Ser músico hoy es la peor opción profesional posible

Por: | 12 de octubre de 2013

  Músicos Maynardville-musicians-tn1

En los últimos tiempos, un servidor decidió no perder energías en escribir sobre lo que pomposamente llamamos “nuevos hábitos de consumo cultural”. Primero, me encontraba con artistas que se lamentaban: “en los medios ya solo habláis de la industria, no de la música”. Tenía respuesta para eso pero no me hubiera ganado amigos.

Segundo, descubrí que no había punto de entendimiento entre los que cantaban las maravillas del “gratis total” y los que defendían la vigencia de los derechos de propiedad intelectual tal como ahora se conciben (pero necesitados urgentemente de una revisión radical, añado yo). Ni unos ni otros demostraban empatía por el contrincante; parecía dominar una extraordinaria ceguera voluntaria en ambos frentes.

 

El asunto es que seguiría callado de no haberme encontrado el mes pasado con un texto contundente en Digital Music News, una publicación online con base en California que sigo con la esperanza de encontrar iluminación entre el caos. El artículo rebatía las principales mentiras que circulan sobre la música en la era de Internet y me encontré asintiendo en los principales puntos y murmurando “sí, así es”. Me he permitido sintetizar y adaptar ese listado, prescindiendo de varios apartados referidos a casos y empresas estadounidenses.

Musicos vendiendo CDs doesntmatter
1ª: La buena música siempre encuentra su público. Es un mantra optimista que siempre repiten inclusos los que viven de la música más infame. Deben relegarlo al mismo cajón de mitos que “los niños vienen de París” o “el crimen se paga”.

  

2ª: Un artista puede vivir explotando su nicho. Deriva del famoso artículo de Chris Anderson en Wired (2004) sobre “la larga cola” o “la larga estela”, luego convertido en libro (ver anuncio arriba). Simplificando, que tiendas de stock aparentemente infinito, como iTunes o Amazon, permiten la supervivencia de propuestas creativas minoritarias. Resulta enormemente tentador depositar la fe en ese principio pero posteriores estudios nos cortan las alas: “está bien aprovecharse de la larga cola pero, amigo, como no tengas producto en la cabeza, en el 20 % de productos más demandados, lo pasarás mal”.

  Hardcore punk

3ª: El hundimiento de las multis facilita la emergencia de propuestas frescas. Quizás lo recuerden: MySpace iba a permitir puentear a los gigantes de la música. Sencillamente, lo que ha ocurrido es un atasco de grabaciones caseras que nunca han amenazado la hegemonía de las multis. Estas, por cierto, no creen en la larga cola: se centran en las músicas masivas y apenas invierten, como sí hacían antes, en artistas y géneros minoritarios.

  Major-Record-Labels1

4ª: Morirán las grandes compañías. Ah, en esto había una gozosa unanimidad: todos, incluyendo a sus antiguos empleados y fichajes, se apuntaban para tener el honor de martillear el último clavo en el ataúd de Sony, Warner, Universal o EMI. Resulta que sólo esta última ha fallecido, victima de unos especuladores, y las demás se han repartido sus tesoros. Las majors pueden estar debilitadas pero tienen el soporte de sus inmensos catálogos y el know how para vender la música de gran consumo.

Vinyl-records

5ª: Los formatos digitales son más rentables y los soportes físicos no tienen futuro. Ya, ya. Pero nunca se nos ha explicado los motivos de que iTunes tardara tantos años en dar beneficios y todavía funciona esencialmente como un incentivo para vender hardware de Apple. Por otro lado, los países que mejor soportan la crisis discográfica -Japón, Alemania- mantienen saludables mercados de CDs y elepés. No es “uno u otro”; la realidad tiende a inclinarse por “lo uno y lo otro”.

Shovels and rope

6ª: El modus vivendi de los músicos está en las giras. Esencialmente, era la típica oferta que no podías rechazar: “regala tu música -te la vamos a quitar de todos modos- y grandes multitudes acudirán a tus conciertos.” Qué quieren que les diga: lo que estoy viendo son grupos que actúan en acústico, solistas que se presentan sin banda, artistas que tocan de Pascuas a Ramos. Las “grandes multitudes” parecen estar en sus casas, viendo el partido de la jornada.

Astronauta Chris Hadfield space-station-song-recorded-on-ipad

7ª: Está emergiendo la “clase media” de los artistas. Es decir, figuras que no se moverán en limusina ni se alojaran en las suites de los hoteles de cinco estrellas pero si ganaran lo bastante para financiar su creatividad, pagar la hipoteca y alimentar a su familia. No serás tan rico como un noruego pero sí tendrás el nivel de vida de un polaco La teoría se ha transmutado en la figura del apurado artista a tiempo parcial, el funcionario o profesional liberal que hace música por las tardes o los fines de semana (o se marcan una canción en el espacio, como el astronauta de arriba). Muchos de los que se consagren exclusivamente a la música tendrán que sobrevivir con la renta de un filipino.

Músicos Spotify
8ª: Spotify es la solución. Eso creen artistas a los que han machacado con la monserga de “el futuro está en el streaming”. Se lo creen hasta que les llega el primer talón por el uso de su música y es aproximadamente lo que dejan de propina en un restaurante (vean la queja de Grizzly Bear: diez dólares por 10.000 escuchas). Nadie duda de las ventajas del servicio de Spotify pero todavía debe demostrar que se trata de un modelo económicamente viable: desde su fundación en 2008, está perdiendo cada año cantidades monstruosas.

Google-as-a-giant-robot

9ª: Google y YouTube son tus aliados. Bueno, eso quieren hacernos creer: “somos gratuitos, te damos difusión”. En realidad, sus usuarios son proveedores de contenidos y público cautivo. Su interés por la música puede deducirse de lo siguiente: YouTube tiene filtros para eliminar el contenido porno pero no hay un mecanismo automático similar para borrar músicas que -con las leyes en la mano- no han sido subidas por sus legítimos propietarios. Buena cosa para los espectadores curiosos, mala para los profesionales. Inciso: me llaman de Google y me recuerdan, sin acritud, que sus servicios incluyen herramientas para eliminar contenido ilegal, previa petición de los derechohabientes.

Shonen Knife

10ª: El negocio está en las camisetas, estúpidos. Quítate la venda: no vas a sacar dinero de tus grabaciones, apenas cubrirás gastos con el caché de tu concierto. La pasta, querido pardillo, está en el merchandising. La verdad: a no ser que triunfes a lo grande o tengas un culto alrededor de tu proyecto, se trata de calderilla. Me temo que nadie pagara por tu camiseta los 95 euros que pide el Real Madrid por la de Gareth Bale.

Músicos pobreza

Ya me hago cargo: ofrecer una lista como la que hizo, en su versión original, el director de Digital Music News, Paul Resnikoff, parece un ejercicio deprimente. Un regodeo en la miseria. Pero nadie tiene aquí soluciones milagrosas y el primer paso consiste en desmontar los espejismos, las piruletas con las que tienen entretenidos al personal. Por cierto, en el blog Cambiando de Tercio han adaptado estos puntos al mundo editorial y, qué miedo, las falacias se repiten: http://cambiandodetercio.wordpress.com/2013/10/08/las-doce-mentiras-del-mundo-del-libro/#comment-4451

Hay 49 Comentarios

Amm pues yo estudié la carrera de pianista en la universidad de música, y la verdad ahora doy clases en una universidad, he de decir que la música que yo toco es diferente a la música que normalmente escuchan todas las personas, constantemente en mi trabajo me toca dar conciertos de Chopin, Beethoven, Rachmanninov y así... y no soy millonario, pero vivo bien, alcanza lo que gano para mantener a mi familia... esposa y un hijo, junto a mi mujer nos hemos planteado tener otro hijo , pero por el momento no es redituable (dentista, médico, oculista, etc...) tal vez dentro de unos años... Acepto que si para el músico con título está dificil , para el músico amateur es aún más... Ojalá la sociedad cambiase en un futuro para pagar lo que merecemos. Las horas de práctica, la creatividad, desvelos... etc... , un saludo a todos!

si en lugar de 3 conciertos en el mes de marzo, diera 12, entonces igual soy capaz de ingresar lo que le pagan a David Bisbal. Pero no puedo porque tengo contrato en la puta fábrica y lo tengo que cumplir. Es lo que tiene ser un músico amateur. Si no os creéis mis palabras, visiten en mi blog próximamente que voy a colgar los pagarés de los 3 conciertos que voy a dar en marzo, y después de eso seguís hablando. putos mierdas.

yo vengo aquí a saludar lo primero y a comunicar que el mes que viene (Marzo 2014) me voy a poder permitir vivir de mis ingresos musicales con mi banda ART & BEAUTY por primera vez en mi vida, gracias exactamente a 3 conciertos por los que me pagan guay, en total suma lo mismo que un buen sueldo equiparable al de un obrero medio. El mes de abril probablemente no ingrese nada de la música pero para eso tengo mi trabajo en una fábrica. Un saludo y a mamarla todos!

Pedro! se te ha ido, el artista no tiene derecho a cobrar, le pagará si quiere quien quiera, y el médico tampoco tiene derecho a cobrar, pero la gente le paga, si no, no podrían curarse de sus males y enfermedades ya que el médico pone precio a su tratamiento, al igual que el músico pone precio a su música, si nadie hiciese música, o si fuese la música motivo para la supervivencia, lo más seguro es que cobrarían sin pedirlo.

Muchas gracias a Hellen Mirror por su simpática opinión. Lo que sí le agradecería es que, desde su superior conocimiento, aclarase cuáles son esos "insultos" cuya "ristra", comprensiblemente, le molesta tanto. Porque yo reconozco, en mi ignorancia, que no tengo ni la más mínima idea. Lo mismo me ocurre con las "diatribas", palabra que el Diccionario de la Academia define literalmente como "Discurso o escrito violento e injurioso contra alguien o algo". Dónde estén las violentas injurias que me atribuye, y a quién puedan ir dirigidas, es un completo misterio para mí.

Qué coñazo el Pedro Ramos y sus diatribas. Eso sí, como no pienses como él estás condenado a una ristra de insultos. No hay nada peor que un integrista disfrazado de culto.

Creo que malinterpretaron mi comentario. Yo jamás voy a querer que los músicos se mueran de hambre o que les cueste llevar una vida digna, de hecho, cada vez más invierto más recursos económicos en adquirir música.

Lo que me parece es que si la situación evita que los que buscan hacer música desechable lo dejen de hacer porque no es negocio, es maravilloso.

No me sorprende nada lo que me dice "nat". Es más, yo sospecho vivamente que, fuera del cine norteamericano, tanto clásico como moderno, más conocido, poco debe ver, y aún menos interesarle.

El problema, como ya dije, no son sus limitaciones (todos tenemos las nuestras), sino el hecho de que quiera imponerlas a todo el mundo. En ese peligroso sentido es él, no yo, quien "predica", aunque yo no creo que se suba para hacerlo a lo alto del Sinaí. Es más, sospecho que ni siquiera es consciente de su predicación.

Yo, eso me parece obvio, sé algo más que él, y tengo intereses culturales más amplios que los suyos; pero, al contrario de lo que él hace, ni pretendo imponerlos a nadie ni me creo por eso en ninguna posición de superioridad. Cuando la cultura o el conocimiento no son un vanidoso adorno de nuestro ego, sino una necesidad personal para crecer y entendernos, se es demasiado consciente de las propias limitaciones para pretender imponerse a nadie.

El problema, ya digo, surge cuando alguien, desde su abundante ignorancia, pretende recortar la realidad o la imaginación para dejarlas a la medida de su estrecho criterio, por ser ésa la única que él puede aceptar. Howard Hawks era un grandísimo director, y "His girl Friday" (que aquí llamaron "Luna nueva"), una excelente película; tiene otras no menos espléndidas, como "La fiera de mi niña", "Sólo los ángeles tienen alas", "Bola de fuego", "Tener y no tener", "El sueño eterno", "El enigma de otro mundo", "Río bravo"..., cuyos títulos prefiero citar en español, porque es más fácil que quien lea las identifique así (aunque a veces, como en el caso de "La fiera...", resulten bastante absurdos), y se trata de eso y no de demostrar lo poco que yo sé. Pero le aseguro que Ozu, Mizoguchi, Kurosawa (a quien no cité antes), Renoir, Jean Vigo y unas cuantas docenas más, que por no ser norteamericanos acaso ni le suenen, no le son en nada inferiores, y vale la pena conocer al menos sus mejores obras. Lo digo sólo por lo de "no me interesan", palabras a las que es difícil no aplicar los versos de Machado acerca de quien "desprecia cuanto ignora".

Y una cosa más, y termino: como recordaba T. S. Eliot (puede buscarlo en la wikipedia, si tampoco le suena), "yo no puedo leer poesía noruega, pero si me dijesen que ya no se escribe poesía en lengua noruega sentiría una alarma que sería algo más que comprensión generosa. Lo consideraría un brote de enfermedad capaz de extenderse por todo el continente; el comienzo de una decadencia cuyo significado sería que gentes de todas partes ya no podrían expresar, y por lo tanto sentir, las emociones de los seres civilizados". Lo que él, como gran poeta y crítico, decía acerca de la poesía, puede perfectamente extenderse al resto de la cultura. Esa ignorancia de que usted hace vanidosamente gala, y la limitación que supone, podría, si consigue extenderse hasta el punto de que, en efecto, ya no encuentren financiación, y por tanto posibilidad de subsistir, otras formas de cine o de cultura, supodrían un grave empobrecimiento para todos; y no sólo, con ser importantísimo, por todo lo que desaparecería, sino también porque, al carecer de los referentes y los términos de comparación que permitieran valorarlo, nuestra apreciación, y nuestra misma capacidad de sentir, lo poco que quedara, se mutilarían y superficializarían de un modo dramático, y acaso irreversible.

"Luna nueva", siendo la excelente película que es, parte de unas costumbres y unos modos de vida, una manera de ver y de sentir el mundo, que no son las nuestras. Y, si no podemos tener expresiones culturales que hablen de nosotros -españoles, europeos-, que estén directamente conectadas con nuestra vida y alimentadas por ella, nuestra visión de la misma "Luna nueva" se empobrecerá y superficializará inevitablemente; veremos menos en ella, porque nuestra misma mirada será más pobre.

Acaso usted no comprenda nada de lo que digo; quienes sí podemos comprenderlo seguiremos luchando en beneficio de todos (también de los que no comprenden) para que esa superficialidad y pobreza espiritual que nos amenaza a todos pueda ser evitada, si es que todavía estamos a tiempo de conseguirlo. Y eso no es porque yo, o quienes coinciden conmigo en esto, nos creamos superiores a nadie, al contrario: es porque sabemos, justo por ser conscientes de nuestras limitaciones, lo mucho que necesitamos de eso que usted desprecia porque lo ignora, y lo pobres que seríamos todos sin ello.

Me parece bien que cada uno opine lo que quiera, pero no entiendo como hay gente que exige no pagar por disfrutar de algún contenido cultural y no exige que la comida o los coches, por ejemplo, sean gratis.
Hay que recordar que las bibliotecas, subvencionadas, permiten el disfrute del ciudadano de la literatura; lo mismo ocurre en los museos, con algunos conciertos, etc...pero no es gratis. Nadie trabaja gratis.

Hay un chiste gráfico de Mauro Entrialgo, dibujante de El Jueves, que dice:
Está el del bar hablando con los músicos:
- Bueno, tú tocas aquí gratis esta noche y así viene gente a verte y te das a conocer.
Y contesta el músico
- Bueno, pues mañana te traigo a todos mis colegas, bebemos gratis y así tú también te das a conocer...
Creo que resume a la perfección todo este tema.

También considero que para hablar de estas cuestiones sería aconsejable conocer un poco el tema de los derechos de autor y la propiedad intelectual. Una cosa es poder interpretar a BACH cuando me dé la gana y otra es utilizar una grabación que tiene un propietario y que costó mucha pasta grabar (alquiler recinto, músicos, seguros, técnicos de sonido, etc.). El dueño de esa grabación hará lo que quiera con ella, venderá o no venderá, pero lo que no se puede pretender es que terceros decidan que hacer con ella. Eso no pasa con ningún otro tipo de negocio o empresa.
Lo que pasa que a nadie le gusta reconocer que es un ladrón. Pero es así.

Luego están los tontos de remate que defienden la gratuidad a través de P2P y similares eximiendo así de responsabilidades a todo cristo. No se dan cuenta que hay gente que se lucra sin hacer nada a través de la pubilicidad que contienen sus webs. A eso se le llama estafa, vender un producto que no es tuyo.

Por otra parte, el 99% de personas relacionadas con la cultura, en este caso con la música, no son Madonnas, U2, ni Radiohead...son currantes de la música que tienen todo el derecho a ganar dinero con su trabajo, de la misma forma que hacemos todos en la oficina, en la obra o dónde sea.

http://sinpalabrejas.blogspot.com.es/

Hombre, mi viejo amigo Pedro Ramos. Y el caso es que tienes razón, no conozco a ninguno de esos cineastas que mencionas, ni he visto ninguna de sus películas, ni me suenan, ni me interesan, ni nada de nada. Y sí, la próxima vez que vaya al museo ése a ver si consigo afanar un cuadro de alguno de esos fulanos, no por el cuadro en sí, que, como supondrás, me importa un carajo, sino para intentar venderlo y sacarme unos cuartos. Y aquí me tienes, currando como curro en un hotel, y hoy me toca el turno de noche (casi casi “the dog watch”, que diría mi querido Herman Melville, el aduanero, que en gloria esté porque nadie le va a robar ya un céntimo de derechos de autor), y hace un rato vi una película cojonuda, “His girl friday”, de uno que se llamaba Howard Hawks, que algún desalmado hijo de puta tuvo la osadía de colgar en youtube y aquí estamos todos disfrutando de ella sin pagar un duro, y mientras el Gonzalo Suarez y el Gutiérrez Aragón y el otro, el Díaz Yanes, escribiendo novelas porque ya nadie les paga las movidas cinematográficas. Pero la verdad es que entre el domingo que creo que empezó todo esto y hoy le ha dado vueltas a tus doctrinas, a tus predicas y a tus teorías (si hicieran una película sobre tu vida te interpretaría Charlton Heston en lo alto del monte Sinaí), y confieso que estás a un paso de convencerme, que ya casi me siento culpable y que me pregunto a quién tengo que darle dinero, y cuánto, después de ver una película en ese youtube infernal que maldita la hora en que alguien lo inventó.
Amigo Pedro Ramos, si te metes en una lista y te sale bien la jugada, en las próximas elecciones te nombran ministro de cultura, y de ahí a la eternidad. Que González Sinde te bendiga.

Gracias a "nat" por sus brillantes ideas. Hace unos días estuve en el Museo del Prado, donde pude ver, y admirar, tanto la exposición temporal ahora dedicada a Velázquez como algunas de mis obras preferidas en la colección permanente del Museo. Dado que en uno y otro caso sus autores murieron hace todavía más tiempo, la próxima vez que vaya me llevaré alguna de las que prefiero, puesto que con ello no perjudico a nadie. Por supuesto que no lo haré, pero es que yo no soy "nat", ni razono como él.

Respecto a lo que dice del cine español, no sé qué clase de afición será la suya, o sea, qué cosas le interesarán; pero ahí tiene bien vivo (y que dure muchos años) a Víctor Erice, cuyos tres largometrajes están, en mi opinión (y en la de mucha gente más) a la altura de lo mejor que se haya hecho, aquí o fuera. Si él desea privarse de ellos, es cosa suya (me pregunto si hay algo en cine, tal como razona, que no sea cosa completamente suya), pero a quienes tenemos algo de idea de cine le aseguro que no nos apetece nada imitarle. Vivo está igualmente Carlos Saura, autor de algunas películas espléndidas (quizá "La caza" sea mi preferida, pero desde luego no es la única). Vive igualmente Gonzalo Suárez, cuya "Remando al viento", por poner un solo ejemplo, es excelente. O Mario Camus, autor de "Los santos inocentes", entre otras trivialidades. O tantos otros que es inútil enumerarle, porque ni sabe ni quiere saber nada de ellos.

Y sólo he citado a quienes viven; no sé si su anatema, o su ignorancia, alcanzan igualmente a los ya fallecidos, y no le interesan nada Berlanga, Bardem, Buñuel, Fernán Gómez, Edgar Neville o tantos otros, empezando (cronológicamente) por el admirable Segundo de Chomón. Pero supongo inútil citarle ese nombre, o el de Lorenzo Llobet Gracia, cuya excelente "Vida en sombras" tanto y tan justamente elogiara Guillermo Cabrera Infante -que a lo mejor tampoco le suena.

En fin, dije antes, y me reafirmo, que el problema no está en la ignorancia de algunos (nadie lo sabe todo), sino en la seguridad con que pretenden imponernos a todos sus limitaciones. Lo que ellos no conocen, o no tienen capacidad para apreciar, es porque "ha muerto", y no hay más que hablar. Y en eso, al menos, le doy la razón: hablar de según qué, y según con quién, es, de acuerdo con la vieja expresión, como predicar en el desierto.

Estaba yo pensando (a veces me da por ahí) que hace siglos que no compro una película en dvd, y ello se debe a que todas las que me interesa ver están en youtube y con una calidad de imagen cojonuda (ya sé que, como dicen los críticos integristas, el cine es para verlo en una gran sala –y a poder ser con Ava Gardner chupándotela al pie de la butaca–, pero a ver en qué gran sala ponen hoy películas casi olvidadas de los años treinta, por ejemplo), por lo que en una pantalla grande de ordenador se disfrutan tan bien como en un buen televisor. Y no le estoy robando su dinero a nadie puesto que sus directores, guionistas, montadores y productores murieron todos hace mucho tiempo. En cuanto a los jóvenes directores de hoy, sobre todo si son españoles, cierto que tienen derecho a cobrar por su trabajo, pero por lo que a mí respecta pueden dormir tranquilos: nunca piratearé ni descargaré ni veré de forma ilegal (y tampoco legal, todo sea dicho) una sola película suya. Así que, en lo que a cine se refiere, todos contentos.
Pienso también (hoy estoy inspirado) que quizá el problema, o una parte del problema, es que cierta cultura ha muerto, y desde hace tiempo, además.

"pe4dro" tiene, me temo, el defecto de creer que todos padecemos de sus mismas limitaciones.

Yo he ido a muchísimos conciertos, y de todo tipo; estuve, por ejemplo, en el célebre concierto del 82 de los Rolling Stones en el Manzanares (el de la tormenta), como también he escuchado en concierto la Pasión según San Mateo de Bach; he visto cine de puro entretenimiento (a veces excelente, como "Historias de la radio" o "Atraco a las tres", que cito con preferencia porque hay algunos ignorantes que dicen barbaridades contra el cine español), y cine que supongo que difícilmente verá la gente que sólo busca eso, desde algún grandísimo título del cine mudo ("El gabinete del Dr. Caligari", "Avaricia", tantos) a cosas que (como éstas, seguramente) supongo que ni le sonarán, como los grandes títulos de Yasujiro Ozu o Kenji Mizoguchi (y cito la cinematografía japonesa clásica por lo desconocida que es para tantos, siendo espléndida).

¿Para qué explicarle que la cultura y el entretenimiento no están reñidos?

Respecto a la vaciedad que dice, creyendo decir algo, acerca de los "paradigmas", puede tener la seguridad de que cuando Pessoa o Dante escribían sus poemas, Bach o Mozart componían sus obras, etcétera, no pretendían en absoluto fabricar "paradigmas", sino hacer obras hondas y vivas, propósito al lado del cual lo otro no cuenta nada; eso es confundir la obra con la utilización posterior, y muchas veces bastarda, que pueda hacerse de ella.

Y tanto Dante como Bach o Mozart fueron financiados por la nobleza de su tiempo (en el cual no existían ni Alemania ni Italia, que sólo se unifican en el siglo XIX). El problema no es la ignorancia, nadie sabe de todo, sino la intención de cierta ignorancia de dar normas, de legislar, para que todos seamos igualmente ignorantes. Intención ésta tan absurda como inútil, pero que sí (y eso es lo triste) puede ser dañina.

Cultura según la RAE: "Conjunto de modos de vida y costumbres, conocimientos y grado de desarrollo artístico, científico, industrial, en una época, grupo social, etc." Es decir, la cultura es un conjunto de paradigmas que define una época. Como los Beatles o la llegada a la luna lo son de los años 60.

El grabar un disco, tocar en directo o hacer un programa informático no es necesariamente hacer cultura (y mucho menos arte). El tiempo da y quita razones y dirá qué músico, ingeniero, médico o industria será representativo de la cultura de nuestro tiempo. Por supuesto Bach y Miguel Angel son artistas y forman parte de la cultura de su tiempo.

Lo que está claro es que cultura es lo que sobresale como representativo en una época determinada por méritos propios, y por tanto, no subvencionado. Rizando el rizo, la subvención en sí es lo que realmente forma parte de nuestra cultura actual, y no los "artistas subvencionados".

Cuando escucho un CD, voy a un concierto o al cine es para entretenerme, no para culturizarme. Que levante la mano quien haga lo contrario.

En estos comentarios se ha hablado de la música de Bach o Mozart, de la pintura de Miguel Ángel, de Cervantes, de Pessoa, de Joyce... ¿Todo eso es "industria del entretenimiento"? Y, con respecto a las subvenciones, ¿por qué se ha de subvencionar, por ejemplo, el deporte? Los tópicos son cosa bien fácil, y caben en dos frases; razonar, en cambio, resulta un poquito más complejo.

¿Por qué esa manía de llamar cultura a la industria del entretenimiento?. Qué pretenciosidad.
¿Y por que se ha de subvencionar, aquí o en Japón?.

Tal como relata el artículo no hay entendimiento posible, solo basta con mirar los comentarios. Solo decir que en Japón la piratería es posible, pero no se ejerce, por qué? POR QUE CUIDAN SU CULTURA!!! Y si, la subvencionan, como en Alemania, Holanda, Francia... Eso aquí es imposibe hoy y dentro de 500 años. Soy músico profesional y he viajado por algunos paises ejerciendo mi profesión, y saben que? Este es uno de los peores que conocí para un artista. Un país que no cuida su cultura merece la decadencia de la misma que inevitablemente se produce. Porque los buenos, y los que pueden, se están marchando. En cuanto al mercado, ninguna solución, lo único que consiguió Napster fué crear un espacio interminable para los amateurs y dificultar aún mas la tarea de las pequeñas compañías. Los músicos profesionales viven de tocar en espectáculos, acompañar artistas conocidos, ser maestros u otro tipo de shows, en definitiva no mucho que ver con SU carrera discográfica. Así que por los músicos no se preocupen, música habrá siempre y trabajo para ellos también, preocúpense de escuchar en la radio una música de pena o de ir a un concierto y o entender nada, o no saber que hacer (esto es muy gracioso y muy frecuente). A mi la música me lo ha dado todo en la vida, y me lo sigue dando, incluso a veces mas dinero del que necesitaba, ahora, si su prioridad es el dinero, mejor busque otra ocupación laboral.

Alguien que hace un blog de abogacía y no es abogado tiene la misma credibilidad que un crítico musical que no es músico

Ah, James Joyce vivía subvencionado... en el sentido de que le prestaba la pasta un amigo rico. Y así funcionaba la cultura antes. La falacia aquí es pensar que hay una selección natural con esto de los escritores o los músicos, claro.

El problema está, simplemente, en que "nat", y como él muchos otros, no quiere entender, y eso tiene mal remedio.

Lo que él está diciendo es que sólo los números uno en una actividad artística tienen derecho a vivir de ella; pero lo hace porque, para él, la actividad artística es un hobby, no una dedicación seria. No diría eso mismo en los ejemplos de profesionales que le he puesto; no diría, por ejemplo, que está bien que los peluqueros muy famosos vivan de su actividad, pero que él no está dispuesto a pagarle al peluquero del barrio porque le corte el pelo, que su obligación (la del peluquero) es cortarle el pelo a él y a quien se lo pida, pero vivir de otra cosa. Y eso se debe a que el peluquero proporciona un servicio por el que todos entendemos que merece un pago.

Exactamente lo mismo ocurre con un músico, o un escritor, y demás creadores: cuando escuchas una canción, lees un libro o ves una película estás utilizando para tu servicio lo que ellos han creado, y ese servicio (como los demás que citaba) tiene un precio.

Y claro que puedes prestar, o regalar, un libro a quien desees, o un disco, o una pelicula, y de hecho hay bibliotecas públicas donde acceder gratuitamente a todo eso, y a mí me parece perfectamente que las haya (más tenía que haber). Pero si difundes públicamente, por los nuevos medios tecnológicos que ahora lo permiten, cualquiera de esas cosas, estás vulnerando los derechos del creador (o los creadores, en el caso de las obras colectivas), que no reciben nada por dicha explotación pública de sus creaciones, y esos derechos (como los que el propio "nat" tiene en su trabajo, cualquiera que éste sea) tienen que estar protegidos por la ley, y perseguirse a los infractores. Y si esa protección, como tantas veces ocurre, es insuficiente, la solución no estará en que desaparezca y cada uno se sirva del producto del trabajo de "nat" libremente y sin pagarle nada, sino en hacerla más eficaz, tanto como sea posible. Y mientras "nat" y muchos otros no comprendan eso (que los creadores ofrecen un servicio con sus creaciones, y que ese servicio, como los de los peluqueros o abogados, genera unos derechos y necesita una protección acorde con ellos), no habrá posibilidad ninguna de entenderse.

Yo no hablo de que nadie obligue a nadie a consumir productos artísticos: ésa es una decisión libre, y si el peluquero no consigue clientes tendrá que cerrar y dedicarse a otra cosa. Lo que es inadmisible es que el público se sirva de las habilidades de dicho peluquero, o de las creaciones de un músico, un escritor o un cineasta, o del trabajo de "nat" o de quien sea, sin que ellos vean un duro. Eso se llama robo, y es, además de delictivo, injusto. Y lo es de hecho, y no va a dejar de serlo por muchos disfraces que le pongan o muchas disculpas que le inventen.

En realidad, ambos tenéis vuestra parte de razón. No creo que nadie haya negado que si alguien pone un producto en el mercado que genera dinero (es decir, con gente dispuesta a pagar por él), el autor se lleve su parte correspondiente. Pero me parece que a veces entendemos el hecho de dedicarnos profesionalmente a una actividad como un derecho, cuando no siempre lo es: quiero decir que efectivamente todos tenemos derecho a intentarlo, pero luego es el mercado el que te respalda o no (condicionado, por supuesto, por el canal de venta). Es decir, si hay alguien dispuesto a pagar por lo que haces. En la música, además, ha cambiado el concepto del producto, cuando antes la mínima unidad de medida era el disco, el canal actual de comercialización y de reproducción ha hecho que la unidad mínima sea la canción, y ha hecho perder valor al concepto "disco".
En definitiva, hemos vivido un cambio respecto de cómo se consume una actividad, lo que hará que profesiones relacionadas con la misma cambien, desaparezcan, aparezcan algunas nuevas, etc. como ha ocurrido con otras actividades. Me parece que posturas como la de Víctor son positivas porque dignifican mucho al músico, pero mucho me temo que tendrán que asumir que en ese cambio alguno que hace música sintiéndose músico, va a tener que dedicarse a alguna cosa que le ayude a pagar la hipoteca y ejercer de músico, si está dispuesto, percibiendo poco dinero. Como, por otra parte, hicieron en su día grandes artistas como Miguel Ángel, al fin y al cabo profesionales de lo suyo al servicio del Papa que pagara por sus servicios como artista.
Saludos a todos

Dale con Miguel Ángel y Bach y Mozart... Y eso que ellos vivieron de su arte, no sé de qué te quejas, porque Fernando Pessoa, Nathaniel Hawthorne, el bueno de Melville, James Joyce o el pobre Cervantes no lo hicieron o no siempre pudieron hacerlo y no andaban por ahí llorando sino que escribían sus cosas y supongo que se darían con un canto en los huevos, o que diga en los dientes, si lograban publicarlas. Yo no digo que todo creador sea un vago (aunque igual más de uno sí que lo es, mire usted), pero sí que si tiene la nata, o el talento, suficientes para poder vivir de eso (o si les toca una primitiva, como dices tú), pues vale, pero si no a joderse, es decir, a currar de abogado, médico etc. etc. y a escribir o a cantar o a pintar (a veces la mona y a veces unos cuadros del copón) en sus ratos libres. (Por cierto, casi me ha conmovido que pongas a Miguel Ángel a currar de picapedrero; fuiste a buscar una profesión bien jodida y en cierto modo, subliminalmente, has contradecido tus propios argumentos.) Lo de a joderse no lo digo porque joda trabajar, que unas veces jode y otras no, sino porque supongo que debe de joder bastante cuando el creador en cuestión esperaba poder vivir de la música como Dylan o como Elvis, como si un Dylan o un Elvis surgieran todos los días (es decir, de cantar como los pajaritos, y es que el que hizo el comentario lo clavó). En cuanto al cine francés, las películas son mejores (más dignas, más presentables) que los truños que se hacen en España y por eso el público las ve. Yo no sé si alguien vio la de Trueba anterior a la de dibujos animados y a la del artista y la modelo, pero yo la vi y era una puta mierda. ¿Y eso hay que subvencionarlo? Pues mira, no.
Y lo dejo que estoy soltando un rollo del copón y me tengo que ir a la piltra que mañana curro. (Luego por la noche gabaré unas canciones con mi banda independiente y a ver si suena la faluta y puedo vivir de eso; a ver...)

No sé si "nat" no me ha leído, o si prefiere olvidarse de aquello que no le conviene. Por supuesto que hay (pretendidos) artistas que son mediocres o malos, y que no todos pueden, ni podrán, ganarse la vida con lo que hacen. El problema es que él salta de eso, que es obvio, a la afirmación de que TODOS, incluso los mejores, deben resignarse a trabajar en otra cosa para poder vivir. Y si, como en los ejemplos que yo ponía de Bach, Miguel Ángel o Mozart, no pueden hacerlo compatible..., pues que se fastidien, que el arte que ellos no creen nadie lo va a echar de menos; "nat", desde luego, no.

Respecto al tema del cine y las subvenciones, razonarle las condiciones absolutamente desiguales en cuanto a distribución y publicidad con que tiene que competir el español con las "majors" americanas, o que en Francia, sin ir más lejos, se cuida (y financia) su propio cine mucho más que entre nosotros..., eso, a él, ¿qué le importa?

Todo creador es por principio, como dije en mi primera nota, un vago, y lo que tienen que hacer todos ellos, por excelentes que sean en lo suyo, es trabajar, que eso que hacen es pura diversión improductiva. Y si alguno (como cualquier trabajador) tiene la inmensa suerte de que le caiga una primitiva, o un megaéxito del que pueda vivir, pues suerte que ha tenido; los demás, a dar el callo. Que los abogados, cirujanos y etcétera deben poder vivir de sus profesiones; pero ¿los artistas? ¿esos "pajaritos" aprovechados? (Menudos pájaros).

Miguel Ángel, picapedrero; Bach, a arreglar órganos, que al parecer se le daba bien; y, como no había muchos, a buscarse otra cosa; y Mozart a currar, que ya está bien, oiga. Y si la Sixtina no se pinta..., eso está en Roma, y pilla muy lejos. Y a partir de ahí, los demás, ya saben. ¡Pandilla de vagos! Si "nat" mandara, ya les iba a enseñar, ya.

Tener tenemos canciones tan cojonudas como ésta que estoy escuchando mientras escribo, y por la que espero que Charlie Rich haya cobrado el pastón que merece:
https://www.youtube.com/watch?v=0Xjz4mGsCpA
Porque por supuesto que un artista debe cobrar por su trabajo, pero a lo que no puede aspirar es a que, por el simple hecho de ser artista, ya vaya a vivir de eso, entre otras cosas porque igual su obra es una mierda que no le interesa a nadie (es lo que pasa con el cine español, en general pésimo y que al parecer hay que subvencionar contra viento y marea porque nuestros cineastas tienen una ilusión de la hostia; anda que...) Dicho de otra forma: grabo un disco, toco por ahí, pero no me da para pagar el alquiler. Pues trabajo de ago que sí me permita pagármelo, y los trabajos que permiten pagar alquileres y comer y esas cosas, para bien o para mal, son todos esos de fontanero, abogado, médico, profe, etc. Y si luego tengo tiempo y quiero seguir haciendo música y dar rienda suelta a mis capacidades artísticas y además ganarme unas perrillas, pues mejor que mejor. Pero, como decían en un comentario anterior, que nadie espere ganarse la vida cantando como los pajarillos.

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Sobre el blog

¡Tanta música, tan poco tiempo! Este blog quiere ofrecerte pistas, aclarar misterios, iluminar rincones oscuros, averiguar las claves de la pasión que nos mueve. Que es arte pero, atención, también negocio.

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Diego A. Manrique

, en contra del tópico que persigue a los críticos, nunca quiso ser músico. En su salón hay un bonito piano pero está tapado por montañas de discos, libros, revistas. Sus amigos músicos se enfadan mucho.

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