El cielo sobre nuestras cabezas

Por: Josep Torrent | 28 dic 2013

El cielo, pese a lo que se temían los protagonistas de Astérix y Obelix, no se ha desplomado sobre nuestras cabezas en este aciago 2013, pero si un pedazo de trencadís de esa faraónica obra que encargara el Consell valenciano del PP a Santiago Calatrava en sus tiempos de vino y rosas. El insigne arquitecto empieza ya a ser más famoso por las demandas que le interponen los clientes para los que trabaja que por sus edificios. A Calatrava, que primero se alineó con las filas socialistas para mudarse a las del PP en cuanto vio el color del dinero, le han llevado a los tribunales en Venecia, Bilbao, Oviedo, La Rioja y Nueva York, que se sepa.  Y ahora le amenaza la Generalitat que tan graciosamente pagó todas sus ocurrencias.

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Se cae a cachos el Palau de les Arts, pese a que ha costado un ojo de la cara. Se cae como si fuera una metáfora de la Comunidad Valenciana que, perdida la fachada de trencadís que disimulaba la mala calidad de los materiales con que estaba hecha y la pésima profesionalidad de quienes la construyeron, se nos presenta ahora en toda su artificiosidad. Detrás de la máscara nunca hubo otra cosa que humo y ruido. Se nos dijo a los valencianos que íbamos a ser la vanguardia de la modernidad y la envidia de las naciones y en qué hemos quedado.  Hasta en la Agenda de la Fábrica de Moneda y Timbre, se recoge una pintada en la que se lee: “La corrupción, como la paella, en ningún sitio se hace como en Valencia”.

No es verdad que en la Comunidad Valenciana se guise mejor la corrupción. Hay otros sitios, por ahí, como a 350 kilómetros al oeste de Valencia, donde se cocina mejor en cantidad y en calidad. Pero en política la percepción es más importante que la realidad. En este 2013 que rematamos como podemos, se nos cae a trozos el Palau de les Arts; pero tenemos la sensación de que lo que realmente ha caído sobre nuestras cabezas es el universo estrellado. Eso sí, con diseño de Santiago Calatrava.

 

Santiago Calatrava durante una de sus visitas a la Ciudad de las Artes en Valencia. Foto. Carles Francesc

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A mi lo que me choca ahora es que al principio en la prensa solo había elogios sobre esta obra y solo algunos de los que la descubrimos pronto nos pareció una castaña y parecíamos los raros.
Casualmente mi visita fue un día de esos de chaparrón a la Valenciana donde se vieron fallos morrocotudos, que nadie pareció notar.
Por fin aparece la falsedad y el culto a la apariencia. Aunque muy tarde.

Para la Fundación: "Guru-Gú" lo de Calatrava/Telaclava está en la línea del puto enano de Solchaga cuando dijo como hacerse rico en cuatro días y el gorila de Felipe no dijo nada. Está en la línea del paradero del jaguar de Ana Mato y de Rato tocando la campana. En la línea de ese ex del Gobernador del Banco de España, un tal Caruana, que se pasaba por los huevos los informes que los inspectores del citado banco le pasaban, informes que avisaban de lo que se nos venía encima, por lo menos Mafo/Fdz Ordoñez a la hora de controlar ponía cara de asco y a otra cosa mariposa. Por lo menos el desgraciado de Mariano Rubio estuvo entre rejas. Telaclavo está en la línea de los 1.700 imputados que siguen cantando por peteneras o como irse de rositas en un Estado fallido. En la línea de esa tia pestosa, hija de un cacique (Fabra I el malo) que dijo: !Que se jodan! y la elementa de mierda sigue en el congreso. En la línea de esas mariscadas del sindicalista tragón de Pastrana con el gorila de Cándido Méndez viéndolas venir y ese pobre de los cruceros, un tal Toxo mirando a la parienta con cara de bobo. Menos mal que hay algunas noticias buenas como esa de que el 78% de los 150.000 liberados sindicales han solicitado ingresar en la Unidad Militar de Emergencia. O que la plantilla al completo del Tribunal de Cuentas pasará una semana en Los Monegros para un curso de contabilidad básica. Y sobre todos los interventores, auditores y abogados del Estado están dispuestos a decir donde estaban mientras se robaba a mansalva. Seamos realistas, hemos llegado a un punto donde no hay mas remedio que estar de acuerdo con la "pedrada" de Pedraz, aquel magistrado que dijo hace unos meses que la clase/casta política está podrida. Por eso urge poner las recomendaciones de Luis Solana en marcha cuanto antes. A saber, poner un guardia civil al frente de algunas instituciones. El mismo Solana dice conocer a mas de un guardia civil que responde al perfil deseado. Podemos empezar por el Banco de España, el Senado, el Tribunal de Cuentas y el Constitucional, CGPJ, etc. Hasta las ranas del nacimiento del rio Cuervo saben que las instituciones están todas podridas. En un atierra donde la revolución de los pobres termina en la panadería de la esquina, precisamente en la del citado gorila de Cándido y Toxo. Vamos a ver, se han hecho cientos de miles de encuestas sobre la justicia y en todas sale un 78% de gente que dice no creer en la misma. ¿Cómo se come eso? Y todo dentro del 27 aniversario de la célebre y muy puñetera "sentencia": En España la justicia es un cachondeo. Sin comillas, el que las ponga es un auténtico bellaco. Tan bellaco como el que diga que la justicia es igual para todos en este régimen de mierda que tenemos. Por eso quien mejor visión de la "jugada" tiene es la escritora Almudena Grandes: La justicia me da asco. Y mismo asco que a ese 78% que sigue votando como borregos a los partidos. Tenemos lo merecemos y punto. A cascala. Y en ese plan. Ninguno.

La avaricia rompe el saco, reza el dicho, solo que en este caso la avaricia, lo que nos ha roto ha sido el bolsillo a todos los españoles.
Que podamos o no hemos aceptado con nuestro voto como buena la gestión de quienes nos metido en este derroche tremendo.
De millones a destajo, desde ópticas de brillos patrios y de relumbrón, de gastos innecesarios.
Viviendo por encima de nuestras posibilidades en unos gastos que nadie nos consultó con el voto.
En España se han metido millones en obras y en infraestructuras que no hacían falta, y en ampliaciones de mantenimientos y contratos.
Millonarias a cargo del personal.
Que paga.
Sin saber como diablos nos han marcado este gol por toda la escuadra desde la consabida canción.
Con el voto en la mano, y la cara de cartón, nos hemos quedado de piedra, debiendo cada ciudadano más de quinientos euros por cabeza.
A Dios gracias.
Y tan campantes, como siempre se hizo aquí en España, incluso con luz y taquígrafos, millones a diestro y siniestro en rescates, reflotaciones, obras, y bloques de pisos, amen de bonos preferentes con total impunidad.
A la clase sencilla, la clase humilde.
Y legalmente, claro.
Por eso han tenido que poner en la calle a tanto ratero y maleante, metidos en prisión por cuatro chavos sustraídos, es de ley sacarlos.
A la vista de tanto escarnio millonario impune.
Los chorizos y rateros corrientes son unos benditos.
Arreglando las tarifas del pago mensual, y descontando los impuestos.
Desde salarios de crecimiento moderado.
Desde recortes sin fin a las asistencias sociales, de la gente normal, los que no tienen ingresos.
Con nuestras leyes.
Aquella voz altisonante, aquel que se jodan rampante, aun retumba en los oídos.
Dejándonos bien a las claras quienes somos, y a donde vamos los españoles.
En España, y de la mano.
En Europa.
Para salir de la crisis.


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Sobre el autor

Josep Torrent

es periodista, delegado de EL PAÍS en la Comunidad Valenciana. Casado, con una hija y un nieto. Estudió filosofía y letras en la Universidad de Valencia y Ciencias de la Información en la Universidad Autónoma de Barcelona.

Sobre el blog

La Comunidad Valenciana no es solo corrupción, ni tampoco fallas, sol, playa y paella, aunque el tópico la reduzca a eso. Este blog hablará de los tópicos, como no puede ser de otra manera. Pero también aspira a contar otras cosas.

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