Acerca de Giselle (I)

Por: | 19 de abril de 2013

Giselle1.grisi El ballet “Giselle o Las Willis” se estrenó el lunes 28 de junio de 1841 a las 18:30 en el Teatro de la Academia Real de la Música, antigua Ópera de París, que estaba situada en la calle Le Peletier, finalmente desaparecida por un incendio y sustituida por el actual Palacio Garnier. Los papeles protagónicos de aquella premiere estuvieron a cargo de Carlotta Grisi (Giselle), Lucien Petipa (Albrecht), Adéle Dumilatre (Myrtha, Reina de las Willis), Jean Coralli (Hilarión), Quériau (Príncipe de Courtland), Adice (Wilfred), Marquet (Batilde) y Aline (Berthe, madre de Giselle). La escenografía fue diseñada por Piere Ciceri y el vestuario por el pintor Paul Lomier. La música estuvo compuesta por Adolphe Adam y la coreografía tutelada por Jean Coralli, que también participó en la redacción del libreto, aunque con la intervención, en principio anónima y polémica, de Jules Perrot para las partes solistas de la estrella Carlotta Grisi, asunto no esclarecido ni demostrada hasta 1942 cuando Serge Lifar encuentra la documentación pertinente y publica su libro sobre este ballet. El argumento estaba elaborado por el escritor, crítico y poeta Teophile Gautier, el guionista de vaudevilles y novelista Vernoy de Saint-Georges y Coralli sobre una leyenda alemana procedente de Centroeuropa, alrededor del medioevo, y recogida por Heinrich Heine en su libro “De Alemania”. Heine, amigo de fantasías y lirismos extremos, recogió en su tomo lo que llamó historias de “espíritus elementales”, personajes fantásticos tantas veces volcados en los cuentos infantiles de Perrault o los Hermanos Grimm. La primera vez que se publicó este guión de ballet fue el 5 de julio de 1841 con un título de “Carta a Heinrich Heine”, y volvió a ser publicado en 1872 y en 1882. Otro texto, publicado en 1844 en una preciosa edición orlada con grabados de género y de la obra en sí, titulada “Les beautés de l’Opera” dirigida por Giraldon, hace hincapié en la atmósfera y la época del año: otoño, viñedos rosáceos, hojas que caen azafranadas, una luz dorada que llega a la escena de entre las ramas... Para el segundo acto, Gautier evoca directamente a Novalis: “Toute cette forét semble pleine de larmes et de soupirs”, y a los grabados de Sadeler, con precisiones de color como “la plata será vieja, el negro mate, las sombras opacas...”. (continuará…)

Hay 1 Comentarios

Gracias. Es muy interesante conocer detalles como el elenco original de esta eterna obra. La clasicacion de los detalles como el color y brillo de los matices es una oportunidad únca. Gracias de nuevo.

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Por Pies

Sobre el blog

Un espacio para la reflexión y la crítica de la danza y el ballet. Su historia y avatar en el mundo global, los cambios estéticos y los nombres propios en una escena universal y dinámica. Ballet clásico, moderno y contemporáneo; danza actual y teatro-danza; ballet flamenco y danza española; festivales, teatros y compañías, diseños, música y tendencias; los grandes coreógrafos junto al talento emergente. La DANZA es una y así debe glosarse y ser estudiada desde todos sus ángulos, como verdadera materia de cultura.

Sobre el autor

Roger Salas

es el crítico de danza y ballet del periódico EL PAÍS desde hace 28 años, con una breve pausa cuando participó en la aventura de la revista "EL GLOBO"; nació en Holguín (Cuba) en 1950, estudió piano y presume de autodidacta. Emigró a Europa en 1982 y ha publicado dos libros de cuentos, una novela y varios ensayos sobre ballet, ciencia coréutica y danza española. Roger cree, como dijera Maya Plisetskaia un día, que "la danza salvará al mundo".

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