PlenaMente

30 abr 2016

Fluir en el trabajo

Por: Patricia Ramírez

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Campus de Google en Madrid. / ÁLVARO GARCÍA


Mañana es el día del trabajo y me parecía de recibo reivindicar un derecho básico: ser feliz en el trabajo. Muchas son las personas que sienten tristeza el domingo por la tarde y expresan comentarios del tipo “qué rápido se me ha pasado el fin de semana, si es que lo bueno no dura nada”, “menuda lata otra vez toda la semana trabajando”, “estoy agobiadísimo con mi jefe, es inhumano, en cuanto pueda cambio de trabajo”. Es cierto que no tenerlo estresa más, pero mejorar la calidad de vida desde el punto psicológico del trabajador, sería un beneficio enorme para la persona y también para la empresa.

Cuando le preguntas a profesionales brillantes, del ámbito laboral que sea, fontaneros, abogados, médicos, costureros, enfermeros, te dirán que lograron ser buenos en lo suyo gracias a la pasión. Un ingrediente básico para disfrutar de lo que hacemos es sentir, estar apasionado. Los que asisten a mis conferencias me preguntan en ocasiones que cómo podemos saber qué nos apasiona. Y es que el peso de la responsabilidad y de la madurez nos transforman en personas serias, perdemos de vista las aficiones que teníamos de niños y nos sentimos maduros dedicando horas y horas a nuestras responsabilidades. ¿A qué podrías dedicarle todo el tiempo del mundo?, cuando tienes tiempo libre, ¿en qué te gusta invertirlo?, ¿hay alguna manera de combinar, aplicar y dedicarte profesionalmente a tu pasión o afición? Es muy complicado dedicarle ilusión, estar motivado e invertir tiempo en pensar en algo que no te gusta o que te deja indiferente.

El autor de la teoría de flujo, Csikszentmihalyi, concluyó que las personas somos plenamente eficaces cuando conseguimos el estado de flow durante la tarea que ejecutamos. Cuando te dedicas a algo que disfrutas, puedes llegar a experimentar esta sensación de “fluir” en la que todo sale rodado, en la que tienes atención plena y te sientes totalmente absorto en lo que haces. Te olvidas de las horas que llevas trabajando, del cansancio y no recuerdas si tienes hambre, porque tu nivel de concentración es máximo gracias a tu capacidad de disfrute. Esta sensación se relaciona con la mejora del rendimiento. Cuando fluyes elevas tu nivel de eficacia y eficiencia. Y fluir está estrechamente relacionado con divertirse y disfrutar de lo que haces.

Durante una experiencia de flow, el trabajador tiene la sensación de control, concentración, pierde la noción del tiempo y siente que todo sale fluye. Desaparecen los pensamientos negativos y son sustituidos por ideas que contribuyen al buen desarrollo del trabajo. Simplemente está en lo que está. Es muy difícil conseguir este estado de plenitud y de disfrute cuando te dedicas a una labor que no te gusta, que elegiste más por la conveniencia y las salidas y no por tu pasión por ella.

¿Dónde vas? ¡A jugar!

Siendo adultos nos encantaría poder pronunciar esta frase cada día. Así sería más divertido y fácil ir a trabajar. Todo aquello que se aprende jugando, se entiende, retiene y reproduce mejor. El juego nos permite participar en el desarrollo de un proyecto, elaborar ideas sin la presión de ser juzgado, ¡porque estás jugando! Cometer errores es más sencillo cuando uno juega, te conviertes en alguien más atrevido y creativo. Jugar facilita el aprendizaje creando un ambiente distendido, divertido y relajado. Tenemos infravalorado el juego y la diversión porque los asociamos a la conducta irresponsable y poco seria. Pero lo cierto es que las personas que disfrutan, juegan y se divierten en su trabajo, no están continuamente comprobando la hora de salida para marcharse corriendo a casa.

Tomarse parte del trabajo como un juego es hablar de retos, misterios que resolver, sana competitividad, idear, estrategia, querer ganar. El juego ha educado en valores desde la infancia. Pero a muchos empresarios la idea de pagar un salario por jugar y divertirse les parece mal. ¡Vienes a trabajar, esfuérzate y cumple, que para eso te pago! Eso es lo que yo llamo tirarse piedras contra el propio tejado. Debe ser que en Google pierden el tiempo y el dinero facilitando a sus trabajadores un ambiente lúdico en el que desarrollar ideas, que por cierto hasta ahora han sido bastante brillantes.

Ya sé que muchas personas no tienen la posibilidad de poner en práctica este disfrute. No pasa nada, siempre hay formas de cambiar el entorno.

1. Si no te gusta lo que haces, empieza a dedicar algo de tiempo a la formación de algo que sí te apasione. Poco a poco podrás ir preparándote para dar el salto. Las personas tenemos responsabilidades como la hipoteca, los hijos y otros temas que nos atan. No podemos pensar que ancha es Castilla y que a partir de ahora solo vamos a jugar, sería algo irresponsable. Pero sí podemos tratar de compaginar durante un tiempo el trabajo actual y una nueva formación o ir cogiendo experiencia en otra actividad.

2. Si no hubiera posibilidad alguna de poder cambiar de trabajo, busquemos la fórmula para convertir en algo más atractivo lo que ahora tienes. Trata de trabajar tu creatividad para salir de una zona confortable en la que ahora no estás a gusto.

3. Otras veces será muy complicado conseguirlo. Debemos aceptar que pasamos por momentos en nuestra vida en los que nos es difícil elegir. En estas situaciones no queda otra que aceptar lo que no depende de nosotros e invertir nuestro tiempo libre en enriquecernos y contemplar este trabajo o esta etapa de la vida como un trámite, algo pasajero que nos permite en este momento vivir. Aprovecha tu tiempo fuera del trabajo para realizar todo aquello que te place. Y que de alguna manera el trabajo sea el medio para poder ser feliz en otros momentos.

4. Como líder, permite que tus trabajadores sean unos “disfrutones” del trabajo. Ten complicidad con ellos, fórmate para tener un liderazgo positivo, orientado a las personas, a sus necesidades. La empatía y la buena comunicación mueven más que un grito.

5. Si eres empresario, ¿a qué esperas para cambiar el chip? Sal de tu zona confortable, lee, investiga la relación entre trabajo, eficacia y diversión. Y no tengas miedo, la gente que está a gusto contigo no “se desmadra” si les permites disfrutar de lo que hacen. Y si alguno no es capaz de comprender los límites, tendrás que hablar con él. Pero no cambies la metodología de trabajo por un trabajador que no se adapta a las reglas. Porque este también burlará el autoritarismo.

 “Elige un trabajo que te guste y no tendrás que trabajar ni un día de tu vida”, Confucio.

27 abr 2016

PAS Personas altamente sensibles

Por: Patricia Ramírez

Pas
PAS son las siglas de “personas altamente sensibles”. Personas que perciben el entorno de manera distinta, con mayor sensibilidad. A pesar de que su definición no está recogida en ningún manual de psicología, este  rasgo de la personalidad fue descubierto por la psicóloga Elaine Aron en 1975, que terminó escribiendo el libro The Highly Sensitive Person. Dos de cada diez personas son altamente sensibles y esto tiene sus ventajas y sus desventajas.

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23 abr 2016

Olvidar es sano

Por: Patricia Ramírez

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Unas mujeres lloran a las víctimas del atentado terrorista en Lahore en marzo. / K. M. CHAUDARY (AP)


Si metes la palabra olvido en internet, podrás comprobar que todos los artículos van encaminados a prevenirlo: trabaja tu memoria para mejorar el olvido, entrena tus neuronas para tener más memoria, etc. Olvidar está asociado a pérdida de la memoria y a un deterioro de nuestra capacidad cognitiva. Pero, ¡qué sería de nosotros sin la capacidad de olvidar!

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20 abr 2016

8 rutinas básicas en torno a una mesa

Por: Patricia Ramírez

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Una investigación muy interesante de los años 60 en EE UU, que se encuentra en el maravilloso documental “The Connection: Mind your Body”, cuenta que Roseto, un pueblo habitado por  inmigrantes italianos, tenía unas tasas de enfermedad cardíaca muy por debajo de la media nacional. Sus habitantes trabajaban en canteras, fumaban y comían a placer las tradicionales viandas italianas. Con un arraigo familiar típico italiano, se reunían hasta tres generaciones en torno a la mesa para disfrutar de la familia. Sus costumbres consistían en jugar a las cartas, reunirse en la cocina y  practicar algo tan básico como hablar. Pero a partir de 1971, cambió en los rosetanos la escala de valores, entre los que empezó a reinar la opulencia. Se interesaron más por el tamaño de sus casas y por los coches caros que por las reuniones familiares. Y entonces ocurrió lo que nunca habían vivido: murió el primer rosetano de infarto al corazón con menos de 55 años. Hasta este momento no habían sufrido ninguna muerte cardíaca por debajo de los 55. Y en 1980, el nivel de mortandad por infarto de miocardio se había equiparado al resto de la población estadounidense.

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16 abr 2016

El efecto halo: el arte de prejuzgar.

Por: Patricia Ramírez

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Charlize Theron en una imagen de diciembre de 2011. / Carlo Allegri (AP)


El efecto halo es un clásico de la psicología. Condiciona nuestros juicios de valor sobre las personas y las situaciones. Se trata de un sesgo a partir del cual juzgamos como buenas o malas las características de alguien o de una situación en función de la primera impresión o de la poca información que tengamos de ella. Veamos un ejemplo: si estás viendo una entrevista en televisión a una persona que está siendo amable, que se comporta de forma serena, contesta con sentido común a las preguntas, puede que concluyas, a pesar de que no se manifieste explícitamente sobre ello, que también se trata de una persona cívica, buena madre o buen padre, bondadosa y equilibrada. Cuando ves a mujeres y hombres sexis, con cuerpos atléticos, si te preguntaran si son buenos amantes, seguro que dirías que sí. Y así con un sinfín de deducciones. 
El efecto halo nos lleva a percibir características que desconocemos pero que las asociamos con lo poco que sí sabemos. Es un estado en el que se generan presuposiciones en base a conocimientos mínimos.

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12 abr 2016

Tener esperanza

Por: Patricia Ramírez

Espe
Comienzo con este artículo un nuevo proyecto que desde el día en que me lo propusieron me llenó de ilusión. Mientras El País ideaba logo y buscaba nombre al blog, yo mantenía la esperanza de que este blog viera la luz. La esperanza siempre ha estado presente en mi vida, ha sido el empuje y motor de muchos días en los que hubiera apetecido perderla. Por ello me parecía que hablar de la esperanza era la mejor manera de empezar a compartir con vosotros este nuevo proyecto.

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Sobre el blog

“Las personas felices lo son, no porque tengan más que los demás, sino porque centran su atención en lo importante”. La visión que tenemos del mundo, de nuestro entorno, condiciona nuestro bienestar y con ello la implicación, el compromiso y la actitud que tenemos con nosotros y con los demás. Hay personas que esperan el momento perfecto para dar un paso. Pero el momento perfecto está tan solicitado, que el día que aparezca, habrá que repartirlo entre demasiados. Con este blog te invito a entrenar tus emociones, tus pensamientos y tu actitud. Te invito a responsabilizarte de lo que ocurre alrededor para que no condicione tus decisiones. Tenemos un derecho maravilloso que es elegir. Elige tu modo de conducta, elige lo que quieras ser, elige cómo quieres vivir y sentir.

Sobre el autor

Patricia Ramírez

Licenciada en Psicología, Máster en psicología clínica y de la salud y doctorada en el Departamento de personalidad, evaluación y tratamiento psicológico de la Universidad de Granada, Patricia Ramírez es experta en psicología deportiva (campo en el que ha asesorado a equipos de fútbol como el Real Betis, el RCD Mallorca o el CB Granada) y trabajo en equipo. Colabora en varios medios de comunicación (TVE, El País semanal, Marca…).

Es autora de Así lideras, así compites (Conecta, 2015), ¿Por qué ellos sueñan con ser futbolistas y ellas princesas? (Espasa, 2014), Autoayúdate (Espasa, 2013), Entrénate para la vida (Espasa, 2012), Gestión y Control del Estrés, con Zoraida Rodríguez Vílchez (Conzepto, 2008).

http://www.patriciaramirezloeffler.com/

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