Vivir y recordar con Aquellos maravillosos años

Por: | 09 de abril de 2011

  Protagonistas de la serie "Aquellos maravillosos años"


Lo confieso: todavía, hoy, se me ponen los pelos de punta cuando veo el arranque de The wonder years (Aquellos maravillosos años, título en España). Tanto tiempo después, me emociono igual cuando escucho la voz rota de Joe Cocker, cantando el tema original de los Beatles, With a little help with my friends, mientras pasan esas imágenes de cámara casera a modo de carrusel de época.

Han pasado unos cuantos años, aunque tal y como corre la dichosa vida me parece una eternidad, de cuando me encontré con esa serie en La 2. No sé a qué hora de la noche la ponían pero, con la sensación extraña y aventurera del niño que le gana horas a la cama, el chaval que entonces era sentía un temblor inocente y maravilloso cuando se adentraba en la vida de Kevin Arnold. Como él, me sentaba frente al televisor para conocer los deseos, las frustraciones o las anécdotas que sucedían en el interior de la pequeña pantalla, donde su vida se me hacía tan cercana que, más de una vez, creí que mi colegio y barrio de Madrid escondía los mismos entresijos existenciales que aquel vecindario estadounidense. Que yo recuerde, nunca se supo en qué ciudad vivía Kevin, aunque su chaqueta de los New York Jets sugería que andaba por algún lugar del Estado de Nueva York.

Cuando hoy, bastante más mayor, veo la buenísima y aplaudida Mad Men, reflejando la sociedad estadounidense de los sesenta, no puedo por menos que acordarme de esta serie de la cadena ABC que estuvo en antena de 1988 a 1993 (en España, de 1990 a 1994). The wonder years reflejaba también esa época de cambios y conflictos sociales que alumbró muchas conquistas y unos cuantos desengaños en Estados Unidos. Como en Mad Men, se trataron la muerte de John F. Kennedy, la lucha por los derechos civiles de los afroamericanos, la carrera por llegar a la luna o el desarrollo de la cultura juvenil y la contracultura.

Kevin Arnold Con maestría, sus creadores ensamblaban cotidianidad con historicismo. Los hechos existenciales en la vida de Kevin transcurrían perfectamente asociados a los acontecimientos históricos de EE UU. Solo que, si en Mad Men se ve todo bajo el prisma adulto de Don Draper, en The wonder years era la mirada fascinada de un niño la que nos mostraba esos años. A su modo, Kevin, como Don, también sobrevivía en su mundo, se enamoraba, triunfaba o fracasaba e, incluso, se sentía solo.

Creo que lo difícil era no identificarse con la vida de Kevin. Tan corriente como extraordinario, el transcurrir de sus días estaba plagado de momentos inolvidables. ¿Quién no hacía suyo ese primer beso, aquel gol que daba la victoria de tu equipo, aquel suspenso trágico, la primera pelea, el primer adiós para siempre, el primer grano, la cena de Navidad con todos juntos, la complicidad de una madre o la soledad de un paseo nocturno? 

The wonder years nos hacía cómplices con esa entrañable voz en off de un Kevin mucho más mayor, recordando y, sobre todo, reflexionando sobre lo que se fue, lo que quedó y lo que nunca llegó (Mario Castañeda hizo el doblaje en España). Era un magnífico relato nostálgico sobre la infancia y la adolescencia. También la crónica de una época dorada en todos los aspectos. Un formato con estilo, ritmo y buenas reflexiones, y en el que se inspiraron los creadores de la española Cuéntame cómo pasó.

En mi caso, además, la serie me marcó para siempre por su gran selección musical. Qué canciones, qué esplendor, qué época. Visto con la perspectiva que da el tiempo, gracias a The wonder years, empecé a interesarme por la música como una banda sonora para ilustrar mi vida. Buena parte de los gustos musicales que hoy tengo se los debo a la estupenda música que en sus capítulos sonaba mientras Kevin, su amigo Paul o su querida Winnie crecían. With a little help with my friends de Joe Cocker, en formato soul diferente al pop de los Beatles, lo considero una especie de himno personal al que acudo a menudo. Tengo que decir también que me compré uno de mis primeros cassettes al escuchar Good Vibrations de los Beach Boys en uno de sus capítulos. Mi primo mayor me dijo quienes eran y los Beach Boys más mágicos me llegaron de niño y gracias a esta serie.

The-wonder-years Pero había muchísimo más, siempre con composiciones de aquellos años tan esenciales de la música pop: Bob Dylan, Simon & Garfunkel, Carole King, The Byrds, Neil Sedaka, Joni Mitchell, The Temptations, The Beatles, The Doors, Marvin Gaye… Todavía conservo, como la primera moneda de oro para un pirata, el recopilatorio con la música de la serie que me regalaron por un cumpleaños. Kevin y Paul aparecen en la portada, tirados en el césped, y en el interior hay canciones tales como When A Man Loves A Woman de Percy Sledge, Smoke Gets In Your Eyes de The Platters, I'm A Believer de The Monkees, Sitting on the dock of the bay de Otis Redding, Wild Thing de The Troggs o Happy Together de The Turtles.

Con su música, sus reflexiones, su temática y su nostalgia, los 115 capítulos de The wonder years fueron una tierna y cautivadora crónica humana y social. Hoy la siento como mía. Como hoy siento como mías las últimas palabras pronunciadas por esa voz en off de un Kevin Arnold más mayor, incapaz de olvidar lo que significa crecer, vivir, recordar. "Crecer sucede en un latido. Un día estás en pañales, al siguiente ya no estás aquí. Pero los recuerdos de la niñez permanecen contigo todo el camino. Recuerdo un lugar, un pueblo, una casa como muchas casas, un patio como muchos patios, una calle como muchas otras calles. Y el asunto es que, después de todos estos años, sigo mirando hacia atrás, maravillado".


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Hay 59 Comentarios

Alguien tiene que poner coto a la censura galopante que se está posesionando de los foros de este diario, pues se sigue ejerciendo, si cabe con más saña, contra los que, como yo, se han enfrentado a los administradores que la ejercen, denunciando sus maniobras. Esta queja se está convirtiendo en un clamor en los últimos tiempos. Mi motivo para exponerla en este espacio, y en otros de similar hechura, es porque son los únicos en los que puedo plasmar una protesta que, de otra manera, resulta imposible: cualquier queja ante los censores es tan inútil como las súplicas ante El Guardían de la Ley. Y esto es lamentable. La administración –censura férrea muchas veces- de los foros, se lleva a cabo de una manera arbitraria. No tengo nada contra este sitio. Mi comunicado no va dirigido contra él ni su autor. Es una llamada de atención allí donde el mensaje puede ser escuchado, y esta, entre otras, es una buena plataforma. No pretendo interferir en su discurso. Mírenlo como una octavilla dejada caer en su estancias, o como una pintada en sus paredes.

entrañable reflexión

Claro Miguel aquí sólo sabemos plagiar, los yankees no ¿verdad? nunca han plagiado nada..qué risa, pero bueno todos sabemos que somos lo peorcito del mundo en todo, es la moda del momento... ¿ sabías que se han plagiado y hecho remakes muchas series y películas españolas?, me imagino que no tendrás ni idea de cine tampoco.Eres el típico que echa piedras sobre su propio tejado. Penoso.
En fin, hablando con gente con dos dedos de frente, o sea con el autor del artículo, debo decir que suscribo todas y cada una de las palabras..yo tenía más o menos la edad que el personaje por aquel entonces y también descubrí la música gracias a esa serie, la música que ahora escucho.Qué pena que haya pasado el tiempo y ahora sólo `pueda leer estupideces vía online. Saludos.

Mil gracias por este artículo que me ha hecho recordar la serie que mas me ha gustado.

sinceramente quiero felicitarte por el articulo escrito, esta muy, pero que muy bien. saludos

No creo que "Cuéntame" sea una mala versión de esta serie. Es una serie con éxito internacional que, si bien da un visión endulcorada del franquismo, está bien dirigida, bien interpretada, tiene un buen guión y estilo propio, porque España tenía sus cosas particulares que no podían aparecer en la serie americana. Y en los sesenta, debo decir, pasaron cosas en todas partes, pero la nuestra habla más bien de los setenta.

Una serie maravillosa. En su día grababa los capítulos en video. Hace ya unos años tiré todas las cintas a las basuras. Y no hay día que no me arrepiente. Seguro que ahora en internet está, pero ya no es lo mismo. Cómo olvidar a Kevin a Winnie a Paul. Esta serie forma ya parte de mi vida. A mí también se me ponen los pelos de punto al escuchar a Joe Cocker al comienzo de cada capítulo. Hoy hay cientos de series en antena, pero creo que ya ninguna me arrebatará como lo hizo esta. Eran otros tiempos, otros años, la maravillosa infancia-adolescencia. Fueron maravillos esos años.

...Maravillosa serie que yo viví en mi infancia quedando anonadado delante del TV...Todavía recuerdo los capítulos con mis hermanos tras la cena...
Me encantaba...

http://open.spotify.com/album/39uyrJnngdxIrRa8DfastB

Maravilloso artículo. Os dejo el enlace a Spotify del album de la banda sonora editado.

Esta serie forma parte de mi vida,que hace un tiempo decidi cambiar mi niñez completa por la de Arnold. Hoy cuando recuerdo a Winnie Cooper me pongo a llorar.

Yo estaba profundamente enamorado de Winnie, ahora que lo pienso ... no sé si lo seguiré estando. ;-))

donde digo inspirada, digo "inspirada"

Estoy contento de no estar solo en pensar que Cuéentame está inspirada "en aquellos maravillosos años". Me parecía que nadie más se había dado cuenta. Una serie fantástica, de aquellas que se convierten en cult y te las recuerdas el resto de tu vida... hablo de aquellos maravillosos años, claro.

No se puede comprar la serie tal y como se emitió por problemas de derechos de autor de las canciones de la banda sonora original (¿os suena?).

Hay una versión edulcorada en donde las canciones originales se han cambiado, pero el vídeo es el bueno.

La única forma de hacerse con ella tal y como la recordamos es gracias a la colaboración desinteresada de equipos de internautas que combinan el audio de grabaciones VHS de que hicieron unos antaño con el vídeo que consiguen otros mientras que otros lo sincronizan si es video NTSC.

Pero claro, eso es ilegal gracias a la ley Sinde. O sea que yo no la tengo, no , sólo me "enrecuerdo".


junto a doctor en alaska y Cheers lo mejor de lo mejor en sereis americanas

Milhouse Van Houten es la versión animada del amigo Paul...

qué grande la serie. Y qué bueno tu post, lo has narrado como si realmente tú hubieras estado en la serie. He leído estas palabras tuyas, como si fueran mías.

gracias, ha sido estupendo.
salud y vinos clásicos.

Gabriel, dices que compraste la serie, me da mucha curiosidad, yo no he podido localizarla nunca en circuito comercial, sólo bajo la forma de "copias de seguridad" alternativas. ¿Podrías indicar por favor dónde la conseguiste y quien la comercializa? Creo que o como otros muchos pagaríamos por tenerla completa y en buen estado. Muchas gracias.

Qué serie tan bonita! Ojalá la repusieran... pero hoy en día ya no gustan esas cosas. Ahora gustan los culebodrios panchitos, Bandolera, Física o química, Soy tu dueña y porquerías similares... En fin, habrá que acudir a la amiga mula o a las seris yonkis para verla de nuevo, no?

Yo no era un adolescente cuando me enganchó esta serie, tenía veintipocos años, acababa de terminar la carrera y estaba en los primeros años de mi andadura profesional,.. pero me encantó, todavía la recuerdo, la compartía con mi hermano, 5 años menor, con el que comparto pocas cosas; por cierto cuando empezó la serie de TVE "Cuentame" la consideré una copia descarada, a la española, de "Aquellos maravillosos años", el niño como narrador, los años sesenta, la historia de un país como telón en todos los episodios... ¿no opinais vosotros lo mismo?

Ahora tenemos la basura de "Cuéntame", que es un plagio indecente de The Wonder Years, pero en malo malísimo: el punto de vista del niño, la voz en off, los acontecimientos históricos...hasta el amigo gafotas sale.
Aunque eso era al principio, ahora es todavía peor, si cabe.

Me cuesta trabajo recordar algo más ñoño que esta serie. Eso sí, la selección musical era muy buena.

Fernando GRACIAS..
Estoy en Holanda por trabajo, con mi familia lejos, y al leer tu articulo me has animado... me has hecho feliz...
Gran articulo para una serie IRREPETIBLE (enterense los directivos de "cualquier cadena", dentro de muchos años NADIE reecordara a Belen Esteban y si recordaremos series como esta) Un gran abrazo a todos

Ya me lo has quitado. Hablé ayer con Natalia para hacer un post sobre Winnie Cooper y vas tu y me lo pisas. No lo olvidaré nunca.
Atente a las consecuencias

Aquellos maravillosos años,en los que la serie del mismo nombre se estrenó en TVE.En una época en la que no había telebasura,en las cadenas había responsables de contenido con talento,con un sentido de lo que tiene o no calidad,donde no todo valía para ganar audiencia.Hoy en día la TV es una máquina de heces,sobretodo en la tarde y en las privadas.Dudo mucho que tengan interés los responsables(?) de estas cadenas en cambiar dinero por talento.

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