PlenaMente

10 sep 2016

¿Por qué nos afecta la opinión de los demás?

Por: Patricia Ramírez

La opinión de los demás
Necesitamos sentirnos parte de algo, de una familia, de un grupo de amigos, de un equipo de trabajo. Esto requiere encajar, caer bien, agradar, saber que los demás nos valoran, nos respetan y nos estiman. Cuando sucede así, nos sentimos seguros y protegidos. Nos pasa a todos. Pero, ¿qué ocurre cuando necesitas cambiar tu forma de ser, de comportarte o de pensar para que los demás te integren? Ocurre que pagas un precio demasiado alto. A veces es necesario, otras veces no.

Escuchar la opinión que los demás tienen de nosotros puede ser interesante y útil porque nos permite tener otro punto de referencia, no solo el propio. El propio está sesgado por la memoria, por nuestro enfoque, por la percepción que tenemos de nosotros. Ese sesgo impide muchas veces que aprecies virtudes en ti porque no las esperas, virtudes que otros te hacen ver que tienes. Igual que tampoco apreciamos críticas porque nos debilitan la autoestima y de las que solemos defendernos atacando al otro.

¿Cuándo es necesario modificar nuestra forma de comportarnos para ser aceptados?

Cuando tus hábitos faltan el respeto a los demás, cuando realizas comentarios maleducados o imprudentes hacia otras personas. En definitiva, cuando tu forma de ser impide o limita que disfrutes de relaciones sanas. Puede que hables demasiado alto, puede que critiques, que utilices comentarios inoportunos o impertinentes, que seas autoritario o un largo etcétera. Las personas que sufren este tipo de problemas suelen tener encontronazos, pierden las relaciones, suelen ser esquivados por los demás y a la larga se terminan encontrando solos o con relaciones meramente profesionales. No es cómodo compartir una sobremesa con este tipo de personas. En estos casos, y si ves que es una crítica constructiva y reiterada por parte de diferentes grupos de personas, trata de ver qué parte es cierta, qué cambios podrías dar y si te beneficiarían a ti y a los tuyos. Hay comportamientos que te llevan a ser rechazado, ¡y con razón! Te harás un favor si atiendes con curiosidad las peticiones de los que tratan de ayudarte.

¿Cuándo no deberías someterte a la voluntad de los demás?

Cuando implique cambiar tu forma de ser, tus valores, cuando solo le haces un favor al otro y te perjudicas tú con las renuncias. O cuando tratas de “comprar” el amor y el aprecio de otros no siendo tú mismo. Ser uno mismo es una criba, permite que las personas que te aprecian lo hagan por lo que eres, por cómo piensas, sientes y te comportas, no por lo que finges. Será muy complicado defraudar a las personas que te aprecian por ser tú mismo porque sencillamente, saben lo que hay. Pero si tratas de vender una imagen que no existe, si exageras tus batallas, si te comportas de forma complaciente y servil para no ser rechazado, llegará un momento en que no puedas engañar más, en que estés cansado y frustrado de interpretar un papel que no te representa. Perder a un “falso” amigo por ser tú mismo es una batalla ganada.

Muchas veces escucharás críticas de quien te envidia, quien no se ve capaz de ser valiente como tú, de quien necesita que otros caigan para sentirse ellos fuertes. Estas personas son mediocres, y se nutren de los errores y debilidades de los demás porque sus fortalezas no son lo suficientemente válidas para brillar con luz propia. No des credibilidad a la crítica de estas personas. Su propia inseguridad les hace ser más críticos, más subjetivos, más destructivos y tóxicos. Su opinión no cuenta. Porque no buscan tu bien, sino el de ellos. Sus comentarios pueden presentarse con ironía, con humor, con manipulación, con autoritarismo, incluso en plan colega. Ni caso, tú a lo tuyo. Si en algún momento dudas, consulta la duda con quien te quiere, con quien sabes que es sincero contigo y procura tu bien.

Cuando emociones como la envidia y la mediocridad de otros te limitan para que tú también tropieces y dejes de avanzar, prueba a seguir estos tres consejos para no depender de la opinión de los demás:

1. Acepta que la gente puede pensar de forma distinta, pero sin darle valor al comentario. Puede que para algunos tu trabajo no sea creativo, brillante o lo bueno que a ti te parece. Puede ser. Y es que todos somos distintos. Puede que lo esté valorando alguien excesivamente perfeccionista al que nunca le parece nada bien. Es típico de padres exigentes, transmitir a sus hijos que siempre lo podían haber hecho mejor. Y es cierto, siempre se puede hacer algo mejor. Pero estar recibiendo crítica constante no fortalece nuestra seguridad. Uno tiene la sensación de que nunca está a la altura de las circunstancias, de que no es lo suficientemente bueno como para complacer a los suyos y genera personalidades dependientes e inseguras.

2. Ignora. Los comentarios de otros son opiniones de otros, no te descalifican. Solo son juicios de valor subjetivos en un momento concreto. Es inevitable que los hagan, pero sí es evitable que tú les des valor.

3. Trabaja tu autoconocimiento. Si alguien te dice que eres tacaño siendo alguien generoso, no le darías valor, porque conoces perfectamente cómo te comportas con la gente. Hay conceptos que tenemos claros sobre nosotros, lo que nos define. Pero otros no, y por ello nos hacen dudar. No tenemos una opinión clara de si somos valientes, creativos, buenos profesionales, generosos. Conocemos mucho sobre nuestros fallos, pero poco sobre lo que nos protege. Dedica tiempo, por lo menos cinco minutos al día, a observar qué ha pasado durante el día y de qué manera te define. Te dejo un ejemplo “hoy, en la reunión de equipo, he aportado una idea brillante”, esto dice de mí que soy creativo, valiente y que no tengo miedo a hablar en público.

Nos afecta la opinión de los demás porque nos hace replantearnos nuestros esquemas sobre cómo somos. Nos gusta que el mundo esté controlado, y cuando alguien se refiere a nosotros de una manera que no hemos contemplado, nos saca de nuestro control. Aprende a elegir con qué críticas constructivas te quedas así como a qué elogios vas a dar valor. Y decide también, sean ciertas las críticas o no, si deseas dar el cambio que te proponen.

La aprobación que necesitas es la tuya, pero no está de más escuchar a quien bien te quiere.

Hay 4 Comentarios

Pues me reitero en lo dicho. Actuar en consecuencia de lo que uno piensa y listo. Yo así lo hago y pongo mi dinero confiando en el trading que explican en la web.

Eso me pasa a mí cuando hablo a la gente del https://ti7global.com/ y sus tecnicas de trading . Me miran con cara de loco, peor está claro que hay que mirar la economía y planificar el futuro :-).

Excelente artículo, sin duda hay que mantenerse fiel a uno mismo. Saludos

Sentenciaba Aristóteles que “sólo hay una manera de evitar la crítica: no hacer nada, no decir nada y no ser nada”.
https://dametresminutos.wordpress.com/2015/02/07/se-libre-vive/

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Sobre el blog

“Las personas felices lo son, no porque tengan más que los demás, sino porque centran su atención en lo importante”. La visión que tenemos del mundo, de nuestro entorno, condiciona nuestro bienestar y con ello la implicación, el compromiso y la actitud que tenemos con nosotros y con los demás. Hay personas que esperan el momento perfecto para dar un paso. Pero el momento perfecto está tan solicitado, que el día que aparezca, habrá que repartirlo entre demasiados. Con este blog te invito a entrenar tus emociones, tus pensamientos y tu actitud. Te invito a responsabilizarte de lo que ocurre alrededor para que no condicione tus decisiones. Tenemos un derecho maravilloso que es elegir. Elige tu modo de conducta, elige lo que quieras ser, elige cómo quieres vivir y sentir.

Sobre el autor

Patricia Ramírez

Licenciada en Psicología, Máster en psicología clínica y de la salud y doctorada en el Departamento de personalidad, evaluación y tratamiento psicológico de la Universidad de Granada, Patricia Ramírez es experta en psicología deportiva (campo en el que ha asesorado a equipos de fútbol como el Real Betis, el RCD Mallorca o el CB Granada) y trabajo en equipo. Colabora en varios medios de comunicación (TVE, El País semanal, Marca…).

Es autora de Así lideras, así compites (Conecta, 2015), ¿Por qué ellos sueñan con ser futbolistas y ellas princesas? (Espasa, 2014), Autoayúdate (Espasa, 2013), Entrénate para la vida (Espasa, 2012), Gestión y Control del Estrés, con Zoraida Rodríguez Vílchez (Conzepto, 2008).

http://www.patriciaramirezloeffler.com/

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