradicional y artesano de la cosmética. Su función primigenia, al igual que algunos de sus ingredientes, ha permanecido inalterable por los siglos de los siglos.
A Paula González esto de hacer jabones le viene de familia. Un día su padre ("químico, alquimista y empresario", explica Paula) le confesó que estaba preparando una marca de jabones y que ella, que estaba estudiando publicidad, sería la encargada del logo y de los nombres. Así nació Olivia Soaps y sus ya famosos jabones de Mirinda, Mojito o La vie en rose. En 2008, antes de ver materializado su proyecto de compañía, el padre falleció. "Al hacer la mudanza de la fábrica me encontré con un montón de jabón, más del que yo había pensado, y me di cuenta de todo el tiempo que mi padre había dedicado a ese proyecto. Vi el invernadero, sus libros, sus papeles, olfatos, hechos por el mismo, las pruebas con las fechas y mucho, mucho jabón... Con 300€ en forma de papel de seda, tinta para la impresora, envíos comunes de correos, y los buenísimos jabones de mi padre, comenzó todo. Diseñé las etiquetas, escogí el color azul, y me abrí un blog. En noviembre de 2008 los jabones estaban online, regalé un montón de muestras a blogueros y los prescriptores y clientes hicieron el resto. En tan solo 4 meses los jabones de mi padre se habían acabado y yo, en paralelo, ya me estaba empapando de fórmulas, materias primas, y propiedades… por suerte había pasado muchos fines de semana de mi vida en el laboratorio de esencias de mi padre".
¿Sigues trabajando tú sola? Somos una empresa muy pequeña, y en realidad, como S.L. no llevamos ni siquiera un año. Yo soy la responsable, de comunicación, de gestión… de todo. Olivia es una empresa en la que trabajan dos personas: Noe, que es la que atiende la tienda física y online, y yo. Los jabones definitivos, esos que han venido para quedarse, nacieron el octubre pasado, al igual que nuestro segundo producto, las velas y las tiendas (online y física). He tardado en darme cuenta que esto no era una afición, que si me tenía que quedar trabajando toda la noche significaba que aquí había un negocio y una marca.
¿Qué tipo de clientes tenéis? ¿Son más digitales o se acercan a vuestra tienda en Segovia? El porcentaje está en un 90% online - 10% offline. Recibimos muchos clientes en la tienda, sobre todo los fines de semana. Es divertido porque todo el mundo que viene, viene a piñón, buscándonos. No estamos en una calle comercial, estamos más bien escondidos en el casco antiguo, y llevamos tan poco tiempo abiertos. Por no tener no tenemos ni cartel. Por suerte la tienda es acogedora y bonita, preparamos té, abrimos las puertas de nuestro patio, y mantenemos el teléfono cerca para ayudar a los que se pierden de camino. Hemos conseguido que a pesar de la localización tengamos muchas y muy buenas visitas. Lo cierto es que necesitábamos un sitio para trabajar, no una tienda, y aunque estamos abiertos todos los días, el objetivo no era tener una tienda física. Posiblemente si esa fuera nuestra meta, no sería sostenible sin una marca detrás, con su distribución correspondiente, y su tienda online.
Entonces se podría decir que, en pleno siglo XXI, has conseguido vivir de los jabones. Si, sin duda. Es lo que tira del carro de todo lo demás, lo que nos hace conocidos y nuestra bandera de calidad. Hemos roto stock de jabones tres veces y, aunque tanto en la tienda física como en la online tenemos muchas otras referencias, nos hemos dado cuenta de que al quedarnos sin ellos no se vendía nada más. No soaps no party.
¿Cual es el jabón que más gusta? Lo estamos midiendo. Al principio era Mojito, Mojito y Mojito. Pero hay algunos con fans muy potentes, es curioso como se autodenominan en Twitter, y en Instagram: los de Mirinda son #mirindalovers, los de Mr. Fantastic los #fantásticos... Además, los clientes les van dando sus propios usos: muchos utlilzan en la cara La Vie en Rose (absoluto de rosa, geranio bourbon, pomelo y rosa mosqueta), algunos hombres usan Heidi como champú (el romero siempre ha sido buenísimo para el pelo)...
Por cierto, ¿cómo se condensa el Mojito en un jabón? Con aceite esencial de hierbabuena y de limón bio y un buen golpe de hierbabuena natural.
¿Hay razones por las que el jabón de tocador es mejor en pastilla que líquido? Uy aqui me puedo alargar*. Para empezar el porcentaje de agua. El jabón es una emulsión, por tanto el agua es necesaria, pero es un ingrediente más, no la base de la fórmula. El porcentaje de agua en un gel, al ser la base principal, puede llegar a un 90% por lo que lo que de verdad es materia prima con propiedades se queda en torno a un 10-25%). Teniendo en cuenta que los dos productos son para usar con agua, esa cantidad es un abuso. Los geles en su mayoría son detergentes con efectos desengrasantes, estos resecan mucho la piel, por lo que luego les tienen que añadir suavizantes, y después aromas, nacarantes, espesantes, colorantes, para mejorar su aspecto, su viscosidad, su textura… eso sin hablar de que al tener más agua necesitan de más conservantes,En el mejor de los casos incluyen algún aceite natural, pero el porcentaje suele ser insignificante y mínimo. El jabón natural es una emulsión de aceites puros, mantecas y aceites esenciales con un alcalino y agua. No es necesario que incluyan detergentes porque ya de por sí limpian, ni suavizantes porque al ser de aceite ya hidratan, ni conservantes pues tienen una vida muy larga (nuestras pastillas aprox. 2 años, 9 meses desde el desempaquetado). Y limpian más: la materia prima está concentrada, no están rebajados con agua.
*Hay geles naturales geniales naturales con base de aloe vera, por ejemplo, que son mayoría de porcentaje de materias primas fantásticas y llenas de propiedades, lástima que sean los menos, y por supuesto los menos comerciales. Por contra hay jabones sintéticos, que son esos detergentes y suavizantes en forma sólida, es decir, mas de lo mismo.
Hay 1 Comentarios
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Publicado por: Capitanfood | 26/06/2013 11:41:35