Terenci Moix retratado en los sesenta por la gran Colita
Lo encuentras en el prólogo de El tiempo es un sueño pop (RBA Libros), el reciente estudio de Juan Bonilla sobre Terenci Moix. Hablando de su primer encuentro con el escritor barcelonés, Bonilla reconoce haberse quedado impresionado: Terenci había buscado el entonces único libro de Juan y lo tenía al alcance de la mano. Otro grado cultural, otro nivel humano, nada que ver con lo habitual. Menciona Bonilla que “ya había entrevistado a auténticos campeones de la simpatía profesional como Ana Belén, personajes que te recibían como si en toda tu vida no hubieran hecho más que esperarte y te despiden como si no te conocieran de nada porque tenían que dedicar toda su atención a recibir al siguiente.” Siento inmediatamente el antiguo escalofrío.
Nunca he tratado a Ana Belén con una grabadora por medio, pero conozco el paño. Entiendo la frustración de Bonilla: he sufrido demasiadas frustraciones con seductores expertos que nunca te van a decir nada que no les interese contarte, engrasadas máquinas de relaciones públicas puestas en modo Autopromoción. Sales encantado pero, cuando escuchas la cinta, solo hay pompas de jabón. Prefiero mil veces al entrevistado hostil, que sin querer te da un buen texto. Por ejemplo, Lou Reed o, más cerca, Miguel Bosé.
Bosé era uno de esos encantadores de serpientes, hábil para derramar en tus oídos algo que él pensaba que tú querías escuchar. A principios de los ochenta, alardeaba de que planeaba trabajar con el guitarrista David Lindley, conocedor de que era un artista de culto, perfecto para citar. Unos años después, ni siquiera se acordaba de quién era Lindley y menos de haber especulado con su colaboración. La última vez que nos encontramos, no estaba para concesiones. Se sentía indignado por mis críticas a su programa de TVE, Séptimo de caballería: no entendía yo que un espacio de la televisión pública fuera coto casi exclusivo de artistas de su oficina de management o su discográfica. Él insistía que no había nada raro: qué iba a hacer si "los mejores grupos y solistas del mundo" estaban relacionados precisamente con sus socios….
David Lindley: un (improbable) colaborador para Miguel Bosé
Para intimidar, Bosé se presentó a la entrevista con un guardaespaldas mal encarado. No me impresionó: yo conocía a aquel hombre de altas horas de la noche madrileña y sabía que era un pedazo de pan. La conversación resultó extremadamente tensa. Aparte, Bosé parecía aquejado de ese síndrome de las superestrellas que consiste en no escuchar nada de lo que le dicen los simples humanos. Así que salió un artículo divertido, donde no tuve que añadir apostillas para retratar el globo del personaje. Lástima que la revista que me hizo el encargo se asustara; terminó diluyendo el texto, en aras de mantener la buena relación con Papito.
Pero mil veces preferible un antagonista que un blando vendedor de sus encantos. En esa categoría caen muchos grupos y solistas españoles, incapaces de contar algo apasionante ni aunque uses al tercer grado. Siguiendo con las generalizaciones, los artistas estadounidenses parecen conscientes de que deben dar chicha, aunque las historias sean similares en todas las entrevistas. Por el contrario, los grupos ingleses suelen lucir cansados, resacosos, indiferentes, como si el proceso de hablar ante un micrófono estuviera por debajo de su dignidad.
Dylan cantando (1966) su Ballad of a thin man, supuesto ataque al periodista que no se entera
Lo terrible es entrevistar a un británico resabiado, y además habituado a las convenciones del showbiz estadounidense. Recuerdo un tiempo en que Rod Stewart manifestaba algo de entusiasmo si el cuestionario incluía fútbol, Sam Cooke, Escocia o sus mujeres. La última vez, no hubo manera. Puro mercenario de las versiones, hasta manifestaba desprecio por los Dylan, McCartney, Morrison y demás artistas de su generación que siguen haciendo canciones nuevas. Ni siquiera respetaba los términos implícitos del acuerdo: concedes una hora de tu tiempo, explicas cosas interesantes y, a cambio, te dan unas páginas para publicitar tu enésimo disco automático.
Pero puede ser peor. Pudo ser…¡Britney Spears!. Cita en una nevada ciudad alemana, con la excusa de su película. Aparece una niña enfurruñada, horriblemente vestida y sin nada especial que compartir. Neil Strauss, en su libro Todos te quieren cuando estás muerto, revela su método para lograr que Britney se abra: un truco de magia. A mi no se me ocurre nada similar y decido terminar la conversación –en realidad, un monólogo mío respondido por unos desganados “yes”, “no”, “I don’t know”- cuando la cosa va por la mitad. Y ahí se arma el pitote: el security acude corriendo, para averiguar qué ha pasado; la publicista está histérica, “¡nadie corta una entrevista con Britney, todos quieren más tiempo!”. Mis disculpas, explico, pero ya volveremos a vernos cuando aprenda a hablar.
Increíble pero cierto: Mick Jagger compartiendo entrevista con Britney
Nunca he vuelto a entrevistarla. Pero hay peores situaciones profesionales, fuera del negocio musical. Por ejemplo, las rondas de entrevistas para promocionar megaestrenos cinematográficos, un proceso casi industrial. Pueden haber instalado una sala de control, donde los cancerberos ponen la oreja a través de un circuito cerrado de TV, por si acaso en algún momento la charla con el (o la) prota se aleja demasiado de la película en cuestión, que suele ser una caca. Aparece entonces un propio que te da un aviso. Si sigues insistiendo en desviarte, entran y te echan. La estrella parece incómoda: “uh, lo siento, no puedo hacer nada.” Baja la voz: “pero ha sido un placer hablar contigo”. Y casi te lo crees. Casi.
Hay 10 Comentarios
Vale, Paco Paco, te nombramos Troll Mayor del Planeta Manrique. Ahora puedes salir adelante y explicar qué mal rollo tienes con Diego y así nos enteramos todos del mar de fondo.Te lo digo con buen rollo, por si hay dudas.
Publicado por: Sabadell | 25/06/2012 11:32:22
"Lástima que la revista que me hizo el encargo se asustara; terminó diluyendo el texto"... Uhhhhh ¿Quieres decir que dejaste que le metieran mano a algo escrito por ti? ¿Y tu profesionalidad? El mito Manrique se rompe a trozos cada día más. ¿Todo esto es lo que tienes que contar de tus decenas de entrevistas 'promocionales' con las estrellas? ¿Por qué no cuentas los favores y dádivas de las discográficas a las estrellas del periodismo y de la radio, bueno, de los grandes medios, en los extintos tiempos de la abundancia? Todo un conchaveo del que seguramente sabrás mucho. ¿Te atreves?
Publicado por: Paco Paco | 25/06/2012 3:24:13
Decir que no hay programas de música en la tele cuando diariamente se emite"Los conciertos de Radio3" en la 2 indica cual es el grado de conocimiento y gusto musical de algunos
Publicado por: Otto | 24/06/2012 10:32:27
Yo, que vivo en Irlanda y tengo acceso a los canales de televisión ingleses, siento sana envidia por lo que son capaces de hacer en su televisión pública, la BBC, con respecto a la cultura, al arte y a la música. Cada viernes por la noche desde hace ya varios años en ka BBC4, un canal de emisión en abierto, programas musicales que cubren 3 ó 4 horas de programación, de lo más variado: documentales apasionantes sobre distintos estilos musicales (por ejemplo, una serie llamada Punk Britannia, sobre el nacimiento y la evolución del punk en Gran Bretaña, o programas sobre el rock progresivo, la música soul, la llamada British Invasion, el reggae, el grunge, el Britpop, etc.), o sobre iconos como Bowie, Cobain, Strummer, Roger Waters, por ejemplo, y actuaciones de distintos artistas en la BBC, en Top of the Pops o The Old Grey Whistle Test, programas míticos donde los haya, con imágenes de archivo que datan incluso de los primeros 60. Hoy por ejemplo emiten un programa llamado "Bowie: the Story of Ziggy Stardust", seguido por la película "Ziggy Stardust and the Spiders from Mars", luego un documental titulado "The Genius of David Bowie" y finalmente un programa con sus actuaciones en la BBC a lo largo de los años. O sea, que hoy es un monográfico de Bowie. Pero otro día lo puede ser sobre, por ejemplo, Strummer, o Lennon, o Cobain, o sobre el blues, o el synthpop, o el heavy metal, etc. Es una auténtica delicia.
Publicado por: Mean Mr Mustard | 22/06/2012 12:23:47
No es cierto que todos los invitados del Séptimo fueran del Universo Bosé. También estuvo ¡Bruce Willis!
Todavía esbozo una sonrisa recordando la cara de Willis cuando Bosé le puso la mano en el hombro como si fueran íntimos. Dos mundos en colisión: el macho alfa anglosajón que sopla la armónica creyéndose el Boss y el melifluo baladista español intentando justificar la presencia del primero en un programa de música.
¡Voy corriendo a YouTube!
Publicado por: Jorge | 22/06/2012 12:00:10
Si séptimo de caballería no era un programa musical de mucha calidad, al menos había un programa de música. Hoy en día no hay nada, solo "quedate conmigo" y demas tonterias. Felicidades televisión española, seguid apostando por la calidad que vais bien, que pena.
Publicado por: Dino | 22/06/2012 9:27:06
Eh, para los desgraciados de a pie, R.E.M. más allá del deber o la Madonna de Ray Of Light no eran poca cosa en 'la televisión pública'; incluso Alejandro Sanz salía con una panda de gitanas guapas que, efectivamente sabían cantar (no como él, y Alejandro que no es tonto lo reconocía)
Lindley era conocido en los 80 pero creo que estaba lejos de ser 'de culto'. Última revelación, tocaba sin aparecer en los créditos en el primer LP de Leonard Cohen (1967). Sería por eso.
Publicado por: jose angel | 21/06/2012 18:53:47
me gusta que en esto de los blogs cada uno se pueda despachar a gusto con lo que tenía atravesado como espina de pescado, ¡Cuantos miles de anécdotas se fueron a la tumba con sus protagonistas en los tiempos de las mega estrellas y del papel impreso! Entonces si querías sacar los pies del tiesto (o del texto) tenías que escribir un libelo, palabra entomológica donde las haya.
ay! qué felicidad vivir en el siglo veintuno!
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Publicado por: maniasmias | 21/06/2012 15:36:53
lo del 7º de Caballeria era un escándalo, aquello de repetir los monográficos de Alejandro Sanz y Pancho Céspedes, que estaban en su oficina y en Warner. Si Bosé es la izquierda española, apaga y vámonos.
Publicado por: Residente y Acelerando | 21/06/2012 14:25:55
Ja, ja, muy bueno lo de Miguel Bosé citando una presunta colaboración con David Lindley, guitarrista que ha trabajado entre otros con dos grandes como Jackson Browne y Warren Zevon. Claro, en sus sueños le parecería a Bosé que lo de Lindley con Browne y con Zevon no era más que un aprendizaje para estar con la figura de verdad, que es él mismo, ¡no te digo!
Publicado por: Mean Mr Mustard | 21/06/2012 14:19:00