Pabellón 7 del IFEMA. ARCO, la gran feria de arte contemporáneo de España, sita en Madrid. Una gran pantalla muestra un fluctuante arcoíris de píxeles. Son estelas, las que dejan los vídeos más vistos de EL PAÍS y aquellos de plena actualidad. Es la obra que ha elaborado el artista Daniel Canogar para el stand de EL PAÍS. Es también la obra que se encontrarán los asistentes a la feria en su ticket de entrada. Un viaje a la abstracción desde lo más concreto y, a priori, menos abierto a la interpretación: las imágenes del día. El pulso (visual) de la actualidad en los 500 videos más vistos de EL PAÍS. Su título, Ripple, estela. Su puesta de largo coincidió con la visita de los reyes y el presidente de Argentina Mauricio Macri al evento, tal y como puedes ver en el video que acompaña esta noticia.
"He estado pensando mucho en la abstracción. Como una forma de intentar representar una realidad que se está haciendo cada vez más difícil de captar. Tal vez, por el exceso. Vivimos en un mundo de información visual que por la cantidad de información nos ha anestesiado", explica Canogar desde el interior de su stand, un espacio en negro con la pantalla al frente y una herradura de futones, también negros, en los que acomodarse para observar en un silencio cómodo y apacible.
El proceso técnico tras el arte de Ripple exigió de sucesivas iteraciones hasta encontrar el algoritmo que permitiera el efecto estético buscado. Canogar desarrolló el proyecto junto con el ingeniero Diego Mellado, con el que lleva trabajando desde hace ocho años. En él hay claves ocultas que ligan la obra a los orígenes del periodismo: "El traqueteo, ese movimiento en zigzag con el que van cayendo los videos, intenta emular al télex [sistema que permitía el envío de noticias a los teletipos]. Me gustaba ese guiño a la tecnología del periodismo del pasado conectado con el presente". Cada estela está formada por tres píxeles, los tres centrales a cada video que cae en esa lluvia infinita de actualidad.
La meta de Ripple, para Canogar, está clara. Invitar a la reflexión. Y también ofrecer una herramienta para asir lo real, que se nos escurre entre los dedos en esta época tan cambiante. "El no poder interpretar la realidad lleva a la psicosis. Este tapiz para mí es un intento de crear un nuevo tipo de coherencia u orden en ese caos. Y es un orden abstracto, porque las herramientas del realismo no me sirven para esto", explica Canogar.
"Esta obra refleja la transformación digital de la que el vídeo es el símbolo más evidente. Son los colores de la actualidad. La actualidad deja un rastro de colores, te cae encima en cascada y está en continuo cambio. Esa es la obra y eso es hoy un perfecto reflejo del periodismo", ha subrayado Antonio Caño, director de EL PAÍS. Los que quieran reflexionar, tomando asiento en un futón, tienen hasta el domingo 26 para visitar ARCO.