Chusqueros, mercenarios, trangresores: la infeliz historia de Baron Rojo

Por: | 18 de junio de 2013

Barón Rojo en directo
Imagen de Barón Rojo: la película

Parafraseando aquellos versos de Gil de Biedma, se podría decir “de todas las historias del rock español/ sin duda la más triste es la de Barón Rojo/porque termina mal”. Si les suena excesivamente a melodrama, es que todavia no han visto el documental de Javier Paniagua y José San Cristóbal, Barón rojo: la película, ahora disponible en DVD a través de Karma Film. 

Paniagua había sido fan adolescente de Barón Rojo. Cuando se enteró de que se reunía la formación legendaria, decidió pegarse a la banda. “Habitualmente trabajamos haciendo promociones para Canal + pero nos apetecía contar una historia. Lo que pensábamos que iba a ser la crónica de una gira gloriosa se transformó en otra cosa. Desde el primer día, notamos una tirantez.”

  

Simplificando, en Barón Rojo hay dos bandos enfrentados. Por un lado, los exiliados, inicialmente por voluntad propia: el baterista Hermes Calabria y el bajista-cantante José Luis Campuzano, alias Sherpa, que abandonaron el proyecto en 1989. Al otro, los propietarios del nombre, los hermanos Armando y Carlos de Castro, guitarristas, que mantuvieron la banda con músicos contratados. Entre ambos sectores se cruzaron maldades a través de la prensa heavy: unos eran "mercenarios", los otros "chusqueros". Fue divertido pero la realidad era testaruda: Sherpa y Hermes no triunfaron fuera de la banda; los hermanos Castro pilotaban un Barón Rojo de visibilidad decreciente. 

En 2010, se anunció que los irreconciliables habían llegado a un acuerdo. Los cuatro miembros originales saldrían de gira para celebrar los treinta años de su presentación en sociedad. El público lo quería -darían conciertos multitudinarios- pero la ambigüedad reinaba en el seno del cuarteto. O no tanto: estaba claro que Hermes y Sherpa estaban abiertos a prolongar la reunión mientras los Castro avisaban que era una aventura coyuntural, que se terminaría en una fecha.

  

Los realizadores lograron que escenificaran ante sus cámaras el acercamiento entre las dos partes, orquestado por el mánager Kike Canive, con reuniones previas y palabras de buena voluntad. Sin embargo, como cuenta Paniagua, “pronto vimos que había una tensión dramática, como una película de suspense. Ellos no vetaron nada, querían mostrar la realidad sin explicitarla. Hay que estar atentos para apreciar, por ejemplo, que rara vez los cuatro aparecen juntos fuera del local de ensayo o el recinto del concierto. No confraternizaban. El conflicto se traduce en miradas, en silencios.”

Barón Rojo en pasillo
Del documental Barón Rojo: la película 

Hasta que se llega al final de la gira en Baracaldo (en realidad, se añadirán otros conciertos, como el de Palacio Vistalegre madrileño). Y Sherpa explosiona mientras se apaga el eco de los aplausos: “¿has visto? Ni un 'hasta luego', ni una cena de despedida”. Esta historia no tendrá un cierre satisfactorio para los dos disidentes.

 

Barón Rojo en TVE: Aplauso. Hasta José Luis Uribarri sabía que eran importantes

Aparte de los enfrentamientos personales, se palpa un (legítimo) resentimiento que es común a todos los músicos de rock urbano: al coincidir con “la movida”, se vieron ignorados por el foco mediático. Sherpa quiere interpretarlo como una venganza del Poder, molesto por canciones críticas como “Resistiré”, “Las hormigas” o “Los rockeros van al infierno”, minusvalorando la capacidad de absorción de políticos y su pertinaz sordera. Se hace evidente que, fuera de su circuito, su epopeya no se valora: un locutor de radio se refiere reiteradamente a Moris, el rockero argentino que trabajaba con Hermes Calabria, como “Morris”. 

Barón Rojo hall
Foto de Carlos Rosillo: en 2011, los cuatro todavía mantenían una fachada risueña

Pudo ser de otra manera. Barón Rojo grabó su segundo álbum, Volumen brutal, en doble versión: castellano e inglés. Giraron por el Reino Unido y se hicieron ilusiones de entrar en el mercado internacional. Pero no, ni de lejos fueron “número uno en Inglaterra”, una leyenda urbana sustentada en un fotomontaje tramposo, realizado por el Departamento de Promoción de su discográfica, que presentaba la playlist de un local heavy como si fuera la lista oficial de ventas del Melody Maker. A pesar de esa ocurrencia, coinciden todos los recuerdos: Zafiro fue la peor compañía posible para el cuarteto.  

Baron-rojo-la-leyenda-del-heavy-metal-espanol-9788415191650Conviene revisar Barón Rojo, el reciente libro de Mariano Muniesa en Quarentena Ediciones. El listado de miserias sufridas por los músicos pinta el retrato de una industria discográfica tan voraz como torpe. Cierto que también brilla la desidia de unos músicos aparentemente incapaces de rebelarse, de imponer condiciones mínimas de trato, de invertir en su propia carrera. Atados por la rutina, aparentemente sin managers resolutivos, continuaron unidos a Zafiro a pesar de saberse incompatibles: en condiciones similares, muchos grupos de “la movida” supieron hacerse respetar o dar el salto a empresas más afines.

A su modo, Barón rojo: la película cuenta una aventura heroica. Cuatro personas que se soportan mal, juntándose para encontrar el encaje necesario para dar conciertos de tres horas. Como confiesa Sherpa, “a los sesenta años, cuesta cantar temas que hiciste con treinta”. Ejerciendo de coro griego, los locutores de radio que les siguieron, algunos colegas y los familiares de los músicos. Al principio, no se oculta el deseo -por parte de Sherpa y Calabria- de que aquello se prolongue. Al lado, unos Castro reticentes, con cartas en la manga: sigilosamente, están preparando su siguiente disco sin ellos, una versión en español del Tommy, de The Who.

El desenlace resulta melancólico. Sherpa vuelve a tocar en acústico por pequeños pubs y presenta su arte en un espacio municipal de la periferia de Madrid. Hermes palpa la crisis en su tienda de instrumentos y sigue dando clases de batería. Intenta no pensar en lo que pudo haber sido: “Coincidí en un aeropuerto extranjero con el avión de Iron Maiden, pintado con su nombre y su icono, Eddie. Y me dio envidia. Recordé que Bruce Dickinson, su cantante, se subía al escenario con nosotros en Londres, en 1982. Perdimos aquel tren". Ambos, Sherpa y Hermes, se han juntado en un proyecto low cost -así lo denominan- para recrear sus versiones del Barón, imagino.

  Iron maiden

Hay 14 Comentarios

Yo he visto a Barón Rojo en muchas ocasiones, ya sin Sherpa y Hermes Calabria. Siempre es un placer oír los viejos temas de Barón Rojo en directo, y digo los viejos temas porque se trata de una banda que cuenta con 12 o 13 discos de canciones inéditas, sin embargo en sus conciertos sólo tocan temas de los cuatro primeros discos, canciones que tienen entre 25 y 30 años.
Esto no sucede con otros artistas y bandas que llevan en la brecha 30 años, como Rosendo Mercado, que siempre que hace una gira es porque ha sacado un nuevo disco que no suele defraudar a sus seguidores y del cual toca en directo 5 o 6 temas. Si vas a un concierto de Rosendo te das cuenta de que toca muchos temas de sus últimos discos, no sólo de los primeros.
Pese a gustarme Barón Rojo y reconocer la importancia que este grupo tuvo en el panorama del rock nacional durante los 80, debo reconocer que Barón Rojo, desde hace ya muchos años, es un cadáver anacrónico que los hermanos de Castro se niegan a enterrar.

A mi personalmente,que he visto a Baron desde siempre,me gusta mas la voz de Sherpa en el grupo a si como su musica,los hermanos son makinas a los mandos de las seis cuerdas,pero con el tiempo se ha desmostrado que no son capaces de sacar nada al mercado bueno.....por que sera?????

No me interesa lo más mínimo los “rollos” internos de estos tíos en si se llevan bien o mal pero al ver que hoy pasaban la película de Baron Rojo me entra un subidón Baron Rojo para los amantes de la caña y el Hevy ESPAÑOL fueron los más GRANDES. Sus letras fuertes e impactantes así como directas, letras que hoy nadie políticamente correcto cantaría porque el mundo se ha vuelto políticamente CORRECTO ambiguo y raro para desgracia de muchísima gente. La movida no fue un rollo de porros y libertinaje fue un “clamor cultural” pese a quien les pese y Baron estaban dentro de aquello. Los recordamos y con mucho cariño. Larga vida a Baron!!

Los De Castro han despotricado mucho contra Sherpa desde la disolución en los 80, mas que a la inversa, lo de Sherpa ha sido mas reciente. Yo siempre he seguido las entrevistas con ambos bandos y ha sido así. De hecho en la ultima entrevista de los hermanos en Popular 1, arremeten contra Sherpa y Hermes con unos argumentos muy poco creíbles, se recomienda su lectura.

Los hermanos han estado todos estos años tocando en directo las canciones de los ochenta sin ofrecer nada nuevo que merezca la pena, los discos que han sacado son rematadamente mediocres, y el grupo se ha ido convirtiendo cada vez mas en un ejercicio de recreo y nostalgia en escenarios de segunda división.

Saludos

Aunque muy tardío, me gustaría decirle algo a AKA: "¿Ha sido una bomba... o un latido de mi corazón?". Esta frase, que nos haría sonrojarnos o partirnos de la risa hoy, es uno de los muchos grandes momentos de un clásico llamado "Casablanca". Como todos hemos visto cine clásico o leído literatura clásica, creo que huelga recordar que las palabras hay que situarlas en su contexto, y que cosas que en nuestro actual estado cultural suenen ridículas, sonaban muy, pero muy necesarias en la época. Sobre todo si hablamos de una época con cierto romanticismo, ilusión e idealismo en contraposición de la absoluta ausencia de valores de cualquier tendencia en la actualidad.
Por otra parte lo que dicen de la movida es cierto, y muchos lo pensamos de siempre (por cierto, yo también soy fan de la Movida, no soy sospechoso de partidista). Nadie recuerda el viejo rock de Chapa, ni los precursores (Jaume Sisa, Máquina!, Lone Star, Gong, Storm, etc.), ni a Burning, y parece que la historia de la música en España pasó de Brincos y Bravos a la Movida, y posteriormente a El Último de la Fila y sucesores. Como mucho se recuerda a los solistas o líderes (Miguel Ríos, Loquillo, Ramoncín...).
Y por cierto, ganar pasta no está reñido con reivindicar nada, salvo en el manual del neoliberalismo que pretende prohibir que alguien se gane bien la vida y sea al tiempo solidario o reivindicador (sobre todo si es actor o músico).
Lo de la torpeza es una afirmación que cualquiera puede hacer sobre cualquier otro a condición de no tener que demostrarla. O tal vez sea un dogma determinista que niega el azar o los componentes externos en un sistema, lo que científicamente es difícil de sostener.

Tremendo lo de Morris. Pero ojo, Diego: tampoco se llama la canción de Baron 'Las hormigas', sino 'Son como hormigas'. (Hormigas, las de Vainica Doble.)

CHENAN tiene razón. La extracción social de la movida era el pijerío, chicos acomodados y hedonistas. Nada que ver con la brutal sinceridad, todo lo ingenua y puerilode que quieras, del rock urbano y del heavy.

A lo de "infantil , ingenuo y hasta ñoño" yo añadiría chabacano.

El comentario sobre lo de la movida y demás, es completamente demagógico: los grupos de rock se han forrado tanto o más que los de pop. Baron Rojo, Obús, Extremoduro, Platero y Tú... la lista de "auténticos" ganando la pasta gansa es muy grande. Otra cosa es que fueran torpes a la hora de gestionar todos esos beneficios o no demasiado despiertos a la hora de llevarse adecuadamente su parte del pastel.

Las letras están completamente superadas por el tiempo: "Dicen que fumar es pecado y es mortal y al infierno te condenan". Como escrito por un niño de cinco años yendo de malote.

El problema es que estaban más interesados en ser míticos que en hacer buena música. El heavy pretendía ser revolucionario, un revulsivo social que ahora, a años vista, resulta infantil , ingenuo y hasta ñoño. Es cierto que ellos llenaban los estadios, pero los poperos de la movida eran de buenas familias y tuvieron el apoyo mediático de sus amiguetes,los nuevos ricos socialistas que dominaban la prensa y el creciente colectivo gay. Y así se escribe la historia

Por mi parte, no había intención de ningunear a Carolina. Pero ella tiene su espacio en la película y recibe piropos de Sherpa, así que no quería reiterarlo.

Joder, muy buen artículo.

Mercyful, tienes razón en reivindicar a la mujer de Sherpa como la letrista - y nada mala ! - del grupo, porque en el fondo son tanto las letras como la música lo que conforman el "producto" final (amén de la imagen, que en el caso de los barones era demasiado posturera y retocada, basta ver los videoclips, en los que las poses nos pueden parecer ahora ridículas o los excevicos retoques en estudio del "directo" del 84. No fueron el mejor grupo de rock, sí quizás la mejor banda de heavy en estudio. Las quejas de Sherpa son legítimas si él cree que tienen que quejarse, igualito que Harrison cuando decía estar hasta las narices del insultante paternalismo de McCartney. Creo recordar que los Barones tocaron en Reading (amén de un concierto en el Marquee) y que esa "gloria" se infló desmesuradamente en España por razones promocionales, haciéndoles, a la larga, un flaco favor, porque desvirtuaba la dimensión real de lo patrio (Barones, por buenos que fueran, no pueden compararse con Priest, Rainbow, Sabbath u otros pesos pesados del género) y vendía una moto que sólo convenía a los sellos discográficos nacionales, expertos en el "toma el dinero y corre". Lo escribió Manrique hace años: " Primero fue el invento de Coz ("sed más pop, chicos, que ya sabeis lo que quieren los de arriba") y cuando el heavy empezó a funcionar, ya les dijeron "distorsionad, chicos, distorsionad"... Y ellos a tener que justificar piruetas y cambios de chaqueta. Ahora un par de chavales "descubren" el potosí mostrando la dinámica de una derrota más, la humana. Parece que a cada favor que les hace la vida a los Barones, alguien se lo hunde por el otro lado..."It's a long way to the top if you wanna rock'n'roll". Saludos nostálgicos.

Otra leyenda garbancera.

Me he acordado hoy al leer esto de la entrevista que escuché hace años el reciente fallecido Mariano García le hacía a Sherpa, en Disco Cross, donde Sherpa presentaba su primer disco, bastante mediocre.Mientras que los "castros" han sabido guardar las formas, aunque sus defectos tengan detrás del telón, creo que no hay palabras recogidas de estos que sean malsonantes o maldiciendo la suerte de los otros componentes del grupo de cara al público( me pueden desmentir).Sin embargo, Sherpa siempre que lo he oído hablar( y a la entrevista citada me remito) despotricaba del grupo con esa prepotencia que tiene de que Barón Rojo no es lo que es sin él en la formación.Creo que Barón Rojo ha sido la mejor formación de rock en España, y aún se pueden escuchar sus canciones sin sonrojos.Tampoco se menciona aquí a la autora de muchas de las letras de las canciones de Barón, que si no recuerdo mal, era la mujer de Sherpa.

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, en contra del tópico que persigue a los críticos, nunca quiso ser músico. En su salón hay un bonito piano pero está tapado por montañas de discos, libros, revistas. Sus amigos músicos se enfadan mucho.

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