Planeta Manrique

Sobre el blog

¡Tanta música, tan poco tiempo! Este blog quiere ofrecerte pistas, aclarar misterios, iluminar rincones oscuros, averiguar las claves de la pasión que nos mueve. Que es arte pero, atención, también negocio.

Sobre el autor

Diego A. Manrique

, en contra del tópico que persigue a los críticos, nunca quiso ser músico. En su salón hay un bonito piano pero está tapado por montañas de discos, libros, revistas. Sus amigos músicos se enfadan mucho.

El Amplificador

En el vicio va la penitencia

Por: | 27 de marzo de 2012

Discos
Otra vez el blues del arrepentimiento, otra vez las mudanzas. Los profanos tienden a maravillarse ante los coleccionistas de discos, creyendo que chapotean en un Edén de placeres inagotables. En realidad, nada hay que envidiar y sí bastante que compadecer: una colección de soportes físicos hipoteca la vida al vicioso. Imaginen un pulso entre el monstruo que crece imparable y la necesidad de mantener un lebensraum, un espacio vital. Una lucha perdida que le obliga a dividir la colección y, sí, a mudarse cada equis años.

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"Siempre he sido muy débil a las francesas que tocan instrumentos..."

Por: | 22 de marzo de 2012

Chat con Manrique del 20 de marzo de 2012

Bob-MarleySeLeProhibióActuarEnMadridA Bob Marley se le prohibió actuar en Madrid


Diario Plof

1. 20/03/2012 - 17:08h.

El próximo domingo R3 celebra su Radio Encendida. Con la mano en el corazón ¿echas de menos no estar en la Casa Encendida?

Pues creo que no, no tengo nostalgia por ese tipo de eventos. Pero el domingo eché una mirada a la página web de los oyentes -radiotres.org- y el contador de "dias sin Ambigú" había llegado a 600. No sé que tienen las cifras redondas pero en ese momento me sentí muy, muy frustrado.

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Humillando a los Rolling Stones

Por: | 21 de marzo de 2012

  JamesBrown+MickJagger

Alba Editorial acaba de traducir Jagger. Rebelde, rockero, granuja, trotamundos, el libro sobre Mick Jagger que firma Marc Spitz. Más que una biografía convencional, Spitz estudia la imagen pública de MJ y los puntos decisivos en su carrera. Se dedica todo un capítulo  a la primera visita de los Rolling Stones a EEUU, en 1964. Es,ya saben, el comienzo de su historía de amor con el país de Muddy Waters y, ay, la hora de algunas lecciones tan duras como imprescindibles.

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La guerra secreta del franquismo contra el pop

Por: | 19 de marzo de 2012

HendrixYa estoy imaginándome a los trolls. Teclea algún  niñato que vaya pesadez, que siempre a vueltas con el franquismo. Le refuerza un veterano de colmillo retorcido que asegura que no, aquello no fue tan malo como ahora se cuenta. Entre la amnesia colectiva y los intereses inconfesables, todavía quedan áreas desconocidas de la vida bajo el franquismo. Ahora, un libro enciclopédico ilumina un aspecto de la tenaz contienda del régimen contra cierta música pop. De los Beatles para abajo, todos los artistas sufrieron la tijera.

Y eso es lo que detalla Veneno en dosis camufladas (Milenio), un tomo de erudición enfermiza donde Xavier Valiño detecta y pone en evidencia centenares de casos de censura, torpes o sofisticados. Valiño ofrece información inédita, lo que nos da idea de las prioridades de los estudiosos: solo han investigado la censura en el cine, el teatro, la literatura y  la canción politizada. De hecho, el título del libro está extraído del reticente informe de un funcionario sobre el repertorio del cantaor Manuel Gerena. Pero poco sabíamos sobre los mecanismos de control de las ediciones discográficas. Solo conocíamos algunos casos escandalosos, discos donde resultaba obvio que la censura eliminó canciones, cambió portadas e incluso tapó versos molestos con pitidos.

En la caverna de los documentos

PortadaswhoEn 2007, José Manuel Rodríguez –en antena, simplemente Rodri- preparó un  librito con dos CDs ilustrativos, Una historia de la censura musical en la radio española, basado en los archivos de RNE.  Recordemos que muchas canciones se vendían en las tiendas y se interpretaban en directo pero, teóricamente, tenían prohibido su acceso a las ondas, aunque eran “amnistiadas” si se modificaba el texto, como ocurrió con el célebre  “apoyá en el quicio de la mancebía”, de la tan lorquiana Ojos verdes. Sin embargo, existía un filtro previo al radiofónico, donde se determinaban los vinilos que podían comercializarse en España.

Y funcionó a toda máquina desde 1966 hasta que perdió fuelle,  tras causar baja el Vigía de Occidente. El Archivo General de la Administración, en Alcalá de Henares, conserva el testimonio (incompleto) de su celo. Toneladas de expedientes con las denegaciones de canciones, los recursos de las editoras y demás correspondencia oficial. Según la contraportada de Veneno en dosis camufladas, el autor ha identificado 4.343 canciones a las que se puso luz roja, aparte de unas 564 que fueron permitidas tras insistir las discográficas en su inocuidad, aparte de 150 cambiazos gráficos.

 Los guardianes escudriñaban las carpetas pero también las letras en cualquier idioma. Valiño demuestra, hasta la extenuación, que el tamiz gubernamental era implacable: se aplicaba por igual a desconocidos grupos holandeses y a las superestrellas anglosajonas.

Ojo con Lennon  y Dylan

Parecían extremar la precaución ante supuestos líderes de la contracultura, tipo Zappa o Dylan (si supieran la verdad…). También John Lennon y Yoko Ono despertaban antipatía: las “fuerzas vivas”  consideraron un insulto nacional que se casaran en ese pedazo de la península llamado Gibraltar; en varias recopilaciones se quitó The ballad of John and Yoko, tema de los Beatles donde se narraba aquel episodio. Lennon y su esposa fueron objetivo preferente de las “atenciones” de los cancerberos pero también atacaron al beatle modoso, Paul McCartney.  Manson

Valiño cubre los forcejeos de las disqueras, obligadas a pelearse por artistas potencialmente vendedores;  las discográficas más protestonas conseguían algunos veredictos favorables. Queda constancia de extensas cartas de José Luis Gil, entonces directivo de CBS, que recurría incansable contra decisiones bárbaras: pretendían cargarse seis de las catorce canciones de Blonde on blonde, de Dylan. Contra otro intento de mutilación, la  discográfica alegaba las peculiaridades del propio artista: “deben tener en cuenta que Bob Dylan es un cantante oscuro en lengua inglesa y al cual no es demasiado fácil entender ni aun siquiera por los propios americanos debido a su dificultad en la pronunciación".

Ese cantautor llamado Charles Manson

CBS también utilizó con éxito la coartada artística. En un país sexualmente reprimido, que vetaba cualquier representación contemporánea del cuerpo humano desnudo, sí se permitieron las abigarradas pinturas de Mati Klarwein, repletas de opulentas mujeres sin ropa, utilizadas por Santana, Miles Davis o los Chamber Brothers. Por el contrario, Información y Turismo se opuso a los discretos pechos de la Eva tentadora de Under the jasmin tree, del minoritario Modern Jazz Quartet, empujando a Hispavox a confeccionar otra portada aséptica.

Y eso que Hispavox intentaba ganar puntos ante el Ministerio. En 1970, su presidente ejerció de chivato: comunicó al Director General de Radiodifusión y Televisión que habían recibido una oferta para lanzar Lie, colección de canciones del siniestro Charles Manson. Proclamaba que había desechado el “inmoral negocio”, incluyendo copia (y traducción) de su correspondencia con la empresa estadounidense. La denuncia no impidió que el citado elepé fuera finalmente publicado por Movieplay, compañía relacionada con –atención- la elite financiera  del Opus Dei. Lo maravilloso de la historia de este país, saben, es que nunca deja de provocarte calambres de pasmo.

John Peel en el Festival de Benidorm

Por: | 16 de marzo de 2012

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A principios de mes, la BBC anunciaba que un ala de su rehabilitado cuartel general, en el centro de Londres, se rebautizará como la Peel Wing, en honor del lacónico John Peel (1939-2004). Un bonito detalle, sobre todo sabiendo que hubo una época miserable que la emisora pública hoy prefiere ignorar: cuando Peel estuvo a punto de ser defenestrado por un director, perteneciente al escuadrón de la muerte de Margaret Thatcher. Me enteré cuando acudí a la misma Broadcasting House, para invitar a Peel al Festival de Benidorm.

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El comienzo de todo esto

Por: | 14 de marzo de 2012

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Esta foto me tiene fascinado. Obra del difunto Bob Willoughby, retrata a Big Jay McNeely, tocando en el Olympic Auditorium, en Los Ángeles. La fecha, atención, es 1951. Es decir, cuatro años antes de que Elvis Presley se convirtiera en fenómeno social y musical. La leyenda épica del rock & roll habla de una música agreste, mayormente negra, que no llegaba al público blanco hasta que Elvis, Bill Haley y demás rompieron las barreras de la segregación racial. Va a ser que no. Por lo menos, en partes de Estados Unidos resultaba perfectamente habitual que chavales blancos acudieran a conciertos de artistas afroamericanos, con el impacto que se puede apreciar: delirio, éxtasis, maravilla.

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Rockeros y 'strippers', hermanos en la noche

Por: | 12 de marzo de 2012

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Mötley Crüe actuando en febrero en el Hard Rock Hotel de Las Vegas. Foto de Eric Kabik

 

Paren las máquinas: Vince Neil, cantante de Mötley Crüe, anuncia que abre un palacio del strip-tease en Las Vegas, donde ya controla un salón de tatuaje. Tiene su lógica: de las bandas ochenteras, ninguna hizo más por legitimar a strippers, figuras del porno y actrices neumáticas como accesorios indispensables del "rock de peluquería". Antes que los raperos, ellos convirtieron a las profesionales del erotismo en símbolos de estatus.

Le empuja una voluntad estética, advierte Neil. El local se llamará Girls Girls Girls, como su éxito de 1987. Las empleadas “parecerán salidas de un vídeo musical: calientes, provocadoras y atrevidas”. No sonara “house aburrido”, todo será rock, “incluyendo a Mötley Crüe”. Máximo nivel, oiga. Y nada de desmadres, que también lo quieren convertir en un reality show.

¿Sueñan los androides con strippers eléctricas?

La noticia me llega mientras releo Strip tease,  delirante novela de Carl Hiaasen sobre ese mundillo en Florida. En la historia abundan los conflictos entre el propietario del local y las chicas, incluyendo la música. Ellas prefieren rock y  soul mientras que el encargado requiere ritmos mecánicos que animen las consumiciones rápidas. El encargado de seguridad, un hombre-montaña, tampoco soporta el hip-hop: tras veinte minutos de MC Hammer, asalta la cabina del DJ, se mete el CD entre los dientes y procede a triturarlo.

En Strip tease se sugiere la atracción fatal entre las bailarinas y las estrellas del rock. Una  de ellas,  cada noche cree reconocer a un famoso de incógnito. Puede ser el pionero Carl Perkins o incluso Keith Richards. Sigue una conversación en que las otras strippers dudan de esa identificación. Además, suspira una, “los Stones no usan bailarinas”. Ah, si fuera Rod Stewart: “siempre hay bailarinas en sus vídeos".

 

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Permítanme recomendar los libros de Hiaasen: hay varios en español, aunque desconozco la calidad de las traducciones. Se encasilla a Hiaasen como autor de novela negra y, sí, hay asesinos, policías, jueces y abogados pero dibujados por un humorista salvaje, que cuela así hirientes críticas al Estado de Florida. Ignoren a Michael Moore y demás tábanos mediáticos. Hiaasen es the real thing: incluso arremete contra el imperio Disney. Casi un sacrilegio.

Azúcar y cocaína

En Strip tease, se ceba con los políticos locales, demócratas o republicanos,  cristianos de boquilla que se permiten sus excesos en la intimidad; cuentan con fixers que barren los platos rotos. En Florida se benefician de infames alianzas con la industria azucarera. Escribiendo en 1993, Hiaasen explica que el precio al por mayor del azúcar estadounidense alcanza los 23 centavos por libra, mientras que el procedente del Tercer Mundo solo cuesta 12 centavos. El big sugar convence a los congresistas de Washington para que mantengan imposibles tarifas aduaneras y subvencionen la producción propia.

Empresas diabólicas, recalca Hiaasen. Practican una variedad del esclavismo, al contratar a temporeros de países caribeños. Y polucionan los acuíferos que rodean a sus ingenios azucareros. Semejantes denuncias, en el contexto de Florida, son extremadamente radicales. En Into the badlands (1), magistral colección de encuentros del inglés John Williams con escritores de EEUU, Hiaasen solicita una y otra vez que no se le retrate como un comunista.

No lo es. No se permiten comunistas en el Miami Herald, donde Hiaasen destacó por su cobertura de las guerras de la cocaína y la asombrosa corrupción institucional. Según el patriarca Elmore Leonard, esos reportajes fueron esenciales para su aproximación a la subcultura criminal de Miami. Con el éxito, Hiaasen dejó las calles y ascendió a columnista con permiso para clavar dagas verbales. Pero será recordado por sus alucinadas narraciones, donde pululan personajes tan grotescos como Jesús Bernal, aprendiz de terrorista despedido de todos los grupos radicales cubanos por su inigualable torpeza. O Tommy Tigertail, indio seminola enriquecido por el vicio de los rostropálidos por el bingo.

Secretos de profesional

El realismo no es el fuerte de Hiaasen. Pero apetece creer que existió una stripper como Erin Grant, la honrada protagonista de Strip tease, que baila con música de Van Morrison, Jackson Browne o la Allman Brothers Band.  Le costó adaptarse al oficio: ella, antigua secretaria del FBI, obligada a ganar dinero veloz por un divorcio cabrón. Vomitaba y lloraba antes de salir a bailar. Hasta que encuentra un método:

“Una vez en el  escenario, el truco era soñar que la música la llevaba lejos. Por eso era tan picajosa con las selecciones: las canciones tenían que contar algo. Si sentía que las cosas estaban en su punto, su horrible ansiedad se derretía y Erin se distanciaba maravillosamente de lo que la rodeaba. Olvidaba que estaba dando saltos en pelota picada ante un local lleno de borrachos. En la fantasía de Erin, los hombres del público aplaudían sus patadas al cielo y sus giros fluidos, no las curvas de su culo”.

Erin olvida al público y se rinde a la música: “cuando Van Morrison cantaba Moondance, era Erin la que bailaba bajo la luz de la luna”. No más disparatado que ese strip club de Exotica, la película de Atom Egoyan, donde suena Leonard Cohen.

 
Strip tease fue filmada en 1996, a mayor gloria de Demi Moore, que realiza un curioso strip al revés (se viste mientras sale de la ducha, con Annie Lennox de fondo). Tiene muy mala fama esa versión cinematográfica, aunque algunos alegan que su recepción fue contaminada por el desastre previo de la sórdida Showgirls, de Joe Esteras y Paul Verhoeven, situada en el mismo negocio, pero en Las Vegas. Ciertamente, Vince Neil ha ido a parar al lugar adecuado: Babilonia para toda la familia.

 (1) Hay edición española de Into the badlands, aunque nunca he tenido una copia en la mano. Se tituló Viaje al sueño americano y lo publicó  Edicións Alfons el Magnànim-IVEI.

Respondiendo a Zoe Valdés

Por: | 09 de marzo de 2012

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Solo tres cosas seguras hay en este mundo. La muerte, los impuestos y el avispero cubano. Si escribes sobre Cuba y te desvías un milímetro de cualquiera de las dos ortodoxias, date por vapuleado. El castrismo todavía tiene musculatura intelectual, con sorprendentes reflejos. A finales del siglo pasado, publiqué en este periódico un reportaje liviano sobre la timba cubana. En mala hora.

UNA MALDAD HABANERA

En mi siguiente visita a la isla, descubrí asombrado que me evitaban antiguos conocidos. No comprendía la razón de que fuera tratado como un zombi radioactivo. Hasta que alguien se apiadó y me pasó una copia de El Caimán Barbudo, la “revista cultural de la juventud cubana”. Allí, mi articulito había merecido el honor de una portada y varias páginas. Se refutaban mis comentarios, aunque alardeaban de deportividad: también reproducían mi texto original.

Deportividad…¡aparente! Como en El Caimán Barbudo conocían en qué círculos habaneros me movía (TODO se sabe en Cuba), encargaron la respuesta precisamente a un amigo mío, un musicólogo parlanchín. Cuando nos encontramos en aquel viaje desdichado, al hombre le temblaba la voz. Le obligaron, me explicó, no quería hacerlo. Y debo creerle: si hubiera deseado dañarme seriamente, disponía de munición más gruesa. Pero ahí queda el maquiavelismo de la dirigencia cubana: enfrentar a dos amigos y, lo principal, mandar así un aviso a músicos revoltosos que mantenían discursos divergentes en Madrid y en La Habana.

ELLA COGIÓ MONTE

Ahora recibo pellizcos de la otra orilla. La novelista Zoe Valdés responde vía Eskup a mi columna sobre Guillermo Cabrera Infante y su noche con Marlon Brandon en La Habana de 1956. Luego, agrupa esas puntualizaciones como comentario a mi entrada en Planeta Manrique. Por si alguien no se enteró, lo publica en su blog. Pura cubanía: impresos por triplicado.

Quizás no me expliqué con suficiente nitidez para Zoe. Solo tengo admiración por la labor de Antoni Munné, el recopilador de El cronista de cine. Yo lamentaba cierta tendencia mediática, muy evidente en vida de Guillermo, a retratarle como El Anticastrista de Guardia y aparcar, en segundo plano, su torrencial labor creativa. El subtexto venía a decir: déjale hablar y se te quitan las ganas de leer sus libros. Igual no ocurre lo mismo en la douce France de Zoe; eso lo escuché con estas orejas en la redacción de un medio potente español.

Sospecho que no ayuda retratar al castrismo como ese oso que suelta un zarpazo automático cuando advierte la cercanía de cualquier bichito incordiante. No: sabe graduar las respuestas, concede licencia para disidencias tibias y, en algunos casos, tolera la huida de sus enemigos. El propio Cabrera Infante, en palabras citadas por Munné,  cuenta lo ocurrido durante 1962 en tercera persona:

“A la manera bolchevique, es desterrado de la capital política. Pero La Habana es todavía una versión latina de Moscú y en vez de exiliarlo en Siberia, es enviado de attaché cultural a Bélgica”.

Pocos años más tarde, a Reinaldo Arenas no le mandan a una embajada sino al infierno del Morro. Diferentes expedientes, cierto, pero coinciden en que habían publicado un único libro cuando comenzaron a resultar incómodos. No establezco categorías de victimas: solo pretendo huir de tópicos y entender la Historia.

PUES VA A SER QUE NO

Sí debo discrepar de Zoe Valdés en cuestiones sonoras. Asegura: “La conga es la música, el estilo musical. Tumbadora o bembé es el tambor, el tipo de tambor.” Disculpe  pero está equivocada. Debe usted repasar a sus clásicos, como el gigante de la antropología cubana, Fernando Ortiz:

“Se le dice conga a un tambor afrocubano; pero también se aplica esa palabra a un baile, a un canto, a la música que se toca, baila o canta con ese percusivo y a las comparsas que usan tales instrumentos. Una conga quiere decir un tambor de los que se usan para tocar conga, o la música de marcha o de baile así denominada”.

Conga es, según Ortiz, un género festivo, un tipo de agrupación, un baile y una variedad de membranófonos. Conga y tumbadora son esencialmente el mismo instrumento, aunque pueda haber una diferencia de centímetros. Tumbadora es  un hermoso término que, sin embargo, contiene trampas para anglohablantes. Así que jazzmen y rockeros usan internacionalmente la designación de conga para esos tambores, aunque se preste al equívoco con el baile: repase los créditos de los infinitos discos de Carlos Santana, Ítem más. Mire en la web de LP, principales proveedores mundiales de percusiones: lo que ofrecen en su catálogo de productos son “congas”.

VAQUEROS DEL MALECÓN

Cierro con la lección de jerga cubana de Valdés: "en la época en que GCI escribió esa crónica de Brando no se le llamaba yuma a los americanos, así de esa manera. Eso vino después." Amén, pero yo estoy escribiendo desde 2012, incluyo asuntos posteriores a 1956 y, para evitar referirme a Marlon como “americano” (sic), “estadounidense” o el despectivo “gringo”, recurrí a “yuma”, bonita muestra de la inventiva cubana. 

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Según El habla popular cubana de hoy, el uso de “yuma”  deriva de la pasión isleña por el cine del Oeste: en algunos westerns se mencionaba a Yuma, pueblo de Arizona. Imagino que fue decisiva 3.10 to Yuma, película que en España se llamó El tren de las 3.10. Estados Unidos pasó a denominarse “la yuma” y “yuma” se convirtió en adjetivo para referirse a lo estadounidense. Semejante explicación,  tan cinéfila, me sigue pareciendo muy guillermocabrerainfante.

Los internautas preguntan a Diego A. Manrique

Por: | 08 de marzo de 2012

Hola diego, ¿cuál es tu sello discografico favorito?. Saludos

Admiro profundamente la documentación,el sonido, la ambición del sello británico ACE. Es una pena que se centren en los años 50 y 60, deberían aplicar sus métodos a músicas más recientes.

Buenas Diego. Recomiéndanos algún disco reciente que te haya impactado. Gracias.

Del Reino Unido, Jonathan Jeremiah y su "A solitary man". Es un cantautor blandito pero tiene orquestaciones de vocalista ligero de mediados de los sesenta. Y funciona!

Hola Diego. No es fácil encontrar novelas de Elmore Leonard en este pais. ¿Me recomiendas alguna para hincarl el diente? ¿Cómo carajo se tradujo Get shorty en España? gracias

No exageres! Es verdad que hay poco de lo mejor de Leonard (las novelas de Detroit) pero acabo de mirar en lecturalia.com y hay 14 títulos. Get Sorty se bautizó -y tenía sentido el cambio Cómo conquistar Hollywood. La película también estaba bien y la BSO era soberbia.

Hola Diego. ¿Qué te parece Quique González? Gracias.

Gran, gran artista y MEJOR PERSONA. Pero se deja llevar por instintos dudosos. Ha convertido algunos vicios en señas de identidad y la mitificación no le ayuda. Necesita un Control de Calidad pero muy serio. Y porfa, que no carguen contra mi los fans de Quique. No digo más de lo que cuentan muchos de sus admiradores reconocidos en el libro de Eduardo Izquierdo (66 rpm).

Play Misty for me, la película de Clint Eastwood con una fan asesina que persigue a un locutor de jazz. ¿Has conocido a gente peligrosa en tus años de radio?

"Escalofrio en la noche", creo que se llamó aquí. La radio, por su intimidad, atrae a mucha gente solitaria. En los viejos tiempos había mucha leyenda de damas que ofrecían sus favores a locutores carismáticos. Algo de eso vi en Onda 2, de Radio España- Con el traslado a R3, en Prado del Rey, la temperatura erótica bajó mucho. Aquello es el quinto pino y no dejaban entrar a cualquiera.

Hola Diego. Estoy leyendo un libro que se llama 'Psicodelia y ready-made' de un tal Diedrich Diederichsen, sencillito. No se si conoces el texto, autor, pero presenta un recorrido por la contracultura a través de la música y la estética. El tema me interesa, pero me resulta farragoso y quería preguntarte si conoces algún autor que estudie las estéticas en clave psicológica, estética, cultural. No se si me explico, ni si es este el foro, pero bueno...ya lo he dicho. Gracias

Busca libros y articulos de Joan Carles Usó, que ha investigado mucho sobre la psicodelia en España, como movimiento cultural y social. En sus bibliografias encontraras muchas pistas.

¿Cuáles son sus críticos musicales españoles preferidos? ¿Quién considera que tiene una voz propia, que merezca la pena escuchar o leer?

Leo con admiración y desasosiego a Jaime Gonzalo. Me asusta, me admira, me entristece su frustración ante los limites de la profesión y los pies de barro de la cultura rock.

¿Por qué se considera a Los Llópis los fundadores del rock en España?

Los cubanos Llopis fueron de los primeros en adaptar éxitos del rock and roll al castellano. Y viajaron a España. Desde luego, no compartían actitud rockanrolera: era una orquestina de sala de fiestas. Es lástima que incluso en Cuba estén olvidados: hay libros donde se les menciona de pasada como los Yopis o los Llopys....

Un libro que te haya dejado huella por siempre. Gracias

Insisto: Tres Tristes Tigres, de Cabrera Infante. Me enamoró su uso del lenguaje, su evocación de La Habana golfa, su sensualidad. Tiendo a leerlo cada pocos años, como La Conjura de los Necios.

Dicen que el nuevo disco de SINEAD O'CONNOR es el mejor desde sus inicios, me refiero a HOW ABOUT I BE MINE. ¿Qué te parece?

Tengo un ángulo ciego con Sinèad. Historias cercanas: enamoró a un amigo francés. Hasta tal punto que dejó su trabajo en París y se fue a Londres, dispuestoa vivir con ella. Cuando llegó, descubrio que -para ella- todo había sido una aventura de gira. Tal como lo contaba, Sinèad no se portó bien.

¿Cuál es tu opinión del último disco de Mark Lanegan?

Me gusta...más de lo que quisiera. Me refiero a que tengo rechazo a los malditos de Visa Orfo, a ese personaje de Príncipe de la Oscuridad. Pero me ha convencido e incluso estoy preparando un podcast que parte de una de sus canciones.

¿ La ópera y la mùsica clasica se ha perdido para siempre ?

Aparte de los barrocos y, al otro extremo, la vanguardia del siglo XX, no soy muy partidario. Son prejuicios, evidentemente. Una música mantenida para consumo de (en gran parte) la clase alta pero pagada por todos...me sale el punto demagógico, lo siento. La grandeza de las músicas populares es que no reciben subvenciones y que viven del mercado. Ya sé que hay mucho que hablar al respecto pero ahi lo dejo.

Creo que escribiste un libro sobre Antonio Vega. ¿Dónde se puede conseguir?

Olvídalo. Mi libro era breve y banal. El que tienes que buscar es "Antonio Vega-Mis cuatro estaciones" (Lunwerg), de Juan Bosco. Los retratos de la vida de Antonio en un chamizo, sin cuidar la alimentación, montando un tren de juguete...brrrr!

Sr. Manrique: Primero, añoro El Ambigú, un regalo para los oídos, que amenizaba mi jornada laboral. Segundo, agradecerle que, de vez en cuando, recuerde en su columna en El País a Los Doors. Es agradable leer algún artículo crítico que va más allá de las escuetas notas de prensa sobre la última re-remasterización e interesante porque ud. ha seguido los desatinos de Manzarek&cía en los últimos 40 años. ¿Todavía conserva el ejemplar del poemario An American Prayer autografiado por el propio Morrison? ¿Qué opina?

Están muy vivos los Doors (y no es un chiste). Si, conservo el libro autografiado: ¡no presumí nada ante los amigos de mi hijo, a los que les tocó el relanzamiento de Morrison via Oliver Stone!

Ayer, en la mesa redonda de Alicante que hiciste, me chocó la frialdad que Kiko Veneno manifestaba sobre Raimundo y Rafaelillo Amador. ¿Tienes una explicación?

Hmmmm, yo no lo vi asi. Lo que Kiko contó fue su desencanto ante el escaso interés de los Amador por la cultura que a él, payo hippy, le interesaba. Me pareció conmovedor que Kiko contara que ayudó a alfabetizarlos: "aquellos gitanos, cuando aprendían a firmar su nombre, dejaban el colegio. Eran muy precoces en todo".

¿Ha leído usted la novela de Thomas Pynchon "Vicio propio" (Inherent vice)?¿Si es así, qué le parece la apabullante información que contiene sobre el panorama de la música californiana hacia 1970?

Literarios estamos! Tengo muchas ganas de pillarlo. Debo reconocer, sin embargo, que algún libro de Pynchon se me ha atascado a las 300 páginas y todavía está allí, en el montón de los Trabajos a Terminar. Que feo, ahora que lo pienso, hablar de Trabajos cuando deberíamos hablar de Placeres. Pero Pynchon tiene muchos de los vicios de la contracultura, del elepé triple y tal....

Vuelve ahora Ana Curra. ¿Qué recuerdas de lo que hacía con Alaska o Eduardo Benavente hace ahora 30 años?

Buf! Era la sex bomb de la, perdón, movida. Cuando te enterabas que la vestimenta sado-maso de la portada de El Acto se la hizo ella (no había tiendas de fetish clothing), se nos desataba la imaginación. Luego, una vez superada la etapa de viuda en duelo, demostró mucho valor al enfrentarse con las radiofórmulas y romper con la linea pop de sus amigos ex Pegamoides.

Hola Diego, una pregunta, ¿qué te parece el gallego Emilio José?, el actual, no el crooner romantico-festivo de hace años. Descubrí casualmente el Chorando Aprendese en Spotify y me pareció que detras de todo aquel caos hay un talentazo. Gracias

Coincido contigo! Aparte, merece el título de Justo Entre Los Hombres. Participó en la primera edición de El Amplificador, el programa que hice aquí justo cuando me dieron la patada de Radio 3. Aportó un tema inédito, como todos los demás. Hubo artistas que no se atrevieron a colaborar, temerosos de crearse problemas con RTVE. Pobres almas acojonadas....

Lo que cuentas en tu nota sobre el nuevo documental de Marley. ¿Crees que realmente Bob asistuó a la ejecución de uno de los que intentaron asesinarle? ¿Se cuenta eso en el documetal?

No se cuenta, obviamente. ¿Si yo me lo creo? Me cuesta aceptarlo pero Jamaica es una sociedad enferma de violencia y odio. Pienso: caso de que no fuera verdad ¿como explicas que lo cuente un ex manager de Marley? Pero tampoco me dejo convencer del todo....puede que el manager hablara de oídas. Recuerdo una historia del productor Lee Perry, que presentaba a Chris Blackwell, fundador de Island, como un brfujo de magia negra. Perry contaba que le había visto matar una gallina y beber su sangre. Resulta que ese es un ritual bastante frecuente en Jamaica cuando te vas a vivir a una casa nueva.

Diego, ¿ te gusta el sonido motown?, por otra parte me gustaría que me recomendases algunos discos de Jazz. saludos, muchas gracias

Si te gusta el pop, tiene que gustarte Motown: es una de las definiciones del pop. ¿Estás hablando de introducirte en el jazz via Motown? Hay varios discos del sello Blue Note con versiones de éxitos del Sonido Detroit. Toma nota: "Blue Note salutes Motown" "Blue Note plays Stevie Wonder" Hay bastantesvolumenes en la coleccióm. Evita, por cierto, el de Prince.

Tengo mucha curiosidad acerca de el número de discos que puede almacenar en su casa. He leído por ahí que es usted uno de los mayores coleccionistas de este país. ¿Cuál es el último disco que se ha comprado?. Gracias.

Te respondo a lo último. En Londres pillé un doble de Louis Jordan, que es uno de antecesores del rock and roll y el rhythm and blues durante los años cuarenta. Tengo muchos discos de Jordan pero este era baratito y tenía mejor sonido que otros. Respecto a tener muchos discos, hay quien piensa tétricamente al respecto...

¿De qué le sirve atesorar miles y miles de discos? ¿Confía acaso en ser inhumado con ellos y escucharlos en la eternidad del inframundo?

Me justifico,Orfeo. Me digo: "algún día investigaré en este artista/sonido/estilo". Un día serán de mi hijo y, como no es nada sentimental respecto a los objetos, pues terminarán en la basura o en las tiendas de "todo a un euro". That's life, que cantaba Frank.

Te he leido varias veces hablando de tus encuenetros con JOHN PEEL. ¿QUÉ RECUERDAS DEL GRAN HOMBRE DE LA BBC?

La primera vez fue en 1983, cuando le invité al Festival de Benidorm de 1983. Ya sé que suena muy disparatado pero ¡es verdad! Anda, podría dar para una entrada en el blog...."Cuando John Peel descubrió la copla (y los travestidos)".

Hola Diego ¿Crees que la nueva ola-movida fue un momento musical sobrevalorado, o por lo contrario, realmente había grupos que merecían la pena y mucho? ...Como parece que todo el mundo echa por tierra esa época... Gracias

No, había mucho arte...y quizás no tantos buenos productores. La mala prensa de la movida deriva tanto de sus excesos como de la campaña mediática que el PP y sus satélites pusieron en marcha en los noventa.

¿Has escuchado el especial de Radio 3 de San Valentín?. ¿A qué programa te hubiera gustado ir a ti?. ¿Y a quién te gustaría ver en tu programa?.

Me hubiera sentido cómodo en Flor de Pasión. Y me intriga la idea de Gustavo HoyEmpiezaTodo en el Ambigú, pinchando todo tipo de músicas.

Hola Maestro, ¿Qué opinas del Programa Flor de Pasión en Radio 3? ?Crees que es de los pocos que se mantieneen la linea de lo que era antes esta emisora? ¡Saludos!

Ese tipo de preguntas llevan implicitas las respuestas ¿verdad?

Tengo en casa una pequeña "joyita" que es el cuadernillo (6 páginas grandes con fotos) que venía en el lp de Paul McCartney (Red Rose Speedway), en el cual en la última página pone: "Muchas Gracias to all concerned", así escrito en español y siempre me he preguntado que porqué puso eso. Sabrías ¿porqué?. Gracias anticipadas.

McCartney estudió español y, de vez en cuanto, recuerda alguna palabra o expresión. Sabía cantar incluso alguna canción infantil sobre un conejo (no me hagan chistes, que les conozco).

Hola, Diego, después de leer tu entrevista en Jot Down, me llamo la atención tu reflexión sobre el primer indie español (el noise cantado en ingles) Crees que de todo ese movimiento solo ha quedado en la memoria colectiva el Chup-Chup de los Australian Blonde.

Sería indispensable que alguien hiciera una cajita tipo las que edita Soul Jazz, con libro y doble CD, con lo mejor de aquel movimiento. Sonaban grupos que eran puro bochorno pero también había cabezas geniales, que no se desarrollaron demasiado.

Hola, Diego. Puesto que, como me temo, no te vas a decidir a escribir un libro, ¿por qué no publicas al menos una recopilación de tus críticas? Anda, haz el favor.

¡Caramba! Hay articulos que aguantan bien el paso del tiempo mientras que otros se te caen de las manos. Envidio lo que han hecho con las Obras Completas de Gullermo Cabrera Infante, con un primer tomo dedicado a su trabajo como periodista de cine. Acojona comprobar como casi todo ha aguantado el paso del tiempo. No sé si se han desechado los textos más triviales.

Sr. Manrique, con la perspectiva del mundo musical que usted tiene, ¿sería posible crear unas cartas de navegación para creadores y aficionados a la deriva en la espesísima niebla de los bajíos?

Sabes que te diré que son indispensables. Y que yo me apuntaría para que el barco, mi barco, no encallara al confundir el favela funk con el funk carioca...

Hola Diego, un placer saludarte. El otro día tuve el placer de disfrutar en LA2 varios especiales sobre "The Beatles" y "The Rolling Stones". Yo me quedo con los Beatles, pero para ti, ¿Que es lo que diferencia que uno o que otro quede por encima del otro? ¿Que le parece The Band? Para mí es una de las bandas de rock más infravaloradas de la historia.

Resulta obvio que los Beatles tuvieron una paleta estilistica mayor, que cubrieron mayor territorio que ningún otro grupo de éxito. Y lo digo consciente de que los Stones tienen una época pop (65-67) que se suele olvidar. Amo a The Band pero estaban más encerrados en su mundo de América en sepia...

Buenas tardes. ¿Me puedes definir el concepto de "álbum"? ¿Qué canciones elegir y qué canciones dejar fuera? ¿Qué duración ha de tener? ¿Con las tiendas "iTunes" ha vuelto el formato de "single"? Gracias por tu atención.

Originalmente, era una colección de doce canciones. Pero luego nos acostumbraban, en géneros como el flamenco o el country, a diez o incluso menos temas. Luego, con el CD y los skits del hip hop, aparecieron álbumes de veintitantos cortes. Sigo pensando que el contenido ideal está entre 12 y 14 temas, si hablamos de canciones de duración convencional. Es decir, entre 40 y 50 minutos.

¿Crees que leer demasiado sobre música es contraproducente? Me pasa que si oigo las canciones de Springsteen en mi casa tranquilamente, en general, me gustan mucho. Pero cuanto más leo sobre su música y su obra, más contradicciones le veo, y le escucho de otra manera. Doctor Manrique, ¿debo seguir leyendo sobre la música que me gusta o sólo escucharla? ¿hay que pensar la música o sentirla? Con cariño se despide un lector suyo...

¡No te quejes! Dylan tiene dylanólogos que han dedicado un libro entero a "Like a rolling stones". ¿Puede ser un peligro la abundancia de información? Solo si se pone pedante, como suele ocurrir con Greil Marcus. Pero las contradicciones son la llave para entender a cualquier megaestrella.

Hola Sr. Manrique. Se culpa habitualmente a la piratería y a los intercambios en red (que no es lo mismo) del descenso de ventas musicales. Será cierto, pero no lo es menos que desde más de diez años prácticamente no haya programas musicales en ninguna cadena y la promoción hacia la buena gente que trata de adentrarse es nula. En las televisiones siempre salen los mismos y no son más de diez. ¿Cual puede ser la causa de que nadie apueste por los programas musicales en tv?

Ayer contaba Santi Segurola que los insomnes saben que las televisiones públicas y privadas ponen espacios musicales a las cuatro, cinco de la mañana, para cumplir con compromisos firmados de tener contenido cultural. Que se sepa la verdad: Los directivos de TV son sordos, comen niños crudos y desprecian a la raza humana, especialmente a los melómanos. Un día, habrá que hacerlos un Juicio de Nuremberg y su desprecio por la música no sera el peor de sus delitos.

De marcha con Marlon Brando

Por: | 05 de marzo de 2012

Marlon brandoCongasApaisada

Brando con varias congas

Celebremos que Galaxia Gutenberg/Círculo de Lectores haya iniciado la publicación de las obras completas de Guillermo Cabrera Infante. El primer volumen, El cronista de cine, cubre sus labores como periodista entre 1954 y 1960, en la revista Carteles. Son 1.500 páginas, a un precio adecuado: 39 euros.

Era conocida la faceta de Cabrera Infante como crítico de cine, primero con el transparente seudónimo de G. Caín, luego recuperada con su nombre en el libro Un oficio del siglo XX. No me interesa particularmente su teoría de que, en esas páginas, se convirtió en personaje de ficción ya que “la única forma en que un crítico puede sobrevivir en el comunismo es como ente de ficción”. Reducirle a traicionado por la Revolución resulta simplón; su ruptura fue paulatina y no sufrió grandes penurias a la hora de exiliarse. Cierto que poco se podía hablar con él al respecto: era mejor cambiar de asunto ya que tenía un punto ciego.

DE UN PAÍS ¿EN LLAMAS?

El cronista de cine es un profesional muy cercano a mi corazón: un periodista que cubre su campo de especialización, haciendo los equilibrios necesarios. Ningún problema en aceptar una invitación del productor Mike Todd para la fiesta en Nueva York de La vuelta al mundo en 80 días. Solo que el evento se desarrolla en el Madison Square Garden y Cabrera Infante realiza una crónica mortal. Nada de lo que inventó Freddie Mercury en sus años de esplendor puede compararse con el sentido del show de quién entonces ejercía de esposo de Elizabeth Taylor: desfiles de orquestas y bailarinas, un elefante, una avioneta en el escenario, diez mil pizzas y Duke Ellington como final de fiesta.

Era otoño de 1957: uno podía pensar que Guillermo destacaría el contraste entre los Estados Unidos de Eisenhower y la Cuba prerrevolucionaria. Nada de eso se transparenta. De hecho, el castrismo fue un insurgencia rural: no impidió que en las ciudades se estrenaran las últimas cintas y que un semanario como Carteles siguiera saliendo.

Aquí se reúne la producción de un periodista en faena. Ante las defunciones de James Dean, Bogart, Errol Flynn, Tyrone Power o el citado Mike Todd, reacciona con brillantez. Invitado de jurado a un festival, está a punto de dar el máximo premio a su querida Los 400 golpes, de Truffaut, cuando la arrogancia de los críticos franceses le empuja, en compañía de Carlos Fuentes, a cambiar su voto por Nazarín, de Buñuel.

 Un inciso: Guillermo está habituado a la violencia institucional de la era Batista pero le impresiona un incidente en México DF, donde se ha trasladado para entrevistar a Luis Buñuel: junto a la casa del aragonés, un policía expresa su euforia disparando al aire…y mata a una niña de seis años.

EL FAMOSO DE TURNO

Gran aporte de El cronista de cine son las entrevistas. No confundir con los encuentros rigurosamente cronometrados de tiempos presentes, con un vigilante escuchando para que la conversación no se aleje de la película a promocionar. Son actores, directores o guionistas de visita en La Habana, para rodar o para “buscar argumentos”. Cabrera Infante se muestra erudito y respetuosos, excepto cuando se topa con sex bombs tipo Mamie Van Doren o Martine Carol.

El reportaje más extenso corresponde a Marlon Brando. En contra de su fama de huraño, acepta el asalto de Guillermo –en este caso, no había agente de prensa- y ya no se separan. El Brando de 32 años hila fino: acepta determinadas fotos, siempre que no se publiquen en EEUU, donde podrían confundirse con turisteo vulgar. Estamos ante un Marlon lúcido y abierto…aunque no por mucho tiempo. Uno de sus siguientes viajes le llevará a Japón, para el rodaje de Sayonara. Allí le cazará Truman Capote y el resultado, The duke in his dominion, publicado en The New Yorker, le distanciará radicalmente de la profesión periodística.

MARLONBrandoCONGuillermoCI

Guillermo Cabrera Infante y Marlon Brando en el Hotel Packard habanero, 1956. Foto: Pepe Agraz.

THE WILD ONE

Marlon quiere conocer la excitante noche habanera, especialmente su vertiente musical. Busca en la radio música afrocubana y solo encuentra cha-cha-chá: “es bueno para bailar pero no hay mucho ritmo”. Marlon toca una conga que acaba de adquirir y Guillermo ratifica que sabe aporrear los cueros. Confirma así historias que me contaba Celia Cruz de visitas de Marlon, empeñado en que su marido, Pedro Knight, le enseñara toques profundos.

Brando está dolorosamente consciente de la falsedad de La Habana cinematográfica que se veía en Ellos y ellas, película musical en la que también podemos comprobar que se defiende (bien) entonando el Luck be a lady. Y se cabrea cuando los focos de la noche habanera caen sobre “la estrella de Hollywood”.

En un momento, el plumilla cubano y su amigo yuma se encuentran con la actriz y cantante Dorothy Dandridge, entonces actuando en el cabaret Sans Souci. Esta le pregunta a Marlon qué le ha traído por La Habana. Cabrera Infante usa su respuesta para cerrar ese retrato del Brando aventurero: “estaba en Miami en asuntos de negocios y de pronto se me ocurrió comprar una tumbadora”.

Para terminar, conviene mencionar que la antipatía de Guillermo por el castrismo es correspondida en los medios oficiales de la Isla Grande. Un ejemplo: la visita de Brando a La Habana está recogida en una web gubernamental. Se menciona a los noctámbulos cubanos que trataron con Brando….excepto a Guillermo Cabrera Infante, del que han sacado buena parte de la información. Aunque murió en 2005, el autor de Tres tristes tigres todavía sufre pena de ninguneo en su patria.

El País

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