
El periodismo algo gamberro no tiene por qué perder una pizca de rigor. Al menos, así lo cree Rafael Benítez, nuevo director de TENTACIONES que quiere llevar la revolución a la revista de tendencias de EL PAÍS. Nos sentamos con él para compartir café y reflexión sobre esta nueva etapa de TENTACIONES.
Pregunta. ¿Cómo va a cambiar la revista contigo al timón?
Respuesta. Pues de arriba a abajo. Es lo normal. No vengo a destruir lo anterior, pero sí a construir. Igual que si te compras un piso cojonudo le metes una tarima, tiras un tabique o instalas un gotelé, pues aquí lo mismo. Los cambios serán estructurales y de tono.
Por ejemplo, la parte de atrás, En Línea, una de las almas del TENTACIONES original que funcionaba como prescripción cultural de cómics, cine, videojuegos... se viene adelante, a la parte noble de la revista y ocupará el primer tercio de la revista. Se llamará Spoiler. Irónicamente, porque no estamos reventando ningún final, sino propiciando descubrimientos, lo que te traemos merece un vistazo como mínimo. Su filosofía será dar mucha información. En este número, al terminar de leer Spoiler sabrás cómo se llama el bate de Negan [villano de la nueva temporada de The walking dead], que es la fan fiction o si el cantante de Sidonie tiene más miedo a quedarse calvo o ponerse fofo.
Luego vendrán los reportajes. Y ahí tenemos la suerte de contar con Artur Galocha, que es un director de arte del copetín y además infografista. Se está currando unas aperturas muy visuales y muy potentes y hemos aprovechado para meter algo de periodismo de datos, que es una de las nuevas tendencias del periodismo que vamos a aplicar a la cultura pop. Debutamos con una infografía de los Beatles y su atribuladísima década musical.
Como final de la revista, tendremos el Tentadero. Uno, porque es un homenaje al TENTACIONES original. En los noventa, ya había Tentadero. Dos, porque refleja muy bien el estilo de tentar, de cosas que hemos probado y que pueden interesar a los lectores. Aquí también hablaremos de emprendedores, artistas e influencers de la Cultura 2.0.
P. ¿Y el enfoque cómo cambiará?
R. Pues creo que estábamos muy orientados a los millenials y a lo último de lo último y eso tampoco se corresponde con quienes compran EL PAÍS. No es que seamos una revista de cuarentones, pero sí de kiddults, adultos que lo que queremos es no volvernos aburridos. Vamos a festivales, calzamos deportivas y si me apuras hasta montamos un long-board. Las cosas que sean de muy ultra-tendencia, no vamos a dar por supuesto que el lector las conoce. Vamos a divulgar.
P. ¿Cómo van a estar escritos estos reportajes?
R. Pues a mí me gusta el buen periodismo. Creo que no está reñido con la cultura pop, las tendencias y el ocio. Vamos a practicar nuevos formatos como el relato oral. No vamos a tener un tono de colegueo, pero sí manejar una cierta ironía. Y, cuando proceda, ligeramente gamberros. La solemnidad en una revista como TENTACIONES sobra.
P. ¿Quiénes los van a escribir?
R. Mi opinión es que las firmas sean un motivo de compra. Si sueño y viajo al pasado me traería a Hunter S. Thompson, Norman Mailer o a Truman Capote. Pero están muertos. Así que hago un llamamiento al Hunter S. Thompson del presente para que se apunte.
P. ¿Sueños y ambiciones para esta etapa?
R. Pues por ejemplo con las portadas. Vamos a intentar que todas sean rompedoras y tengan un factor guau. Aunque todavía no sabemos si serán siempre de personaje o de personaje al servicio de un concepto. Y en algunos casos, si se puede, hacer portadas cuyo tema genere una conversación externa. Por poner un ejemplo, con el veganismo. Me encantaría tener un mix de personajes entre nacional e internacional de los que no puedes tener todos los días. Me apetece mucho una portada con Valentino Rossi y no hablar de motos.