El comienzo de todo esto

Por: | 14 de marzo de 2012

M-W258 Big Jay McNeely

Esta foto me tiene fascinado. Obra del difunto Bob Willoughby, retrata a Big Jay McNeely, tocando en el Olympic Auditorium, en Los Ángeles. La fecha, atención, es 1951. Es decir, cuatro años antes de que Elvis Presley se convirtiera en fenómeno social y musical. La leyenda épica del rock & roll habla de una música agreste, mayormente negra, que no llegaba al público blanco hasta que Elvis, Bill Haley y demás rompieron las barreras de la segregación racial. Va a ser que no. Por lo menos, en partes de Estados Unidos resultaba perfectamente habitual que chavales blancos acudieran a conciertos de artistas afroamericanos, con el impacto que se puede apreciar: delirio, éxtasis, maravilla.

La foto contiene mucha información. Hay chicas presentes, como se puede apreciar, pero guardan las distancias; sería con Elvis y similares cuando ocuparían las primeras filas. También se aprecia a un policía vigilando: podía ser normal que los chicos WASP del Sur de California fueran a ver cómo un saxofonista del ghetto de Watts se revolcaba por los suelos pero mejor observar atentamente: se empieza con el rhythm and blues y se termina, santo Dios, en el mestizaje.

Un detalle final que habla del poder revitalizador de la música. Big Jay McNeely tenía unos veinticuatro años cuando se cruzó con la cámara de Bob Willoughby, que luego encontraría su nicho en Hollywood. Ambos tenían la misma edad: habían nacido en 1927, a pocos kilómetros de distancia. Pero Willoughby murió en 2009. Increíblemente, Big Jay sigue en activo. El pasado febrero participó en la Rockin’ Race Jamboree, en el Palacio de Congresos de Torremolinos. Octogenario pero se defiende en directo, bendito sea.

   

 

Hay 17 Comentarios

Big Jay consiguió su primer gran éxito en el 49 con el “Deacon’s hop”. Para 1951 su locura saxofónica, su forma de tirarse al suelo y sus eternas notas sostenidas ya eran un referente. El recientemente fallecido Johnny Otis, también del guetto de Watts, fue el padrino de McNelly en sus primeros pasos, componiendo su primer single y ofreciéndole actuaciones en su mítico club Barrel House. Otis, el blanco que eligió ser negro, recuerda en su autobiografía que a Big Jay le prohibieron actuar en institutos y locales mayoritariamente blancos. No se podía permitir que pervirtiera a los jóvenes. Pero aún así aquellos chavales le buscaban y le seguían. Encontraban en su sonido y en su actitud un éxtasis que no les ofrecían por otras vías, y para mayor aliciente, encima estaba “prohibido”.
Tuve la suerte de poder estar ahí en esa reciente actuación en Torremolinos. Fue una bonita lección. Como un abuelo de 84 años se metió a todo el público en el bolsillo desde el primer instante, cruzando el mar de asistentes desde atrás para llegar en frente del escenario y comenzar a tocar entre el público, caminando entre nosotros, mirándonos a los ojos. En esos ojos estaba la historia del rock’n’roll. Al igual que en esta foto rescatada por el maestro Manrique.

Impresionantes ochenta y cuatro añitos los de Big Jay.
Don Manrique, qué puedo decir... Hondonadas de gracias.

ok academicus, pero no era mojaditeria ( no me sale el palabra, ok)
Era specialmente el racismo y el odio de los blancos católicos y otras religiones a los que consideraban inferiores, animales y esclavos que no debieron ser liberados. Ricorda los derechos civiles y la famus canción de jazz ( creo) "que frutos tan raros cuelgan de los árboles, se refería al linchamiento de negros y ahorcados y exhibidos en los árboles , m

La participación de blancos en saraos de negros era muy minoritaria en la América mojigata de Eisenhower. Pocos blancos se atrevían a principios de los 50 a seguir esa música lasciva de los negros. Hubo que blanquearla primero. Lennon no estaba tan equivocado.

ahhhhhhhhhhh! fuego!
qué beletza!
es come si fose un elefant! bello bello!
mmm belísimo!

Mas allá de los comportamientos intransigentes, las conexiones del jazz , el blues , el folk-blues, el rhythm and blues, el soul, el gospel y los spirituals con el country han sido intensas y fértiles.Y siguen vivas.

Sin desmerecer los argumentos que se exponen aqui, tampoco hay que olvidar la corriente country. Mucho Hank Wiliams y mucho hillbilly de finales de los cuarenta es rock and roll con otro nombre. Aparte de la discriminación racial, también había clasismo: si lo canta basura blanca, sospechoso

Eso mismo.Good Rocking Tonight, Mr.Avín.

Negro y Blanco, pues...

Es cierto, yo me estaba remitiendo a una época posterior, de visibilidad consolidada y estrategias comerciales "normalizadoras", y Javier habla de un, ejem, Pecado Original que se encuentra en la raíz misma de todas las falsificaciones y travestimos culturales "a posteriori" que aún cuelan como gramática parda en la mitología oficial del rock & roll y sus orígenes...

Querido Avín : en el arranque de todo esto, en los cuarenta , la fracción blanca es muy escasa: aumenta en los cincuenta y los sesenta(que es el momento dialógico por excelencia).Desde mi perspectiva , esta es una historia en Negro y Blanco. Y por supuesto, me gustan Elvis, Buddy Holly, Cash y Vincent pero me parece una barbaridad que The Treniers sean todavía un grupo excéntrico......

Javier incide sobre el aspecto moral de la construcción del Mito Fundacional, y es de ley recordarlo: Sam Philiphs, Jerry Wexler y los Ertegun, los hermanos Chesky... no eran lo que llamaríamos unos filántropos, ni concebían su negocio como una fuente de recalibración socio-económica para sus artistas, más bien se acogían al derecho de pernada que les ofrecía tanto racismo institucional cotidiano. La América atómica y pulcra de Eisenhower tuvo que esperar a la fabricación de una versión aceptable, casi disneyficada, de los muchos placeres explícitos contenidos en los race records, para asumir la llegada del Big Bang de la cultura juvenil y su banda sonora tan "nigger-loving". ..

Hipsters, White Negroes, Mezzrow-itis: da lo mismo... 51' o 53' (la fecha importa, pero no tanto como para desmontar el argumento central de lo sugerido por DAM), esta historia es definitivamente en Blanco y Negro desde su arranque, un zigzagueante diálogo interracial trufado de contradicciones, desencuentros e incongruencias de alto voltaje, pero sin el cual no se nos harían reconocibles muchos de los resultados artísticos más notables generados en su impactante estela...
La foto, por cierto, sirvió de ilustración para un maravilloso artículo de David Gates http://www.electricearl.com/dws/bighorn-newsweek.html, http://www.thedailybeast.com/newsweek/2008/02/09/it-s-a-white-thing.html que se hace eco de toda esa distorsión primigena, y el apasionante juego de máscaras que generó entre los músicos negros pioneros y la crítica cultural de su tiempo, empeñada en creerse sus propios estereotipos sobre la "autenticidad" primitivista de aquellos.

De ignorancia , rapiña y discriminación racial, se entiende, una combinación mortífera para quienes construyeron esta música-incluídos los músicos blancos como Harry the Hipster Gibson: todo el mundo conoce a Jerry Lee Lewis pero casi nadie a Gibson.¿ De qué historia hablamos cuando hablamos de la Historia de todo esto?

Señor Manrique: Va a ser que sí.Pero hay que ir más atrás(1942-1950).Race Records.Rock Before Elvis.La Gran Mentira fue el fruto de la ignorancia y la rapiña: Antes de Elvis no hubo nada, dijo John Lennon, una idiotez a exponer en el museo de la estulticia moderna.A mediados de los cuarenta, cuando los boppers y los rockers construyeron todo esto, muy pocos blancos cruzaban las vías del tren.

El pie de foto pone 1953 y he estado investigando en la red. Es cierto que en muchos sitios pone que la foto es de 1951. Sea cual sea la fecha, la evidencia es contundente: Antes de que llegara Elvis, ya había chicos blancos desmadrándose con la "race music". Muy impactante, Manrique

Qué buena foto, y qué buena disección del maestro Manrique. Auténtica música del diablo para enloquecer a la blanca concurrencia. Y, atención, que el hombre ni siquiera necesita micro. Por esos años, otra rama de la música que generalmente hacían músicos de raza negra, se dio en llamar Bebop, y también enloquecía a la audiencia en pequeños clubs y rompía los moldes de la ortodoxia.

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Sobre el blog

¡Tanta música, tan poco tiempo! Este blog quiere ofrecerte pistas, aclarar misterios, iluminar rincones oscuros, averiguar las claves de la pasión que nos mueve. Que es arte pero, atención, también negocio.

Sobre el autor

Diego A. Manrique

, en contra del tópico que persigue a los críticos, nunca quiso ser músico. En su salón hay un bonito piano pero está tapado por montañas de discos, libros, revistas. Sus amigos músicos se enfadan mucho.

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