Echemos el anzuelo: dicen que Difficult men, de Brett Martin, es el equivalente televisivo de Moteros tranquilos, toros salvajes (Anagrama), el celebrado libro de Peter Biskind sobre el vertiginoso Nuevo Hollywood de los setenta. En verdad, la comparación no está justificada: escribiendo en 1998, Biskind pudo trazar holgadamente el arco de triunfo y caída de sus protagonistas. Aunque Martin se apunta un tanto con el título de su libro. [En España, por cierto, se llamará Hombres fuera de serie. Lo edita Ariel el 6 de mayo]
Sus “hombres difíciles” son los antihéroes de las gloriosas series de los últimos quince años. Martin se centra en el pionero, Tony Soprano, pero también habla de sus parientes: Don Draper (Mad men), Walter White (Breaking bad), Al Swearengen (Deadwood), Nucky Thompson (Boardwalk Empire) y los que quieran de The wire. En general, hombres maduros, moralmente corruptos, sistemáticamente infieles (¡excepto Walter White!), violentos, atormentados. Triunfadores, ciertamente, una vez que han asumido que su visión del American dream ampara las tareas criminales.
La genialidad del título reside en que también son “hombres difíciles” los creadores de las series, los showrunners. Deberían ser felices: rara vez los inventores de historias han alcanzado tal poder. Los lamentos de Raymond Chandler (repasar A mis mejores amigos no los he visto nunca) les suenan a risa: al incorporar las funciones del productor, mandan en su obra tanto como cualquier auteur europeo; los realizadores funcionan como meros peones a su servicio. Y lo maravilloso: escriben lo mínimo, esencialmente supervisan lo que hacen unos guionistas, tan maltratados humanamente como bien pagados, que se juntan al menos ocho horas diarias en un writing room.
David Simon se hizo profesional pateando las calles de Baltimore
Y resulta que no. David Simon se rebota al ver que el público de The wire desprecia el subtexto político. También le ha debido doler que el buenismo de Treme no enganche a las masas. David Chase es más Tony Soprano de lo que creíamos. De familia italiana (el apellido original era DeCesare), confiesa a uno de sus subordinados que necesita saber qué se siente al matar a un hombre, “con mis propias manos”.
David Milch, autor de Deadwood, es un sensualista -contrató a un batallón de pibones como "musas"- y un ególatra asombroso que pasa por rachas en las que se niega a poner los diálogos sobre papel: prefiere decírselos de viva voz a los (aterrados, divertidos) actores. Y sí, también hay algunos que no se llaman David y que se comportan civilizadamente, como Vince Gilligan, de Breaking bad.
Todos ellos atraparon la ola en el momento adecuado. Se han beneficiado de la subordinación del cine a los blockbusters y el desprestigio de la televisión convencional. Se encontraron con canales de TV por cable –HBO, AMC, Showtime, FX- que necesitaban ficciones diferentes, dispuestos a romper tabúes morales y preparados para pagar por alcanzar una calidad cinematográfica. En vez de los habituales 33 capítulos por temporada, preferían tandas de 12 o 13 entregas, promocionadas con rango de gran acontecimiento. A partir de esa ralentización de la producción, podían mimar el producto final, mientas dinamitaban las convenciones narrativas: no suele haber arrepentimiento y redención.
Vince Gilligan, entre los dos protagonistas de Breaking bad
También se aprovecharon de los nuevos hábitos de consumo: en vez de seguir cada serie semana a semana, los seguidores prefieren darse peligrosas panzadas, unos cuantos capítulos –o incluso hay bárbaros que se tragan la temporada entera- en cada sesión. Para el autor de Difficult men, es la Edad de Oro de la televisión, convertidas en la expresión central del zeitgeist, como en otros tiempos fueron las novelas, las películas, los discos. Y quizás, amenaza, sus días están contados al costar rentabilizarlos, por cambios tectónicos en la propia industria y la reticencia de los espectadores a pagar por la experiencia.
Se me ocurren otros virus mortales. El endiosamiento de los showrunners ha provocado monumentales patinazos, que han pasado desapercibidos entre el entusiasmo general. La temporada final de Breaking bad ignoraba cualquier índice de verosimilitud. El cierre de The Wire sufría por la obsesión de Simon por su conflicto con The Baltimore Sun y ni siquiera le salvó el buen hacer de George Pelecanos, maestro del noir pero todavía con un caché al alcance de las productoras. En la carrera por identificarlos como los nuevos Scorsese o Coppola, se tiende a minimizar que, de forma creciente, están reciclando tópicos de los culebrones. Y que frecuentemente vampirizan ideas ajenas: ¿no es Breaking bad (2008) la versión psicópata de Weeds (2005)?
Esa es otra. Parece funcionar una selección darwiniana en el negocio de la televisión creativa. Generalizando: a las mujeres, como Jenji Kohan, autora de Weeds, les quedan reservadas las comedías, en entregas de media hora (aunque Jenji haya ascendido de categoría con Orange is the new black). Son los “hombres difíciles” quienes tienen licencia para facturar y protagonizar dramas de una hora. Igual es la última batalla del general Custer: la posibilidad de ignorar el impacto del feminismo, la oportunidad para caricaturizar impunemente a los extranjeros, el desprecio de lo políticamente correcto bajo el manto de la ambigüedad. Disfrútenlos mientras duren.
Jenji Kohan (Weeds, Orange...) prepara una serie sobre los juicios de las brujas de Salem
Hay 16 Comentarios
Si algo deja claro en su libro Martin es que los tipos que crearon 'Los Soprano', 'The Wire', 'Mad Men'... eran tan complejos como sus personajes, y que se convirtieron en auténticos mandones, creadores más poderosos que los grandes directores del Hollywood clásico. Os invito a leer mi reseña de este libro notable http://despuesdelhipopotamo.com/2014/06/11/hombres-fuera-de-serie-4/ Un saludo cordial
Publicado por: Joaquín | 11/06/2014 12:54:34
Si algo deja claro en su libro Martin es que los tipos que crearon 'Los Soprano', 'The Wire', 'Mad Men'... eran tan complejos como sus personajes, y que se convirtieron en auténticos mandones, creadores más poderosos que los grandes directores del Hollywood clásico. Os invito a leer mi reseña de este libro notable http://despuesdelhipopotamo.com/2014/06/11/hombres-fuera-de-serie-4/ Un saludo cordial
Publicado por: Joaquín | 11/06/2014 12:54:32
Yo soy adicta a las series, aunque reconozco que no me ha gustado demasiado ninguna de las que habéis mencionado en esta entrada.
Publicado por: Lara | 11/03/2014 12:08:46
Masters of Sex es completamente feminista, mucho más que la ligereza, buenismo y frivolidad de Orange is the new black, que puede entretener pero es bastante corta de alcance.
Mad Men, que narra un mundo de hombres, tiene mucho del proceso de liberalización de la mujer, y cuenta con bastante sutileza las contradiciones que vivió para lograrlo (grandes personajes como los de Betty y Peggy, las dos caras de la misma moneda, o esa mujer absoluta que es Joan y su sufrimiento en dicho mundo masculino).
En Los Sopranos Carmela tenía un rol fundamental en la trama, pero nuevamente se narra un mundo de hombres porque, como dice cat, todo es cosa de hombres en la mayor parte del mundo. Eso no quiere decir que en los mejores relatos las mujeres sean importantes y se retraten con sumo cuidado y meticulosidad.
O también está ahí Southland, con un personaje femenino de primerísimo nivel, tratada con el mismo respeto y el mismo número de escenas memorables que sus compañeros de reparto.
Por no hablar de Deadwood y sus bien escritos personajes femeninos...
Pero es que hay más (como Girls), aparte de muchas de las que ha citado Juan, que muchas de ellas aunque sean para mujeres son cosa de hombres en el peor de los sentidos, puesto que refuerzan estereotipos y conductas muy machistas sean o no creadas/escritas por mujeres. Sexo en Nueva York empezó bien, pero su éxito la fulminó en este sentido por ejemplo.
Que sí, que narran cosas donde mandan los hombres pero su interés es universal y a-género, no exclusivamente masculino, porque el fondo de lo que cuetan es totalmente humano.
Este tipo de reduccionismo que siempre se hace con todo es una forma hueca de interpretar la ficción y la realidad, subyace mucho más en lo "masculino" que el ser cosa de hombres.
Esto debería estar ya superado.
Publicado por: Pedro | 05/03/2014 9:16:23
No, nadie habla de separar a los públicos por sexo (sería profundamente estúpido alienar a la mitad del género humano!). Se habla de unas determinadas series transgresoras que son protagonizadas y creadas por unos hombres que resulta que, en general, son DIFÍCILES.
Publicado por: diegoapunto | 04/03/2014 14:58:15
En serio dicen eso??? A ver estas muy equivocado!!!! Las series con mayor éxito de la televisión Seinfeld o Friends ( en cuanto a espectadores y por tanto contratos publicitarios) muy masculinas no las veo... Bueno a lo mejor no son súper mega curradas ni para intelectuales pero y lo mons que era Rachel y Rox???
Os dejo mi blog, algunos dicen que son cosas de chicas, pero los chicos tb podeis leerlo ;)http://diariodeunacleptomana.blogspot.com.es/2014/03/and-oscar-goes-to-no-hablo-de-cine-ni.html
Publicado por: Diario de una cleptomana | 03/03/2014 22:55:37
Pues vaya gilipollez, yo veo desde True Detective a Nashville. ¿Vamos a volver también a que hay que separar a los niños y las niñas en las clases?
Publicado por: Gema | 03/03/2014 11:51:43
No he entendido mucho, este señor profundiza tanto y yo estoy tan espeso, y qué pocas series ve uno... Creo que hay series para mujeres y series para hombres, y que ellas entre ellas se entienden y nosotros también. No sé... ¿Cuántas mujeres están siguiendo True detective y cuántos hombres Medium? En cuanto a la dictatorialiedad de los creadores.... pues todos llevamos dentro un pequeño Tiberio sin desarrollar, cfr. Huxley Those barren leaves y su reflexión sobre los césares funcionando en el vacío. Mientras se lo aguanten, que lo disfruten. Me temo que es lo que yo haría.
Publicado por: El Fantasma del despacho 13 | 28/02/2014 18:53:01
Además, cat, lo que dices de la publicidad es exactamente al revés. Hoy lo políticamente correcto es poner a los hombres en el papel de tontos, torpes, inexpertos, etc. mientras que las mujeres (o los niños) siempre son las listas que aportan la solución con el producto anunciado. Ponte a ver la tele y lo comprobarás.
Publicado por: Juan | 28/02/2014 18:41:34
Jajajá... ¡Cómo manipulan las cosas las feministas! Toma nota cat. Series protagonizadas por mujeres: Damages, Sexo en Nueva York, Medium, Mujeres desesperadas, Chamed, Gossip Girl, Mujeres Asesinas, Gilmore Girls, Lipstick Jungle, Ghost Wisperer, The L Word, Los misterios de Laura, Samantha Who?, Buffy la cazavampiros, Isabel, Secret Diary of a Call Girl, Aída, Cashmere Mafia, The Hills, Ana y los siete, United States of Tara, Head Case... Y seguro que me olvido de muchas... A las que habría que sumar gran cantidad de telenovelas, que no dejan de ser series.
Publicado por: Juan | 28/02/2014 18:37:24
The Americans es más serie de mujeres que de hombres. De todas maneras, tampoco hay que darle muchas vueltas. Es así porque las series que enganchan son de temas en los que por las razones que sean, el hombre es más protagonista: violencia, drogas, guerra, política. ¿Debe una serie cambiar la realidad? Es lo que hacen, pero con la libertad creativa que tenga su creador, no es necesario matar al mensajero si el mensaje no nos gusta.
Publicado por: Abuela rusa | 28/02/2014 18:30:09
Pues claro que las series son cosa de hombres... , las películas son cosa de hombres y desgraciadamente el mundo es cosa de hombres...Pónganse a contar los protagonistas de las pelis, de las series, y en la mayoría de los casos las mujeres son algo secundario...Claro que hay películas de mujeres y series también, pero muchísimo menos.. Es una cuestión cultural, en la que las mujeres quedamos todavía ninguneadas y marginadas.. Ahora..¡eso sí!, cuando vean anuncios..Las protagonistas mayoritariamente son ellas, en paños menores..o enseñando sus encantos. y tristemente sospecho que si no publican este comentario me temo q será porque este mundo sigue siendo cosa de hombres..
Publicado por: cat | 28/02/2014 18:06:45
Qué tontería. Ni siquiera series como MadMen son cosa de hombres... Por no hablar de Dowton Abbey, oh gosh!
Publicado por: Yai | 28/02/2014 18:03:09
No creo en que las series sean cosa de hombres. Depende de la trama o del tema a tratar, se puede ver una foto de Weeds, serie de mucho éxito protagonizada por una mujer. Otra cuestión es que dentro de la serie se utilicen clichés machistas o violencia machista.
Publicado por: inma | 28/02/2014 17:52:43
La series de la tv no son cosa de hombres sino de marujas http://xurl.es/9ik46
Publicado por: Manuel | 28/02/2014 16:12:09
True detective ahonda en este esquema, creo yo
Publicado por: froilano | 28/02/2014 13:19:13