PlenaMente

09 jul 2016

Parches a la felicidad

Por: Patricia Ramírez

 

Parcehar la vida
¿Has pensado alguna vez con qué parcheas tu felicidad? Poner un parche es tapar lo que ocurre, hacer como si nada, evitar el problema de fondo. Parchear es vivir en la punta del iceberg. ¿Por qué lo hacemos? Uno de los motivos es el miedo que nos genera la verdad y la realidad; y sobre todo, no tener soluciones o herramientas para afrontarla. Parcheamos la felicidad también por la comodidad de estar en la zona confortable, y así evitar emociones como la inseguridad y el miedo que supone coger la vida de frente. Y parcheamos la vida por conformismo, baja autoestima, porque no siempre tenemos claro que merecemos cosas buenas, que merecemos disfrutar y seguimos anclados en “es lo que me ha tocado vivir”.

Los parches más comunes con los que la gente lidia a diario son aquellos que consiguen cambiar nuestro estado emocional, logrando hacernos sentir mejor, aunque sean segundos o minutos, pero que no resuelven el problema de raíz. Parches a los que nos volvemos adictos porque nos evaden pero no nos “arreglan”.

Algunos parches comunes son:

El parche de las compras. Comprar se ha vuelto para muchas personas una adicción. Necesitan tener lo último, no solo en moda, también en tecnología, coches, relojes, lo que sea. Porque cada vez que compran, se sienten bien, poderosos. Pero está demostrado que la felicidad de las compras dura muy poco tiempo, puede que una tarde. En cuanto se satisface el deseo, se pierde la ilusión. Y en seguida se necesita volver a comprar para sentirse bien. Este acto puede convertirse en una adicción en toda arregla, la compra compulsiva, en el que se termina gastando un dinero que no se tiene y comprando objetos completamente inútiles. Y se acompaña de un profundo arrepentimiento y emociones muy desagradables por no saber controlarse.

El parche de la tecnología. Las redes y la necesidad de estar siempre conectado te desconectan de ti, de tu interior, del conocimiento de ti mismo. Cuanto más te mimetizas con tu móvil, más te alejas de la realidad y de la comunicación con los que tienes cerca. Una relación de pareja marchita, falta de confianza con los padres o no saber qué decir en una reunión de amigos puede ser el origen de la evasión. ¿Prefieres chatear con tu amigo a mantener una conversación interesante con tu pareja? Igual no es lo que prefieres, pero sí el hábito que has cogido. Con ello te relaja, te distraes y evita que pienses. Pensar es un acto muy importante, aunque a veces nos lleve a sentirnos mal. Pensar qué nos ocurre en lugar de distraernos puede darnos la clave de las soluciones.

El parche de la comida compulsiva y la adicción a los dulces. Sabemos que existe una relación bidireccional entre lo que comemos y nuestro estado de ánimo. Según cómo nos sentimos elegimos un tipo de alimentos. Las personas que se encuentran tristes, ansiosas, frustradas, buscan alimentos ricos en hidratos de carbono. La explicación es sencilla: estos alimentos liberan serotonina, dopamina y endorfinas, que son los neurotransmisores responsables de nuestra felicidad y bienestar. Incluso las endorfinas producen un estado de tranquilidad y paz. El problema es que la ingesta de estos alimentos suele llevar a la persona a sentirse sin control, a coger peso y a incrementar así su nivel de frustración, incluso de culpa, lo que la llevará otra vez a comer de forma compulsiva. Así se entra en un bucle difícil de controlar.

El parche del alcohol, el tabaco y otras drogas. Muchas sustancias nos hacen sentir euforia, paz, nos divierten y nos sacan del letargo. Pero solo modifican nuestra química durante un rato, nada más. El problema de base sigue existiendo. Terminas por maltratar tu cerebro y tu cuerpo, y a corto y medio plazo, te pasará factura sin solucionar el problema de base. Pregúntate de qué huyes y busca un plan de acción.

El parche del deporte al límite. El ejercicio es otra actividad que libera endorfinas y produce sensación de éxtasis y placer. La gente termina enganchándose de tal manera, que cuando llevan varios días sin practicarlo se sienten mal, como incumpliendo una disciplina. El ejercicio estimula tu adrenalina y con ello olvidas olvida tu vida monótona y aburrida. El deporte termina por ser algo tan importante, que toda la organización gira en torno a los entrenamientos, quitando con ello tiempo a la familia o a la pareja. Debemos buscar el equilibrio porque hay tiempo para todo.

El parche del trabajo. Sumergido doce, quince horas, evitando enfrentarte a tu vida cotidiana, a la poca que te queda fuera del trabajo. Hay personas que se sumergen en el trabajo evitando enfrentarse a la soledad, a una familia rota, a sus emociones. Un trabajo con el que seguramente se sienten creativos, inspirados, capaces, valorados. Y a pesar de que el trabajo de sentido a sus vidas, nunca puede ser sustituto de otras áreas y pilares que nos aportan equilibrio. No te excuses en que te apasiona.

Podríamos describir muchos parches más. Estos son solo unos ejemplos. Lo que hagas, hazlo por convicción. No lo hagas pensando que será la solución a tu vida y que resolverá el vacío. Cuando huyes, evitas. Y cuando evitas, no solucionas. Trata de escuchar qué sientes cuando no estás a gusto. Párate a hablar con tus emociones: qué te dicen y por qué te lo dicen. Busca qué origina esa molestia y trata de buscar soluciones acordes a tu malestar, no el parche que durante un rato te hace sentir mejor. Si no te gusta tu vida, algo de tu forma de ser, tu soledad, no tener pareja o amigos con los que disfrutar, no tener tiempo para practicar deporte, encuentra soluciones para tus problemas, pero no añadas un problema más evitando con conductas adictivas que al final te hacen sentir peor.

Hay 5 Comentarios


La felicidad es un estado de ánimo que se caracteriza por una sensación general de bienestar y contento. La felicidad puede ser efímera, como cuando se experimenta un momento agradable, o duradera, como cuando se tiene una vida satisfactoria en general.

Los beneficios de ir al psicólogo pueden ser muy útiles para aquellas personas que están atravesando un momento difícil o que simplemente quieren mejorar su calidad de vida. Algunos beneficios de ir al psicólogo incluyen el hecho de que puede ayudar a las personas a comprender y manejar sus emociones, como en https://mipsicologomadrid.es/tarifas/ mejorar sus relaciones, y también les ayuda a tomar mejores decisiones.

Saludos

Las compras se han vuelto una adicción como bien dices, por eso intentamos buscar el máximo ahorro en cada compra, no obstante existen buscadores como: https://www.achoman.com/ que nos hacen la vida más feliz cuando compramos sólo ofertas y rebajas de Amazon

Creo que uno de los parches más evidentes que uno se auto-aplica para tratar de ser un poco más feliz consigo mismo son los tratamientos de belleza. Uno de ellos, como por ejemplo, puede ser el de la radiofrecuencia facial: http://www.radiofrecuencia10.com/facial/ es uno de los que últimamente más repercusión está teniendo, no solamente porque sea un tratamiento estético que recomiendan los profesionales por sus ventajas en la eliminación de grasa, hacer que la piel esté más tersa o simplemente verse uno más joven, sino también por el hecho de que las famosas lo promulgan. En definitiva, la belleza y la cirugía irán siempre de la mano con la idea de "parches a la felicidad".

Quiero referirme al último parche que citas, el parche del trabajo:
Espero que te resulte útil y entretenido. Es muy breve:
https://dametresminutos.wordpress.com/2016/01/24/alguna-clave-sobre-trabajo-y-vida/

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Sobre el blog

“Las personas felices lo son, no porque tengan más que los demás, sino porque centran su atención en lo importante”. La visión que tenemos del mundo, de nuestro entorno, condiciona nuestro bienestar y con ello la implicación, el compromiso y la actitud que tenemos con nosotros y con los demás. Hay personas que esperan el momento perfecto para dar un paso. Pero el momento perfecto está tan solicitado, que el día que aparezca, habrá que repartirlo entre demasiados. Con este blog te invito a entrenar tus emociones, tus pensamientos y tu actitud. Te invito a responsabilizarte de lo que ocurre alrededor para que no condicione tus decisiones. Tenemos un derecho maravilloso que es elegir. Elige tu modo de conducta, elige lo que quieras ser, elige cómo quieres vivir y sentir.

Sobre el autor

Patricia Ramírez

Licenciada en Psicología, Máster en psicología clínica y de la salud y doctorada en el Departamento de personalidad, evaluación y tratamiento psicológico de la Universidad de Granada, Patricia Ramírez es experta en psicología deportiva (campo en el que ha asesorado a equipos de fútbol como el Real Betis, el RCD Mallorca o el CB Granada) y trabajo en equipo. Colabora en varios medios de comunicación (TVE, El País semanal, Marca…).

Es autora de Así lideras, así compites (Conecta, 2015), ¿Por qué ellos sueñan con ser futbolistas y ellas princesas? (Espasa, 2014), Autoayúdate (Espasa, 2013), Entrénate para la vida (Espasa, 2012), Gestión y Control del Estrés, con Zoraida Rodríguez Vílchez (Conzepto, 2008).

http://www.patriciaramirezloeffler.com/

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