Sin Hijos de los Hombres (una particular versión del Apocalipsis)

Por: | 04 de junio de 2013

 

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Clive Owen en una imagen promocional del film. Strike Entertaintment/UIP

Me impresionó la película Hijos de los Hombres protagonizada por Clive Owen. En particular, hay una secuencia maestra en la que la cámara sigue a Owen en medio de una guerra civil con soldados y rebeldes en medio de Bexhill, una ciudad costera del condado de Sussex en Inglaterra, y que quita el hipo, gracias a la maestría del director Alfonso Cuarón. Owen va escapando de las balas y de las bombas, termina refugiándose en el interior de un edificio semiderruido donde finalmente una amiga suya se agazapa entre los escombros con su hija recién nacida que llora en sus brazos.

Owen coge a la mujer y a su hija y trata de sacarla del edificio, en medio de la guerra. Los vecinos y rebeldes armados quedan hipnotizados ante el llanto de la pequeña. Y los soldados gubernamentales dejan de disparar. Todo el mundo quiere tocar al bebe, y la guerra se detiene en un paréntesis cinematográfico insuperable, como si los lloriqueos de un bebé fueran el tesoro más grande que una humanidad doliente y destinada a envejecer sin reproducirse tiene que preservar: el mejor escudo antibalas.

 El argumento tiene un trasfondo biológico interesante. En algún momento, la infertilidad se ha adueñado hasta del último hombre del planeta –sin hacer referencias específicas a las mujeres. Al igual que la novela de Arthur C. Clarke, El Final de la Infancia, la humanidad no renovará ya los años más felices de nuestras vidas. Con una tasa de reproducción equivalente a cero, el final de cada ser humano encamina la especie hacia la extinción definitiva en unas cuantas décadas.

Ficción, sin duda, pero, ¿hasta qué punto corre peligro la fertilidad del semen masculino?

La ciencia no oculta que existe una preocupación genuina que afecta a la infertilidad masculina a nivel mundial. Aunque ellas sean fértiles, de nada servirá si la parte masculina decae hasta límites apocalípticos.

El argumento del film parece una pesadilla extraída del trabajo científico de un investigador danés, Niels Skakkebaek, quien asegura que la fertilidad humana ha descendido en la mayoría de los países. En un artículo de la revista Animal Reproduction, este experto, cuyas conclusiones vienen trayendo polémica desde hace años, asegura que Asia y la mayoría de los países europeos no llegan a superar lo que llama el nivel de reemplazo– el número de reciénn nacidos de un país frente al de defunciones.

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Owen sale con la actriz británica Clare-Hope Ashitey y su niño en una escena del film. Strike Entertaintment/UPI.

Pone algunos ejemplos; en Singapur, la población muere a un ritmo más rápido del que se regenera. Ocurre lo mismo, aunque no tan dramáticamente, en Estados Unidos y el Reino Unido –el escenario elegido por Cuarón para su fabuloso film. Alemania, Italia y Dinamarca tampoco alcanzan el aprobado. ¿Y España? Los datos estadísticos indican 1,38 hijos por mujer, por debajo del umbral de 2,1. En Dinamarca, el 8 por ciento de los nacimientos fueron concebidos con ayuda de la reproducción asistida. En los países suramericanos, nacen más niños, pero la infertilidad también está creciendo.

 Los estudios se basan lógicamente en la calidad del semen y la cantidad de espermatozoides por mililitro. Hay un cierto consenso mundial que sugiere que los espermatozoides están perdiendo su movilidad y que en Europa la calidad ha ido decreciendo en torno a un 3 por ciento, sobre todo entre 1970 y 1990.

También es cierto, señalan otros autores como Raywat Deonandan, que los estudios podrían tener un sesgo. La mayoría de las muestras de semen analizadas podrían proceder de pacientes que han tenido problemas para concebir, en vez de donantes de semen.

Lo cierto es que en España no se han hecho estudios sistemáticos, salvo el publicado por los investigadores Marieta Fernández y Nicolás Olea, de la Universidad de Granada, que examinó el semen de 273 hombres de Almería. Por término medio, superaron la prueba: la mayoría tenía 62 millones de espermatozoides por mililitro, por encima de los 40 millones. Por debajo de esa cantidad, no se puede concebir.

La pregunta es ¿por qué? Hay muchos interrogantes. Un planeta más contaminado, con multitud de plásticos plagados de ftalatos, alcohol, tabaco, y otros agentes que se han relacionado de un modo u otro con la infertilidad en estudios animales...todo ello podría llevarnos a la conclusión de que los factores que definen nuestro estilo de vida podrían amenazar nuestra fertilidad.

Quizá estamos rodeados por contaminantes que interrumpen nuestros ciclos hormonales. Sumen a eso la introducción de la píldora y los anticonceptivos–necesarios para controlar la natalidad y la transmisión de enfermedades sexuales. Quizá estamos convirtiendo nuestro mundo en algo que gradualmente se vuelve hostil contra nosotros mismos y nuestra capacidad de procreación.

También es cierto que nuestro planeta está superpoblado, con más de 7.000 millones de personas, así que habrá gente incrédula que eleva sus cejas ante sugerencias como ésta. Lo cierto es que una epidemia global de infertilidad que afecte a cada hombre de la Tierra es tan improbable como el hecho de que aparezca algún virus capaz de matar a cada ser humano de la Tierra.

Pero estos datos no dejan de inquietarme. El progreso, la ciencia y la tecnología, necesita de la industria y de la explotación de los recursos para mantener los estilos de vida de tantos millones de personas. Pero esa explotación debería de ser mucho más cuidadosa y racional.

¿Estaría la gente dispuesta a comprar un televisor que no viniera convenientemente embalado en una caja de cartón, plásticos, y goma espuma que en la mayoría de las ocasiones se tira a la basura sin más? ¿A comprar un iPhone sin su caja? No es de extrañar que los propios plásticos aparezcan en mares remotos del Pacífico, y que existan cada vez más medusas. Algo tendremos que hacer.

 

Hay 19 Comentarios

Esa secuencia comentada en que toda la violencia se para al oir el niño llorar es impresionante. Lo mejor de la película. Por otro lado, el miedo que la ficción se convierta en realidad es una tontería en un mundo sobrepoblado y cuya población aún crece más. Que en los paises desarrollados haya menos natalidad no se debe a la calidad del semen sino a otros factores, como la difusión de los métodos anticonceptivos y lo caro que es tener hijos debido a la crisis.

Interesante artículo de Luis M. Ariza. Solo quisiera puntualizar que la infertilidad nada tiene que ver con las luchas que se producen entre las fieras humanas. Tema aparte, el vocablo "apocalipsis" significa revelación en sentido divino. ¿Qué es lo que se revela? ...la tragedia humana de la permanente insatisfacción (mas riqueza, mas poder, mas sexo). Cabe la pregunta... más, ¿para qué? Tal es el vacío que genera la insalud mental.

La crisis, a punto de cumplir seis años... ¿Conocíamos en aquel entonces a los Krugman, Stiglitz, Gay de Liébana, Niño-Becerra, Ajram, Abadía o Soros? Entra en Vergüenza de país: http://yestheycan.blogspot.com

Hecha la puntualización geográfica y se agradece la mención de la novela de PD James. A los más intransigentes les recomiendo la lectura de la maravillosa historia El Final de la Infancia, de Arthur C. Clarke.

La peli tiene unos añitos ya... Buenísima, por cierto. Pero como ya han dicho muchos, echo en falta una mención al libro 'Children of Men' de P.D. James. Aaaay que no nos preparamos los artículos debidamente...

La peli tiene unos añitos ya... Buenísima, por cierto. Pero como ya han dicho muchos, echo en falta una mención al libro 'Children of Men' de P.D. James. Aaaay que no nos preparamos los artículos debidamente...

Hombre, tanto como spoiler... la peli ya tiene sus añitos. No os lo quería decir, pero al final resulta que Bruce Willis estaba muerto en el sexto sentido. Ops, spoiler! No me matéis, por favor, no puedo evitarlo!! Y además, al final Will Smith les mete un petardo por el culo a los aliens en Independence Day!! Lo siento, lo he vuelto a hacer... Un poco de calma, por favores. Y... bueno, sí, la has pifiado un poco con lo de la novela original... y lo de que la batalla es en Londres... En fin, que tampoco hay por qué crucificarle, gente, pero la próxima vez repasa un poco el artículo para quitar faltas antes de entregarlo, como me decía la profe en la carrera.

Comparto el juicio sobre la pelicula: trama interesante, secuencias impresionantes (como la descrita por el autor del post) e imágenes impactantes (ver lo que queda del David de Miguel Ángel en el "bastión" de la civilización que Gran Bretaña pretende ser en la película, tiene muchos matices).
Respecto a la probabilidad de que acontezca el argumento de la película (la infertilidad de la especie humana) no me atrevo a conjeturar nada.

En principio, un pequeño apunte sobre la película, que me encanta. Se trata de la escena que describe al principio y que no transcurre en Londres sino en una ciudad costera que no recuerdo, pero andan buscando la posibilidad de escapar de la isla y llegar a un barco en el que se mantiene la civilización. Película más que recomendable. Por otro lado, el transfondo apocalíptico sobre la reproducción. Puede que en los países desarrollados el problema sea más que de infertilidad, de prevención a la hora de "encargar" hijos. La fertilidad puede haber disminuído, pero no debemos rehuir el pensar que la población humana sigue y sigue y sigue creciendo. ¿Problemas de reemplazo? ¿Problemas biológicos de mantenimiento de la especie? No lo creo. Más aún, creo sinceramente que el mayor problema de la especie humana es la sobrepoblación que se ha creado y especialmente en nucleos urbanos insostenibles con millones de personas que sí que pueden desarrollar muchos, pero que muchos problemas.

¿Y si nos ocurre, como con infinidad de especies, que es un mecanismo (que no funciona del todo bien, a la vista está) para controlar la superpoblación?

Una de las mejores películas de los últimos años, una distopía que da miedo de lo real que parece. Lo de los spoilers, haberla visto, que ya salió hace unos años

¡Qué desastre de post! Primero te marcas un espoiler de la película y después pasas olímpicamente (atrevida ignorancia) de la autora de la novela original. Eso sí, no te cortas en relacionar el argumento "de la película" con una novela de Arthur C. Clarke. Respeta a tus lectores. No puedes escribir de lo que no sabes. No puedes escribir de lo que no leíste.

El hecho es que casi 8000 millones de humanos no es una situación sostenible, a la vista está. Que tengamos dos dedos de frente para echar mano de la planificación familiar y la adopción o se siga promoviendo la maternidad concebida como la "más verdadera" supondrá resolver el problema o llegar a algo parecido a lo que nos muestra la gran peli de Cuarón o algo peor.

Y la lástima es que el libro de PD James en que se basa esa desgarradora película es prácticamente inencontrable. Que ya me habría gustado leerlo, porque la autora me encanta.

Sr. Gordipán, ya veo que no aguantaste la película hasta el final... Y sí, en es Bexhill, no en Londres, pero no se trata de una guerra civil, sino del ataque del ejército británico a los refugiados en esa ciudad, convertida en campo de concentración de todos los que han sido declarados refugiados indeseables. O sea, de quienes no tienen ya derecho de ciudadanía de ese agonizante Reino Unido. Y aun así, incluso en ese apocalipsis a cámara lenta queda aún una esperanza... ese sí es el final de la historia.

Me acabas de estropear la peli... gracias hombre

Vaya Spoiler que se marca el autor en el primer párrafo del texto, es el jodido final de la peli

El plano secuencia al que se refiere el autor no se sitúa en Londres, sino en Bexhill.

EL autor de este artículo no hace mención a la escritora P. D. James y su libro "Children of Men " en el cual se basa la película

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Planeta Prohibido

Sobre el blog

Un poquito de ciencia impertinente. 2.000 caracteres para divertirse y aprender tomando como hilo conductor los fascinantes hallazgos de la ciencia. Pero además hay atrevimiento. Especulación. La ciencia que tiene sentido del humor. La versión siglo 21 de Robby el robot, el autómata más famoso de la ciencia ficción,El Planeta Prohibido, que era incapaz de herir a los humanos. Nuestro Robby rescata en sus brazos mecánicos a la chica, pero a veces tiene más mala leche queTerminator. En El Planeta Prohibido (PB), una civilización extraterrestre llamada Krell es un millón de veces más avanzada que la humanidad, pero se extinguió en un solo día. Es celuloide, ciencia ficción, claro, pero quizá el conocimiento no baste para salvarnos. Y sin embargo, ¿tenemos algo mejor?

Sobre el autor

(Madrid, 1963) (Madrid, 1963) es periodista y escritor, se licenció en ciencias biológicas y es Master de Periodismo de Investigación por la Universidad Complutense. Autor de cuatro novelas (La Sombra del Chamán, Kraken, Proyecto Lázaro y Los Hijos del Cielo), le encanta mezclar la ciencia con el suspense, el thriller y la historia, en cócteles prohibidos. Fue coguionista de la serie científica de RTVE 2.Mil, ha colaborado para la BBC, escrito para Scientific American y New Scientist, Muy Interesante, y fue jefe de ciencia de La Razón. En El País Semanal se asoma al mundo de la ciencia. Luis habla también en RNE, en el programa A Hombros de Gigantes, sobre ciencia y cine.

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