El dictador que jugaba con pistolas

Por: | 20 de mayo de 2013

  

El trailer en versión original

Debo confesarlo. Cuando terminé de ver Phil Spector (Canal + 1) estaba más que indignado, echaba chispas. Alguien pensará que obedecía a un automatismo ideológico: David Mamet, sostienen sus colegas de la derecha, es ahora un hombre a batir, tras su reencarnación como conservador extremista. Para nada: uno todavía disfruta de una lengua aguda como la de Mamet, aunque suelte majaderías. 

Es algo más personal. Incluso alguien que vivía a 10.000 kilómetros sabía que Phil Spector era una bomba a punto de estallar. Desde Leonard Cohen a Ronnie Spector, me habían contado anécdotas suyas (con pistola). Me irritaba igualmente su clasismo: colaborando con John Lennon o George Harrison se mostraba humilde y respetuoso; con los Ramones, por el contrario, le salía el dictador grotesco. Sin olvidar su hipocresía: acudía al funeral de Ike Turner para alabar (merecidamente) al difunto como guitarrista, sin mencionar que, en realidad, le pagó para que NO acudiera al estudio Gold Star mientras grababa “River deep, mountain high” con Tina. Y pertenecía a la cofradía del puño cerrado cuando se trataba de pagar a los artistas.  

 

¿Solidaridad entre maltratadores? Phil echando flores sobre Ike Turner

Phil Spector puede venir avalada por HBO pero luce como una obra de teatro filmada, con espectaculares decorados reproduciendo las barrocas estancias de la Mansión Spector, también conocida en el negocio inmobiliario californiano como “el castillo pirenaico”.

Efectivamente, ese aire general de falsedad teatral viene corroborado por los créditos: se ha rodado en Nueva York y alrededores. Cuesta creer que el drama se desarrolla en la soleada capital del show business mundial, Los Ángeles. En inglés, hay un adjetivo para describir esos deslices: “stagey”, que se refiere a la artificiosidad y amaneramiento de un espectáculo. Y tiene carga despectiva.

PHIL spector-Lana ClarksonSin embargo, más irritante me pareció la cobardía moral del autor, David Mamet. Se dedica a sembrar suspicacias sobre la ya decidida responsabilidad de Spector en la muerte de Lana Clarkson, una actriz de la serie B que pagaba las facturas como camarera en el House of Blues de Sunset Boulevard. Asistimos a pringosas exhibiciones de balística y se nos sugiere una posible inestabilidad de Clarkson, con un video penoso donde parodia a Little Richard.

Eso es trampa, señor Mamet. Un veterano de Hollywood sabe que los actores -y más, los que no tienen trabajo- hacen disparates aún mayores. Se supone que ahí debemos dar un salto al vacío y asumir que una belleza rubia que imita a un músico negro, con mucha pluma y un ego monumental, sería tan tonta como para suicidarse en la casa de un productor al que acaba de conocer unas horas antes .Si Phil ligaba era por emitir vibraciones del tipo "nena, puedo hacerte una estrella".

Como es trampa el aviso inicial. Phil Spector “no está 'basado en un hecho real'. Está inspirado por personas reales en un juicio. Pero no es ni un intento de describir a las personas reales, ni de comentar el juicio o su resultado”. Cabe suponer que se trata de una precaución de leguleyos pero, amigo, vaya sarta de mentiras.  

 

David Mamet argumenta su "visión mitológica" de Phil Spector

El arte de Mamet consigue hacernos identificar con Linda Kenney Baden, la abogada encarnada por Helen Mirren. Victima de una gripe pertinaz, va cogiendo fuerzas mientras asume que el principio de la duda razonable se aplica al caso Spector-Clarkson. No sabemos mucho sobre ella: podía ser una secreta enamorada del pop que se deleita en escuchar de primera mano los recuerdos del productor (un Al Pacino que ha hecho sus deberes). Se incluye una secuencia intrigante en la que humilla a un joven abogado: le presenta un adaptador para reproducir singles de 45 r.p.m. en tocadiscos y el pobre tipo balbucea que es un disquete informático primitivo.

Phil-spector-al-pacino-2011-02Podía funcionar como punto de partida para comentar la fugacidad de los artefactos pop y sus creadores pero Mamet va en busca de caza mayor. Su argumento central parece reducirse a que Spector es victima del odio de los medios liberales a los triunfadores, del resentimiento de la gente normal ante las celebridades. Tratándose de la misma ciudad que absolvió a O. J. Simpson, no es un planteamiento con alas para volar. 

En realidad, incluso uno de sus abogados decide que Spector tiene pocas posibilidades: “es un freak”. Y un judío multimillonario, aunque ese prejuicio está demasiado cerca como para que Mamet lo explicite. La obra construye su clímax con la preparación para que el acusado testifique en su propia defensa. La abogada parece convencida de que la verborrea del productor, capaz de hacerla cambiar de opinión, tendrá efectos mágicos sobre los doce miembros del jurado.

No adelantaré lo que ocurre. Esencialmente, Linda concede a Spector el beneficio de la duda. Puede ser un monstruo que vive en un castillo, igual que el minotauro se escondía en una cueva. Y por idéntico motivo: “para impedirse hacer el mal”. En el primer juicio (2007), la abogada fue lo bastante astuta para lograr que, por los pelos, no hubiera unanimidad en el jurado. Pero la fiscalia insistió en volver a procesarle en 2009 y ella no pudo participar: Spector fue condenado por asesinato en segundo grado. Está encerrado en la prisión californiana de Corcoran y no lo va a cambiar una película verbosa de David Mamet.

En su contra están documentales tan demoledores como el que menciona el mismo Mamet, The agony and the ecstasy of Phil Spector. Y productos de explotación groseros, aunque en su trailer se presenten tentadores:  

 

Trailer de Phil Spector incident: I think I just shot her 

Hay 3 Comentarios

vaya pelambreras lleva el amigo Spector... jajjaja
Atontao te quedas viendo a la novia de John Carew,
en la pestaña de "La chica de WyQ" (a la derecha del todo)
http://www.warrantsyquinielas.blogspot.com

Y warrants, y la quiniela de la jornada, y bitcoins, información financiera, y música, y oro, y... mucho más

El Mamet este es el papá de Zosia , la de Girls, ¿no?. Mejor nos quedamos con las chicas.

Hola
El minotauro vivía en un laberinto hasta que Teseo acabó con él. Y sin la ayuda de Mamet.
Un saludo.

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Diego A. Manrique

, en contra del tópico que persigue a los críticos, nunca quiso ser músico. En su salón hay un bonito piano pero está tapado por montañas de discos, libros, revistas. Sus amigos músicos se enfadan mucho.

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