Blogs Comunidad Valenciana Ir a Comunidad Valenciana

Presente Continuo

Sobre el blog

Un historiador echa un vistazo al presente. Éstas no son las noticias de las nueve. Pero a las nueve o a las diez hay actualidad, un presente continuo que sólo se entiende cuando se escribe: cuando se escribe la historia.

Sobre el autor

Justo Serna

es catedrático de la Universidad de Valencia. Es especialista en historia contemporánea. Colabora habitualmente en prensa desde el año 2000 y ha escrito varios libros y ensayos. Es especialista en historia cultural y ha coeditado volúmenes de Antonio Gramsci, Carlo Ginzburg, Joan Fuster, etcétera. De ese etcétera se está ocupando ahora.

Eskup

La sombra de la sombra de Rajoy

Por: | 08 de febrero de 2013

La sombra IIIHace cuatro años publiqué un artículo titulado Tertius gaudens. Perdonen el latinajo, pero si lo leen me lo tolerarán. Trataba de las disputas internas del Partido Popular.

Han pasado varios años. Parece que estamos en las mismas (con algún pretendiente ya descartado). No sé, no sé. Si nos ponemos sublimes, estamos en el mundo shakespeareano. Quizá en El Rey Lear; quizá en Macbeth. William Shakespeare suele aludir a las sombras...

La sombra de la sombra: en eso parece haberse convertido Mariano Rajoy. Ya no es lo que era... Ajá. A lo mejor ya no estamos en ese mundo.

A lo mejor, esto sólo es un vodevil, con personajes de baja estofa. En el género del vodevil no es raro que alguien cante.

Aquí, algunos ya están cantando...

http://justoserna.com/

¡Viva el vino!

Por: | 07 de febrero de 2013

IPodShuffleLeo en El País: "La lista de regalos de Navidad de la empresa Emarsa, que gestionaba la depuradora de Valencia, incluye a decenas de políticos a los que supuestamente se agasajó con cajas de vino y jamones, entre otras dádivas".

Repasemos: cajas de vino y jamones. En la nota no se precisa si el vino era peleón y el jamón, rancio o atocinado. Tampoco se indica si las cajas de vino tenían gusto, estaban bien embaladas o, por el contrario, eran cajones malamente envueltos. Ignoramos, por otra parte, la denominación de origen. ¿Y los jamones? ¿Eran de cebo, de recebo o del montón, del montón de cerdos que hay?

Vuelvo al vino. Los obsequios..., ¿eran D.O. Valencia? ¿O eran Ribera del Duero? Desde que José María Aznar llegó al poder, esta etiqueta ha cobrado gran difusión y prestigio. Por supuesto, yo soy uno de los defensores de Ribera del Duero: qué quieren, lo prefiero al Rioja. Pero, atención, dada la proximidad, los regalos podrían ser D.O. Jumilla. Desde hace unos años, los caldos de esa tierra --la dignísima tierra de mi madre-- son muy apreciados. Permítanme la publicidad: hay un Juan Gil que cuesta unos diez euros, que es una joya.

Ahora bien, conociendo a los destinatarios, es probable que no se conformaran con vinos locales: ni Utiel-Requena, ni Valencia, ni Jumilla. ¿Acaso caldos de Alicante? No sé: lo que me intriga más no es el vino ni los jamones. Es otro producto que según el juez instructor también estaba entre los obsequios: iPods.

Vamos a ver: por ahorrar unos dinerillos para la jubilación, una entidad bancaria me ha regalado un iPod estas Navidades. No se engañen: un iPod shuffle. El artefacto no llega a los 50 euros y es muy pequeño. Es igual: desde que lo tenemos, está en el salón de casa. Allí luce diminuto en un rincón noble del hogar: pequeño pero Apple.

"Entre los supuestos receptores de las atenciones de Emarsa están la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, y el expresidente de la Generalitat Francisco Camps", leo en El País. Yo me muero. Si es cierto, yo me muero. Imagino a ambos con jamones, con caldos, ¿pero con iPods?

Viva el capitalismo. Viva el vino.

http://justoserna.com/2011/05/19/de-kolster-a-apple-historia-abreviada-del-capitalismo/

Mariano Rajoy y la lógica

Por: | 04 de febrero de 2013

Ludwig_Wittgenstein,_Pencil_on_board2Ludwig Wittgenstein dijo algo en el Tractatus logico-philosophicus (1921) que se ha reiterado en numerosas ocasiones.

Convendrá repetirlo ahora: “de lo que no se puede hablar mejor callar”. Él se refería al sentido de la vida, a los valores, a lo que escapa a la lógica y no puede ser enunciado por la ciencia.

¿Tiene alguna lógica la respuesta que ha dado Mariano Rajoy en Alemania? Se le había preguntado sobre los papeles que ha publicado El País. Su respuesta es un galimatías.

Dice: "Reitero lo que dije el sábado. Todo lo que se refiere a mí y a mis compañeros de partido no es cierto. Salvo alguna cosa que es lo que han publicado algunos medios de comunicación. Dicho de otra manera es total y absolutamente falso”.

Carece de toda lógica decir que una cosa es y no es al mismo tiempo. Se incurre en contradicción. ¿Cómo puede ser incierto y a la vez introducir una salvedad? Y se incurre en redundancia, en énfasis inútil, decir que algo es “total y absolutamente falso”. Si algo es totalmente falso es que es absolutamente falso.

¿Pero qué cosa no es incierta o falsa de todo lo que ha aparecido en los medios? Según Mariano Rajoy, “alguna cosa que es lo que han publicado algunos medios de comunicación”.

Indudablemente en la transcripción falta una coma: “alguna cosa, que es lo que han publicado algunos medios de comunicación”. ¿Pero qué cosa es ésa?

Permítanme este mal uso de Wittgenstein y esta campechanía con la que dirijo al presidente del Gobierno: Sr. Rajoy, “de lo que no se puede hablar mejor callar”. O al revés: Sr. Rajoy, de lo que se puede hablar mejor es no callar.

Hable, por Dios, hable. Con lógica. Con orden y concierto.

¿Cirujanos de hierro?

Por: | 04 de febrero de 2013

JOAQUIN COSTALo dije hace tiempo y lo vuelvo a reiterar ahora, cuando nuevamente hay ruido. ¿De sables?

El "cirujano de hierro" forma parte del dictamen que Joaquín Costa planteara a comienzos del siglo XX cuando deploraba los males del parlamentarismo español, cuando  diagnosticaba sus vicios: la oligarquía y el caciquismo.

“No es (y sobre esto me atrevo a solicitar especialmente la atención del auditorio), no es nuestra forma de gobierno un régimen parlamentario, viciado por corruptelas y abusos, según es uso entender, sino, al contrario, un régimen oligárquico, servido, que no moderado, por instituciones aparentemente parlamentarias”, decía Costa.

En ese régimen, los caciques serían los agentes territoriales de los oligarcas asentados en la Villa y Corte, una red de auparía a los menos valiosos y que postergaría sistemáticamente a los mejores. Que exista esa oligarquía compromete la unidad de la Nación, añadía, pues fomenta la secesión territorial que apadrina cada uno de esos caciques. Para que sobreviva España como Nación y como Estado es preciso que desaparezca esa patología. Y la única manera de hacerla desaparecer es valiéndose de un política radical que intervenga de urgencia al enfermo, “una verdadera política quirúrgica” que sólo podrá aplicar un cirujano de hierro.

El cirujano de hierro es sabio, es duro aunque compasivo, no le tiembla el pulso: es heroico, tiene entrañas y coraje, tiene un ansia patriótica. Es superior y se sabe providencial en la tarea de regenerar a la Nación.

¿Qué me dicen? A mí, estas expresiones de rancio historicismo exhumadas ahora me dan pánico, entre otras cosas porque las palabras tienen efectos, porque los enunciados no son meras descripciones de la realidad, sino muy frecuentemente su misma realización.

Un cirujano de hierro es alguien a quien no le tiembla el pulso para enfrentar lo que juzga males o desvaríos. En la historia de España, esa mención siempre acaba con una llamada pretoriana, con un militar que se siente convocado y legitimado para gobernar por encima de un Parlamento averiado y para administrar unas instituciones que tampoco funcionan. En fin, miedo me da…

Escribo lo anterior y acabo leyendo lo que dice Arturo Pérez Reverte en Twitter. Espera que Mariano Rajoy emprenda una limpieza a fondo de su partido. Pero las palabras que emplea son desafortunadas, tienen una resonancia odiosa en la España de tradición pretoriana: "O hay cirugía de hierro, o esto se les irá de las manos. La pregunta es si Rajoy tiene agallas y libertad para esa cirugía".

Cirugía de hierro, madre de Dios.

Más aquí: http://justoserna.com/2006/09/05/vidal-quadras-y-el-cirujano-de-hierro/

En España todavía es posible enfrentarse al Gobierno

Por: | 03 de febrero de 2013

GilSábado 2 de febrero, Mariano Rajoy sale en pantalla para defenderse. Se exculpa. Su intervención no es propiamente una rueda de prensa. Es un soliloquio en el que lamenta el acoso al que están siendo sometidos su partido y él.

Mientras esto escribo escucho a mi hija tocar una pieza en el violoncelo. Sonata número 1 en fa mayor de Beethoven. No les voy a revelar cuáles son mis sentimientos. El fragmento tiene un tono lastimero. Me sirve de fondo musical, de marco sonoro, a una reflexión que tiene mucho de lamentación y tristeza.

Yo no tengo simpatía especial por Mariano Rajoy. Tampoco tengo singular predilección por el Partido Popular, pero siempre he querido salvar al PP de sus propios demonios y de su tendencia autodestructiva. Necesitamos un partido de derechas que haga los deberes, que se comporte y cuyos líderes me inspiren confianza. No puedo pensar una España sin gente conservadora, sensata y morigerada.

¿Qué es lo que yo vi y escuché el sábado 2 de febrero? Un líder disminuido. Mejor dicho: capitidisminuido. Escuché y vi a un Presidente de Gobierno pidiendo confianza frente a pruebas documentales que él calificaba de apócrifas. Escuché y vi a un Presidente del Partido Popular entonando un discurso sin fuerza, a punto del desmayo.

La circunstancia es gravísima. Lo grave es por la consecuencia. Y lo grave es por la incomparecencia: salir a hacer un monólogo es una manera de evitar toda responsabilidad; y es un modo de evitar toda rendición de cuentas.

La derecha española tiende últimamente a resucitar a Winston Churchill. Creo que es un buen ejemplo. Un tipo gordo, amante de los alcoholes de alta graduación, de pensamiento contundente y de gustos poco refinados, sí. Pero a la vez un líder, un tipo que supo anteponer la democracia a sus propias inclinaciones: a sus tendencias tiránicas o su amor propio. No creo que necesitemos a Churchill.

Necesitamos a un líder de la derecha que sepa rendir cuentas, asumir culpas o responsabilidades y que nos pida apretar los dientes. José María Aznar López puede volver: yo, por mi parte, no lo celebraría. Esperanza Aguirre Gil de Biedma puede postularse: yo, por mi parte, no la aclamaría. Estamos es situación límite: la derecha no sabe qué hacer y su líder en el Gobierno apela exclusivamente a su crédito personal.

¿Y la izquierda? ¿Por qué es tan poco convincente Alfredo Pérez Rubalcaba? O se abre a los restantes partidos de la oposición, o su suerte política está echada. O abre su partido a las primarias, o su destino es corto.

Hay días en que es mejor no pensar, no analizar, no examinar. "No leer, no sufrir, no escribir, no pagar cuentas, y vivir como un noble arruinado entre las ruinas de mi inteligencia...", decía Jaime Gil de Biedma. Ya sé que es un verso mil veces repetido, pero su escepticismo me lleva a releerlo hoy, domingo 3 de febrero. Concretamente, a recuperar el Retrato del artista en 1956:

“¡Veinte años bobos no han embobado a todos! Si los asfixiantes años posteriores a la guerra civil no han logrado sofocar irremediablemente al país, dudo de que las desproporcionadas y ridículas represalias de ahora puedan cancelar el hecho insólito de que en España todavía es posible enfrentarse al Gobierno”.

Ah, y no me duele España.

¿Yo creo en ti?

Por: | 02 de febrero de 2013

1359804393_777742_86686300_fotograma_1Leo en El País: "Rajoy niega los pagos y promete enseñar al público sus declaraciones". Ése es el titular que resume su intervención en la portada del periódico. Es muy relevante lo que se dice y el resultado práctico de lo que se dice. Vayamos por partes.

1. "Rajoy niega los pagos". En el caso de aceptarlos debería haber presentado su dimisión y debería haberse personado en el Juzgado de Guardia para inculparse y por tanto para que alguien le tomara declaración.

2. "Promete enseñar al público sus declaraciones". Sus declaraciones de la Renta (y Patrimonio). Vamos a ver: si alguien comete fraude no puede ser tan descarado o tonto como para que ese latrocinio figure en un documento fiscal. ¿Alguien ha declarado ante la Agencia Tributaria lo que ha percibido en negro? 3. Pero, más que todo ello, me sorprende eso de "enseñar al público". Parece ciertamente un espectáculo: al público se le enseña una pieza teatral, una película, etcétera. Las protestas de honradez fiscal no se enseñan al "público", sino a las instituciones y a los ciudadanos.

3. Sigo leyendo la noticia y literalmente compruebo lo que Mariano Rajoy argumenta: "No he venido a la política a ganar dinero. Si me interesara el dinero, lo hubiera tenido como registrador de la propiedad”. Hombre, sin duda, hay sitios en los que se gana más, pero está claro que en política, en puestos de alta responsabilidad, se obtiene una buena cantidad. No conocemos a ningún Jefe de Gobierno que haya salido más pobre.

4. “Sé ganarme la vida. No he venido a ganar dinero, vine perdiendo dinero". Esa afirmación es propia del martirio, del sacrificio, de la entrega. ¿Y quién le manda dedicarse a esto? ¿Por vocación? Entonces, el argumento del dinero no es pertinente. Lo lógico es que afirme sin más que se dedica a lo público por vocación. No hace falta rodearlo de suplicio.

5. Decir que el dinero no es "para mí (...) lo más importante" es dudoso. En política, lo más importante es el dinero público. Y lo segundo más importante es el dinero privado: si no le importara en absoluto, yo me preocuparía. Los desprendidos me dan grima. Sencillamente, no me creo que un Presidente del Gobierno no considere ese asunto como lo más importante. ¿Lo importante es "cambiar las cosas”? No conozco a ningún sátrapa que no haya dicho eso. Es más: ha habido tiranos de vida austera que han permitido enriquecimientos súbitos y escandalosos.

6. Yo no creo que Mariano Rajoy sea un sátrapa o un tirano. Pero que cifre todo en la credibilidad de su palabra es poca cosa: admítaseme. Hay muchas personas señaladas en estos apuntes de Luis Bárcenas. ¿Y las pruebas documentales? En una pesquisa, eso es lo primordial. Mariano Rajoy nos pide que le creamos.

Bien, vale. ¿Y ahora? Ahora sírvanse leer el texto que aquí enlazo. Gracias

El País

EDICIONES EL PAIS, S.L. - Miguel Yuste 40 – 28037 – Madrid [España] | Aviso Legal