Las Grecas fueron grandes. Aquí y en parajes inesperados, como Turquía. Tengo localizadas abundantes versiones turcas de temas suyos, incluyendo dos traducciones diferentes de Te estoy amando locamente; me gusta especialmente el Qué bonito aquella noche, alias Ara siri bazi bazi, de la vocalista Nilüfer, que recientemente regrabó el tema con una banda de rock, Malt. Y ellas también fascinaron en Cuba, un país que entendió su apasionamiento y originalidad. Hay anécdotas de cantautores españoles, en viaje de solidaridad con el castrismo, que interpretaban su repertorio y eran interrumpidos: “sí, camarada, pero ¿no sabes alguna de las Grecas?”.
Paradojas: en los últimos tiempos del franquismo, cuando el escaso rock nacional estaba prácticamente desterrado de las ondas (y en TVE debían disimular sus melenas), entre lo que más se escuchaba estaba un grupo de estudio cercano al hard rock, que acompañaba a dos gitanas, combinación impía pero magníficamente realizada. Para aquellos tiempos, se trataba de una fantástica trasgresión: rock + flamenco, romanticismo juvenil más una sexualidad expresada libremente. El imperio del amor en dosis peligrosas más una desesperación llevada al límite.
“Porque soy hembra y me has herido sin piedad…”
No había muchas canciones felices en su repertorio. Las Grecas exorcizaban el sufrimiento de sus oyentes con la furia de sus interpretaciones, pasando en un santiamén de las simas del masoquismo a las cumbres del orgullo despechado. Las suyas eran verdades duras y eternas, lanzadas al aire con una intensidad que enganchaba.
José Luis de Carlos debió ocuparse de buscarlas material nuevo, una vez agotado el puñado de tangos, bulerías y fandangos que ellas habían cultivado en los tablaos madrileños. Según recuerda, “una canción de las Grecas debía narrar sentimientos arrebatados para que ellas se implicaran emocionalmente”. También se necesitaba una melodía que facilitara sus exhibiciones vocales. Y un ritmo potente, ya que ellas tenían un compás infalible.
Asombra ahora la variedad de su repertorio. Adaptaron éxitos pop de Los Brincos (Nadie te quiere ya) o The Turtles (Leonor), personalizaron añejas piezas como El garrotín o La zarzamora, se atrevieron con temas de aires árabes, hindúes o griegos. Disponían de compositores de primera, desde Isidro Sanlúcar al palestino John Daher. Recurrían a varios idiomas o se inventaban palabras para verbalizar lo indefinible.
“Me encuentro enferma en la cama y nadie viene a visitarme…”
Las Grecas no disfrutaron de una vida profesional apacible. El éxito colocó a unas almas cándidas en el ojo del huracán y ellas apenas estaban preparadas para las nuevas circunstancias, cuando el país se desmadró tras la muerte del Dinosaurio. Rodeadas de un clan que no siempre tenía en cuenta sus mejores intereses, chocaron una y otra vez con un mundo áspero. Ni en lo personal ni en lo profesional lograron duplicar el acierto de sus grabaciones. En realidad, su historia es una tragedia desgarradora, que supera los delirios de cualquier guionista de culebrones. Una tragedia total, que concluye con la muerte de Tina el 30 de enero de 1995, en un centro de acogida de Aranjuez. Su hermana Carmela contó con lujo de detalles la ascensión y caída de Las Grecas en cuatro números consecutivos de Semana; allí había suficiente morbo y bastantes moralejas para llenar un libro.
"...pero sin darte cuenta te alejas de mí"
Aquí se trata de celebrar su gloria. Ellas legitimaron una feliz contaminación: entra el espíritu flamenco en el pop y, a la inversa, los artistas gitanos entienden que había posibilidades creativas en el mundo de las guitarras eléctricas. Tina y Carmela abrieron la puerta de CBS a cantantes gitanos, a veces emparentados con ellas, como El Luis y Zíngaro; también llegaron Los Chorbos, de donde saldría Manzanita. José Luis de Carlos incluso quiso presentarlo todo como un movimiento socialmente reivindicativo y musicalmente rompedor: el Sonido Caño Roto.
De modelo, De Carlos tenía el funk, el gospel y el soul estadounidenses. Por su implícito contenido ideológico y, sobre todo, por su riqueza musical. Recurría a instrumentistas atípicos como el percusionista peruano Pepe Ébano o Dave Thomas, el contrabajista jazzero de Detroit. Cuando los presupuestos para sus producciones se ensancharon, José Luis viajó a Nueva York para grabar metales y voces.
Pero estamos con Las Grecas. Protagonizaron historias demasiado crudas, que conviene aparcar para descanso de su familia y, desde luego, para evitar la ira de los militantes de lo políticamente correcto. Sí se deben escuchar sus discos con los oídos limpios de prejuicios. Para disfrutar de
1) la contundencia de sus grabaciones, con una pasmosa nitidez que hace honor tanto a los arreglos rock del comienzo como a los envoltorios más barrocos de la segunda etapa.
2) la gama de palos que abarcan, desde el pop progresivo de su Achilipú a las fantasías andalusíes de Anabalina.
3) la cantidad de vida –sentimientos extremos- que encierra esa discografía aparentemente liviana.
4) la pureza de esas voces no educadas pero gloriosamente sincronizadas. Las Grecas, en carne viva.
Nota: esta es la entrega segunda -y final- del perfil de Las Grecas. La primera parte se publicó hace una semana, bajo el título "Como dos negras desnudas cantando", lo que resultó ofensivo para algunas sensibilidades.Era una descripción poética del impacto que provocaban en sus primeras actuaciones, antes de grabar.
Hay 18 Comentarios
Leo el comentario del imbécil ese de las "horteradas", "el pop gipsy cañí" y "la prima de riesgo" y crece mi furia contra la crítica musical española en general, responsable de la existencia de estos monstruos de la estulticia neohipster. Ellos - tú, Manrique - son los responsables de que un movimiento de la ferocidad, la exuberancia y la intensidad creativa como el que atravesó el Flamenco durante los 70 y los 80 (comparable al Punk), con incontables mutaciones y arrejuntamientos sudorosos, no solo haya pasado desapercibido, sino que pueda ser despreciado y su fascinante historia, plagada de figuras mucho más grandes que la vida, directamente no exista. Y fueron las mujeres, especialmente, esas mujeres flamencas bravas, rebeldes, de rompe y rasga (de Lole Montoya a María Jiménez pasando - por supuesto - por Las Grecas, y la Pelúa y tantas otras) las que más hicieron por la libertad y la demolición de la pacata mentira franquista, simplemente con la manifestación en crudo de su condición femenina, ardiente, sexual, y libre. ¡¡Vivan Las Grecas!! ¡¡Arriba España Y La Delincuencia!! XDDDD
Publicado por: zyk | 13/05/2013 15:06:01
Las Grecas tal vez crea confusión, hay que acercarse mucho mas y entrenar mas a fondo los corazones para sentirlas latir dentro de uno mismo. Las Grecas fueron y son grandes artistas, que sabían muy bien lo que hacía, como lo hacía y para quienes lo hacían, no eran dos personas puestas a cantar para marear a la plebe. No me gusta los comentarios de algunos de vosotros que vais de críticos intelectuales, Las Grecas es mucho mas de lo que la comprensión de estos llegan a entender, tienen sentimientos a raudales, voces flamencas, y una juventud en su estilo que aun hoy perdura. Si no te gusta este duo cállate tu opinión no radicalices tus ideas, quizás no es un estilo para ti pero Las grecas tienen muchos seguidores, y gente muy bien entendida mas q vosotros, que la encumbran muy a lo alto, pudo no haber sido entendidas en su momento pero a dia de hoy el flamenco tiene su madre revolucionaria en estas dos personas q te aburrían en su momento por no saber entenderlas.
Publicado por: jacobbbo | 15/04/2013 1:29:50
Dios mío, qué exaltación de la más atroz de las horteradas. Pop gipsy-cañí. Si seguimos así, no me extraña nada lo de la prima de riesgo.
Publicado por: gramaticus | 14/06/2012 16:10:29
Dios mío, qué exaltación de la más atroz de las horteradas. Pop gipsy-cañí. Si seguimos así, no me extraña nada lo de la prima de riesgo.
Publicado por: gramaticus | 14/06/2012 16:10:27
Y desde aquí quiero decir que es hora de acabar con los prejuicios que despiertan Las Grecas, asociadas a los casettes de gasolinera, los drogotas ambientes marginales y el cine español setentero "kinkiexplotation".
Fuera prejuicios, el esnobismo sólo perjudica a uno mismo y le impide descubrir joyas como su primer album. "Gipsy Rock" es ante todo un contundente disco de rock con toques funk de una excepcional banda que acompañan las apasionadas, desgañitadas y aflamencadas voces de Las Grecas. Un torbellino sexual (para la época) y de tragedias con pegadizas melodías.
Ya es hora de decir alto, claro y con orgullo que este es uno de los discos básicos que se han grabado en España, merecedor de un puesto muy cercano a "El Patio" de Triana. Dadle una oportunidad.
Publicado por: Mean Mr Mustard | 13/06/2012 9:41:39
Smash y Triana serían merecedores no de una, sino de varias entradas en este blog, y enlazarían bien con Las Grecas.
Publicado por: Mean Mr Mustard | 13/06/2012 9:40:32
Hola Diego. Me han gustado mucho tus entradas sobre Las Grecas. Podrías enlazar esto, si te parece, con alguna entrada sobre los magníficos -y terriblemente infravalorados- Smash.
Publicado por: Mean Mr Mustard | 13/06/2012 9:24:48
hola . diego que se puede decir de la banda mitica de triana'
Publicado por: juan | 12/06/2012 17:39:12
hola . diego que se puede decir de la banda mitica de triana'
Publicado por: juan | 12/06/2012 17:39:11
diego que se puede decir de la banda mitica de triana
Publicado por: juan | 12/06/2012 17:36:33
Es Ara sıra bazı bazı no ara siri bazi bazi
Publicado por: Liano | 12/06/2012 14:58:51
Si el más respetado "crítico musical" español no sabe música, no me extraña que suba la prima de riesgo. ¿Saben algo de algo los grandes figurones de este país?
Publicado por: Martín Eisen | 11/06/2012 23:33:05
Paco Paco, me da flatulencia tu forma de comunicarte. Y te veo muy limitadito y radical en lo que son TUS gustos. Open your mind!
Publicado por: Riffson | 11/06/2012 13:41:38
Manrique, me has llegado al alma con esa mención de EL LUIS. Debes aplicar tus poderes a contar como se hizo aquel prodigio que fue GITANO SOUL.
Publicado por: Guille | 08/06/2012 13:35:43
Es esa la cosa. Las Grecas están en la línea que separa la horterada de la genialidad. Para mi, que vivi aquellos años y recuerdo lo que triunfaba entonces, ellas caen del lado bueno. Pero tambiérn entiendo lo que dice Paco Paco
Publicado por: Gardot | 08/06/2012 11:39:00
Pues para mi fueron un coñazo tremendo, inaguantables entonces y ahora. Typical y hortera spanish. Folclorismo barato que se quiere convertir en vanguardista y transgresor..., vamos anda. No sé a qué viene este encumbramiento. No soy capaz ni de leer el artículo del Manrique, ¡qué pereza! Vaya marcha de blog tostonero llevas DAM ¡Te estoy odiando locamente!!!!
Publicado por: Paco Paco | 08/06/2012 2:50:09
Manrique, "cabrito", escribe YA una historia del pop español!!!!
Publicado por: Fer | 07/06/2012 22:59:17
Flipante lo de Las Grecas en turco. Aunque me gusta más la versión años 70 que grabó la tal Nilüfer
http://www.youtube.com/watch?v=mwXFlgwi-Vc
No es una diva, es un divón
Publicado por: Garduña | 07/06/2012 17:07:28