Los grandes eventos exigen de grandes esfuerzos. Y tal vez no ha habido un gran evento del calado del Brexit en Europa "desde la caída del muro de Berlín".
Así lo valora Andrea Rizzi, redactor jefe de la sección de Internacional de EL PAÍS y arquitecto de una cobertura que se fraguó casi tres meses antes del decisivo referéndum del 23-J. "Lo concebimos en base a tres ejes principales. Uno de información ortodoxa, subdividido a su vez en cuantro capas: los distintos estratos de la sociedad británica, los territorios, la política y cómo se veía desde Bruselas el proceso. Otro de entrevistas, que agrupamos en dos galerías de píldoras, una dedicada al mundo cultural y otra al de los negocios. Y otro tercer eje de lo que podríamos llamar features [contenido adicional explicativo]: gráficos, explainers y alguna pieza más experimental".
Una
de esas piezas con vocación rompedora la realizó, con la colaboración de las secciones de Infografía (Rafael Höhr), Vídeo y Mesa Digital (Elsa Granda) la enviada especial María Sahuquillo. La reportera recorrió 1244 kilómetros en tren para contar, a través de entrevistas en video a sus pasajeros e información sobre las distintas ciudades que se cruzaba en su camino, cómo se vivía el Brexit a cuatro días del referéndum a través de la espina dorsal de Reino Unido. La percepción de Sahuquillo al pie del terreno fue que muchos votantes no tenían claras las consecuencias de su decisión: “Había muchísima gente que no tenía ni idea de las implicaciones de dejar la Unión Europea. Muchos lo hacían guiados por mensajes absolutamente erróneos. Y había también muchísima gente indecisa que votó por el no en el último momento”.
En el camino del enviado especial a veces se cruzan imprevistos extraperiodísticos que complican la vida al reportero. "Lo más complicado fue el wifi. De verdad, era un agobio y lo pasé muy mal porque a pesar de ser de pago iba fatal", afirma Sahuquillo. Otro de los momentos chocantes que tuvo que vivir fue encontrar un lugar con Internet para terminar una crónica tardía: "Me cerraron la cafetería y tuve que acabar escribiendo la crónica en un pub, porque
tenía wifi. Aprendes a concentrarte en cualquier parte".
Las grandes noticias, los momentos históricos de los que un periódico ofrece un primer esbozo continúan mucho más allá de lo que ocurre en el día. "Ahora empieza una fase periodística distinta, a la que vamos a sacarle mucho partido. Hemos contado el por qué. Toca contar el cómo. Las consecuencias paneuropeas, el auge del euroescepticismo y el posible síndrome de atracción de consultas similares en otras naciones", enumera Rizzi. En cualquier caso, el Brexit es ya uno de los grandes momentos históricos que vive Europa: "Es la primera vez que el proyecto europeo da marcha atrás tras años, con muchísimo esfuerzo, de continua expansión. De por sí es una bomba, pero puede arrastrar muchísimo más. Es un episodio político trascendental que va a marcar la vida de generaciones de europeos", remacha Rizzi.