Llegué de noche a Los Ángeles, tras cambiar de avión en Nueva York. Alguien me iba a recoger pero no vi ningún cartel con mi nombre. En pocos minutos, me quedé solo en aquella sala del aeropuerto. Me acerqué cauteloso a la salida. Ni taxis ni nadie a quién preguntar.
Uno de los síntomas de la enfermedad del musiquero es la recurrencia de canciones, como si tuvieras en la cabeza un juke box caprichoso. Enmarcas lo que está ocurriendo en algo que descubriste muchos años antes. Aquella noche, no podía dejar de evocar el “Riders on the storm”. Y no la versión canónica, de The Doors. Lo que sonaba era "The hitchhiker", un collage reducido incluido en un disco de recitados de Jim Morrison. Se escucha a Morrison hacer una llamada (al poeta Michael McClure, procedente de la película HWY). Usa la jerga hippy pero no transmite paz + amor. Explica sucintamente que acaba de volver a la ciudad. Ninguna novedad. Bueno, sí: hizo auto stop y subió al coche de un desconocido. El tipo se propasó y tuvo que matarle. Nada importante.
De repente, vuelta a la realidad con un coche quemando llanta. No tuve ni tiempo de asustarme: “¿Diego, no? ¡Bienvenido a Los Ángeles! Disculpa el retraso, he tenido un día del carajo”. Al volante estaba José Menéndez, nacido en Cuba y directivo de RCA Records, la discográfica que organizaba el viaje.
Un inciso. En aquellos años, no era demasiado habitual que un periodista europeo viajara hasta California simplemente para entrevistar a un cantante (un grupo, en mi caso). Así que los disqueros estadounidenses se esforzaban por hacerte agradable la estancia. Muy diferente de lo que vivías –y vives- en Londres, por ejemplo. Te podías pasar todo un día en unas oficinas, esperando la llegada de alguna estrella, y a los británicos jamás se les ocurrira que conservas el saludable hábito de comer. Mínimo contacto humano, además.
¡Qué diferencia con California! José Menéndez me había seleccionado un buen hotel y, una vez me cambié de ropa, insistió en llevarme a un diner. Estaba dispuesto a acompañarme a diversas atracciones turísticas y se decepcionó cuando le di las gracias y expliqué que no era precisamente mi primera visita a Los Ángeles. De todas formas, insistió, una vez hubiéramos resuelto el asunto de la entrevista, quería que cenara con su familia.
Finalmente, tuve que renunciar a la invitación: no se lo expliqué –mejor no confesar los vicios- pero prefería husmear entre las tiendas de discos y librerías de la ciudad, abiertas hasta bien entrada la noche. No volví a saber de José Menéndez hasta bastantes años después. Desde la RCA española, la persona que había coordinado mi viaje me comentó que Menéndez había sido asesinado.
Sí, exactamente, era una de las victimas de aquel caso que fascinaba a los periódicos. Ay, no me había fijado en el nombre; además, le describían como un ejecutivo del negocio del video. Menéndez, me explicó, tras abandonar RCA, se enriqueció con el fenómeno del VHS, en la empresa Carolco. Disfrutaba de una mansión en Beverly Hills hasta la noche del domingo 20 de agosto de 1989, cuando él y su mujer fueron tiroteados mientras veían una película de James Bond.
Durante unos meses, se habló de asesinatos mafiosos (ya saben, el
mundo de la farándula y sus amistades peligrosas). La policía dudaba: excesivo ensañamiento, aquello no parecía "profesional". Incluso investigaron a anteriores inquilinos de la casa, como Prince y Elton John. Hasta que se
destapó que los autores fueron Lyle y Erik, los hijos de la pareja.
Dos descerebrados que ansiaban gastarse los ahorros familiares, algo
que hicieron con deleite. Pero la culpabilidad... Erik, el pequeño, confesó la
verdad a su psicólogo; simplificando, digamos que Lyle amenazó al profesional y éste acudió
a la policía. Lo contó Dominick Dunne en uno de sus reportajes para Vanity Fair; allí se pueden encontrar más detalles.
Un resumen informativo del caso Menéndez. También localizas en la red un TV movie titulado Menendez: A killing in Beverly Hills
Los Menéndez están condenados a cadena perpetua, sin posibilidad de libertad condicional. Cuando me encuentro con su nombre (se han casado, a pesar de que las leyes californianas no se permiten las visitas conyugales; resulta que atraen a mujeres fantasiosas), retrocedo a aquella noche en el LAX, tan desierto y tan inhóspito. Yo temía al asesino en serie que se menciona en la letra de “Riders on the storm” pero la realidad es, simultáneamente, más prosaica y más terrorífica.
Las canciones, saben ustedes, son mentira. Pero se trata de una mentira dulce. Así que vale la pena seguir su pista. Y la de sus creadores.
La llamada del autoestopista asesino suena al final de la película HWY: An American Pastoral, firmada por Jim Morrison, Frank Lisciandro, Paul Ferrara y Babe Hill. La copia tiene una calidad ínfima, advierto, y un incordiante código de tiempo. En la red se encuentran fragmentos más limpios, procedentes del documental When you're strange.
Prólogo levemente retocado del libro Jinetes en la tormenta (Espasa, 2013). Selección de textos publicados en EL PAÍS, con añadidos explicatorios. Me encanta contar que ya estamos en la tercera edición, para provocar la furia de los troll-eros.
Hay 9 Comentarios
¿Ha resucitado?
http://adf.ly/4hVPL
Publicado por: vicios | 16/04/2013 10:54:29
Muy buen libro, se lo recomiendo a todo el mundo.
Publicado por: Trípticos | 15/04/2013 17:33:38
Esas vidas tan tremebundas y azarosas hacen de algunos personajes mitos no consagrados. Es facil creer en que serían genios si no estuvieran muertos. ¿O no?
http://xurl.es/gyf45
Publicado por: David | 15/04/2013 11:46:40
Esta noticia es interesante, pero no he visto nada relaccionado con la noticia de que el blog http://goo.gl/UXlJ3
han publicado COMO ESPIAR EL LAS CONVERSACIONES DE WHATSAPP DE TUS CONTACTOS.. donde se debe publicar esto? lo digo porque todos deberian estar informados de la pesima seguridad de whatsapp.. que todo el mundo usa.. Os dejo el enlace donde han publicado este mensaje.. queda bajo vuestra responsabilidad su uso, es solo para informacion!: http://goo.gl/UXlJ3
Publicado por: pepoteis92902 | 14/04/2013 23:53:21
“Llegué de noche a Los Ángeles, tras cambiar de avión en Nueva York”: Manrique en plan serie negra, lo más de lo más. Sólo le faltaba escribir LA y New York; pero en fin, al menos es entrañable.
Publicado por: Ramón Chandler | 14/04/2013 14:44:15
Incluso en nuestra imberbe juventud queríamos a este poeta de lo imposible.Yo lo sigo teniendo en mi corazón, aprendí algo de inglés para poderlo entender, sigue habiendo jinetes en la tormenta.
Publicado por: RPor | 13/04/2013 11:37:41
Jim Morrison, pues sí, un excentrico genial, y yonki, como tantos genios que 'forzaron' su muerte para convertirse en mitos.
http://elmejorhumorinteligente.blogspot.com/
Publicado por: deMENTES Inquietas | 13/04/2013 10:56:14
Ayer, en el cine Proyecciones de Madrid, proyectaron el concierto del Hollywood Bowl de los Doors, restaurado y remasterizado. No había más de ocho personas en la sala. Nostálgicos, seguramente.
Publicado por: heartbreaker | 12/04/2013 22:35:25
jim morrison :) que musico, que poeta ... que vida más corta :(
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Publicado por: rss noticias | 12/04/2013 18:05:24