Tal fue el título (aproximado) de una monografía sobre el grupo Love publicada clandestinamente por la revista musical Zig Zag a principios de los setenta. Se trataba de una edición en multicopista, con grapas: la única forma, pensaron, que aquello se pudiera difundir, considerando las leyes británicas contra el libelo. Lo que allí se contaba tampoco nos extrañaría tanto ahora: la abundancia de drogas duras (incluyendo la sobredosis fatal de un pipa), los dos instrumentistas que se dedicaban a atracar tiendas con una pistola de plástico, la habilidad del cabecilla –el gran Arthur Lee- para quedarse con la mayor parte del dinero. Piezas para un rompecabezas: ¿cómo semejante tropa pudo facturar ese disco esbelto, ese Himalaya de belleza llamado Forever changes?
Es la música lo que proporciona atemporalidad a Forever changes. Lejos de la furia de discos anteriores, apenas conectado con sus experimentos de pop barroco, aquí mandan las guitarras acústicas (con arrebatados pellizcos eléctricos de Johnny Echols). Las canciones están envasadas con arreglos de cuerdas y metales. Lo más obvio es la trompeta de mariachi de Alone again or y nadie podrá discutir su pertinencia. Las melodías son sinuosas y están cantadas con confidencialidad: el mensaje llega desde el borde del precipicio.
Se pueden encontrar documentales y libros sobre la enigmática historia de Love. Uno de ellos, el del baterista Michael Stuart-Ware, está incluso traducido al español: Entre bastidores. De viaje con el grupo Love (Metropolitan Ediciones, Madrid, 2008). Son unas memorias dudosas: a pesar de la nube alucinógena, Michael recuerda con sospechosa nitidez aventuras de cuarenta años atrás, incluyendo los diálogos pertinentes. No pasa nada si confunde a Hal Blaine con Jim Gordon: lo que necesitamos es el ambiente.
Y nos encontramos ante el misterio de la creatividad. Arthur Lee es el macho alfa de la manada: mulato de Memphis, consigue aglutinar a su alrededor a un puñado de almas perdidas, cantos rodados que circulaban por el exuberante Los Ángeles de la segunda mitad de los sesenta. Les maneja sin problemas, integrando las joyas compuestas por Bryan McLean. Prodigiosa visión: en un momento, prueba a grabar lo que sería Forever changes con músicos de estudio y comprueba que lo que gana en eficiencia se pierde en frescura; el disco se hará esencialmente con sus maltratados compañeros.
Dick Clark identifica a los miembros de Love tras su playback
Al mismo tiempo, Lee es el cabrón de la película. Está el dinero, naturalmente: tiene que alimentar su pasión por los coches deportivos. Y su estupidez profesional: prefiere tocar en antros californianos en vez de acudir a festivales masivos donde tendría que compartir escenario con otras bandas potentes. Se dejó comer el terreno por los Doors, la otra apuesta californiana del sello Elektra Records. Terminó en prisión (de 1995 a 2001, ninguna broma) debido a su amor por las armas de fuego, más exactamente por disparar una pistola para intimidar a un vecino. Paranoico, ya lo había anticipado en Forever changes: “les están encerrando hoy/ y tiran la llave/ me pregunto a quién le tocará mañana/ a ti o a mi”.
Lee logró la libertad a tiempo de explotar la reivindicación de Forever changes, de inmensa influencia en Europa: Arthur fue pionero en esa moda de tocar un disco entero, en su caso con el grupo Baby Lemonade. Tuve oportunidad de entrevistarle entonces y fue patético: comprobé que no, que todavía no había vuelto al Planeta Tierra. Se instaló en su Memphis natal para morir, victima de la leucemia, en 2006. Sus socios, los pocos que siguen vivos, todavía hablan de Arthur en tonos reverentes. Les robó, sí, pero fue la única vez que conocieron la grandeza.
Hay 19 Comentarios
Un discazo increíble, irrepetible e indispensable... y ojo que aquí lo sortean: http://www.mastruenos.com/sorteo-consigue-vinilazo/
Publicado por: Forever Changes de mi vida | 21/11/2012 14:17:03
Para entender a Love, conviene conocer a fondo a The Byrds. Aquí tienen una buena biografía del grupo en castellano:
http://www.popthing.com/zona_pop/la_historia_de_los_byrds_parte_i.php
Publicado por: Enrique Casavieja | 11/07/2012 8:25:17
Veo que aquí (qbata) la libertad de expresión brilla por su ausencia y cuando los argumentos se acaban se descalifica hasta llegar a insultar.
Por lo visto, hay por aquí muchos que tienen un sillón en la real academia española, pero la educación que le dio su padre es barriobajera y grosera.
Puestos a coger faltas creo que se dice música y no "múasica" y hablara y no "habalara" o ¿Qué eres un tarta?.
En cuanto a talibán, con tus palabras te retrata tu mismo, no solamente con tu pensamiento único, sino también, porque tu fanatismo rabioso defendiendo al articulista, te (o es, ¿se te hace?) hace salir espuma por la boca.
Para que te enteres, el cambio de pareceres y de ideas es lo que enriquece el debate, pero eso para gente embrutecía y piñón fijo como tú, como que no.
Por último prefiero quedarme con la obra del autor ya sea músico, pintor o escritor, no me interesa para nada, que sean lesbianas, homosexuales o pederastas. El cotilleo lo dejo para las porteras y gentes como tú, muy cercanas a ellas.
Ya sabes, hay un sillón vacante en la RAE y otro en tu casa, enfrente de tu TV. Aligérate que va empezar la Belén Esteban, ese es tu sillón: el carroñeo. Y deja la buena música, no por unos días, sino para siempre.
Hasta nunca.
Publicado por: fyty | 11/07/2012 0:23:15
Fyty, además de un talibán aburrido eres un reprimido y corto de miras, además de iletrado. Creía que aún no quedaba nadie que dijera "Te se ha acabado". Fyty es "Se te ha acabado" y a la mayoría nos interesa todo, la vida y la múasica. Si se habalara sólo de la obra, todo sería reiterativo y aburrido. Mi concepto de "Forever change" cambia cada día como yo cambio y ya no lo valoro como hace 20 años, 10 o 30. Y ahora sigue sonando igual, pero tengo más entorno con el artículo de Diego, con lo que soy más rico y afortunado. Ala majo, a sestear, pero con un libro de gramática mejor y deja la música por unos días.
Publicado por: qbata | 10/07/2012 19:52:50
Qué bonito. Cómo jodéis al gurú de España.
Publicado por: Alabimalabam | 10/07/2012 14:28:49
Oye tú, muy Gángster of New York el vídeo,
Publicado por: Mastropiero | 10/07/2012 14:03:49
Muy interesante y curioso, Manrique. Gracias
Ps; el regaliz en exceso es malo. Paloluz sobredosis
Publicado por: Oye tú | 10/07/2012 13:53:50
Gracias DAM, Jesus Ordovas en el "Rock acido de California" (lo perdí, donde conseguirlo?) escribió cosas tan bonitas de este LP que no pude menos que comprarmelo y me hice fan acerrimo no solo de Love, sino de los Airplane, Quicksilver Messanger Service, Moby Grape, Country Joe... que maravillosos, irrepetibles años '60!
Publicado por: rolo tomasi | 10/07/2012 1:11:53
Creo detecta con el mensaje de Amando al propio Manrique que me contesta a mi comentario, si es así, da la cara, y no te ampares en seudónimos.
Por cierto, gracias por lo de chaval, tu también lo eres y no te mosquees colega o es que ¿tú no pones también a parir a los músicos?.
Publicado por: fyty | 09/07/2012 23:34:52
Dios, que asco dan los mitómanos como fyty! Creen que los grandes discos son obra de la Inmaculada Concepción, no de seres humanos. Son como lectores de Super Pop que nunca han crecido. El rock no lo hacen ángeles, chaval.
Publicado por: Amando | 09/07/2012 21:37:44
este disco es una preciosidad. Imprescindible en su momento ( y ahora?). En su día ( cuantos días han pasado ya! Y que deprisa!) me resultó diferente y fresco. Tengo el L.P. Por ahi guardado, cerca bel vino blanco y el campan francés. No se si será lo mismo. Creo, sinceramente que no.
Publicado por: muy bonito | 09/07/2012 19:19:19
Manrique, ¿Te se ha acabado la cuerda?. Hace tiempo que parece que te has apuntado al carro de la comidilla y el amarillismos. Que si Joplin borracha y lesbiana que si Morrison tal, que si (en este caso) Lee cual. Una obra maestra como “Forever Changes” no se puede empañar removiendo las miserias de su autor.
Entérate de una vez, Manrique, a los buenos aficionados nos no interesa la vida enrevesada y oscura de los músicos. A los buenos aficionados, de los músicos, solo nos interesa SU OBRA.
Publicado por: fyty | 09/07/2012 19:02:52
¡Qué maravilla!
Publicado por: Ciro | 09/07/2012 18:59:16
¡Qué maravilla!
Publicado por: Ciro | 09/07/2012 18:59:14
Era, efectivamente, obsesión, pero sobre ciertos sonidos nuevos que cautivaban cual flautista de Hamelin. De resto, poca calidad a años vista en lo musical.
http://casaquerida.com/2012/07/08/rocosa-definicion-de-sacrificio/
Publicado por: Tinejo | 09/07/2012 18:31:27
ufff, hubo una época que estuve marcado por la obsesión. Me dio por los beatles, 6 meses que sólo escuchaba los beatles y leía libros de los beatles. Me ocurrió con el primer disco de los Stones Roses y también me pasó con Forever Changes. No sé si intentar volver a escucharlo una vez sólo. No, que me engancho de nuevo y no tengo edad...
Publicado por: Seoulman | 09/07/2012 17:33:43
Ocho días! Igual no eran tan colgaos como parecían
Publicado por: El Cardo | 09/07/2012 13:59:47
Forever Changes, uf, uno de mis albums favoritos en toda la historia de la música. Sin olvidar los 2 que le precedieron, que eran también fantásticos, y el que le siguió, Four Sail, muy bueno también. Pero es que Forever Changes es una verdadera obra maestra, una mezcla perfecta de pop, rock, folk y psicodelia oscura, un disco que hay que esuchar para poder creérselo.
Publicado por: Mean Mr Mustard | 09/07/2012 13:23:20
¿Tienes el especial de Zig Zag sobre Love? Manrique, me quito el sombrero
Publicado por: Da Capo | 09/07/2012 13:20:25