Estamos en julio y muchas son las personas que ya han iniciado sus vacaciones. Todos ansiamos este momento a lo largo del año. Julio y agosto son meses de cambio de ritmo, de descanso y disfrute. Vivimos todo el año con estrés, prisas, responsabilidades, siendo mujeres y hombres orquesta. En muchas ocasiones no podemos ocuparnos de lo que nos gustaría, como es asistir a algún tipo de formación, practicar deportes, leer u otras actividades que nos interesan, y estamos a la espera de esos días idílicos para poder dedicarnos a nosotros y a nuestras cosas.
En vacaciones es importante practicar las tres Des:
Desconectar
Una desconexión es una interrupción, una ruptura. En este caso rompemos con el trabajo, con los estudios o simplemente con la rutina y con una serie de obligaciones y responsabilidades para dejarnos llevar por el cambio de horarios, actividades distintas, visitar otras ciudades, otra forma de comer. Incluso interrumpimos relaciones personales, dejando atrás a los compañeros de trabajo y amigos de la ciudad para volver a conectar con aquellos que vemos una vez al año, en el pueblo, en la playa o con gente que conocemos en un viaje organizado. Las vacaciones tienen un momento de desconexión con el trabajo, una conexión con los días de descanso y una nueva desconexión que nos lleva de vuelta a la rutina.
Para que esta desconexión tenga una función reparadora, tiene que ser real. Es decir, si desconecto del trabajo, también lo hago de los mensajes del teléfono y de los correos electrónicos. Es cierto que dependiendo del momento, del grado de responsabilidad o del tipo de trabajo que uno tiene no siempre podemos estar cien por cien desconectados. Pero sí podemos elegir un momento durante el día para atender asuntos laborales en lugar de llevar un móvil en el que suenan todos los correos que entran.
Trata estos días de relajarte en cuanto a la disciplina, los horarios, el método y el orden de todo el año. Permítete la licencia de tener unos días más anárquicos. No se trata de romper con todo, pero déjate llevar un poco. Y permite que los tuyos también se relajen. Son muchos los padres que a semana vista de haberse acabado el colegio y con todas las asignaturas aprobadas, ya están pidiendo a sus hijos que se pongan con los libros de actividades para el verano, ¡no vayan a perder el ritmo! Pues justo eso es lo que se busca, perder el ritmo. Porque no apetecerá volver a cogerlo y no se echará de menos si no les permites que desconecten.
Descansar
A los cinco días laborales les sigue el fin de semana, y a los periodos largos de trabajo, les sigue un descanso mayor, las vacaciones. Además de la parte ociosa, tiene un sentido saludable. Durante el año sometemos al cuerpo y a la mente a un ritmo que los desgasta, dormimos menos, no siempre comemos con serenidad y tiempo, tenemos estrés y todo esto deteriora nuestro organismo. Hasta que llega el descanso del guerrero. El momento en el que tenemos más horas de sueño, nos relajamos con cada actividad, desaparece el tráfico, los pitidos, la gente corriendo y todo se transforma en un proceso más lento. Así damos tiempo a que el cuerpo y la mente se recarguen. Descansar es vital. El sueño es reparador. Incluso la falta de descanso está relacionada con el sobrepeso. Y es que no descansar de forma profunda y no tener un sueño reparador altera los procesos físicos y cognitivos, impidiendo que nuestro sistema se recupere de todo lo tóxico que vamos acumulando durante el año. No ningunees el sueño, no digas que tú no necesitas dormir, que eres capaz de estar genial con pocas horas de sueño, porque tu organismo necesita descansar para estar sano. Sí es cierto que hay un porcentaje de población muy pequeño que con cuatro o cinco horas es capaz de estar cognitivamente fresco, pero es un porcentaje muy pequeño. No es la norma.
Descansar no solo es dormir. Descansar es deleitarte en no hacer nada. No hacer nada y aburrirse de forma intencionada, la expresión común de “estar tirado a la bartola”, es reparador, sano e incluso potencia nuestra creatividad. Permítete esto en vacaciones y deja de machacarte con pensar que estás perdiendo el tiempo. Y permíteselo a los tuyos. No llenes el horario de tus hijos de muchas actividades para que no se aburran. Aburrirse tiene beneficios.
Disfrutar
No todo el mundo consigue disfrutar de las vacaciones soñadas. Hay personas que trabajan más en sus días de descanso que cuando están trabajando. Reciben a toda la familia en la casa de la playa, hijos, nueras, yernos, amigos de los hijos y nietos. Y todo esto conlleva un sobreesfuerzo en la gestión de una casa, como la preparación de las comidas y las compras para tantos. Muchas madres son excesivamente generosas sacrificando su descanso para que sus hijos, trabajadores incansables durante todo el año, puedan desconectar “salid a cenar tranquilos los dos que nosotros cuidamos a los niños”, “descansa hijo, que no paras en todo el año”. Y entre la protección y el amor incondicional, terminan cargándose con lo de todos. Esto sería fácilmente controlable si todos los miembros de la familia fueran tan generosos y serviciales con su familia como lo son los padres con ellos y con sus nietos.
Otros motivos para no pasarlo bien en vacaciones puede ser tener que relacionarte con familia con la que no deseas, veranear en un lugar incómodo o en el que tienes pocas aficiones que practicar, y al que te ves “obligado” a viajar. O que cambien los planes y lo planificado no salga como esperas, retrasos en el vuelo, mala climatología o problemas en la organización del viaje pueden llevarte a sufrir estos días.
Y por últimos, existen personas que se van de vacaciones con el trabajo a cuestas. O por su tipo de profesión, o por no saber delegar, por obsesión con el trabajo, haber dejado carpetas abiertas o porque no saben desconectar. Olvidando con ello la misión de estos días: desconexión, descanso y disfrute.
Trata en estos días de elegir. Elegir dónde, con quién, cómo y qué hacer. Es verdad que tenemos compromisos ineludibles, como alguna boda a la que no queda más remedio que asistir, pero en la medida que puedas, “controla” tus vacaciones. No es egoísmo, es necesidad. Si no las disfrutas, tu nivel de ira y de frustración puede condicionarte el ánimo hasta el próximo puente. No confundas este punto con el egoísmo, olvidar las necesidades de tu pareja e hijos, o de otros miembros de la familia. No se trata de hacer lo que te place solo a ti, sino de tener un equilibrio y que puedas disfrutar.
Hay 4 Comentarios
Por cierto, estas son las playas y calas que tenemos en Moraira https://www.teulada-moraira.es/playas/ te lo recomiendo.
Publicado por: Lucia | 23/07/2018 12:43:52
Nosotros para desconectar nos vamos a las playas de Moraira toda la familia y desconectamos. Hace falta tanto para el cuerpo como para la mente o mal vamos.
Publicado por: Lucia | 23/07/2018 12:42:40
¡¡ que video más bonito!!!!, asi es como tiene que ser
Publicado por: Lady | 13/07/2016 23:03:58
Todo eso me recuerda que tenemos que vernos más con familiares, amigos...
https://dametresminutos.wordpress.com/2016/01/01/tenemos-que-vernos-mas/
Publicado por: José Iribas | 13/07/2016 10:28:24