PlenaMente

25 feb 2017

El valor de la discreción y la prudencia

Por: Patricia Ramírez

La persona prudente
El gran problema de la indiscreción es que no tiene vuelta atrás. Las palabras no se las lleva el viento, y lo dicho, aunque pidas disculpas, dicho queda. Cuesta ganarse la confianza de la gente, cuesta ser alguien en el que poder confiar, pero bastan unas solas palabras para echar por la borda toda la reputación. Una frase o una conducta imprudente acaban con todo y cambian la opinión que los demás tienen de ti.

Ser prudente supone guardar confidencialidad con la información de otras personas, con la tuya propia o tener cuidado de no lastimar a otros con comentarios que puedan ser hirientes. Ser prudente es estar en tu sitio con discreción. La prudencia está estrecha y directamente relacionada con la capacidad de valorar las consecuencias de nuestros actos y comentarios. La persona que consigue comportarse con prudencia realiza un análisis del impacto que puede tener lo que diga o lo que haga. Por el contrario, la persona imprudente no mide, no evalúa, no tiene en cuenta las consecuencias de lo que comparte. Y esto hoy en día, con la exposición a la que estamos sometidos, es un peligro. Puede arruinar una idea profesional, dejarte en ridículo, perder un trabajo, perder amigos…

La sociedad de hace treinta años facilitaba en mayor grado la prudencia. Al no existir redes sociales, compartías con menos gente la información. No existía tanto acceso a todo ni nos llegaban las últimas noticias al instante. El bombardeo de información y la exhibición que ronda ahora por las redes facilita la imprudencia y convierte lo que antes era privado en público. Las nuevas generaciones que se educan en este continuo escaparate terminan por no distinguir entre lo que es correcto compartir y lo que no lo es.

Dado que existen fórmulas para conocer el contenido desde el primer tuit que colgaste hace años, lo inteligente es actuar con prudencia para no convertirte en una persona que se cierra puertas a sí misma. Nadie quiere tener como compañero de trabajo o como amigo a una persona que no mide lo que dice o lo que hace.

Cuando te rodeas de amigos y colegas prudentes y discretos, te sientes seguro y protegido. Puedes mantener relaciones de confianza y complicidad sin miedo a que te traicionen o se vayan de la lengua. ¿Cómo se comporta una persona prudente?

1.No participa de las críticas. Ni opina sobre terceras personas que no están presentes ni se queda a escuchar lo que otros critican. Con un simple “lo siento, es que me siento incómodo hablando de otras personas” es suficiente para salirse de una conversación tóxica e imprudente.

2.Observa antes de hablar. Hay personas que sin observar, hablan. Sobre religión, temas sociales, políticos, futbolísticos. Y hablan dictando sentencia, sin mirar en qué contexto están y con qué personas. Hay personas que despellejan a alguien por llevar velo, por divorciarse, por ser del Barça o porque sus hijos no van a hacer la comunión. Juzgan sin conocer qué opiniones tienen la gente que de alrededor, pudiendo así herir la sensibilidad de otros. Todos tenemos derecho y libertad a expresar lo que pensamos, pero de una forma oportuna y prudente, sin juicios de valor.

3.No habla de forma dicotómica. Expresa su opinión y está abierto a la opinión de los demás, No juzga si lo suyo es bueno o malo, lo toma solo como una postura más. La flexibilidad mental es importante para ser prudente.

4.No cuenta un secreto de otra persona. Por mucho que crea que se encuentra en un foro seguro, en el que su amigo no le va a traicionar contando el secreto a otra persona, nunca comparte un secreto. Porque en el momento en el que lo hace, ya está traicionando a quien confió en él.

5.No habla a voces, no se mueve como un molino de viento ni se comporta de forma histriónica. Habla con un volumen conversacional, gesticula con serenidad, se relaciona con educación, sin exceso de llamar la atención.

6.No habla con el cerebro vacío. La persona imprudente opina sobre temas de los que no tiene ni idea, creyendo además que lo sabe todo.

7.Pide permiso antes de dar un consejo personal a alguien. No todo el mundo desea que les abran los ojos, les guíen por el camino o les den soluciones a sus problemas. Es mejor preguntar antes de proponer algo que no te han pedido. “¿Querrías saber qué haría yo en esta situación?”, “¿quieres que te diga lo que opino?”.

8.No dice groserías ni hace chistes de mal gusto. Dependiendo de los ambientes en los que te muevas, sobre todo en los laborales, hay chistes machistas, racistas, xenófobos, que no tienen gracia ninguna. En general nunca la tienen, pero mucho menos en un ambiente formal en el que no conviene llamar la atención de esta manera.

9.No acapara la conversación. Permite que otros participen, sabe escuchar o pide el turno para hablar.

10.No comparte fotos, comentarios o historias que no son suyas sin pedir permiso. Las redes sociales no es un lugar en el que todo el mundo se sienta cómodo. Así que antes de compartir algo de otra persona pregunta a la persona si te da permiso. A ti puede parecerte muy normal compartir una foto determinada, pero puede que a uno de los que sale en ella no le apetezca para nadar salir públicamente.

La confianza es básica en las relaciones personales. Sin ella no podemos mantener relaciones profundas, solo frívolas, superficiales, en las que se habla del tiempo y poco más. Una de las ventajas de ser prudente es que consigues tener relaciones personales de calidad y de respeto.

Hay 8 Comentarios

El calzado es fundamental para la salud.

Si es un problema recurrente, puedes informar a un supervisor o recursos humanos, especialmente si sientes que crea un entorno hostil o de acoso.

Hoy en día hay exceso de ego y nos creemos que tenemos necesariamente que ser importantes.
Se puede vivir sin ser importante. Yo simplemente sé tallar madera y para mí las herramientas para tallar madera son lo más importante.

Hoy en día hay exceso de ego y nos creemos que tenemos necesariamente que ser importantes.
Se puede vivir sin ser importante. Yo simplemente sé tallar madera y para mí las a href="https://citymadera.com/herramientas-para-tallar-madera/">herramientas para tallar madera son lo más importante.

¡Excelente reflexión, muchas gracias!.

Yo agregaria no juzgar sin tener conocimiento muchas veces tienes que fijarte primero en tus condiciones antes de criticar eso es lo mas importante. Como cuando sucede que se critica la belleza de una mujer https://www.bellezademujeres.com/, quien tiene el parametro de ser lindo o feo esos son parametros que los prefija la sociedad pero no significa que sean ciertos valores correctos.

Muchas gracias por el articulo llama a la reflexión.

Ser discreta y reservada es más fácil de decir que llevarlo a cabo, pero cuando se consigue es lo más gratificante que existe. Mantener el pico cerrado te da muchas recompensas y evita muchos quebraderos de cabeza.
Cuando tenía 11 años empecé en un colegio nuevo y al ver el panorama me hice un juramento a mí misma que consistía en pasar todo lo desapercibida que me fuese posible y no contar a nadie nada sobre mí. En clase yo era un mueble, ni siquiera usaba perfume y hablaba lo justo.
Pasado un tiempo mis compañeras de clase me preguntaban que porque era tan misteriosa.. Pero yo seguía sin ser un libro abierto, si bien empezaba a sentirme a gusto con ellas, quería separar mi vida privada de la vida escolar. Aquellos se convirtieron en los mejores años de mi vida, pero porque mantenía el pico bien atado.

Aprendimos también que Discrecion y Prudencia es:

NO EVALUAR - NO INVALIDAR

NO EVALUAR:
Decir a los demás porqué son como son, porque les pasa lo que les sucede, porque les pasa algo porque se son de detrminada forma o manera de ser.

Y por supuesto NO INVALIDAR:
Cualquier forma de negación, reproche, insulto, vejación verbal o física

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Sobre el blog

“Las personas felices lo son, no porque tengan más que los demás, sino porque centran su atención en lo importante”. La visión que tenemos del mundo, de nuestro entorno, condiciona nuestro bienestar y con ello la implicación, el compromiso y la actitud que tenemos con nosotros y con los demás. Hay personas que esperan el momento perfecto para dar un paso. Pero el momento perfecto está tan solicitado, que el día que aparezca, habrá que repartirlo entre demasiados. Con este blog te invito a entrenar tus emociones, tus pensamientos y tu actitud. Te invito a responsabilizarte de lo que ocurre alrededor para que no condicione tus decisiones. Tenemos un derecho maravilloso que es elegir. Elige tu modo de conducta, elige lo que quieras ser, elige cómo quieres vivir y sentir.

Sobre el autor

Patricia Ramírez

Licenciada en Psicología, Máster en psicología clínica y de la salud y doctorada en el Departamento de personalidad, evaluación y tratamiento psicológico de la Universidad de Granada, Patricia Ramírez es experta en psicología deportiva (campo en el que ha asesorado a equipos de fútbol como el Real Betis, el RCD Mallorca o el CB Granada) y trabajo en equipo. Colabora en varios medios de comunicación (TVE, El País semanal, Marca…).

Es autora de Así lideras, así compites (Conecta, 2015), ¿Por qué ellos sueñan con ser futbolistas y ellas princesas? (Espasa, 2014), Autoayúdate (Espasa, 2013), Entrénate para la vida (Espasa, 2012), Gestión y Control del Estrés, con Zoraida Rodríguez Vílchez (Conzepto, 2008).

http://www.patriciaramirezloeffler.com/

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