Una buena noticia. La agencia de calificación Moody’s ha mejorado la nota de la deuda de la Comunidad Valenciana que es algo más fiable para los mercados. Este cambio positivo, dice Moody’s, tiene poco o nada que ver con la gestión del Consell. La agencia justifica el cambio por la mejora de las variables macroeconómicas de España. Pero no es razonable cargar únicamente contra el Gobierno valenciano cuando las cosas van mal y regatearle todos los méritos si algo va bien.
Una mala noticia. Euroestat ha difundido los datos del PIB per cápita de las regiones de la Unión Europea correspondientes a 2011. La Comunidad Valenciana es la séptima más pobre de España a 15 puntos de la media europea y a 11 de la española. Los datos negativos se acumulan: Deuda disparada, renta per cápita por debajo de la media, índice de paro por encima, crece la desigualdad…
Mientras tanto, el Consell sigue tocando violón con las señas de identidad. Seguro que esas encuestas que pagan todos los ciudadanos y cuyos datos solo conocen unos pocos dicen que los valencianos no quieren ser catalanes en una proporción muy similar a la de los mejicanos, colombianos o argentinos que se niegan a ser españoles. En esas anda Alberto Fabra y sus consejeros. Del paro se habla poco o no se habla. Y de la corrupción, de la que sí se habla, según a quien afecte se dice una cosa o la contraria. El Ejecutivo de Fabra cada día se parece más al camarote de los hermanos Marx.